Desde que sus ojos vieron el primer molesto rayo de sol, no dejo de pensar en otra cosa.
Jamás había imaginado que se alegraría más de lo acostumbrado por ese momento del día. El ir a la escuela. Por un momento cruzó por su mente el cambiar el morado y negro por un =lindo= vestido turquesa (su mamá llevaba meses pidiéndole que lo usara, pero seguía guardado en el clóset)
Ridículo y optó por su habitual vestimenta. Y si fue solo… trató de razonar, pero al recordar esos momentos. Todo lo demás se extinguió.
