Deseos en una fuente.
Estaba con mis amigas caminando por un parque, era domingo al medio día, estábamos comiendo un rico helado y disfrutando del calor veraniego, yo caminaba con la mirada perdida pensando en la nada, nos sentamos en una banca
– ¿Te pasa algo?- me pregunto Daphne sacándome de mis pensamientos
– ¿Cómo?- Pregunte sorprendida
– ¡Parece que estas en otro mundo desde hace días!- Respondió Ana
–No es nada, ya saben el aniversario de mi padre-
La semana pasada se habían cumplido 4 años del asesinato de mi padre y siempre en esa época entraba en un estado como de trance. Terminamos nuestro helado y caminamos de regreso a casa, en medio del parque había una fuente blanca con dos lobos aullando, de sus hocicos brotaba un gran chorro de agua
–Vamos a pedir un deseo- dijo Daphne dando saltitos.
Todas sacamos una moneda, Ana fue la primera en aventarla al agua sin mucho interés, Daphne brincaba mientras lanzaba su moneda y yo estuve pensando unos segundos que pedir, termine pidiendo lo de siempre que Harry este a mi lado era algo estúpido lo sé pero es una vieja manía, desde pequeña pido lo mismo, yo amaba con locura a Harry Potter aunque solo fuera un chico de papel y tinta, un amor imaginario que vivía en mi cabeza, nos fuimos enseguida caminando en silencio o al menos eso creía yo que tenía mi cabeza en otra parte.
Llegamos en menos de 15 minutos a nuestras casas, somos vecinas Ana y Daphne viven una al lado de la otra y yo vivo en la calle de atrás, nos conocemos desde siempre y somos amigas desde los 5 años aunque no tenemos nada en común somos personas totalmente diferentes Daphne es extremadamente alegre y extrovertida con una mente algo infantil, mide 1.65 y tiene un largo y lacio cabello castaño que combinan perfecto con sus ojos miel y su piel dorada, Ana es un tanto superficial solo le agradan las personas de cierta clase social y lo más importante para ella en la vida son las fiestas y lo que la gente opine de ella, es alta mide 1.80, blanca, cabello rubio obscuro y ojos verdes y yo por mi parte bueno soy extrovertida, risueña, algo hiperactiva y sobre todo demasiado impulsiva, cuando algo se me mete en la cabeza nadie me la saca y no paro hasta conseguirlo, con cabello negro largo y rizado, ojos castaños y piel blanca el único defecto es que apenas llego al 1.63.
Entre a la casa dirigiéndome a mi habitación directo a mi mini librería personal buscando algo que me sacara de este estado de trance: Harry Potter y el prisionero de Azkaban, era una costumbre que leía los libros de la gran Jo cada que algo me pasaba, bueno siendo sincera los leía siempre, si algo me pasaba o no, devore el libro hasta que obscureció y caí rendida en mi cama.
Al día siguiente me desperté a medio día, era Julio y estábamos de vacaciones así que debía aprovechar todos los días que pudiera despertarme tarde, baje a la cocina a preparar mi desayuno, cereal con leche como siempre, al terminar subí a mi habitación a ducharme, me puse unos jeans negros, una playera azul y tenis, me tarde bastante cepillando mi largo cabello azabache cuando termine salí de la casa en dirección a un pequeño parque con juegos infantiles a una calle de mi casa, mi mama trabaja y no me apetece estar sola aquí, fui directo a los columpios me senté en uno y me puse mis audífonos poniendo la magnífica música de Green Day, empecé a mecerme levemente con la mirada perdida hasta que sentí unos ligeros golpes en mi hombro, me imaginaba que era Daphne que le encantaba ir al parque a todas horas seguía teniendo un gran espíritu infantil , me quite los audífonos y me di la vuelta, estuve a punto de caer del columpio, no más bien estuve a punto de sufrir un infarto cuando vi a la persona que toco mi hombro.
