Holas! Por alguna razon no puedo entrar a la Saotome2001 pero soy la misma Yumo Saotome la misma, asi que no me digan que soy una copiona (T.T) En fin aqui esta denuevo
Solamente para que no se confundan
-El personaje habla-
-El personaje piensa-
Sin más que decir empecemos con la historia. : 3
Eran las 9 de la noche, en Nermia, en el restaurante de Shampoo
- ¡Abuela, que tienes hay, Shampoo quiere ver!- Dijo emocionada la chica de cabello purpura.
- ¡Ah! Shampoo, son unas plantas viejas que venden en China- Dijo la abuela de Shampoo.
- ¿Y para qué sirven?- Pregunto ansiosa la chica China.
-Pues según la leyenda las preparas en un té y se lo ofreces a la persona indicada, a la primera persona que vea se enamorara perdidamente de ella obviamente del sexo opuesto.-Dijo la anciana mientras se reía- Toma te regalo un ramo de ellas, ojala se lo puedas regalar a Ranma.
-Claro que con esto podre quitar a la chica violenta que está en medio de mi Airen y yo.- Pensaba Shampoo- ¡Gracias abuelita! Se lo llevare mañana a la escuela para que almuerce – Se dirigió corriendo a la cocina y empezó a prepara panes al vapor para ofrecérselos a Ranma con el té.
Desde la ventana de afuera estaba Ukyo y sonrió maliciosamente.
-Claro si pensabas que me iba a alejar de mi Ran-chan estas muy equivocada, ahora con más razón estaré a su lado.- Decía Ukyo mientras se alejaba del lugar.- Solo espero que Kodachi no se entere porque si no estaremos en problemas todos.
Mientras tanto en la casa de los Tendo.
- ¡Oh vamos!- Decía Ranma mientras trataba de golpeara a Ryoga.
- Que quieres Saotome- Le contesto Ryoga un tanto enojado, sin saber la razón.- No quiero pelear-. Dijo por último el chico.
- ¿Qué haces aquí?- Contesto el chico de la trenza un tanto enojado por ver la reacción de Ryoga.
- ¿Qué más si no es venir a ver a mi amada Akane?- Dijo Ryoga mientras se sonrojaba tiernamente.
-P-chan, ven cerdito, vamos a dormir- Grito Akane desde el segundo piso.
La cara de Ryoga se lleno de ilusión, pero la de Ranma se quedo en shock al ver que su acompañante se había lanzado a la laguna de la familia Tendo.
Un lindo cerdito salió del agua.
- No voy a dejar que duermas en la cama de Akane otra vez- Decía Ranma mientras intentaba golpearlo con una toalla que encontró en el dojo
Ambos subieron rápidamente las escaleras hasta que llegaron a la habitación de Akane, ella se encontraba en ropa interior porque se estaba colocando su pijama de color amarilla.
El cerdito se aventó automáticamente a la cama de la menor de los Tendo, mientras que Ranma quedaba en shock al ver como se encontraba su prometida.
- ¡Ranma!- Grito Akane mientras trataba de cubrirse con la cobija- ¡Sal de mi habitación en este instante!
El chico de la trenza estaba muy enojado y decidió salir de la habitación.
- ¡Hay pero que odioso!- Dijo Akane muy enojada.
Toda la familia Tendo se fueron a dormir.
A la mañana siguiente Akane y Ranma se dirigieron a la escuela como de costumbre
Las clases pasaron aburridas y llego la hora del almuerzo.
- Nihao- Dijo Shampoo acercándose a Ranma.
- Ah, hola Shampoo- Dijo Ranma desviando la mirada.
- Airen, esto es para ti, por favor cómelo- Dijo la peli-purpura entregándole una canasta.
- ¿Mmm qué es?- Dijo Ranma recibiendo la canasta.
- Pues, es el platillo de mi abuela, panes al vapor- Dijo Shampoo con una gran sonrisa.
- Ni hablar- Dijo Ranma devolviéndole la canasta a Shampoo- La última vez que me diste panes con cada estornudo, tenía que abrazarte.
- No, estos no tener nada- Dijo la chica. – Por favor come uno, si quieres yo como uno primero.
La chica comió un pan e hizo que Ranma estornudara para que viera que no tenía efecto.
- Mmm, bueno- Ranma se comió un pan.
- Airen, este es un té para acompañarlo con los panes para que se coman más fácil mente- Decía Shampoo. –Ahora si serás todo mío-. Pensaba la chica de pelo purpura.
En esos momentos Akane iba pasando por ahí.
-Hay pero que descarado, comes la comida de otras, pero ahora veras- Decía la peli azul mientras subía las mangas de su uniforme.
- Ranma eres un descarado- Repetía Akane, mientras que el chico de la trenza pasa un trago del té.
