Bueno amigas y amigos lectores aqui les traigo este fic, he leido sus reviews y me da mucho gusto que sigan mis fics, la verdad es que me desepcione un poco por que esta historia no me dio tantos resultados pero a peticion de mis seguidores aqui se las traigo otra vez, tarde un poco en decidirme a continuarlo por que estube algo atareada, entre la escuela, mi trabajo y mis asuntos personales no me habia puesto a seguirlo y mucho menos traer este capitulo, pero despues de darme un tiempo, aqui esta, espero que lo disfruten... Inuyasha no me pertenece, pero si lo quiero mucho (¬¬!! aunque haga sufrir a mi linda Aome) o.O ademas AMO a mi Sessho...

El Misterio del Amor

Capitulo 01: El Ego.

La luna hace su aparición en el cielo lleno de estrellas que brillan con tal intensidad como los ojos de aquel hombre, dorados como el oro mismo, aquel cabello plateado destellaba al ser alcanzado por la luz de la luna, la misma que se presento la noche que lo conoció aquella mujer sensible, llena de bondad con sus seres queridos, pero fría y calculadora en los asuntos de su trabajo, ser la juez del despacho no era tarea fácil, debía mantenerse alejada de aquellos asuntos que la pudiesen distraer, uno de esos era el amor. Esa noche, de verano, la ciudad brillaba más temprano que de costumbre, Aome no había podido retirarse a su casa debido a la tormenta, que horas antes, había azotado la ciudad de Tokio. La joven de cabello azabache y ojos castaños estaba sentada frente al escritorio de su oficina revisando a detalle cada uno de los casos que le habían llevado los abogados que trabajaban con ella, Aome Higurashi era una persona que le agradaba ganar, se había vuelto egoísta y arrogante para lograr sus objetivos, solía pasar tiempo con sus padres, sin embargo nunca unía su trabajo con su familia y eso la hacia insuperable. La puerta sonó, la joven de tez blanca y mirada castaña murmuro un ADELANTE y la puerta se abrió para dar paso a una mujer joven de cabello rojizo con pequeños mechones oscuros, los ojos verdes y su tez blanca la hacen una mujer atractiva, con veinticinco años, al igual que la juez, trataba de comprender el comportamiento tan soberbio de Aome Higurashi.

-Señorita Higurashi… el joven Taisho ha llegado y pide hablar con usted- anuncio Ayame frente al escritorio.

-Hazlo pasar Ayame- respondió Aome sin desviar la mirada de los documentos que tenia en las manos, la joven secretaria asintió para después salir de la oficina y hacer pasar al hombre que esperaba afuera; en cuanto entró vio a la mujer que estaba frente al escritorio, su cabello ondulado reposaba en sus hombros, su piel blanca parecía ser de seda, tan suave y delicada.

-Buenas noches señorita Higurashi- exclamó Sesshoumaru Taisho cerrando la puerta de la oficina a su espalda, avanzo unos cuantos pasos pero se detuvo.

-Buenas noches joven Taisho…- dijo sin voltear a verlo –Tome asiento por favor – indicó Aome con tono frío y distante, era indudable que esa hermosa mujer no se intimidaría por su presencia por muy imponente que fuese, pensó Sesshoumaru mientras se sentaba frente al escritorio de Aome; después de unos minutos, la joven acomodo los papeles dando un ligero toque en el escritorio con ellos, para así dejarlos a un lado , entrelazo los dedos y los coloco en el mueble, volvió la mirada hacia el apuesto hombre que la observaba con curiosidad. Sus ojos dorados se enfrascaron en los castaños de ella, este acto provoco que el corazón de Aome latiera a gran velocidad, sus mejillas se tornaron rosadas.

-¿Qué se le ofrece joven Taisho?- preguntó Aome intentando coordinar sus palabras que tenían un tono entrecortado; su cuerpo la traicionaba, pensó, se comportaba como el de una adolescente vulnerable, muy parecido a lo que había sentido ocho años antes, cuando se había enamorado de aquel muchacho de cabello negro, largo y sostenido en una trenza, sus ojos azules como el zafiro y su tez apiñonada lo hacían ver mas atractivo. BASTA, ESO FUE EN EL PASADO se dijo enojada consigo misma por recordar aquellos sentimientos NO SOY DEBIL se repitió con seguridad y coraje.

-Pues vera señorita Higurashi, acabo de llegar a Tokio y necesito trabajar- explico Sesshoumaru con su tono altanero y arrogante, Aome trataba de mantenerse firme, pero le resultaba tan difícil, aquel hombre poseía un cuerpo atlético, un cabello sedoso, lacio y plateado, sus ojos tenían un brillo de misterio y su frialdad era incomparable, las facciones de su rostro eran muy finas, muy parecida a la porcelana, sin embargo su actitud indiferente demostraba lo varonil que llegaba a ser.

-¿trabajar?...- dijo la joven Higurashi con arrogancia –y ¿Qué antecedentes tiene? –pregunto Aome desafiantemente, intentando intimidar y demostrarle a ese hombre que no seria tan sencillo convencerla de que aceptase aquella proposición.

-Claro…- respondió Sesshoumaru con seguridad y tomo su portafolio color negro para sacar de ahí un par de documentos que le entrego a la joven juez –Estos son documentos que prueban mi capacidad- dijo el apuesto hombre con arrogancia entregándole a Aome los papeles revisándolos, era una constante lucha entre egos y parecía que el de Sesshoumaru estaba ganando, su personalidad era imponentemente atractiva y provocaba el estremecimiento del cuerpo de Aome, acto que no le agradaba nada a la joven juez.

-Muy bien, parece que todo esta en orden- respondió la mujer entre dientes tomando una solicitud de empleo –Llénela y mañana veremos si acepto que usted trabaje en este despacho- explico Aome con tranquilidad a pesar de que en su interior estaba una ola de emociones y sensaciones inexplicables; Sesshoumaru tomo la hoja de papel le dio un vistazo.

-Muy bien…- contestó el apuesto Sesshoumaru levantándose de su asiento, guardando la hoja que Aome le había entregado, con un gesto amable se despidió y advirtió que el día siguiente estaría de nuevo en esa oficina, el tono de su voz hacia que el corazón de Aome latiera con fuerza, NO ES POSIBLE… ¡MALDITA SEA! se dijo internamente, estaba furiosa por la reacción de su cuerpo, estaba acostumbrada a tener el control de todo, pero ahora era traicionada por si misma, sin embargo no volvería a cometer el error que , años atrás, la había hecho sufrir tanto. Después de una hora, la joven juez se levanto de su escritorio, tomo su bolso color marrón y salio del despacho a paso firme; su secretaria Ayame se despidió de ella minutos antes, así que el lugar estaba vacío, tanto como su vida amorosa, BASTA, NO DEBO PENSAR EN ESO se dijo apretando los puños, no podía explicarse por que estaba pensando eso ahora, si había pasado mucho tiempo sin hacerlo, ocho años exactamente, pero ahora estaba ese hombre de ojos dorados que había provocado mas que una buena impresión, le hacia sentir necesidad, algo que no le gustaba sentir, la hacia débil y vulnerable, cualidades que según ella había dejado en el pasado pero que llegaban de nuevo a atormentarla como un horrible fantasma.

CONTINUARA...

Bueno esta algo cortito, pero es que la verdad es solo el principio, espero que les guste ahora si...

AOME: No olviden que nuestra autora Melanie tiene publicados mas Fic aqui.. "LO QUE NOS UNIO", "LA USURPACION", "MI CORAZON PUEDE CAMBIAR" y la mas reciente "CAMBIANDO DE VIDA" (.!!)... donde Sesshoumaru, Inuyasha, Kikyo y otros personajes tambien participan..

Cuidense mucho todos hasta la proxima!!!! -!!