Nuestro secreto.

Pequeña historia Helsa especial de Halloween.

Los personajes aquí presentados no son míos sino de Disney.

Cosas triste, todo lo que veía eran cosas tristes. Ya no había nadie a quien esperar en casa, ya no habría sonrisas de las que deseaba ver ahora, ya no había color en su vida. Algunas de las personas que hacían que su vida fuera bella y alegre las perdió para siempre. Parecía que era mentira, apenas hace dos días había compartido una de las tantas mañanas con ellos en el desayuno, sus padres irían al trabajo y llevarían a su hermana al colegio y ella a la universidad, hasta la tarde cuando llegara de la universidad esperaría a que abrieran la puerta para preguntarles sobre su día. Pero ese día por la tarde jamás llegaron y en su lugar un policía llego dándole la peor noticia que haya escuchado, ellos habían muerto en un accidente automovilístico. Nunca había sentido un dolor más grande situado en su corazón que aquel momento, y ahora recién había regresado del cementerio despidiéndose por última vez de sus padres y su hermana. Agradecía que las personas que asistieron al entierro la dejaran sola en su dolor pues no soportaría sostener una conversación sin quebrarse en llanto otra vez. Llego a su cuarto caminando como si tuviera los pies pesados mientras miraba al piso de madera sin voltear a ninguna otra habitación, cerró la puerta tras de sí sin encender alguna luz y lloro mientras se deslizaba hacia abajo hasta llegar al piso y abrazar sus piernas. Como deseaba que solo fuera una fea pesadilla.

-¿Por qué Dios mío? ¿Por qué? – se lamentaba una y otra vez por un buen rato ajena al intruso que la oía del otro lado de la puerta. Elsa tenía el rostro escondido entre sus manos y sus piernas, hasta que dio un salto pequeño de sorpresa al escuchar tres toques suaves en su puerta. No lo pensó dos veces y abrió, miro al hombre vestido formalmente con chaleco y pantalón negro, pelirrojo y de ojos que la miraban sin ninguna expresión. La chica se le fue encima para abrazarlo y este le correspondió el abrazo, pero lo hacía de forma protectora. - ¿Por qué? – ante esa pregunta el hombre sabia a que se refería.

- Lo siento mucho Elsa. Solo puedo decirte que son cosas que pasan sin importar a quien le sucedan, es parte de la vida aunque no lo queramos. – Él le acaricio lentamente su cabello trenzado – Deja de llorar que eso no sirve de nada.

- ¿Cómo puedes decir eso? Mi papá, mi mamá y Anna ya no los volveré a ver, murieron. Estoy sola ¿Ahora que hare sin ellos? Hubiera estado mejor si yo también murie… -

- No digas tonterías, piensa lo que dices. – la interrumpió de manera severa mientras la acercaba más a él. Estaba hablando dejándose llevar por la tristeza y el dolor, así temía Hans que pasara a peores. Miro a un rincón vacío de la habitación sintiendo como si alguien los estuviera viendo, decidió ignorarlo y le dijo a Elsa – No soy bueno manejando estas situaciones, pero te lo diré de todas formas ¿Crees que a ellos les gustaría oír que dijeras tal cosa? Y peor aún si lo deseas. – Elsa quedo un momento callada pensando que él tenía razón. – Claro que no. Así que en vez de pensar en ideas tontas deberías saber que ellos preferirían que puedas salir adelante sin dificultad. –

- Hans… -

- Déjame terminar. – le dijo antes de que ella le dijera algo – Aunque puedo entender que será difícil superarlo, pero no imposible. Tu vida seguirá y no estarás sola en esto, o si no me tomaste en cuenta, entonces ¿Yo que soy? Yo voy a estar junto a ti en todo lo que venga adelante, siempre cuidándote. Y si te dije que dejaras de llorar era porque no soporto verte así – En las mejillas de Elsa aun había lágrimas, pero una pequeña sonrisa estaba en su cara por las palabras improvisadas del pelirrojo.

- Les hubiera encantado conocerte –

- Yo hubiera hecho mi mayor esfuerzo para que así sea –

Las siguientes horas Hans permaneció al lado de Elsa cuidando de que en ningún momento decayeran sus ánimos de vivir, consolándola cuando fuera necesario y tratando de ayudar a que se acostumbrara poco a poco a su nuevo entorno. Todo esto hizo sin saber que les traía cierta tranquilidad a tres presencias invisibles que contaban con que el pelirrojo cuide y proteja a Elsa así como ellos lo habían hecho en vida.

¡Hola! chicas y chicos les traigo aquí mi primer especial de Halloween, aunque no tan terrorífico pero era una idea que tenía en mente y ya no me daba tanto tiempo de escribir algo más. Ojala lo hayan disfrutado ¡Y feliz Halloween!