Ginny dio un suspiro mientras caminaba por los pasillos de un Hogwarts aparentemente solitario, no era de esperarse que la mayor parte de los estudiantes se encontrasen abajo, en una de las fiestas que el Colegio organizaba de vez en cuando, para así quitarle un poco de estrés a los estudiantes durante el año. La menor de los Weasley observó por una de las ventanas de los corredores del segundo piso, el patio, allí logró distinguir a su hermano Ron, quien se encontraba con Hermione, Harry por su parte se encontraba al lado de Luna Lovegood, de repente, sintió como si el estomago se le cerraba como si de un puño se tratase y las ganas de embrujar a la joven crecían en su interior. Una risa doble rompió con el silencio, Fred y George se acercaban a su hermana, uno de cada lado ambos abrazándola y tratando de buscar lo que ella veìa, dándose cuenta que se trataba de Harry.

-¿Celosa?-. Preguntó Fred de la nada, ganándose una mirada de desprecio por parte de la pelirroja quien no dejaba de ver con aura asesina a Luna, quien charlaba y reía junto con el trío, aunque ella era un poco mas reservada por lo que podìa notar.

-No..-Le respondió esta con aspereza, pronunciando con odio cada palabra.- Él puede ir con quien quiera, y yo no tengo porqué preocuparme de su vida.-Concluyó, rogando porque los molestos gemelos se fueran.

-Si así fuera no estarías aquí mirándole.- Comentó George imitando a su gemelo y clavando la vista en Harry, quien ni siquiera se daba cuenta de lo que pasaba justo a un solo piso de él. Ginny se dio la vuelta y puso los ojos en blanco.

-No es su asunto.- Les dijo justo antes de doblar hacia el siguiente corredor para no tener que seguir con esa ridícula conversación. Fred y George se encogieron de hombros y decidieron bajar a comer algo, después de todo era una fiesta. El lugar perfecto para hacer travesuras y vender uno que otro de sus productos.

En efecto, no sabía porque se ponía así Ambos eran maduros y podían ir con quien cada uno quisiera, trató de imitar la actitud de Hermione, indiferente y seria ante aquellos asuntos, pero le fue imposible. ¿Y si bajaba? A fin de cuentas se estaba amargando la vida por eso. Pero no, aunque Luna fuese una buena chica no sabía porque Harry la había invitado. Quizá fue su recurso de ultima hora. Nada mas.

Tras pensar aquello, y detenerse en seco, dio la vuelta dándose cuenta de que sus hermanos ya no se encontraban allí. Tenía algo pensado y lo efectuaría...pero necesitaba ayuda de verdaderos bromistas. ¿Y que mejor que Fred y George?

Con rapidez bajó las escaleras del castillo encontrando a los gemelos a punto de hacerle una broma a Katie Bell, quien era ignorante de lo que pasaba a sus espaldas.

Un fuerte tirón atrajo a los pelirrojos a la altura de Ginny quien se encontraba indiferente, celosa, para ser exactos y con un leve rubor en sus pálidas mejillas pecosas. Tras explicarle su plan, el trio se miró cómplice y Fred soltó una pequeña carcajada mientras tomaba del hombro a George y se alejaba de allí. Ginny hizo lo mismo pero en dirección inversa a la de sus hermanos con una sonrisa de satisfacción en el rostro. ¡Oh! ¡Cuanto se divertiría en algunos instantes! Definitivamente serìa una noche inolvidable.