Hola, aquí estoy con otro fic. Tardaré bastante en poner la conti, pongo el primer capi para saber si puede llegar a tener éxito o no el fic.
1. Lindo ¿gatito?
Era un día lluvioso. Goenji Shuuya salió de la universidad corriendo rápidamente, pero la lluvia caía torrencialmente sobre la cuidad.
El joven de 19 años soltó un par de maldiciones al tiempo, estaba completamente perdido, seguro que hasta tenía los interiores mojados. Se metió por un callejón, que era un atajo para llegar a su casa y se paró cuando estuvo dentro para recuperar el aire.
El sitio era maloliente y con la humedad de la lluvia todavía lo era más. Shuuya intentó contener la respiración por el mal olor que había, pero debía recuperar fuerzas por lo cansado que estaba al correr.
No es que no estuviera acostumbrado a correr, pero con el frío y el diluvio que estaba cayendo, le cansaba aún más.
De pronto, se oyó un ruido extraño. El chico se puso rígido tras eso, no es que estuviera asustado, pero por eses callejones nunca era seguro, era mejor estar alerta. El ruido se volvió aún más fuerte y desvió la vista hacia allí… venía de detrás de los cubos de basura. Frunció el ceño, estaba de muy mal humor, si se atrevían a atacarle le arrancaría la cabeza a esa persona.
—Maldita sea… —gruñó por lo bajo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba—. ¡Me da igual quién seas, sé que estás ahí! ¡Sal de una maldita vez! ¡Te advierto que sé defenderme! ¡Tengo una calculadora… con números! ¡Ah! ¡Qué amenaza más estúpida Goenji Shuuya!
Nada. El ruido se paró por unos instantes, pero después volvió a sonar. Era un ruido un poco extraño, como si algo estuviera rozando contra otra cosa. El peliblanco frunció más el ceño y gritó:
—¡Bien! ¡Sino vienes tú, voy yo!
El ruido se intensificó y después se oyó un sonido… ¿Un…
—¡Miau!
… maullido?
—¿Eh? —se preguntó Goenji extrañado. Se acercó corriendo hacia los cubos de basura y apartó uno para ver qué había detrás y… lo que vio le partió el alma. Delante de él, había un gatito plateado temblando por la lluvia y el frío mientras arañaba la caja de cartón… ese era el ruido que había oído—. Un gato…
El gato peli plata le miró fríamente con sus ojos grises, haciendo que Shuuya diera un respingo, pero después le miró con pena… seguramente le miraba mal por si quería hacerle daño. El de ojos marrones acercó su mano para acariciarlo y el felino se puso tenso y retrocedió un poco, Shuuya temió que le mordiera o algo, pero cuando su mano se posó sobre la cabeza suave y mojada del gato, este se calmó y cerró sus ojos mientras lo acariciaba.
—Es muy lindo… —pensó el peliblanco mientras observaba el minino con una sonrisa cariñosa, pero después se puso rígido—. ¿En qué estás pensando Shuuya? ¡No puedes quedarte con el primer gato que veas! ¡Ah! ¡Estoy empezando a parecerme a Yuka!
El chico se levantó dispuesto a marcharse, pero el gato le detuvo con un dulce maullido.
—Miau…
—Lo siento por ti, pero… —el chico no pudo seguir diciendo nada, esos dulces ojos plateados lo había atrapado, no podía apartar la mirada de ellos, eran como un imán que no le permitía sacar la vista de ahí.
Cuando dio reaccionado, desvió la mirada y gruñó:
—¡Lo siento por ti! ¡No puedo hacerme cargo de un gato! ¡Estoy muy ocupado con la universidad!
El universitario se marchó corriendo, dejando abandonado de nuevo al pobre gato peli plateado. Sin embargo, eso no duró mucho tiempo, porque el peliblanco volvió a los diez segundos, cogiendo al gato plateado entre sus brazos delicadamente mientras murmuraba un: "maldita sea, ni siquiera sé porque hago esto".
Dentro de un poco, llegaron al departamento donde vivía ahora el universitario. Goenji entró rápidamente dispuesto a dejar al gato comiendo mientras se daba una ducha para no coger una pulmonía.
—Lo que me hacía falta… ¡coger una pulmonía! ¡Genial! —pensó el chico mientras suspiraba con pesadez.
Cuando cerró la puerta tras él, puso la llave encima de la mesa de la sala de estar. Miró hacia abajo y vio al gato aferrado con sus uñas a la chaqueta… oh genial, a la mierda la chaqueta nueva. Shuuya tiró del gato para despegarlo de él, pero el minino se agarró con fuerza a su chaqueta mientras emitía un ronroneo de desagrado.
—Ah… —susurró el chico con una gota en la cabeza al ver como el gato se acomodaba en su pecho, frunció el ceño y gruñó—. Desgraciado… ¡suelta la chaqueta!
El universitario tiró de nuevo, con más fuerza, y lo dio sacado de la chaqueta.
—Por fin… —pensó Goenji mientras daba otro suspiro pesado. Dejó al gato en el suelo y este se acarició a su pierna, en señal de agradecimiento por sacarlo de aquel lugar mojado y frío. Shuuya caminó hacia la cocina con el gato pisándole los talones mientras se sacaba la chaqueta y la dejaba encima de una silla.
—¿Y ahora que te daré para comer? ¿Qué te parece un poco de leche?
—Miau.
—Parezco estúpido hablando con un gato —musitó el estudiante mientras unas rayas azules de depresión recorrían su cabeza—. Ni siquiera sé porque me quedé con él… ¡Bah! Le daré de comer después de bañarme, tengo que apurarme para no enfermar.
Goenji se fue hacia su habitación para coger su pijama, que tan solo eran unos pantalones cortos y una camiseta de manga corta (a pesar de que llovía ese día, hacía algo de calor por los anteriores días). Justo después de dirigió al baño para darse una ducha.
Cuando acabó de bañarse salió con el pijama puesto y con una toalla rodeándole el cuello. Se sorprendió al ver que enfrente de la puerta del baño, estaba el gato peli plata esperando impaciente que él saliera de allí. Cuando lo vio, dio un saltito y se acercó a él, acariciándose contra su pierna, entonces Shuuya se dio cuenta de algo…
—¡Eh, espera! ¡Estás empapado! —dijo mientras lo cogía en brazos—. Será mejor que lo seque con el secador, podría coger también una pulmonía.
Se adentró con él al baño y encendió el secador mientras sostenía al gato, lo secó con facilidad ya que el felino no se movió mucho mientras lo secaba. Cuando acabó se fue hasta la cocina y allí lo dejó en el suelo.
—Ahora sí que te daré de comer —informó el chico. El gato se subió a la mesa de la cocina y vio que allí había una cestita con fruta, acercándose a ella.
Goenji se dio la vuelta en ese momento y vio al gato encima de la mesa, vio sus intenciones y gritó:
—¡Eh! ¡Baja de ahí ahora mismo, desgraciado!
Del susto, el gato tiró la cesta con fruta hacia al suelo, haciendo que Shuuya posara una mano en su frente en señal de cansancio… estaba agotado y ese gato no paraba quieto. Sería muy mono, cierto… pero era un torbellino.
El gato saltó hacia el suelo en cuanto vio a una fresa en el suelo y rápidamente se dirigió a ella para morderla. Goenji alzó una ceja y pensó:
—Parece que le llaman la atención las fresas.
Suspiró de nuevo y dejó un plato con leche en suelo y una lata de sardinas para que el gato comiera. El felino se sintió atraído por el olor y se dirigió rápidamente a por la comida que su amo le tenía preparada.
El gatito empezó a comer y Shuuya se sentó en una silla mientras le observaba. Dejó caerse sobre la mesa mientras le seguía mirando. ¿Qué haría ahora? No debería haberle cogido. Era cierto que podía mantenerse él y un gato pero… no tendría tiempo para cuidarle, entre la universidad y el trabajo no tendría tiempo para cuidarle.
—Ah, solo a mí se me ocurre… —resopló el chico mientras levantaba su cabeza de la mesa y miraba al gato.
—Miau —maulló el minino mientras se acariciaba contra las piernas de su amo y después subía de nuevo a la mesa. Goenji frunció el ceño y gruñó:
—He dicho que no te subas, desgraciado…
Al ver que el gato no le hacía caso, Goenji cruzó sus brazos, poniéndolos encima de la mesa y después colocó su cabeza entre ellos, mirando fijamente a su mascota.
—¿Y ahora que hago contigo? —susurró mientras le miraba fijamente, perdiéndose de nuevo en esos orbes plateados. No, no podía abandonarle, se sentiría la peor basura del mundo—. Hm… quizás pueda dejarte con alguien. A ver…
La primera opción era Endo… pero estaba ocupado con los trabajos al igual que él. Kazemaru… estaba ocupado preparando sus trabajos también. Kido… fuera de la cuidad con Fudou haciendo a saber qué cosa. Los demás… ocupados.
—… mierda —murmuró el chico mientras suspiraba. El gato se acercó a él y le lamió la mejilla, este se apartó sobresaltado por la acción del felino y le miró sorprendido—. Vaya para el gato.
—Miau —maulló feliz el minino mientras saltaba al regazo de Shuuya. Este se quedó mirándolo y después le acarició mientras sonreía, realmente el gato era muy lindo. El universitario se quedó tenso de repente… ¡es verdad! No le había puesto un nombre…
—Un nombre… ¿cuál podría ponerte? —se preguntó mientras pensaba en un nombre, de repente miró al gato y dijo—. Shirou… sí, el nombre te va que ni pintado… te llamarás Shirou.
—¿Miau?
—Ya sé que es nombre de persona… pero tienes pinta de llamarte Shirou —dijo con el ceño fruncido—. Así que no protestes.
—¡Miau! —el gato dio a entender que aceptaba mientras sonreía—. Miau… miau…
—Cualquiera diría que estás preguntando mi nombre —dijo extrañado el peliblanco. El gato lo miro con sus dulces orbes plateados y volvió a maullar:
—Miau, miau, miau…
—Me llamo Goenji Shuuya y soy tu amo… —se presentó el de ojos castaños, después una gota resbaló por su cabeza—. Realmente me estoy volviendo majara… ¡desde cuando se habla con gatos!
—Miau.
—Se acabó —dijo Goenji mientras se levantaba y el gato se lanzaba al suelo mientras miraba a su amo—, me voy a dormir… mañana tengo clase a primera hora.
El chico se dirigió hacia su cuarto y se acostó en la cama. Estiró su brazo y apagó la luz, seguidamente cerró los ojos para dormir. De repente sintió un ruido detrás de él, abrió los ojos extrañado y se dio la vuelta… el gato Shirou se había subido a la cama.
—¡Eh no! ¡Eso no! ¡Gato malo! ¡Abajo, venga abajo!
Shirou movió la cola y se acercó a su amo, lamiéndole la mejilla de nuevo. Este se ruborizó levemente sin saber porque… después cogió al gato y lo puso en el suelo.
—Ahí abajo Shirou… en la cama duermo yo.
Goenji se acostó de nuevo, pero dentro de unos segundos oyó de nuevo el mismo ruido. Se dio la vuelta con una gota en la cabeza y, efectivamente, el gato estaba de nuevo sobre el colchón, mirando dulcemente a su amo.
Este suspiró con pesadez y gruñó:
—Shirou… he dicho a…
El chico no pudo seguir, se había hipnotizado por tercera vez de los hermosos ojos plateados del minino. Este desvió la vista poco después un poco molesto.
—Está bien, quédate encima de la cama… pero solo por hoy —informó el chico mientras le daba la espalda a su mascota.
—Miau —respondió el gatito mientras andaba por la almohada hasta llegar al otro lado de la cama para ponerse enfrente de su amo. Se acomodó en su pecho y se aferró con la uñas en la camiseta del chico.
Goenji le miró mientras suspiraba resignado. Acarició el pelaje plateado y pensó:
—¿Será que intenta demostrarme agradecimiento por haberlo sacado de la lluvia? Es lo más probable… ¡Ah, no puedo abandonarlo ni dejarlo con otra persona! No sé como haré, pero me las apañaré para cuidarlo yo.
Con esos pensamientos, Shuuya cerró los ojos lentamente, abandonándose en los brazos de Morfeo.
En la madrugada…
Goenji abrió los ojos al notar que tenía sed… ahora que lo pensaba, no había cenado nada.
Abrió la boca para bostezar y miró hacia abajo para observar a su gato. Vio como en su camiseta dos manos se aferraban a ella…
Espera un momento… ¿MANOS?
El chico abrió los ojos impresionado tras eso. Destapó un poco al que debería ser su gato y se quedó de piedra tras lo que estaba viendo… delante de él había un lindo chico de más o menos su edad, de cabello plateado y de piel muy blanca mientras aferraba con sus manos a su camiseta.
¿Eh? ¿Cómo? ¿Quién era ese chico y qué había pasado con su gato?
Continuará…
¿Y bien? ¿Qué tal? Espero que os haya gustado. Ahora paso con las preguntas:
-creeis que el fic puede tener éxito?
-merece conti o lo abandono?
-queréis que aparezca Atsuya? (aclaro que aquí no será hermano de Shirou, creo que ya sabéis porque XD)
-como reaccionará Goenji cuando vio que su lindo gatito se había convertido en un sexy peli plata?
-quereis que Shirou tenga cola y orejitas de gato o que no lo tenga? (en mi opinión se vería más sexy con la cola y las orejitas, pero vosotros decidís!)
-merezco un review?
Bueno, creo que eso es todo, espero de verdad que os haya gustado. Es cierto que tardaré en poner la conti, pero la pondré si el fic tiene éxito, de verdad. Yeni-senpai quería ayudarme con este fic, pero al final lo hice yo sola ya que ella está trabajando y solo tiene tiempo para ocuparse del fic "Contéstame en sueños". (Animad a Yeni-senpai para que el trabajo no se la haga muy duro, pobrecita, a veces se queda a dormir en mi casa reventada ^-^')
En fin, sayo y cuidaos mucho! Que la fortuna os acompañe! ^-^
¿Reviews?
