No soy nadie.

¿Cómo se debe de sentir Neville para decir que él no es nadie? Está basado en Harry Potter y la Orden del Fénix, así que no tiene spoilers de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (¿es este el título definitivo?)


- Y tú no sé quién eres.

Miró a Luna Lovegood y se paró a pensar en la respuesta a una pregunta tan sencilla. ¿Quién era él?

Neville Longbottom, hijo de Frank y Alice Longbottom, dos de los mejores aurores de su generación; y nieto de Augusta Longbottom, una bruja muy poderosa. ¿De verdad se merecía llevar ese apellido?

Desde que era un crío, su familia le había comparado siempre con su padre. Y cada vez que lo hacían, Neville se encontraba cada vez más lejos de parecerse a él. Lo peor llegó antes de cumplir los ocho años, cuando aún no había presentado ni un mínimo síntoma de que la magia corría por sus venas. Además de tonto y torpe, un squib. Ahora sí que iba a ser una vergüenza para los Longbottom.

Por suerte, el destino no había sido tan duro con él, y finalmente había demostrado ser un mago. El día en que llegó la carta de Hogwarts había sido el más feliz de su vida, pero también le trajo una nueva inseguridad. ¿En qué casa le pondría el Sombrero Seleccionador? No era lo suficientemente inteligente para entrar en Ravenclaw, ni lo bastante astuto como para ir a Slytherin (aunque prefería no estar ahí). Los Hufflepuffs eran muy tenaces, y él no se caracterizaba mucho por eso. Tampoco era valiente, así que Gryffindor quedaba descartada. Otra decepción para la familia, que había pertenecido a esa casa desde varias generaciones.

¿Pero cómo iba a ser un Gryffindor si ni siquiera tenía agallas para enfrentarse a los demás¿Y si el Sombrero decidía que no tenía nada de especial para estar en ninguna casa?

Pero, de nuevo, el destino volvió a sorprender a Neville y le colocó en Gryffindor. Ese día sintió una gran seguridad en sí mismo. Le iba a demostrar a su abuela que podía ser tan valiente como lo fue su padre.

Pero no era tan fácil. Pronto, esa seguridad se esfumó y dejó paso a ese sentimiento que le había invadido siempre. Se sentía pequeño e invisible al lado de sus compañeros. Hasta los hijos de muggles, como Hermione Granger, sabían más de magia que él mismo. No era bueno en nada, no destacaba en nada. Sólo en Herbología. Era un completo inútil.

Tampoco tenía a nadie a quien considerar un buen amigo. Se llevaba bien con todos, pero no era lo bastante interesante para nadie. A veces se juntaba con Seamus y Dean, pero se sentía fuera de lugar. Por si fuera poco, Draco Malfoy no paraba de burlarse de él y Neville no tenía el valor suficiente para enfrentarse a al Slytherin.

Cuando llegó el Baile de Navidad, su primer objetivo fue Hermione Granger. Siempre había sido muy buena con él y le había ayudado mucho en Pociones. Pero le dijo que no. Claro¿quién iba a querer ir al Baile con Neville Longbottom?

Finalmente se lo pidió a Ginny Weasley, y para su sorpresa, aceptó. Sabía que la pelirroja había aceptado porque era su única posibilidad de ir al Baile, pero por lo menos no iría él solo.

Y ahora poco habían cambiado las cosas.

"Pobre Neville".

¿Que quién soy yo?

- No soy nadie. –respondió Neville.


¿Quién no se ha sentido alguna vez como Neville? Dedicado a todos los que se han sentido identificados alguna vez con Neville (y a los que no también). Pero pensad que Neville al final acaba consiguiendo una aplastante seguridad en sí mismo ¡Reviews por favor!