ADVERTENCIA: los personajes que aparecen aquí fueron usados y sacados de sus historias originales, son y serán sujetos a cambios drásticos o inclusive de personalidad, los héroes serán villanos, o incluso los villanos héroes, el fin de esta historia es entretener espero sea de su agrado.

Series involucradas: Tsukihime personaje Arcueid Brunestud, Fate Stay Night personaje Arturia Pendragon, Guilty Gear personaje Sol Badguy quien aquí retoma su nombre como Frederick Mars, Night Shift Nurses Ova personaje Yagami Yuu, Gears of War personaje Augustus Cole y Dead Space lugar donde se ambienta la historia.

Y para completar una reseña de Dc Cómics de donde surgió mi idea:

"En Otros Mundos, se saca a los héroes de sus localizaciones habituales y se colocan en épocas y lugares extraños, algunos que han existido, y otros que no pueden, podrían o deberían existir."- Dc Cómics

PUERTA AL INFIERNO

Un escenario oscuro se desvela dando lugar a un vasto universo lleno de estrellas, una luz llameante da paso a un sol que se asoma tras un planeta, su calido manto abraza los escombros y rocas cósmicas que rodean y se acercan a una solitaria nave que deambula distante, silenciosa, como un fantasma de ultratumba que camina sin rumbo por un cementerio maldito.

El fuselaje luce averiado, partes se desprenden dejando ver pasajes enteros de la nave acompañados de cadáveres mutilados que salen flotando lentamente, vísceras y extremidades, sangre y el hedor de la muerte rodean por completo aquel infierno flotante.

(Música de escenario SAW Ost: Last I Heard por Charles Clouser)

Dentro alaridos ajeno a lo humano se desatan con desquiciada furia, pasos se escuchan, rugidos y gruñidos, sangre mancha las paredes de metal, las luces parpadean, entrañas cubren los suelos, cuerpos ensangrentados están regados por doquier, el fuego cubre ciertas partes de la maquinaria de la nave, los cables serpentean destellando con luces de energía, las sombras juegan entre aquel marchito y desolado escenario, el sonido de apertura de una puerta que conduce al corredor principal se abre dando paso a una grupo de violentas y deformes abominaciones, creaturas aberrantes, vómitos del infierno caminan de un lado a otro, balanceándose, olfateando, dilatando sus pupilas en la oscuridad, balbuceando y babeando de sus asquerosas y pestilentes fauces. Un chillido distorsionado se escucha en los pasillos y pronto las bestias se agrupan mostrando sus dientes y preparando sus delgados brazos que terminan en afiladas cuchillas. Llego la hora de matar. Las bestias corren embravecidas, bestias creadas por una entidad alienígena que infectaba organismos muertos de la propia tripulación, escoria pútrida, carne muerta, los llamados necromorfos.

Los seres corren por los pasillos como perros salvajes colgándose de las paredes, acechando, lanzándose sobre cualquier cosa que se mueva, algunos de ellos abren ágilmente las rejillas de las zonas de ventilación y recorren los ductos como ratas buscando alimento. Pronto uno de ellos encuentra a la victima, un histérico colono de la nave luce atrincherado en la solitaria cafetería de la nave. Mira a su alrededor y a través de los ventanales de la cafetería opacados por las manchas de sangre. Sus ojos lucen perdidos, reza una y otra vez a un Dios que lo ha abandonado. Carga consigo una cortadora de plasma con tan solo tres cargas. Esta perdido. Lo sabe, sabe que morirá, sabe que los seres infernales están allí afuera y que pronto iran por el para saciarse con carne.

Entre las plegarias y quejidos por la salvacion, los susurros, visiones, imágenes violentas, salvajes asaltan su mente, llegan como brutales descargas eléctricas doblegándolo, suelta el arma de plasma y cae de rodillas sujetándose las cabeza, un sudor frío recorre todo su cuerpo, sus ojos parecen salirse de sus orbitas, las visiones se acrecentan, golpeando con fuerza su cerebro.

-Por favor, ya basta, por favor, que paren!-suplica tirándose al suelo retorciéndose tratando de resistir los embistes de las alucinaciones. Una a una las ondas de maldad azotan como olas en una tempestad, devastando sus neuronas, atrofiando su razonamiento, hundiendo su psique en la mas profunda oscuridad.

Un zumbido en sus oídos.

Abraza su cuerpo aferrándose a su desgarrada ropa cubierta de a poco va compactandose en el suelo simulando un bebé recien nacido. Una espesa saliva se acumula en su garganta y comienza a escurrir por su boca, aquel hombre sobreviviente mira con ojos enrojecidos, sin parpadear, un desfile de matanza y carnicería cruza frente a sus ojos, por fin la locura se ha apoderado de el.

Una estruendosa carcajada demente lo hace convulsionar, se levanta y toma el cortador de plasma y dispara dos de las cargas al azar, sigue riendo como un psicópata, moviéndose como un títere sin hilos, un baile macabro, que comenzó a atraer a los monstruos.

Un gruñido a través de los ductos de ventilación y tras los ventanales, aquella risa cesa, aquel hombre voltea con horror observando aquellas siluetas deformes, ojos malditos y sedientos de sangre, las puertas de la cafetería se azotan, los cristales que cubrían los ventanales que conducían al pasillo estallan con un brutal golpe, cientos de minúsculos vidrios salen disparados clavándose en sus ojos, un alarido de dolor, cubre sus ojos soltando el cortador de plasma que cae arrastrándose unos metros de el, la sangre brota, mientras cae al suelo revolcándose, ha quedado ciego. Los necromorfos habían llegado, como un enjambre entraban empujándose unos contra otros esperando un pedazo de su presa.

Mas bestias llegaban destrozando las rejas de los ductos de aire, entraban como hormigas en una colmena, baba viscosa y mal oliente escurría por su dientes, mirando con obscena maldad aquel sobreviviente, las armas mortales en su brazos se alzan, avanzando lentamente para despedazarlo.

Una docena de necromorfos lo tenían rodeado, no había esperanza, gatea desesperado palpando el suelo buscando una salida, no hay visión, solo un escenario negro y rodeado de los susurros y las alucinaciones, solo el terror hace palpitar con fuerza su corazón, solo escucha sus latidos, como su sangre fluye hasta su cerebro, mandando adrenalina, causando pánico, desesperación, demencia. Un nudo frío en el estomago lo hace vomitar, se arrastra unos cuantos centímetros mas, encontrando el arma que había soltado. Un estupido esfuerzo, alza el cortador de plasma disparando al aire el único tiro que le quedaba. Falla. El disparo paso de lejos clavándose en el techo, los necromorfos hacen ladean sus cabezas como burlándose de su idiotez.

El sobreviviente tiembla descontroladamente, mientras lágrimas de sangre corren por su cara y orbitas llenas de cristales, sus esfínteres se relajan, orina y excremento manchan sus pantalones por fin un fugaz momento de sanidad, ese disparo hubiera sido su boleto de salida, su escape, su salvación.

Y un solo segundo un bramido ensordecedor las malévolas mutaciones se abalanzan sobre el, se escucha un crujido, aquel miserable sobreviviente ha sido atrapado entre la jauría, solo segundos, siente como su carne es partida en pedazos, sus gritos se ahogan, su mandíbula es triturada, sus dientes sale disparados, sus brazos y piernas demolidas por letales brazos en formas de navaja, sus vísceras se esparcen por el aire como confeti, los cadáveres mutantes siguen golpeando, cortando, despedazando, parecen bailar ante aquel sacrificio, se deleitan al ver morir aquel ser vivo, gozan con la agonía y el sufrimiento. Como niños deformes y demoniacos jugando en un festín de maldad.

(Termina música de escenario SAW Ost: Last I Heard por Charles Clouser)

Entre el fulgor de la carnicería, las luces del lugar parpadearon por un instante dejando completa oscuridad, los necromorfos no dieron importancia, ya que su mortífera complexión los había adaptado al sepulcral ambiente.

Un destello chispeante devolvió la luz al lugar, un resplandor marrón cruzo tras los ventanales rotos, escondiéndose como un experto cazador. Uno de los más corpulentos necromorfos volteo al sentir la distante y singular aparición, olfateo y levanto sus brazos en tono amenazador dejando de lado a sus compañeros que proseguían destripando el cadáver.

La bestia camino cautelosamente hacia la puerta de la entrada de la cafetería, el pasillo ardía en silencio, solo el sonido de carne desgarrándose aquejaba el lugar, las luces parpadearon una vez mas, el necromorfo gruño levemente, la zona quedo oscura una vez mas, el alienígena sigo inspeccionado entre la oscuridad.

Una de sus pútridas extremidades rozo el borde la puerta, las luces volvieron de repente cubriendo y haciendo resplandecer aquellas placas de metal marrón del traje militar especial de las fuerzas de seguridad de la nave.

Si las criaturas, podían sentir miedo, este lo hizo, un rubio cabello hasta los hombros, el rostro de una joven mujer, un semblante tenaz e inquebrantable y aquellos ojos verde esmeralda, el uniforme militar marrón que distinguía al jefe de seguridad mas condecorado de la nave Ishimura quedaron grabados en la retorcida mente del necromorfo que ataco solo por instinto, el chasquido y amartillar de un poderoso caño de energía descargo sobre el cuerpo del alienígena que lo desmembró lanzado sus articulaciones sobre sus compañeros haciendo que estos se centraran sobre la amenaza que había acabado con su compañero.

El paso de las pesadas botas de metal armado chasqueaban entre las vísceras del necromorfo muerto. Limpiándose la asquerosa sangre del necromorfo que había manchado su cara, la joven mujer avanzo lentamente contra los alienígenas cargando el pesado cañón de energía, y alistado el rifle de impulso que tenia colgando a la espalda. La manada de demonios retrocedió, el ambiente te torno denso. Las deformidades se replegaron listas y rodeando a la nueva presa, quien solo miro hacia los lados haciendo un rápido conteo de los oponentes.

(Musica de batalla SAW ost: We´re out of time por Charles Clouser)

-…..doce en total- murmuro la joven tragando un poco de saliva y dando un suspiro que podria ser el ultimo. Al tiempo que las luces parpadeaban dejando el lugar el tinieblas.

Uno de los necromorfos lanzo un horrendo alarido dando la orden de guerra, las bestias atacaron como hienas. Las luces volvían y se apagaban, cinco cayeron desmembradas por el cañón de energía azontandose en los muros y retorciéndose entre chillidos agónicos, una mas dio un sablazo mortal con una de extremidades, la joven soldado evito por poco el embiste cubriéndose y rechazando el ataque con el armazón del cañón que saco chispas del impacto. El necromorfo retrocedió, pero una certera patada frontal lo hizo caer completamente para ser rematado con un disparo en la cabeza, desparramando sus sesos por el techo y el suelo. Las lámparas seguían parpadeando, iluminando y a su vez bañando todo en oscuridad. La alarma de recarga del cañón de energía sonaba con fuerza, la munición se agotaba, un disparo mas despedazo las miembros inferiores de dos de los necromorfos, apenas cayeron al suelo y una ráfaga mas destrozo a uno mientras una poderosa patada reventaba la cabeza el otro, el resto de los monstruos se agrupo, buscando la manera de atacar.

-Solo quedan cuatro- dijo jadeante la chica, si dejar de centrar su vista sobre las grotescas figuras delante de ella.

En un ultimo esfuerzo, levanto la pesada arma apuntando a su objetivo, pero la alarma de recarga la hizo abrir sus ojos como platos, la munición se había agotado. La chica apretó los dientes en seña de desesperación. Los necromorfos inmediatamente sintieron la oportunidad abalanzándose contra ella.

Una escena en cámara lenta era seguida, con toda su fuerza lanzo el armazón del cañón de energía dando en la cabeza de uno de los abominaciones fracturándole el cráneo y los dientes, las demás evitaron el ataque, corriendo como lobos hambrientos, babeando, alzando sus extremidades filosas dispuestas a cortar aquella suave piel y carne, solo unos cuantos centímetros los necromorfos saltaron, el filo de sus extremidades brillo con una luz asesina.

Sin embargo la chica estaba lejos de verse indefensa, con un rápido movimiento tomo el rifle de impulso en su espalda y apuntado directo a los necromorfos activo el disparo secundario, la lluvia de fuego hizo un barrido de 360 grados haciendo un devastador daño contra las creaturas.

(Termina música de batalla SAW ost: We´re out of time por Charles Clouser)

Los cuerpos amorfos convulsionaron mientras eran triturados y desmembrados, los pedazos viscerales cayeron en todos lados manchando y creando una lluvia de sangre. Cubierta de cabezas a pies con restos pútridos, la chica retrocedió hasta la pared, recargándose con pesadez se dejo caer apoyándose en el muro. Lucia cansada, débil, agotada física y mentalmente, sus ojos verdes se humedecieron, por un instante perdieron su brillo al ver aquel desdichado sobreviviente que había sido reducido a un caldo de vísceras.

Un hilo de lágrimas, la chica se tomo la cara con la mano derecha, mientras empuñaba el rifle de impulso, sentía como sus dedos se entumecían, apretó los dientes con fuerza, un leve sollozo se escapo de su garganta, aparto su mano de su cara y golpeo aun costado la pared.

Sus cabellos rubios lucían aun bañados con sangre pútrida, mientras caían sobre su rostro ocultando y dejando ensombrecido su semblante.

-No pude salvarlo…no llegue a tiempo….mi escuadrón…..esa pobre gente…..porque?...porque?...- murmuro la joven mientras un temblor comenzaba a sesgar su cuerpo. Un zumbido, un susurro. Las voces una vez más.

Se cubrió parte de la cara, tratando de evitar las visiones, imágenes de la efigie, símbolos extraños, alucinaciones de un mundo caótico, un mundo de muerte donde solo aquellos mutantes habitaban.

Su mente era fuerte pero poco a poco iba siendo corrompida por aquellas intensas violaciones a su sanidad. Los murmullos eran cada vez mas fuertes, la locura era cada vez la puerta mas cercana, y la muerte la salida mas apropiada.

Por un instante, la chica miro el cañón humeante de su arma, aun había parque suficiente para una eliminar a un grupo entero de aquellas cosas, sin embargo, valía la pena seguir buscando gente con vida?. Y si en realidad estaban todos muertos, no había forma de escape, si llegaran a salvarlos se desataría el mismo infierno una y otra vez.

La chica suspiro, aferrándose a su cordura, las alucinaciones iba y venían mezclándose con los recuerdos de su escuadrón de combate, días de gloria e imágenes de muerte. Y en aquel instante cuando lo creía todo perdido un extraño seseo se escucho a través del intercomunicador de su traje.

Aun sentada en el suelo la chica abrió sus ojos sorprendida e inmediatamente soltó el arma y torpemente trato de establecer comunicación. Encadenando una rápida serie en secuencia de botones en la parte del pecho de su traje y de su antebrazo, trato de captar la onda de comunicación, una pantalla virtual se desprendió de su traje mostrando una trama de audio distorsionada. La voz de un hombre joven se escuchaba entrecortada.

-ZZzzzzZZZzzzz…..alguien…zzZZ…..por….ayuda…..ZZZZzzzzz- se escuchaba distorsionadamente por el comunicador.

-Aquí Arturia Pendragon, jefa de seguridad de la nave Ishimura, me captan?- respondió tratando de establecer contacto.

-Necesitamos ayuda…ZzZzZZ…..Aegis 7…destruido….extrañas…ZZZzzz…. han sucedido…..-

-Maldita sea me escuchan?- grito Arturia desesperada, levantándose del lugar donde se encontraba, forzando su estresada mente, mientras caminaba de un lado a otro con la esperanza que la escucharan.

-Solo…hemos…ZzZzZZ…..Arcueid y yo…..abordaremos la nave Ishimura…..-

Al escuchar la ultima frase le congelo la sangre al tiempo que un nudo en la garganta amenazo con cortarle por completo la respiración, al parecer dos sobrevivientes habían logrado llegar con vida a la nave para entrar de nuevo a la boca del infierno. Arturia se tomo la frente un sudor frío y pegajoso recorrió todo su cuerpo.

-No, aléjense de la nave Ishimura, la infección se ha propagado y la llegado hasta la nave deben alejarse por amor de Dios….me escuchan…..ME ESCUCHAN!- grito Arturia a ver como se perdía la onda de comunicación.

La jefa de seguridad respiraba con furia, fuese como fuese debía llegar hasta ellos. Proteger aquellos sobrevivientes. Retomando su semblante, un nuevo brillo resalto con fuerza en sus pupilas, tomando el rifle de impulso, se dirigió con paso sigiloso eliminando a cuanto necromorfo se cruzaba en su camino, llego hasta uno de los almacenes de suministros, cerrando la puerta de entrada se acerco a la cabina de ensamblaje de armas y uniformes especiales. Tecleando un código de acceso solo autorizado para ella un traje de combate prototipo de nivel 10 apareció en pantalla. Arturia sonrío, hasta ahora no había sido necesario usarlo. El tiempo lo ameritaba. Revisando con cuidado todas las herramientas, trato de complementar su arsenal, las armas eran solo para uso en minería, pero varias de ellas serian bastante útiles para el enfrentamiento. El lanzallamas, rifle de impulso, el cañón de energía, la trituradora, el cañón lineal habían sido las elegidas.

Unos minutos pasaron la voz de la computadora se escucho activando el censor de la cabina de suministros, el traje estaba listo.

Arturia entro en la cabina, las puertas se cerraron dejando escapar una tenue luz azulada entre los bordes de las puertas, una estela de vapor surgió al abrirse la cabina, un destello plateado. Aquel traje marrón había sido cambiado por un modelo de combate de alta resistencia, el traje ajustado al cuerpo era en tonalidad azul mientras unos gruesos y poderosos armazones de color plata cubrían el resto de su cuerpo dándole casi el aspecto de un caballero de la edad media.

Pronto la chica miro maravillada el fino acabado del traje, ligero, y resistente a todo tipo de impactos, desde bombas, hasta altas temperaturas, saliendo de la cabina nuevamente presiono otra secuencia. Una nueva arma fue agregada al inventario. La caja de suministros se abrió dando paso a una prodigiosa arma. Única en su clase y tal vez la única en el universo ya que había sido creada para fines militares y por uno de los científicos de la nave Ishimura muerto al principio del brote necromorfo.

Arturia suspiro, y tomo con ambas manos lo que seria su mejor aliada y mas fuerte arma en la brutal batalla que estaba por presentarse. El Sable láser para combate cuerpo a cuerpo modelo S.A.B.E.R.

-Excalibur…..- dijo suavemente la jefa de seguridad alzando en alto la espada.

De pronto el comunicador se escucho, ahora la señal era mas clara, los sobrevivientes se las habían ingeniado para sobrevivir.

-Aquí Frederick Mars, con un carajo…..alguien me oye… por favor!- grito el hombre que hace poco había entablado la primer onda de transmisión.

Aliviada de escuchar voces humanas y de que los dos estuvieran a salvo Arturia entablo rápidamente la comunicación.

-Aquí Arturia Pendragon me captan?- respondió la rubia colocándose la espada a la espalda y armándose hasta los dientes.

(Musica de fondo Shingetsutan Tsukihime Ost 1 Moonlit Archives: Insanity)

-Maldita sea por fin escucho señales de vida…..que mierda ha ocurrido aquí?, como llegaron esas cosas hasta la nave?- Interrogo Frederick mientras se escuchaban disparos de una cortadora de plasma y los rugidos de los necromorfos al recibir directo las ráfagas.

-No es tiempo para dar explicaciones, cuantos sobrevivientes te acompañan, Frederick?- pregunto Arturia ajustando todo el arsenal.

-Solo es una chica llamada Arcueid y yo, nos la hemos visto negras para sacar nuestros traseros de Aegis 7 y vemos que acá arriba esta del carajo también, tenemos poca munición…estamos atrincherados en la zona del hangar de naves…esas cosas son una patada en la entrepierna, nos atacaron apenas entramos al hangar, la nave esta hecha añicos…(ruido e interferencia, se escucha un estruendo)….pero que carajos es eso?...traga mierda y muere hijo de perra!- grito Frederick mientras los disparos se acrecentaban al escucharse un estruendoso rugido haciendo cortar abruptamente la comunicación.

Arturia se paralizo. Nuevamente la sensación de ansiedad se apodero de ella, solo estática e interferencia se hicieron presentes en la trasmisión.

-Frederick?...me captas?...Frederick!- grito la chica. No había tiempo que perder tomando el rifle de impulso, salio presurosa del almacén. El hangar de naves estaba aun lejos debía moverse o de lo contrario Arcuedi y Frederick no lo lograrían.

Para su sorpresa una jauría más de necromorfos deambulaba por el pasillo. Su sola presencia basto para que las creaturas se centraran sobre ella y atacaran sin piedad.

Arturia frunció el entrecejo, y vio más del bestial enjambre. Un solo y certero disparo voló la cabeza del primer atacante, su cuerpo deforme cayo a los pies de la jefa de seguridad quien no parpadeo, aun había esperanza, aun quedaba gente con vida, ella los salvaría, cumpliría su promesa, aunque terminara enloquecida o muerta, no dejaría nadie atrás.

-No se interpongan, salvare a esas personas, aun a costa de mi propia vida- dijo Arturia con una fuerza renovada y desenvainando su espada.

Con un temple aun más sólido e inquebrantable, la jefa de seguridad empuño el arma y se lanzo contra las tropas de mutantes lanzando un grito de batalla que se escucho hasta el más recóndito lugar de la nave. Disparando y cercenando extremidades, cubriéndose con vísceras, sangre y carne podrida la valiente rubia avanzaba. Avanzaba para adentrarse en lo más profundo del infierno.

PROXIMO CAPITULO…DEAD FATE: Sobrevivientes

Esta loca aventura aun no termina espero les agrade.

Un saludo para Ralf Jones escritor fregon en Fanfiction quien me dio un gran apoyo para la creación del arma principal de la historia y el modelo de traje de Saber.