Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, solo la historia.

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Nuestro Error

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Sakura suspiró profundamente mientras analizaba su figura en el espejo. Una larga cicatriz adornaba la blanca piel de su espalda. Otra más reciente, del día anterior, recorría su costado derecho. Eso era lo único que odiaba de su cuerpo en ese momento. Sus pechos ya no eran tan pequeños como antes, sino de un tamaño un poco más aceptables; sus piernas y trasero firmes. Su piel se había mantenido blanca a través de los años. Lo único que había cambiado, era su mirada. Ya no era una mirada inocente y alegre, pero tampoco fría y calculadora. No. Eran unos ojos de una mujer madura que había visto a miles de sus compañeros morir en la guerra y que estaba lista para cualquier cosa (aunque el amor siempre sería una excepción).

Se acomodó la toalla blanca sobre su torso desnudo y jaló la puerta corrediza de su cuarto temporal. Un baño en las aguas termales en definitiva le haría muy bien. Por fin sanaría esa irritante contractura en el cuello por haber dormido incómodamente en la intemperie y recuperaría un poco de fuerzas. Esa misión estaba siendo mucho más cansadora de lo que pudo imaginar en el momento que Tsunade le anunció que tendrían que recoger unos pergaminos de la Aldea de la Lluvia.

—Unos masajes me harían muy bien...— dijo pensando en voz alta, mientras que sus pies descalzos se arrastraban por el frío tatami de la pequeña posada.

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Naruto miró a Sasuke de reojo varias veces antes de abrir su boca para hablarle. Mas bien, para reprenderle. Estaban los dos solos en la habitación que él, el Uchiha y su sensei estaban compartiendo. Sasuke estaba más centrado en el pergamino que estaba leyendo que en las acciones del rubio. Sin embargo, esto cambió cuando su mejor amigo le arrebató el pergamino de las manos.

—Naruto. Dame el pergamino.— murmuró un Sasuke molesto y articulando cada sílaba.

—No hasta que termine de hablar contigo.— respondió Naruto, seriamente. Muy dentro de sí, Sasuke se sorprendió por el hecho de que Naruto pueda desprender tanta seriedad en una oración. Pero no le dijo nada.

—¿Y bien?— preguntó el Uchiha bastante impaciente.

—¿Qué sucede entre tú y Sakura-chan, eh?— al mencionar el nombre de su compañera con ese molesto sufijo, la ceja de Sasuke no pudo evitar arquearse en duda.

—¿A qué te refieres?

Ya habían pasado dos años desde la última Guerra Shinobi. Habían matado a Madara y todo estaba en paz ahora. Las aldeas poco a poco iban terminando de reconstruirse y nuevos lazos de amistad se formaron entre ellas. Sasuke había regresado a la aldea junto a Naruto como un héroe, y no como un traidor más de la aldea. Los aldeanos de Konoha lo trataban con respeto y sencillez, y él trataba de hacer lo mismo. Nunca antes se había sentido tan cómodo. Pero esa comodidad no era en un cien por ciento. Cuando alguien mencionaba su nombre, las cosas se tornaban un poco complicadas dentro de sus entrañas. La notaba tan distante y desde lo muy profundo de sí; temía que ella ya no lo quiera como antes proclamaba hacerlo, temía herirla de nuevo.

—Oh vamos, no seas tan denso Sasuke. Tal vez nunca me aprendí la fecha de la fundación de la Aldea de la Arena, pero tampoco soy tan tonto como para no notar la tensión entre tú y Sakura cada vez que se ven obligados a hablar el uno con el otro.

Sasuke solo pudo mirar hacia un lado. Naruto tenía razón, pero en realidad no le quedaba de otra. Aceptaba que tenía la culpa de muchas cosas, pero Sakura también tenía un poco de culpa en el asunto. Si tan solo ella pudiese mirarlo y profesarle su preocupación por su vida cada tres minutos como lo solía hacer cuando eran unos tontos genin, tal vez las cosas serían un poco más sencillas para él.

—No es de tu incumbencia.— dijo fríamente.

—¡Por supuesto que es de mi incumbencia! ¡Tú y Sakura son mis mejores amigos!— chilló el rubio, desesperado.

—No. Esto es entre Sakura y yo.— terminó diciendo Sasuke, para ponerse de pie y salir de la habitación. Le perturbaba el hecho de que todo lo que Naruto diga sea cierto.

—Espero que te vayas para arreglar esto Sasuke...— susurró Naruto.

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Después de un relajante baño en las aguas termales, Sakura volvió a colocar su toalla alrededor de su cuerpo en el vestidor. Se peinó un poco el cabello con las manos, tratando de mirar lo que estaba haciendo en el empañado espejo. Se terminó de acomodar el cabello y salió del vestidor para ir a su habitación, pero no contó con chocarse abruptamente con el Uchiha que no podía quitar de su mente. Su fuerte pecho chocó contra el suyo, haciendo que el delicado nudo de la toalla se deshaga y esta caiga al piso antes de que ella pueda cogerla. Instintivamente se volteó, pero antes de que pudiera correr hacia su habitación despavorida, Sasuke la jaló de su cintura a una habitación vacía tras de ellos.

Las mejillas de Sakura estaban completamente rojas y su ritmo cardíaco aumentaba cada segundo.

Si no me muero de taquicardia, moriré de verguenza, pensó para sí.

—Sasuke-kun...— Sasuke bajó levemente la mirada para darle a entender que la estaba escuchando. —No me mires.

Él nunca fue conocido por su rebeldía, pero supuso que ya era hora de sacarla a flote. Sin su permiso, sus manos (callosas por los interminables entrenamientos que había tenido a lo largo de su vida como shinobi) acariciaron la esbelta espalda de su compañera de equipo. Sintió como su piel se le ponía de gallina, y sus labios no pudieron evitar curvarse en una pequeña y casi imperceptible sonrisa. Sentía la respiración de la chica desnuda contra la base de su cuello, mientras que su mentón descansaba sobre su cabeza rosada. Un aroma a frutos del bosque inundó sus fosas nasales. Sus manos traviesas descendieron hasta su trasero; pero no para apretujarlo pervertidamente, sino para acariciarlo como lo había estado haciendo con su espalda.

—Sasuke-kun, no... ¿Qué haces?— murmuró ella contra su pecho, para luego alejarlo lentamente de sí.

Estaba muy asustada. ¿Qué estaba pasando por su mente? ¿Por qué no simplemente la dejaba ahí sola, como lo había hecho durante todos esos años? ¿Por qué la había estado acariciando de esa manera tan gentil e inocente?

—Sakura-

—¡No! ¿Por qué me haces esto Sasuke? ¿Por qué te alejas de mí siempre y ahora, de la nada, te acercas a mí de una manera tan... Tan...

—¿Intima?— le respondió completando su oración. Lo único que Sakura pudo hacer en ese momento fue asentir, puesto a que tenía un nudo en la garganta. Si abría la boca, las lágrimas descenderían sin que ella lo autorice. —Porque pensé que ya era hora de dejar de actuar como un idiota Sakura.

Si Sasuke volvía a decir su nombre de esa manera, tan suave como el terciopelo, estaba segura que tendría un orgasmo. ¿Desde cuándo Sasuke decía su nombre decía de una manera tan excitante? ¿Acaso lo había hecho a propósito? Sus pensamientos la abandonaron cuando él volvió a hablar.

—Yo no quería lastimarte más Sakura. Por eso me alejé.

Las lágrimas cayeron solas. Una por una. Un camino de agua salada trazó sus mejillas. Ella no tuvo el valor para mirarlo a los ojos en esos momentos. Simplemente no podía. ¿Qué se supone que le tenía que decir?

Sasuke, por otro lado, estaba desesperado porque Sakura no le respondía. Jamás pensó que algo como eso le pasaría. En el pasado, eso habría sido todo lo contrario.

—Pues alejándote me lastimaste más.— logró susurrar ella entre sollozos.

Lo que pasó después fue una especie de reflejo por parte de él. Ni siquiera lo pensó. Solo la atrajo entre sus brazos, sin importarle el hecho de que ella estaba desnuda y que estaban solos en aquella habitación abandonada. Su cabeza se recostó contra la de ella mientras que sus manos tímidamente rodeaban su amplia espalda. Se quedaron en un cómodo silencio durante unos minutos. Sakura no creyó que las palabras sean del todo necesarias en ese momento, pero Sasuke pensaba distinto.

Su nariz buscó la de ella, pero ella no se dejó atrapar tan fácilmente. Cuando Sakura finalmente accedió al inocente beso esquimal, sus narices se acariciaron la una con la otra como si buscaran un refugio. Sasuke tenía los ojos cerrados disfrutando del momento, pero Sakura no los cerró hasta que sintió los cálidos labios del chico contra su mejilla sin dejar de acariciar su nariz. No era exactamente un beso en la mejilla; sin embargo, Sakura pensó para sí que tal ve ese sería el único contacto que tendría con sus labios. Que equivocada estaba.

—Perdóname...— lo escuchó susurrar contra su mejilla.

Y antes de que pueda reaccionar, unos labios se apoderaron de los suyos. Unos suaves y carnosos labios rozaban inocentemente los suyos, y después de un par de segundos, ella finalmente accedió. Sus labios se movieron sincronizadamente el uno con el otro, mientras que Sasuke la atraía más hacia sí. Sentir sus pechos contra el suyo era en definitiva una sensación indescriptible. Pero la magia se acabó cuando ella lo empujó levemente, toscamente separándose de sus labios.

—No quiero tu lástima.

—¿Lástima?— murmuró él sin comprender.

—Es obvio que me acariciaste y besaste por pena, ¿no?

—Eres tan terca Haruno...— dijo el Uchiha con una sonrisa de costado plasmada en su rostro.

—¿De qué estás hablando?

—Tú eres la única que me importa Sakura.— le respondió con seriedad.

Ella se quedó sin habla por un par de segundos, pero luego se mordió el labio inferior en nerviosismo. Nunca se había imaginado a sí misma en una situación como esa. ¿Sasuke le estaba diciendo a su manera que la quería? No tuvo que pensarlo mucho. Sí la quería. Y ella también lo quería a él, al igual o incluso mucho más que cuando de niña.

Pero esta vez no dejaría que él tomara las riendas del asunto esta vez. Para la sorpresa de él, ella enroscó sus delgados brazos en su cuello y estampó sus labios contra los suyos. Sasuke se sorprendió por el repentino contacto, pero inmediatamente le correspondió.

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Cuando Naruto vio una toalla bastante familiar en el piso y escuchó unos particulares sonidos de la habitación de lado (que supuestamente estaba vacía); no pudo evitar sonreír levemente.

—No sabía que lo tuyo eran más las acciones teme.

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6 de mayo de 2014

1748 palabras

Holi :) Espero que les haya gustado este pequeño one-shot que escribí en un par de horitas. En realidad iba a ser un lemmon, pero terminó en algo un poco más divertido.

Eso sí, si sus pervertidas mentes de verdad quieren una segunda parte con lemmonpónganlo en los comentarios. Como mencioné antes, quería hacer un lemmon en realidad, así que me quede con las ganas. Mi pervertida mente tiene que trabajar para no quedarse oxidada. Ya no basta leer M rated nomas xD Mis manos y cabeza necesitan algo más palpable.

Bueno, sin más las dejo. Se me cuidan, eh!

No se olviden de agregarme a Facebook para estar al día con mis actualizaciones. El link está en mi perfil. Y bueno, si quieren stalkear mi vida personal pueden también visitar mi blog secundario de tumblr y mi instagram (en donde básicamente subo fotos de mis viajes y selfies). Los links correspondientes también lo pueden encontrar en mi perfil.

Hasta la próxima!

Hats.

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¿Le dejarías a esta miserable parawhore un sexy review? A cambio te podre dar un delicioso Sasu-cupcake ;)