Bueno aquí les traigo una nueva historia, espero les guste como a mí me gustó escribirla.
Es un UA donde nuestros guerreros son adolescentes normales.

Aclaro, DBZ y sus personajes no me pertenecen, son propiedad del señor Akira Troriyama.


El despertador sonó a las 06:50 am, las vacaciones habían terminado ya y como todo, volvía la rutina.

Sacó su mano de las sabanas tratando de atinarle al molesto despertador, una vez que lo apagó con gran pereza empezó a incorporarse. Se estiró un par de veces antes de abandonar la cama definitivamente. Caminó hacia el baño a tomar una ducha, luego bajaría a desayunar… la rutina de todos los días.

El joven de cabellos negros alborotados salió del baño, se vistió con el uniforme de la escuela.

«Suerte que es el último año que lo uso

Una vez cambiado, bajó al comedor donde ya lo esperaba su madre con el desayuno.

—Buenos días mamá—saludó.

—Veo que ya estás listo Goku, eso es bueno no debes llegar tarde a tu primer día de clases—dijo la madre del joven dándole un tazón con cereales y leche.

—Lo sé, es mi último año de preparatoria, ¡estoy emocionado!

—Bueno desayuna y luego te llevo al colegio.

—Está bien mamá, pero prefiero caminar, así podré sacarme el sueño.

—Como quieras cariño.

Así Goku terminó su desayuno, saludó a su madre y se dirigió hacia el colegio. No quedaba muy lejos de su casa, y aunque a veces prefería que su madre lo lleve (sobre todo cuando se dormía) ese día en particular quería caminar.

—¡Por fin el último año! Mmm… todavía no sé que seguir cuando termine, pero bueno no importa tengo todo un año para pensarlo. Estoy ansioso por llegar y ver a mis amigos—decía el joven hablando consigo mismo.

Goku iba perdido en sus pensamientos, pero algo lo distrajo doblando la esquina, vio a un grupo de hombres molestando a alguien. Se acercó con cuidado para poder ver mejor lo que sucedía.

—¡Por favor no me hagan nada!—suplicaba una joven.

—Si no te haremos daño niña, sólo queremos divertirnos un rato contigo, que te parece—Le decía un hombre corpulento de aspecto aterrador.

Estaba junto a otro un poco más alto pero más delgado, aunque se veía igual de aterrador que el otro. Tenían acorralada a la joven y comenzaban a manosearla.

—¡NOO, NOO! ¡Déjenme! ¡Se los suplico!—lloraba la joven tratando de zafarse de las asquerosas manos que la tocaban por todas partes.

Goku no aguantó más, se llenó de rabia al ver eso.

—¡OIGAN! ¡¿Qué creen que están haciendo?¡—gritó el joven.

—No te metas niño o te ira mal—habló el más alto.

—¡Suéltenla ahora les digo!

—¡Jajaja! Y sino lo hacemos qué harás gusano.

—No querrán saberlo…

—Mocoso, ya verás!—el hombre se lanzó hacia Goku, pero éste lo esquivó y golpeó su estomago, dejándolo inconsciente, el otro sujeto al ver eso soltó a la joven y salió corriendo de ahí aterrado.

—¡Cobarde!—le gritó el joven, luego se dirigió a la muchacha—¿Te encuentras bien? ¿No te hicieron daño?—Le preguntó mientras la ayudaba a incorporarse.

—No…no, gracias por salvarme.

—No es nada, me llamo Goku, mucho gusto.

—El gusto es mió Goku, yo soy Milk—En ese momento Goku notó que la joven llevaba el uniforme de su escuela.

—Vaya, vamos al mismo colegio, pero es extraño, nunca te había visto antes.

—Es que, es mi primer día, lo que sucede es que nos tuvimos que mudar a ésta ciudad por asuntos del trabajo de mi padre.

—Ya veo, bueno si quieres ya que nos dirigimos hacia el mismo lugar, te puedo acompañar—dijo amablemente el joven.

—Si, muchas gracias, me sentiría más segura ya que todavía estoy un poco asustada por lo que ocurrió.

—Entonces no se diga más, ¡vamos!

Mientras caminaban los jóvenes continuaban con la conversación.

—Y dime Milk, ¿en qué año estás?

—En último de preparatoria.

—Vaya te debe haber costado dejar tu antiguo colegio para hacer sólo un año en una ciudad que no conoces.

—No fue tan difícil a decir verdad, no tenía muchos amigos, así que…

—Mmmm ya veo, bueno yo también voy en el último año, es probable que nos toque el mismo salón.

—Si… Goku eres muy fuerte, me dejaste impresionada—le dijo Milk cambiando de tema.

—Es que practico artes marciales, es lo que más me gusta.

—¡Qué bien! A mí también me gustan, y practico un poco también.

—Y entonces, ¿por qué no te defendiste cuando te atacaron esos sujetos?

—En ese momento me paralicé, sentí mucho miedo y mi cuerpo no reaccionó.

—Sólo tienes que tener confianza en ti y verás que el miedo se irá.

—Tú lo dices porqué debes tener años de experiencia en artes marciales.

—Si la tengo, pero también siempre tuve confianza—Milk le sonrió dulcemente.

—Sabes, eres muy bueno.

Goku rió nerviosamente, sonrojándose levemente.

—Si quieres, después de clases podemos practicar y ver tus condiciones, yo te enseñaré a defenderte y no tener miedo.

—¡¿En serio?! ¡Me encantaría!

Los jóvenes llegaron a la escuela y efectivamente a Milk le tocó el mismo salón que a Goku.

—Que bien Milk, nos tocó ir juntos—le dijo alegre Goku.

—Si es una buena noticia, así no me sentiré tan sola—No sabía por qué, pero a pesar de que recién lo conocía, Milk sentía que podía confiar en él.

—¡GOKU! Aquí estás, te estaba buscando—Se escuchó la voz de una chica detrás de ellos.

—¡Ah! Hola Bulma, ¿cómo has estado?—saludó Goku.

—Eres un caso perdido, ¡no te dignaste a llamarme ni una sola vez en todas las vacaciones!—le recriminaba la joven.

—Bueno… es que… bueno…—el joven no sabía que decir.

—Ya no importa, siempre es lo mismo, no se por qué me quejo a éstas alturas—Bulma observó a la joven que estaba junto a Goku—¿y ella quién es?—preguntó.

—¡Ah si! Déjenme presentarlas, Bulma ella es Milk, mi nueva amiga, Milk ella es Bulma mi mejor amiga.

—Hola Milk, mucho gusto, ¿eres nueva? Porque no te había visto antes—saludó Bulma.

—Si, así es, ingresé este año.

—Que bien, ahora no quiero ser descortés pero los dejo, tengo que ir a buscar al idiota de Vegeta… ¡ashh! Ese es otro caso perdido, nos vemos en clases.

—¡Jajaja! Si adiós—saludó Goku.

—Adiós, un gusto Bulma—le dijo Milk—es simpática—le dijo a Goku, una vez que Bulma se había ido.

—¿Lo crees? ¡Jaja! Si Bulma es especial.

—¿Es tu novia?... disculpa no debí preguntar…—Milk se puso roja.

—¡Jajaja! No te disculpes, y no, ella no es mi novia, es mi mejor amiga y novia de mi mejor amigo, Vegeta, él es bastante serio y puede llegar a darte miedo a veces, pero es buena persona.

—Se nota que tienes muchos amigos.

—Me gusta hacer amistades, pero a decir verdad, ellos dos son mis mejores amigos… Y tú, ¿tenías muchos amigos en tu antiguo colegio?

—No muchos…

—¿Y algún novio?—Milk se sonrojó ante la pregunta y el joven rio—No me tienes que decir si no quieres.

—No, no tenía novio, no era de las más bonitas ni populares en el colegio—pareció triste al decir eso.

—Yo no creo eso, eres muy bonita Milk, seguro tenías chicos detrás de ti.

—¿Me consideras bonita?... gracias, supongo…—la campana sonó en ese momento.

—Vamos Milk, sino llegaremos tarde.

—Si, si.

Llegaron al salón donde ya se encontraba Bulma y un joven con cabellos en punta y una penetrante y seria mirada.

—Ahí están Bulma y Vegeta, vamos con ellos.

—De acuerdo—se acercaron a los otros jóvenes.

—¡Qué tal Vegeta! ¿Cómo andas?—le saludó Goku.

—Bien Goku, dime, ¿ya te inscribiste para las clases especiales de artes marciales?

—¡Claro que si!, éste año nos prepararemos bien para el campeonato, estoy seguro que será nuestro año de suerte.

—Sí, éste año les daremos una paliza a las sabandijas de la Golden Star—Vegeta observó a Milk con el ceño fruncido cosa que asustó a la joven—¿quién es ella?—preguntó.

—Es Milk, mi nueva amiga, es nueva en la escuela.

—Un gusto—le dijo Milk a Vegeta.

—Si—sólo dijo el joven, acompañado de un gesto con su cabeza.

El profesor entró en el salón. Goku se sentó al lado de Vegeta y Milk al lado de él.

—Buenos días, comenzaremos con las clases de matemáticas, soy el profesor Spencer, ahora saquen sus libros y comencemos—dijo el profesor.

—¡Oh, no! Matemáticas ¡Cómo odio las matemáticas!—dijo Goku con fastidio.

—¿No te gustan? ¡A mí me encantan!—le dijo Milk.

—No es que no le gusten, es que es muy malo—se burló Vegeta.

—No molestes Vegeta—se enojó el de cabellos alborotados.

—Si quieres Goku te puedo ayudar a comprender—le dijo Milk amablemente.

—Pues buena suerte, porque yo ya lo he intentado y no hubo caso—dijo Bulma entrando en la conversación.

—No cuesta nada intentarlo.

—¡Ustedes cuatro podrían hacer silencio!—les reprendió el profesor.

—Lo sentimos profesor—dijo Bulma.

—No interrumpan más o me veré obligado a sacarlos de mi clase. Usted jovencita es nueva aquí, ¿no?—dijo, dirigiéndose a Milk.

—Así es profesor.

—Bueno compórtese, me dieron buenas referencias de su antiguo colegio, no estropee eso.

—Si profesor—dijo avergonzada la joven.

—Está bien, prosigamos…

Las clases continuaron, los cuatro amigos se quedaron callados durante el resto de la clase, no querían empezar mal el año. Así pasó la jornada y con ella el primer día de su último año en el colegio.


—Vamos a lo de Raditz a tomar algo—dijo Vegeta.

—¿Quién es Raditz?—preguntó Milk.

—Él es mi hermano, tiene un bar cerca de aquí, siempre vamos después de clases—le dijo Goku.

—Milk, ¡vamos! Te va a encantar—le dijo Bulma.

—De acuerdo.

Así los cuatro jóvenes se dirigieron hacia el bar del hermano de Goku. Vegeta y Bulma caminaban, unos pasos más adelante que Goku y Milk, abrazados.

—Son una linda pareja, Bulma es muy bonita—le comentó Milk a Goku.

—Si, ellos siempre se gustaron, pero ambos son muy tercos, y no querían reconocerlo.

—Ambos son muy buenos, pero Vegeta sí que asusta.

—¡Jaja! Te lo advertí—se reía Goku. Pronto ya estaban en el bar.

—Que tal Raditz, ¿cómo andas?—saludó Bulma.

—¡Ah! Son ustedes, pues muy bien, ¿cómo les ha ido en el comienzo de su último año en el colegio?

—Aburrido, como siempre—dijo Vegeta, con su típica expresión.

El muchacho de largos y alborotados cabellos rio con ganas.

—¿Y dónde está mi hermanito?

—Supongo que ya viene, iban detrás de nosotros dijo Bulma y en eso entran Goku y Milk.

—¡Qué tal hermanito!

—¡Hola Raditz! ¿Todo bien?

—Si, hoy se llenó, parece que todo el colegio decidieron venir—observó a la joven que estaba junto a su hermano—y dime, ¿quién es esa preciosura, acaso es tu novia?—Goku y Milk se sonrojaron.

—Pero que dices, ella es mi nueva amiga, es nueva en el colegio, se llama Milk.

—Es un gusto conocerte—saludó la joven.

—El gusto es mió…siéntense enseguida les traigo algo de beber.

Los jóvenes se acomodaron en una mesa, Raditz les llevó cuatro refrescos.

—Aquí tienen.

—Gracias hermano—Raditz se retiró.

—Dime Milk, ¿por qué decidieron cambiarse a esta ciudad?—preguntó Bulma.

—Bueno, mi padre es comerciante, se especializa en el área de la construcción, teníamos un negocio en la ciudad, pero en el último año empezó a decaer, tuvimos que vender la tienda, fue muy duro porque apenas si teníamos para comer, mi tía que vive en ésta ciudad le habló de una empresa que necesitaba personal porque iban a lanzarse al mercado de la construcción, mi padre se presentó y quedó, así que tuvimos que mudarnos.

—Vaya debió ser muy duro para ti—dijo Goku.

—Lo fue, porque aunque no éramos ricos, vivíamos bien y cómodamente, pero bueno eso quedó atrás, por suerte mi padre consiguió este trabajo.

—¿Cuál es la empresa para la que trabaja ahora?—preguntó Bulma.

—Es Capsule Corp.

¡¿Qué?! En serio lo dices, que coincidencia, es la empresa de mi familia.

—Vaya si que es una coincidencia.

—Ahora que lo dices mi padre me había dicho que empezarían a trabajar en un nuevo sector, pero yo no le presté atención.

Los jóvenes siguieron hablando y conociendo más cosas sobre Milk, así como ella de los demás. La tarde comenzó a caer.

—¡Dios mió! Miren la hora, mi padre debe estar preocupado, ¡debí estar en casa hace horas!—dijo preocupada Milk.

—Tranquila Milk yo te acompaño hasta tu casa y le explico a tu padre—le dijo Goku.

—No quiero molestarte Goku.

—No lo haces, lo hago con gusto.

—Acepta Milk, es peligroso que te vayas sola a tu casa—dijo Bulma.

—Si, podría pasarte lo de ésta mañana—le dijo Goku.

—¿Qué le ocurrió?—preguntó Vegeta.

—Cuando iba para el colegio, la encontré siendo atacada por dos hombres.

—¡Qué horror!—dijo Bulma.

—Si, pero por suerte apareció Goku y me salvó.

—¡Jeje! No fue nada—decía el joven con su mano detrás de la cabeza—bueno, ¿vamos?

—De acuerdo, adiós Bulma, adiós Vegeta, nos vemos mañana—saludó la joven.

—Sí, adiós—dijeron ambos jóvenes. Cuando se habían alejado Bulma miró a Vegeta contenta.

—Hacen linda pareja, ¿no lo crees Veggie?

—Y yo que se…

—Pero que poco romántico eres—dijo Bulma cruzándose de brazos.

—Pero aun así, me quieres igual—le dijo tomándola por la cintura.

—¡Pues claro!—Bulma rodeó el cuello de su novio con sus brazos y lo besó—bueno vamos, que sino también se preocuparán en casa.

—Está bien.


Mientras tanto, Goku y Milk caminaban por la calle, ambos iban callados, Goku se sentía muy bien en compañía de ella y no sabía bien porqué ya que apenas la conocía. Después de caminar un buen rato, llegaron a la casa de Milk.

—Bueno, ésta es mi casa, gracias por acompañarme Goku.

—No es nada, ¿de veras no quieres que entre y le explique a tu papá donde estuviste?

—No es necesario, no te preocupes que yo me encargo de eso.

—Como quieras… Milk, ¿te puedo hacer una pregunta?

—Claro, dime.

—Bueno es que en todo este tiempo, tú no nombraste a tu madre… ¿acaso ella no vive con ustedes?

—No, mi madre falleció cuando yo era una niña, me crio mi padre solo.

—Lo siento Milk.

—Está bien, a decir verdad no tengo muchos recuerdos de ella, mi papá dice que soy idéntica a ella, y es verdad por las fotos que he visto.

—¿Y de qué murió?

—De una enfermedad terminal, nunca se supo bien que fue, pero empezó a decaer y al poco tiempo murió.

—Siento escuchar eso.

—Bueno, es hora de que entre, nos vemos mañana en el colegio y gracias de nuevo por salvarme.

—Ya te dije que no fue nada, creo que dejaremos para mañana las clases de artes marciales.

—¡Es cierto!, si me parece bien, tú me enseñas a luchar, y yo te ayudo con matemáticas.

—Es un trato—Goku le sonrió.

—Hasta mañana Goku.

—Si, que descanses Milk—Goku saludó a Milk y se fue a su casa.

—Bueno ahora a enfrentarme a mi papá—Milk ingresó a su casa—¡hola papá ya llegue!

—¡MILK! ¡¿Dónde estabas?! Llamé a la escuela, a tu tía, y ya estaba a punto de llamar a la policía. Estaba muy preocupado, exijo que me digas dónde estuviste.

—Lo siento mucho papá, no quise preocuparte, se me pasó la hora, es que fuimos con unos amigos a tomar unos refrescos y no me di cuenta de lo tarde que se me hizo.

—Así que ya tienes amigos.

—Si, son muy buenas personas, adivina, la hija de los dueños de Capsule Corp. va conmigo al colegio, se llama Bulma y es mi amiga, es muy simpática.

—Vaya no sabía que asistía a ese colegio, bueno me alegro de que te adaptaras bien a tu nuevo colegio, pero la próxima vez que tardes en llegar a casa, avísame donde te encuentras así no me preocupo tanto.

—Si papi, te prometo que lo haré.

—Bueno ahora sentémonos a cenar.

—Ya regreso, sólo iré a cambiarme el uniforme y bajo a cenar contigo.

Milk y su padre cenaron y conversaron de su día, ella en el colegio y él en el trabajo. Luego juntó y lavó los platos, fue al baño cepillo sus dientes, peino su cabello y se puso la pijama.

Se recostó en su cama, se encontraba cansada, pero no podía dormir, no dejaba de pensar en cómo había conocido a Goku, cómo la salvó, la presentó como su amiga y apenas se conocían, le caía muy bien, nunca antes se había sentido así con un chico.

«Creo que me va a gustar vivir en esta ciudad después de todo.»

Fueron los últimos pensamientos de la joven, antes de que cerrara sus ojos, dejando que el sueño la envuelva lentamente.


Y ¿qué les pareció?

Espero lo hayan disfrutado y gracias por tomarse el tiempo en leerlo.