Disclaimer: JRK es la autora de todo. Yo sólo sé perder el tiempo y desgastar las teclas de mi ordenador.

Summary:Nadie creyó nunca en ti hasta que tú lo hiciste, con el coraje de Gryffindor corroyéndote las entrañas .

Editado el 29/10/10

Héroe

No tienes tiempo para pensar. Echas a correr hacia el primer piso del castillo y sientes la adrenalina latiendo en la sangre, un subidón en el estómago que te llega a la punta de los pies. No hace mucho que has oído la voz de El-Que-No, –niegas con la cabeza, te corriges- de Voldemort y tienes miedo. Tienes miedo pero levantas la barbilla y aprietas más la varita, tu brazo entumecido por el último golpe que a acabas de recibir.

Nunca has sido nadie importante ni has destacado especialmente en algo. Te mantienes detrás de los que lo hacen, ayudando a los que necesitan algo de ti e intentando que tu abuela estuviera orgullosa de ti. Siempre has deseado ser como tu padre y demostrarle a los demás que tú también puedes hacer cosas buenas, importantes, por muy pequeñas que sean, pero al final siempre acabas dudando y decides no enseñarle a tu abuela tus redacciones de Herbología donde la profesora Sprout se deshace en elogios.

La verdad es que te gustan las plantas porque son como tú. Crecen despacio, con muy poco, pero si se olvidan de ellas acaban por desaparecer. Nunca lo dices pero sabes que hay gente que no ha reparado en ti y, que si saben que existes, te tienen lástima o pena. Lo que nadie sabe es que tienes un armario en tu habitación lleno de envoltorios de chicles. Cajones hasta los topes de cosas inútiles que tu madre te da en cada visita a San Mungo y que tú conservas como si fuesen tesoros. La varita de tu padre tiembla en tu mano y sabes que siempre te has sentido afortunado porque, aunque ya no sean realmente ellos mismos, al menos tú aún tienes a tus padres contigo.

Y a pesar de que Harry sea el Elegido, el único que puede libraros de Lord –venga, puedes decirlo-, Lord Voldemort, también sabes que necesita ayuda. Necesita ayuda y por eso te has levantado en las clases de DCAO y le has plantado cara al profesor Carrow. Te has ganado un morado en el rostro y tus compañeros te han pedido que no lo hagas más porque no vale la pena. Eres Gryffindor, les dices en la sala común mientras Ginny te mira con los labios apretados y decide curarte los rasguños. Eres un Gryffindor, y los Gryffindor nunca abandonan.

No le cuentas a nadie que tienes miedo y que a veces lloras por la noche. Encogido en tu cama, mientras le pides a Dios que todo se arregle. La sangre se hiela y te quema bajo la piel cuando la profesora Carrow te castiga por no torturar a Hannah Abbot, te pierdes en el Bosque Prohibido cuando os castigan a Ginny, a Luna y a ti por robar la espada de Godric del despacho de Snape pero casi nadie sabrá todo esto.

La verdad es que siempre has estado allí, Neville. Un día eras un niño que no sabía pronunciar la palabra filosofal y que le tenía auténtico pavor al profesor Snape, y hoy eres el héroe que le cortó la cabeza al último horrocrux de Lord Voldemort, acabando con la guerra.

Así que levantas la varita de tu padre por última vez, con la barbilla bien alta y un sudor frío recorriéndote la frente cuando Luna te coge de la mano y te lleva hacia donde tenéis que estar. Quizás nunca brilles tú solo ni seas recordado por haber hecho grandes cosas pero siempre te acompañará la mirada de tu abuela, jurando que has heredado el talento de tus padres.

Hecho especialmente y con mucho amor para Nott Mordrerd. Nunca he escrito nada sobre Neville así que probablemente esté OOC, sólo espero que os guste aunque sea un poquitito. Si os gusta y tenéis cinco minutos, no olvidéis dejar un RR. A mí me hacéis feliz y vosotros os ganáis una galletita.

¡Nos vemos!