Disclaimer: TDI no me pertenece sino a Jennifer Pertsch y Tom McGillis.
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Pensamientos: "Se escribirá de esta manera" (En cursiva y entre comillas)
"Matemáticas, sala 204. Matemáticas, sala 204. Matemáticas, sala 204" Mientras caminaba por el pasillo, un muchacho no muy alto, de cabellos verdes en punta y mirada de profundo desinterés en todo, se repetía la ubicación de su salón. No tenía mayor interés en ver ecuaciones o logaritmos, pero la última vez que se saltó una clase tuvo muchos problemas, por lo que sentaría al fondo, en un lugar donde el maestro no le viera, se echaría a dormir, y más tarde le robaría el cuaderno a alguno de sus compañeros.
Llegó al salón unos segundos antes que su maestro, lo que le dio tiempo de escabullirse hasta los asientos traseros. No se fijó en sus compañeros; era nuevo en el instituto y quería pasar inadvertido por su bien. Luego de un rato de charlas de su maestro y algunos problemas escritos, mientras pasaba la lista, ocurrió algo que jamás esperó que pasara.
- Geoff Campbell – Pregunto el profesor mientras pasaba la lista de los compañeros.
- ¡Aquí, profe! - Gritó animado un muchacho alto, de cabellos rubios que le llegaban al cuello, ojos azules y una eterna sonrisa. Claro que eso no lo supo sino momentos después, ya que no se habría inclinado para verle de no haber sido por el maestro.
- Geoff, no puedes usar ese sombrero en clases. Por esta clase lo permitiré, pero que no ocurra de nuevo – Le advirtió.
- Si, profe, es que es mi sombrero de la suerte, pero me lo quitaré – Le comento calmado.
"Sombrero de la suerte…" Esas palabras rezumbaban en lo oídos de Duncan, quien tuvo que girarse para ver si lo que pensaba era cierto. Y lo era; a unos metros de él, estaba Geoff Campbell, su mejor amigo desde la infancia, quien se marchó con su padre cuando éste se divorció de su madre. Mucho habían cambiado ambos, sobretodo él mismo; hecho ahora un auténtico punk rebelde.
Con ese descubrimiento, a Duncan la clase le pareció muy corta, sorprendido por el repentino "Ring Ring" que escuchó, anunciando que la clase de matemáticas había terminado y era la hora del primer recreo.
- ¡Espera viejo! - Le grito el punk mientras lo veía salir.
"¿Quien me llama viejo aquí?" Se preguntó el rubio mientras se volteaba para ver al muchacho que le llamaba.
- Geoff, ¿Cierto?- Pregunto el de cabellos verdes, acercándose.
- Sí, pero no sé quien eres, viejo- Le contestó extrañado.
- Pues... Como decirlo- Era extraño para Duncan; Geoff seguía siendo el mismo de siempre, pero el había cambiado demasiado en estos años- Soy Duncan, amigo.
- ¿Duncan?- El nombre despertó algunos recuerdos vagos en la mente del rubio; en su vida conoció a tres muchachos del mismo nombre, pero ninguno se parecía en lo más mínimo al muchacho que tenía enfrente- Creo que me confundes, viejo. Mejor me...
- ¿Recuerdas el accidente de las bicis, cuando teníamos seis?- Geoff se giró sorprendido; acaso era posible que...- ¿Aún tienes la cicatriz en el hombro?
- S-Sí- se recogió las mangas de su camisa, enseñando la marca del incidente se hacía ya once años.
- Yo también tengo la mía- Se levantó la remera, enseñando su pecho, algo marcado, junto a una cicatriz larga que recorría su abdomen- ¿Ahora me recuerdas?
Los recuerdos comenzaron a fluir de la mente de Geoff; las bicis, el llanto de ambos, la recuperación en el hospital, al Duncan pequeño, de melena negra y grandes ojos color cielo, los mismos ojos que ahora le miraban.
- Bueno, coincides con lo del accidente, y con algunas otras cosas, pero debes estar confundido - Le respondió el rubio algo extrañado.
-Pues... - Duncan puso a trabajar su mente; necesitaba algo que de verdad probara quien era- ¿Que tal cuando nos caímos al rio?- Insistió; estaba seguro de que hablaba con la persona, y lo probaría.
- ¿El río?
- Sí, cuando nos caímos al río jugando. Casi nos ahogamos. ¿De veras no lo recuerdas?
Como olvidarse de aquello; realmente estuvieron cerca de morir. De no ser porque habían unas ramas en el cauce del rio, quien sabe que hubiera pasado.
- Aún no te creo, viejo. Me voy- El tiempo se detuvo para Duncan. Había notado la sorpresa del rubio al contarle dos de las cosas que habían vivido juntos. Sabía que era él, por alguna razón el destino los había vuelto a unir, y hasta no saberlo al menos, no dejaría que Geoff se fuera de nuevo.
- Hay una cosa mas, Geoff.
- Tengo prisa, viejo.
- ¡Espera!- Se puso frente a la puerta, impidiendo el avance del rubio- ¿Recuerdas cuando ambos lloramos porque tú te tenias que ir a otra ciudad y no nos volveríamos a ver? - Le recordó Duncan con bastante tristeza; no quería recordar ese día, pero sólo eso podía convencer a Geoff de lo que decía- Incluso me regalaste tu collar, Geoff.
- ¿Collar?- No podía ser posible, sólo una persona en el mundo sabía de eso- Viejo, no sé de que hablas… Además no puedes probar nada.
- Claro que puedo- Agregó antes de buscar en su cuello una delgada cadena con una tabla de surf de madera.
- Mi cadena... – Murmuró Geoff.
- ¡Espera! ¿Qué haces?- Le pregunto el punk mientras veía que Geoff le quería quitar la cadena.
- Esa es mi cadena.
- Era tu cadena, me la diste antes de irte.
- Ahora dámela, yo se la di a mi mejor amigo...
- Se le diste a tu mejor amigo, y el es quien la tiene, Geoff
- ¿Acaso eres Duncan Trayson?
- El mismo, Geoff- Contestó alegre- ¿Ahora me recuerdas?
"No; no puede ser Duncan Trayson y que tenga mi collar. Aunque todo indica que lo es, no puedo confiarme" - Aunque seas Duncan Trayson no te creo, ahora dame mi collar y déjame salir al recreo- Le dijo con bastante molestia.
- Está bien- Se rindió Duncan mientras se sacaba el objeto, con bastante tristeza- Toma…
"Ring Ring" se escucho el timbre de entrada a clases.
- Gracias por quitarme el recreo- Le dijo de mala manera el rubio.
- Es que...- Intentó explicarse pero fue interrumpido por los gritos de todos los jóvenes que ingresaban a clase.
La mañana transcurrió normalmente para casi todos los alumnos, a excepción del rubio y el punk. Duncan ignoraba al maestro de francés mientras pensaba si lo que pasaba era un mal sueño. No encontraba más formas en que Geoff se dará cuenta de que él era el mismo amigo de toda la vida. El tema del collar era su mejor carta, pero ni siquiera eso pareció convencer a Geoff, ¿Qué más hacía falta, entonces?
Por su parte, Geoff no podía concentrarse en la historia de su país debido al incidente del receso, ¿Como era posible que alguien supiera tanto de él?,¿Era realmente Duncan, o algún chico que le estaba gastando una broma pesada? No podía saberlo por el momento; todo este problema era, además de extraño, confuso.
Luego de otro receso, volvieron a verse las caras, esta vez en química, en la cual, por coincidencia, tuvieron que ser equipo, ya que ambos llegaron atrasados por desconocer la ubicación de los laboratorios.
- ¿Por qué llegan tarde el primer día?- Les pregunto su profesor cuando ingresaron.
- Bueno, es que... – Empezó a explicar el rubio hasta que Duncan le interrumpió.
- Yo le pedí que me acompañara a un lugar a charlar, profe. Geoff no tiene la culpa de nada- Comentó el punk, dejando a Geoff sin habla.
- Bueno, Duncan, eso quiere decir que después de clases me acompañaras a la dirección- Le ordenó el profesor.
- Como diga- Le respondió con indiferencia.
La clase prosiguió sin contratiempos, y cuando el maestro dejó a las parejas trabajar solas, los muchachos retomaron el diálogo.
- Gracias por ayudarme - Le comentó Geoff, sonriendo.
- Para eso están los amigos- Le dijo Duncan.
- Viejo, no insistas con eso. No te conozco, por lo que no somos amigos.
- Como digas...
Luego de hacer el trabajo y descansar un poco, el timbre anunciaba una vez más el fin de la clase.
- Con esto terminamos la clase de hoy, nos vemos el viernes- Les indicó el profesor mientras se acercaba a la mesa donde estaban los muchachos- Duncan, por favor acompáñame.
Geoff se sintió tentado a decir algo, pero luego lo meditó, abandonando el salón sin hacer mayor sonido. No era propicio meterse, pero al ver a Duncan dirigirse con el maestro a dirección, comenzó a seguirlos con cuidado, para que no le notaran.
Finalmente entraron ambos a dirección. Geoff pensó si quedarse y escuchar o irse a comer. ¿Por qué debía quedarse, de todas maneras? Duncan le había salvado de un castigo, si, pero de seguro después podría devolverle el favor. Cuando estaba por irse, una mujer te tocó el hombro, asustándole.
- ¿Qué haces aquí? - Le pregunto la muchacha, de cabellos oscuros, piel pálida y ojos negros.
- Nada. ¿Quién eres tú?- Preguntó el rubio curioso de saber más sobre la muchacha.
- Soy Gwen- Dijo cortésmente, acercándose al joven- ¿Y tú?
- Geoff.
- ¿Conoces a Duncan?
- Pues... Algo así.
- Yo diría que no- Se rió la joven- O sabrías que se la pasa en dirección- Como notó qu Geoff no decía nada, prosiguió- Aunque es raro que ya en el primer día tenga problemas. ¿Qué fue lo que hizo?
- Llegó tarde a clase- Comentó mientras se ponía junto a la puerta, para ver si podía oír algo.
- Duncan, tus antecedentes muestran una conducta que difiere mucho de los alumnos que queremos en nuestro instituto- decía una voz, que de seguro era un inspector.
"Creo que Duncan esta en problemas" Pensó preocupado Geoff.
- Lo sé, lo sé.
- Por el momento no procederemos a sancionarte, a menos que el maestro quiera ponerte un castigo menor.
- Si me permite- Dijo el maestro- Me gustaría que el muchacho se quedase a limpiar el salón después de clases.
- ¿Lo castigaron?- Preguntó Gwen, nerviosa por no poder oír nada.
- Así parece- Comentó Geoff- Mejor voy a entrar- Dijo el rubio, levantándose.
- ¡No! ¡Espera!- Le pidió Gwen, pero Geoff la ignoró y entró decidido a enfrentar la situación.
- ¿Se le ofrece algo joven?- Preguntó el inspector al ver entrar al rubio.
- ¿Qué estás haciendo aquí?- Dijo el peliverde en voz baja.
- Te devuelvo el favor- Le susurró en respuesta Geoff, para volver a dirigirse al director- Vine a…- Una vez más, Duncan salió en su defensa interrumpiéndole.
- En realidad, llamé a Geoff porque necesito decirle unas cosas- Le decía el rubio pero Duncan lo interrumpió - ¡Sólo será un momento!- Dijo empujando a un perplejo Geoff, encontrándose en el exterior con la muchacha que acompañó al rubio.
- ¡¿Gwen?! - Pregunto el punk.
- ¿Quién más, Duncan?
- Bueno- Se rascó la nuca, algo confuso- Geoff, ella es Gwen. Gwen, Geoff- Presento el punk.
- Ya nos conocíamos, Duncan.
- ¿De donde?- Le preguntó con curiosidad, para luego recordar que le esperaban dentro- Bueno, después me dices cómo se conocieron... – Se dirigió ahora al rubio- ¿Para que entraste a la dirección, Geoff?
- Te quería devolver el favor por defenderme hoy en la clase de química- Le respondió
- Pero no me lo devuelvas de esta manera, este es mi problema- Le dijo Duncan y volvió a entrar. Como no había más que hacer, Geoff y Gwen salieron al patio a pasar el rato.
- Realmente no conoces a Duncan, chico - le dijo Gwen una vez ambos se acomodaron en una banca.
- De verdad, no lo se - Le respondió mientras sacaba un sándwich- ¿Quieres un poco?
- ¡Claro!- Dijo Gwen, aceptando el trozo- Por lo que entiendo- Agregó luego de darle una mordida- Duncan te salvó de ser castigado, ¿No es así?
- Si, así fue- Le respondió con la cabeza gacha.
- ¿Seguro que ustedes dos no son amigos?- Insistió la muchacha.
- La verdad, no estoy seguro.
- Eso me parece más creíble- Hizo una pausa y prosiguió- Duncan no es la clase de chico que ayude a gente que no estime.
- ¿Duncan dijo que tu eras Geoff? - Le pregunto Gwen mientras en su mente recordaba que al parecer, era el nombre de un amigo de Duncan, así como amigo de ella, cuando eran niños- ¿Eres Geoff Campbell?
- Si, me llamo Geoff Campbell- Le respondió el rubio. Ahora era cuando todo tenía sentido para la joven.
- Ya veo...- Reflexionó, pero había algo raro en todo el asunto; entre Duncan y Geoff- Por casualidad, ¿No recordarás a una chica a la que le decían Alex cuando eras niño?
- Creo que sí- Le respondió.
- Pues... ¿Me creerías si te dijera que ella es quien te habla en este momento?
- ¿De verdad? – Le pregunto mirándola de arriba a bajo, inseguro.
- Pues si, Geoff- Le confesó la muchacha- No me gustaba mi nombre, si es que recuerdas. En secundaria comenzaron a llamarme Gwen, por lo que me olvidé de Alex- Geoff no cabía en sí de sorpresa. A Duncan no le había creído, pero con ella era distinto; sabía que era ella- ¿Geoff?
- ¡Alex!- Exclamo el rubio con alegría, mientras abrazaba a la muchacha con fuerza.
- ¡Geoff!- Dijo la joven, respondiendo como podía el abrazo de su amigo- Veo que no nos has olvidado a mi o a Duncan. Me alegro.
Al volver a mencionar el nombre del punk, Geoff recordó todo lo sucedido en la mañana. Se sintió avergonzado de cómo trato al chico en la mañana, quien con su mejor esfuerzo le quiso hacer ver que era, en efecto, su más grande amigo. Al ver la cara de preocupación de Geoff, Gwen le alzó la cara, para que la viera a los ojos.
- Te noto confuso- Comentó cuando obtuvo la atención del rubio- ¿Es por Duncan?
- Si- Dijo con tristeza- Para ser sincero, no le creí nada a Duncan de lo que me recordaba de nuestra infancia juntos- Le explicó, "Necesito hablar con él" pensó luego- Acabo de recordar que tengo que hacer algo ahora mismo ¡Nos vemos más tarde Alex, digo Gwen!
- Nos vemos…– Alcanzó a oír de la muchacha, antes de partir disparado hacia el edificio principal. Durante toda la hora, por más vueltas que dio en el edificio, no pudo encontrar al punk.
Luego del almuerzo, Geoff tuvo clase de física, y aunque le gustaba mucho, no se podía concentrar del todo. Se sentía mal por no haber confiado en su mejor amigo, incluso estuvo bastante tiempo conteniendo las ganas de llorar por la culpa. Una vez la clase acabó, se dirigió hecho una flecha al salón de química.
- ¿Que haces aquí?- Le pregunto Duncan mientras limpiaba.
- Vine a...- No sabía como empezar su disculpa hacia Duncan- Pues…
- Ya dilo- Le apresuró- Necesito terminar antes de las cuatro.
- Es que...- El rubio seguía sin encontrar forma adecuada de disculpa.
- Creo que lo que Geoff quiere hacer es disculparse contigo, Duncan- Dijo Gwen, apareciendo desde la nada sorprendiendo a ambos chicos.
- ¡¿Gwen?!
- Disculparse, ¿Por qué razón?- Preguntó confundido, deteniendo nuevamente su labor de limpieza.
- Porque no te creí cuando hablamos en la mañana- Dijo finalmente, luego de formular la oración correcta- Por eso… Es que… Tú trataste de recordarme todo lo de nuestra infancia compartida… Y yo te traté muy mal… Y…
- Tranquilo, Geoff- Se dirigió posteriormente a la joven- ¿Hablaste con el, Gwen?
- Algo así- Respondió ella- Cuando dijiste su nombre recordé quien era, y le dije que era Alex.
- Entonces ¿Ahora entiendes todo?- Preguntó Duncan siguiendo con la limpieza.
- Sí, por eso quiero que me disculpes- Se le acercó Geoff.
- Gwen, ¿Puedes ir con Trent a tu casa? Yo iré cuando termine- Dijo el muchacho acelerando el barrido- Rápido o el maestro los verá y todos tendremos problemas.
- Espera, Duncan- Se puso frente al punk- Antes de irme, quiero darte algo.
- ¿Qué cosa?
- Toma - Le dijo el rubio, sacando el collar de su bolsillo y depositándolo en su bolsillo.
- Gracias, Geoff.
- Adiós... - Se despidió Geoff pero el punk le tocó el hombro.
- Espera- Dijo antes de que Geoff se girara. Cuando lo hizo, el peliverde le dio un largo abrazo de amistad, el que duró varios segundos.
- Geoff, tenemos que irnos- Dijo Gwen, con algo de pena por tener que romper el conmovedor momento- Duncan, nos vemos luego.
- Adiós, Duncan- Se despidió el rubio antes de que ambos desaparecieran por la puerta.
- Adiós, chicos- Susurró el punk suavemente. Se sentó un momento en una silla. Se sentía raro; una mezcla entre felicidad, alivio y calma. Se puso con cuidado el collar, se levantó y siguió ordenando el salón.
Hasta aca llega el primer capitulo
El nombre completo de Gwen es Gwendolyn, pero cuando era pequeña no le gustaba eso, así q todos la llamaban Alex
