Hola, estoy aqui con una nueva historia, gracias a mis dos mejores amigas y lectoras Duany y Karla que me dieron la idea y pues han querido que yo escriba todo esto, va absolutamente dedicado para ellas. Espero que les guste a los lectores y que sepan que todo review es bienvenido...

Solo soy dueña de los personajes que no conozcan, por desgracia...


SECRETOS

La mañana era fría y en las calles vacías solo se podía escuchar el clamor de las personas celebrando en sus casas. Frustrado y sin tener la menor idea de que hacer con el pequeño de un año que llevaba en brazos, estaciono su motocicleta afuera de la casa de su amigo. Examinó al pequeño y por su suerte aun dormía en un bulto de sabanas, de donde la había rescatado esa madrugada, lo apretó contra su pecho y envolviéndose con su propio abrigo para protegerlo del frío se bajo decidido de la motocicleta.

Tocó la puerta varias veces y con rapidez, tenía frío y no quería que el niño se enfermara. Escuchó ruidos al otro lado de la puerta y esperó con impaciencia hasta que, la puerta se abrió solo un poco, y pudo ver el rostro de Remus Lupin asomarse, con varita en mano.

-Abre Moony, hace frío y no quiero despertar a Harry –dijo Sirius con rapidez enseñándole al pequeño que llevaba en brazos. Remus lo miró no muy convencido y Sirius volvió a hablar -, soy animago y te acompañábamos en todas las lunas llenas en Hogwarts, ¿Contento?

Remus le dio pasada a Sirius y este corrió hacia adentro mientras su amigo cerraba la puerta con ciertas precauciones. Sirius se acercó a uno de los sillones y quitándose su abrigo acomodó al pequeño Harry para que siguiera durmiendo.

-Estaba preocupado por ustedes dos –dijo Remus una vez que había cerrado la puerta -, ¿Fue Peter verdad? ¿Lo atraparon?

-Si fue Peter y no tengo la menor idea que fue lo que paso con él –contestó Sirius en una voz baja -, lo siento es que estaba hablando con Dumbledore.

-¿Y que te ha dicho? –preguntó Remus.

-Moony, me voy a volver loco, no tengo ni idea de cómo cuidar a un bebé y Dumbledore quiere que lo deje con la hermana de Lily – contestó Sirius desesperado -, ¡Viven horrible y ni siquiera Lily se llevaba bien con ellos! Ayúdame…

Remus vio a su amigo, nunca lo había visto así de desesperado y sabía que cumpliría su palabra y lucharía con quien fuera para quedarse con Harry. Sus suplicas le dolían porque a pesar de que quería ayudarlo no sabía si era seguro tener a un bebé en su casa, no con su condición. Harry no tardaría en despertar y seguro pediría comida, pero él no tenía nada que darle a un bebé y seguro con lo ocurrido la noche anterior todas las tiendas estarían cerradas. Un nuevo conflicto apareció en su cabeza pero viendo la desesperación en la cara de su amigo, dejó salir un gran suspiro y decidió mejor hablar.

-Me van a matar por esto pero mejor te lo digo –dijo Remus mientras Sirius arqueaba una ceja -, necesitas ir a ver a Kathy, creeme ella te va a ayudar mucho mejor que yo.

-¡Estas loco, Kathy ni siquiera quiere verme! –exclamó Sirius subiendo la voz, ambos voltearon a ver al pequeño Harry que dio un suspiró en sueños. Sirius aliviado de no despertar al bebé volvió a ver a Remus y bajando la voz continuo -, además por mucho que quiera verla no se en donde vive. No sabes cuantas veces me quise disculpar y la entiendo, creo que no nos vemos desde hace un año.

-Sirius escucha, ya se que ustedes dos no están bien, pero es diferente ahora, por Harry lo hará –dijo Remus calmadamente -, puedo decirte en donde esta y creeme es la única que esta en condiciones de poder ayudarte.

-¿A que te refieres con eso? –Preguntó Sirius volviendo a arquear la ceja, no había comprendido muy bien lo que Remus le estaba diciendo -, ¿Sabes algo de Kathy que yo no?

Remus resopló de nuevo desviando la vista de Sirius hacia Harry, para cuando volvió a ver al animago este lo miraba aun sin entender nada -, no puedo decirte mucho, prometí no hacerlo y hay cosas que mejor te enteres de la boca de ella. Ya estoy rompiendo mi promesa con decirte en donde esta viviendo.

-Esta bien, no te voy a meter en más líos –dijo Sirius un poco dudoso -, solo dime una cosa más, ¿Estas seguro que ella me recibiría?

-Se va a enojar, estoy seguro –contestó Remus sonriendo levemente -, pero no esta en condiciones de no ayudarte y con Harry en brazos no te va correr de su casa.

-Gracias Moony –dijo Sirius poniendo una mano en el hombro de su amigo, Remus sonrió.

El licántropo caminó hacia adentro de la casa y sobre una mesa buscó un pequeño papel un poco arrugado y se lo entregó a Sirius. Sirius leyó la dirección y sonrió de lado, jamás imagino encontrarla en ese lugar.

Remus se dirigió hacia el sillón en donde Harry dormía, con cuidado le devolvió el abrigo y tomó en brazos al pequeño bebé. Acompaño a Sirius hasta afuera, donde su amigo se montó de nuevo en la motocicleta, encendiendo el motor con miedo a que él bebé se despertara, todavía no sabía que iba a hacer con él. Remus le entregó al bebé y Sirius se lo acomodó con un brazo sobre su estomago.

-¡Suerte! –exclamó Remus mientras Sirius arrancaba en la moto y salía volando.

Sirius voló no muy alto en el cielo, por el miedo a que el bebé se le cayera o que no encontrara la casa. Ya casi para llegar sintió que Harry se movía en sus brazos, miró hacia abajo y vio que el pequeño lo miraba con una carita risueña y divertida.

-¡Hola pequeño! –saludó Sirius sentando al bebé entre sus piernas. El niño miraba con asombro a su alrededor mientras la moto comenzaba a disminuir la velocidad.

Harry miró hacia arriba y extendió los brazos para que Sirius lo levantara y casi se cae entre los movimientos que hacia para que Sirius lo levantara en brazos. Sirius lo rodeo con el brazo hasta que estacionó lentamente la motocicleta, una vez en el suelo se bajó de la moto y levantó al niño en brazos. Harry jugueteo con la cara de Sirius, estirando los cachetes de su padrino y dejándolos caer, riendo gigantescamente con las caras de dolor que hacia Sirius.

Sirius le detuvo las manitas y Harry hizo pucheros con la boca, luego como si se hubiera acordado de algo el niño miró alrededor como buscando a alguien. Con otro puchero más miró a Sirius y en un balbuceo dijo -, pa… pa…ma…ma…

-No pequeño, seremos tú y yo por un tiempo –dijo Sirius como de mala gana. Y tomando un gran suspiro vio a la casa que tenía en frente.

No muy seguro de lo que estaba por hacer, apretó a Harry más en sus brazos y caminó en dirección hasta la puerta. Toco la puerta nerviosismo, como si alguien estuviera por pegarle. Tocó de nuevo y cuando dominado por los mismos nervios estaba pensando en irse la puerta se abrió. Una pelirroja vestida aun con un pantalón de dormir y una blusa liviana apareció en el marco de la puerta, Sirius abrió la boca para decir algo pero de inmediato se distrajo con la vestimenta de la dueña de la casa, Harry se revolvía de risa mientras le estiraba los bracitos hacia la mujer para que ella lo tomara en brazos.

Ella salió de su asombro al verlos en la puerta de su casa y al caer en cuenta la mirada de Sirius, se envolvió en la bata que traía y estaba suelta y gritando un "idiota" le cerró la puerta en la cara a Sirius.

-LO SIENTO KATHERINE, REMUS NOS ENVIO, HARRY Y YO NO TENEMOS A DONDE IR – gritó Sirius con la esperanza de ser escuchado.

Después del gritó ella abrió la puerta, le extendió los brazos a Harry, el niño sonrió contento y se arrojó a los brazos de la mujer. No dijo nada y caminó hacia adentro de la casa dejando la puerta abierta para que Sirius pasara.

Sirius sonrió aliviado, había salido mucho mejor de lo que había pensado, entró en la casa y cerró al puerta tras de si. Examinó la casa rápidamente, a su izquierda estaban las escaleras, una pequeña sala al frente y luego a la derecha un pasillo por el cual Sirius pensó se dirigía a la cocina. Se quitó el abrigo y lo dejó sobre un perchero, se sentía lo calido del lugar gracias al fuego de la chimenea.

-¿Tienes hambre guapo? Debes de estar hambriento con ese idiota que te estaba cuidando –escuchó que Katherine le decía a Harry, según Sirius estaban en la cocina.

Sonrió de nuevo, entendía que la mujer estuviera enojada con él pero no entendía aun porque Remus había tenido tanto misterio al mandarlo a su casa. Siguió la voz hasta que cruzo el pequeño pasillo y llegaba a la cocina de la casa, Harry estaba sentado en una pequeña sillita para bebés, el niño pataleaba divertido mientras observaba que Katherine servía algo de papilla en una panita pequeña.

-Toma Harry –dijo Katherine cariñosamente entregándole un osito que sonaba cuando Harry lo apretaba -, tendrás que esperara a que la comida se enfrié.

Harry jugueteo con el osito mientras ella removía la comida para que se enfriara. Sirius se adentro en la cocina, él tampoco había comido nada y esperaba que ella se diera cuenta de que él también tenía hambre. Se acercó a la estufa y solo vio una hoya llena de pepes hervidos, extrañado la miró a ella pero estaba pendiente de la comida que le iba a dar a Harry, bajó la mirada y había un grupo de juguetes en el suelo, parecidos al que Harry tenía en la mano.

-¿Has cuidado a Harry últimamente? –preguntó Sirius tratando de encontrar una explicación para lo que observaba.

-No desde hace un mes –contestó Katherine sin verlo a la cara.

Se le hizo un nudo en la garganta y cuando lo hubo tragado preguntó - ¿te has casado? –ella negó con la cabeza con una media sonrisa en el rostro, pero aun sin verlo a la cara -, entonces… ¿De donde sacaste tantas cosas para bebés?

-¿Tienes hambre? –preguntó Katherine viéndolo al fin, Sirius arqueo una ceja y asintió con la cabeza. Ella le extendió la comida de Harry y dijo -, bien dale tu de comer y yo te preparo algo.

Sirius tomó el plato y se sentó frente a Harry, sin dejar de verla de vez en cuando, definitivamente algo no andaba bien. Pronto se distrajo haciéndole muecas a Harry para que comiera toda su papilla. Algunos minutos después cuando Harry estaba con la mitad de la comida en los cachetes y la otra mitad se la había comido, Katherine le extendió un plato de comida a Sirius.

Sirius se movió de silla y se sentó a comer, pero no dejaba de pensar en la extraña situación en la que se estaba metiendo. Katherine ya no aguataba la mirada de Sirius y empezaba a aparentar el nerviosismo que llevaba adentro, provocando que Sirius la observara aun más extrañado. Le limpio a Harry la cara y lo bajó de la sillita para que jugara con los demás juguetes que estaban en el suelo. Sirius comía y observaba a ambos, ella limpió la cocina en silencio y subió con un pepe en la mano.

Sirius terminó su comida con mayor rapidez, tenía hambre y su mente no estaba para tomarse su tiempo, solo miraba a Harry de vez en cuando pero parecía bastante entretenido. Comenzó a recopilar toda la información en su mente tratando de encontrar la solución a su problema: Remus le había dicho que ella era la única que conocía capaz de ayudarla con un bebé, bueno es mujer eso le pareció un poco lógico y además era alguien de confianza. Luego esta el hecho de que ella tenga todas las cosas necesarias para cuidar a un bebé… esperen… ¿acaba de subir con un pepe en la mano?

Se levantó dispuesto a seguirla pero se detuvo, no iba a dejar a Harry jugando el solo, lo tomó en brazos y Harry comenzó a protestar por todo el camino. Sirius subió las escaleras sin importar todo el llanto y pataleo que estaba haciendo Harry en sus brazos, llegó a la planta de arriba y dudo un poco. Habían dos cuartos, uno estaba abierto, estaba seguro que era el de ella, luego vio a la segunda puerta, estaba cerrada pero no dudo en abrirla.

La boca se le abrió enormemente, si era un pepe el que había llevado, y lo estaba bebiendo una pequeña en una cuna.

-Sirius, ¿no ves que esta llorando? –dijo Katherine saliendo de su cuarto y viendo que Harry estaba rojo de tanto patalear y llorar en los brazos de Sirius.

Pero no dijo nada más, cuando vio en donde estaba parado entendió porque no callaba al niño, corrió hasta donde Sirius y le arrebato a Harry de los brazos. El niño sollozo un poco y se calmo cuando Katherine le enseñaba un nuevo juguete, lo dejo en el suelo y el llanto ceso.

-Sirius…

-¿Y esa niña? –logró articular entre confundido y extrañado, mirándola a los ojos y esperando una respuesta.

-Es… bueno ella es mía –tartamudeo Katherine.

Tardó un par de segundos para que las palabras hicieran efecto en Sirius. No podía creerlo, ella tenía una hija, había peleado hace un año pero nunca pensó que ella lo olvidaría tan rápido. Se acercó más para ver a la niña de cerca, tal vez así su cerebro terminaba de creerlo. Una pequeña bebé, quizás de la misma edad de Harry estaba acostada en aquella cuna. Tenía los ojos cerrados y comía con gusto el contenido del pepe.

Miró a Katherine y luego regreso su atención a la bebé, tenía el pelo color negro y era un poco más oscura de piel que la madre. Volvió a mirar a Katherine y mantuvo la mirada, como tratando de memorizar los rasgos para poder identificar el parecido, si es que había, con la bebé. La bebé extendió el pepe una vez que había terminado, Katherine se acercó y lo tomó, Sirius regresó la mirada a la bebé, que le sonreía con picardía. Sonrió de momento, la bebé era bastante bonita, y en ese momento su sonrisa se esfumo, los ojos de la niña eran…

-Tiene ojos grises –dijo con dificultad Sirius viendo a Katherine, la idea más tonta le paso por la cabeza. Pero tal vez no era tan tonta, no se habían visto desde hace un año o un poco más, justo la edad que aparentaba tener la bebé. No sabiendo si estaba bien preguntar pero aun con cierto miedo dijo -, ¿Quién es el padre?

-Pues… verás por eso no he ido… -contestó Katherine -, ¡hay olvídalo, ya no puedo ocultarlo más! Es tu hija.

-¿Mía?... –Katherine asintió con la cabeza, Sirius se llevó una mano al pecho y comenzó a caminar para atrás – tengo una hija – ella volvió a asentir -, ¡merlín! -, se le nublo la vista y lo ultimo que supo fue que caia al suelo pesadamente.

Bien, espero reviews y cualquier duda sera contestada...

gracias por leer