1º Consultorio Psicológico de Sanji

Ciudad de Logue. Consulta del Psicólogo Pepet.

La puerta se abrió, haciendo sonar las campanillas que indicaban la entrada de cualquier persona en la consulta. La luz de la lámpara del tacho iluminó a un chico rubio, de unos 18 años, con un flequillo que le tapaba media cara y unas extrañas cejas retorcidas. Vestía un traje de chaqueta y llevaba en la mano un cigarrillo.

Vaya un paciente nuevo... – pensó el doctor Pepet. - ...no es de por aquí, pero su cara me suena de algo...

Sanji, entró en la consulta y cerró la puerta.

Buenas tardes. Tengo un pequeño problema y no sé si le importaría escucharme...

Claro que no...es mi trabajo. Venga tumbese y cuénteme su problema...pero antes, ¿podría apagar el cigarrillo?

El cocinero hizo lo que le dijo el doctor y empezó su historia.

Pues verá... yo no tengo ningún complejo ni trastorno psicológico. Soy joven, soy guapo, cocino bien, peleo bien y tengo éxito con las mujeres. Pero desde hace un tiempo me estoy dando cuenta que le estoy cogiendo fobia a un objeto necesario en mi trabajo...porque soy cocinero ¿sabe?

¿Por casualidad no trabajará en el restaurante marítimo Baratie?

¿Eh? Si en efecto, estuve trabajando allí... ¿por qué?

Por nada, por nada...me sonaba mucho su cara y ya sé porque...del artículo de cocina...por cierto, la receta que viene es bastante difícil de preparar... ¿Hay que echar los ingredientes uno a uno, o del tirón?

Bueno. Primero hay que preparar la salsa y luego... ¿pero además de psicólogo es artista culinario? Creía que le estaba contando mi problema...

Ejem...es verdad...bueno, ¿por donde íbamos?

Iba diciéndole que he descubierto que le tengo fobia a...a...perdone pero para un cocinero esto es una deshonra – Sanji tragó saliva. – tengo fobia a las...a las...a las cacerolas.

Pues si que es un buen problema... ¿qué le ha llevado a esa suposición?

Desde hace unos meses, cada vez que voy a hacer la comida y voy a coger una cacerola me tiemblan las piernas y la suelto rápidamente, como si fuese a morderme...

Ya veo... ¿Tuvo algún problema en su infancia con las cacerolas?

Déjeme que piense...ahora que me acuerdo, cuando acabábamos de abrir el Baratie, fui a coger un cacharro de un estante y se me cayeron encima veinte cacerolas encima. Me sepultaron durante tres horas, cuando les dio por mirar debajo de la montaña de ochenta cacerolas ...

¿No eran veinte?

Perdone, pero estar viviendo en el mismo barco de Usuff se te termina pegando...

¿Usuff?

Eso no viene a cuento...pues tras tres horas sepultado bajo una montaña de cacerolas salí sin ningún trauma aparente pero, como le dije desde... ¿¡¿¡¿¡¿¡¿ESA NO ES NAMI?¡?¡?¡?

Antes de que se diese cuenta, el rubito estaba pegado a los cristales de la ventana mirando a la calle. Los ojos habían cambiado a una extraña forma de corazones.

¡¡¡¡¡¡ES ELLAAAAAAAA¡

Dicho y hecho, Sanji salió pitando hacia el encuentro de la pelimandarina, sin darle tiempo al doctor Pepet a preguntarle quien era Nami.

Tras cinco minutos, el doctor reaccionó.

- No me ha dicho como se hacía la receta...y ahora que lo pienso...¡¡¡¡¡NO ME HA PAGADO¡¡¡¡¡

Bueno ya está...ya sé k es bastante malo y corto pero intentaré mejorar...

Proximo capitulo: el consultorio de Zorro Ronoa (k digan lo k digan es el mejor personaje, el guapo, el xulo, el más ... vale m cayo)