Haikyuu NO me pertenece
—Kuroo ¿Quieres un beso?
Kuroo se detuvo ipso facto -de cualquier cosa que estuviera haciendo en ese momento- ¿había escuchado bien? ¿Kenma le había preguntado que si quería un beso? ¿O sea como? ¿Y de el? ¿pues de quien más? No es como que Kenma fuera por la vida preguntándole a las personas que si querían un beso, y ¿a qué venía esto de pronto? Por qué si le preguntaran qué si querría darle un beso a su pequeño y lindo amigo de la infancia, pues claro que diría que si, y de hecho, el mismo se lo estaba preguntando ya, aunque no fuera una pregunta tan directa. Pero ¿y qué? ¿Acaso sería que si le dijera que Sí, este le daría un beso?
Kuroo espabilo y se giró a ver a su amigo de la infancia. Probablemente no era lo que pensaba, seguramente sería como la otra vez que le pregunto más o menos lo mismo, pero en realidad lo que le había preguntado era que si quería uno de esos Kisses de chocolate
—No gracias, ya sabes que no me gusta mucho el chocolate —Tetsuro sonrió ladinamente mientras hacía girar el balón de voley que tenía en las manos
—Yo no... Iba a darte chocolate... — contesto Kenma con una expresión indescifrable y un leve sonrojo en las mejillas
Kuroo soltó el balón entre sus manos. Y extrañamente se sonrojó también, Kenma coqueteando era de las cosas más raras en la vida, sobre todo porque nunca antes lo había visto/escuchado hacerlo antes, mucho menos con el, normalmente el que coqueteaba con Kenma, era Kuroo, pero no al revés ¿qué carajo le pasaba a el mundo?
—. . .
—. . .
—¿Kenma estás... Coqueteando conmigo? —Kuroo, preguntando lo obvio
El menor se inclinó un poco haciendo que su cabello teñido le cubriera un poco la cara
—Tu siempre lo haces.. — aún que últimamente ya no tanto- pensó para sí mismo Kenma. Mirándole a los ojos con algo de reproche
El peli negro abrió la boca para decir algo pero la cerró al instante, después de todo Kenma tenía razón. Hubo un silencio sepulcral por varios segundos, probablamente los segundos más incómodos que habían tenido en mucho tiempo. Kenma levemente sonrojado, mirando incómodamente al suelo, sintiéndose especialmente irritado y Kuroo intentando hacer que algunos engranajes en su cerebro funcionaran y le respondieran bien
—Si quiero, — el peli negro carraspeo, y respondió después de un rato —el beso — aclaró y se inclinó un poco, sonriendo socarronamente. El rubio teñido alzó la cara un poco y como quien no quiere la cosa se inclinó hacia el, y le dio un suave beso en los labios, a lo que el peli negro correspondió felizmente. Después de unos segundos se separaron
—Te veo luego... — dijo casi en un susurró el pequeño armador para irse de ahí casi corriendo, dejando a un peli negro con una sonrisita medio torcida y temblando un poco
Y no había duda de que Kenma coqueteando era de lo más extraño, pero extrañamente era muy tierno también
Estos dos me gustan mucho, muuucho. Tengo que escribir más de ellos sin duda.
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