Mana: Hola a todo mi nombre es Mana, y ahora soy reina de toda Inglaterra, pero déjenme decir que no fue fácil, ya que me querían hacerme la vida imposible, hasta que conocí aaa!
Yami.: ¡A mí! Yo te regrese algo que habías perdido, recuérdalo -dijo mientras le sonreía a Mana.
Mana: ¡claro! -respondió sonriéndole a Yami.
Yami: contaras como te convertiste en reina de Londres, no hay mucho que contar -dijo Yami algo confundido.
Mana: algo así -respondió con una mirada triste.
Yami: comienza, queremos escuchar -dijo con una gran sonrisa para animar a Mana.
Mana: todo comenzó en el año de 1485 en Inglaterra, en un barrio bajo donde Vivian las clases bajas, sin riquezas y sin vida social. Yo tenía 3 años para entonces y vivía con madre, padre y hermana, pero eso es más adelante. Vivía en una pequeña casa, y recuerdo que para mí era agradable hasta cierto punto. Mi padre era un borracho y mujeriego, sin embargo mi madre era y sigue siendo la persona más gentil de todo Londres, y un día.
…..
Mana: madre no quiero que venga mi papá, él me va a pegar, siempre que viene borracho me da miedo -asustadiza.
Madre: no te asustes mi niña, no te hará nada, yo te protegeré.
Cuando se escucho el abrir de la puerta de la casa, Mana se fue a ocultar debajo de la mesa.
Padre: donde esta esa niña, ella es la razón de todos mis problemas.
Madre: Cállate, ella no es la culpable de nada, tan solo tiene tres, además de que tu eres el único culpable, no la niña -furiosa.
Mana solo escuchaba y lloraba en silencio para que su padre no la escuchara.
Padre: ba! Ella solo es un estorbo, me voy a dormir -furioso.
El padre se retiro a su habitación. Después de aquel acto, Mana salió a abrazar a su madre aun llorando.
Madre: cálmate mi niña, ven vamos a pasear, pero por favor ya no llores -calmando a su hija.
Mana: si madre -respondió feliz y con algunas lagrimas aun en los ojos.
Mana y su madre salieron a pasear y entraron a un callejón donde vendían toda clase de cosas para la alta sociedad y con dinero. Mana y su madre continuaron caminando, pero durante el transcurso se toparon con una boutique, donde vendían hermoso vestidos para señoritas y niñas de familias ricas, que por consecuencia los vestidos eran muy costosos y hermosos.
Mana al ver un vestido color azul largo con algunos holanes salto de emoción y le dijo a su madre.
Mana: Madre yo quiero ese vestido, dime que algún día podré usar uno como el que se encuentra en el aparador, en un elegante baile, con apuesto joven -imaginándose en un baile de palacio.
Madre: si mi niña, algún día lo tendrás, solo hay que esforzarnos -mirando a su hija que tenía una bella ilusión que no quería quitarle.
…..
Yami: ese era un hermoso sueño.
Mana: si, ese dia estaba tan ilusionada que se me olvido que no tenía dinero ni para comprar ropa de tercera mano.
Yami: sufriste mucho cuando tenias 3 años, verdad -con tristeza en su mirada.
Mana: si, pero aun falta lo peor, recuerdo ese día como si fuera ayer -con lagrimas en los ojos.
Yami: si no quieres contar no lo hagas, no quiero que sufras -acariciando las mejillas de mana.
Mana: estoy bien -sonriendo.
….
Mana y su madre llegaron a su casa, y para fortuna de ambas chicas, el padre de Mana ya se encontraba tranquilo.
Mana: padre, padre, vi un vestido muy elegante como si fuera de una reina -dijo emocionada.
Padre: sabes bien que nunca llegaras a tal cosa, además esos vestidos son para señoritas y niñas bellas, no feas como tú -severo.
Mana: no es cierto, yo soy igual de bonita como las niñas ricas, te odio -llorando.
Pasaron 5 años, para entonces Mana tenía 8 años de edad, sin embargo su edad no le impedía que ella trabajara de mesera en un restaurante para ayudar a su casa y ahorrar para comprarse el hermoso vestido que deseaba desde que tenía 3 años.
Mana: ¡Gracias por su propina! si me falta poco para mi vestido –pensó después de que despidió a uno de sus clientes.
Después de aquel acto, Mana estaba a punto de volver a la cocina, cuando de pronto entro un joven de hermosa belleza, sin embargo él bestia con unos jeans de cuero azules, una playera negra y una chaqueta del mismo color de su jeans, su piel era blanca y su cabello era tricolor (rojo, negro, rubio) con cinco picos; pero lo que más cautivo a Mana fueron sus hermosos ojos color violeta que daban una gran seguridad y seriedad.
Mana: puedo tomar su orden -educadamente.
¿?: Si claro -serio.
Mana al momento de empezar a tomar la orden de aquel joven, observo éste portaba un cinturón negro con una caja a su lado izquierdo, lo que provoco que ella solo se imaginara una cosa, "Duelo de monstruos".
Mana: disculpe joven, veo que juega duelo de monstruos o me equivoco -tímida.
¿?: Si, también juega señorita –dijo dulcemente mientras mostraba gran educación.
Mana: si, deje me presento, mi nombre es mana, ¿Cuál es su nombre? –emocionada.
¿?: ¡¿mi nombre?, mi nombre me temo que no podre revelárselo ya que me escape de mi hogar, a causa de que no me dejan salir, de hecho siempre me fugo para jugar duelo de monstruos antes de que cumpla 18 años –nervioso le susurro a mana.
Mana: ¡ooooooooh! y Podría responderme ¿Cuántos años tienes? –pregunto algo sorprendida.
¿?: Si, tengo 9 años y puedes llamarme Yami, pero que quede claro que ese no es mi nombre –respondió mientras le sonreía a Mana.
Mana: entiendo Yami, ups, discúlpeme le tomo la orden joven –dijo sonriendo.
Yami: ya somos amigos, así que dime Yami.
…..
Yami: yupi, al fin ya aparezco en la historia, en verdad que no recordaba que escapaba todo el tiempo –dijo feliz.
Mana: pues yo si lo recuerdo joven jajajajaja –dijo simpáticamente.
Yami: te costo trabajo decirme Yami –dijo Yami con una mirada que culpaba a Mana.
Mana: eeeh, ummmmmmm, mejor continuo –dijo apenada.
…
Mana: bueno, ¿cuál es su orden joven?
Yami: ¿Qué? Ay vamos de nuevo, soy Yami, y por favor tráeme un café y unas galletas, no, no, mejor dime que me recomiendas.
Mana: la verdad yo nunca he comido aquí, porque se ve un poco rara la comida –le susurro Mana a Yami.
Yami: ya entiendo, bueno un plato de tocino con huevos estrellados –dijo mientras continuaba viendo el menú.
Mana: huevos estrellados, umm lo lamento no tenemos -respondió sonriendo y cerrando sus ojos.
Yami: Bueno solo el tocino y de beber mejor un té a.
Mana: enseguida se lo traigo Yami, digo joven.
Yami: creí que ya me diría Yami, pero ya se acostumbrara –pensó Yami
Después de algunos minutos Mana con el desayuno de Yami.
Mana: aquí tiene Yami ¡disfrútela! –dijo Mana sonriendo y equilibrando la charola.
Después de aquel acto, un joven de cabello albino entro al restaurante, ya que al parecer había vito a Yami desde las afueras del restaurante.
¿?: ¡Yami! Me alegro encontrarte, oye cuando tenemos un duelo.
Yami: Hola Bakura y cuando quieras, por cierto te presento a mi amiga Mana, Mana te presento a Bakura.
Mana: mucho gusto Bakura, yo también juego duelo de monstruos jeje –dijo mientras le sonreía a ambos jóvenes.
Bakura: igualmente Mana, y por cierto, espero que este niño si te haiga dicho su verdadero nombre –mirándola con unos ojos un poco culpadores.
Mana: no, no me dijo, pero lo que si me dijo, es que se escapa de su casa para jugar duelo de monstruos –susurro.
Yami: es verdad no miento –exclamo.
…
Yami: esa vez no me creyeron, pero después de un tiempo tu comprobaste que era verdad –dijo culpando a Mana y a Bakura.
Mana: ya, tenias razón, pero tú también tuviste la culpa por no decirnos –dijo culpando a Yami.
Yami: mejor me cayó, continua.
…
Bakura: se me acaba de ocurrir una idea, que tal un duelo de tres, a qué hora terminas tu turno Mana –dijo emocionado.
Yami: me parece un gran idea, ¡pero a qué hora te desocupas Mana! –pregunto emocionado.
Mana: en 5 minutos –dijo alegre.
Yami y Bakura: ¡Genial! Pero que les parece si todos los días nos veremos en este callejón, después de que Mana termine con su horario –dijeron emocionados, pero mas Yami.
Mana: me agrada la idea –dijo riendo.
….
Yami: ese dia empecé a sentir algo muy especial por ti Mana, recuerdo que ya no dejaba de pensar en ti –dijo recordando ese hermoso sentimiento.
Mana: no eras el único, yo también lo sentía –dijo con un suspiro muy bello.
…..
Mientras en el palacio de Buckingham, la reina Isabel buscaba a su hijo mayor.
Reina Isabel: Ricardo has visto a tu hermano, no lo eh visto en todo el dia.
Ricardo: madre, ¡no me digas Ricardo, soy Yugi! – Dijo molestamente,
Yugi era un chico de 9 años de edad, de cabello tricolor y con una mirada dulce, sus ojos eran violetas y el era de una estatura bajita.
Reina Isabel: está bien Yugi, lo has visto.
Yugi: no, no lo eh visto –sonriendo tiernamente.
…
Yugi: ¡ooooooh! Veo que están contando una historia, yo quiero escuchar puedo, ándenle no sean malitos ¡siiiiiiiiiiiii! –dijo mientras movía a Mana de un lado a otro.
Mana: claro Yugi.
Yami: precisamente ella estaba contando de ti.
Yugi: vamos Mana, continua –emocionado.
…
Mientras tanto en el restaurante, Yami pago y le dejo propina a Mana, después de aquel acto ambos jóvenes salieron del lugar para esperar a Mana. Después de algunos minutos ella salió del lugar, ya que había terminado con su horario de trabajo.
Mana: ya estoy lista, y ¡Duelo! –emocionada.
Yami: ¡Es hora del Duelo!
Bakura: un duelo de las sombras jajá –fingiendo maldad.
Yami: ya vas a empezar Bakura -observando a Bakura.
Bakura: era para ponerle emoción –tímido.
Los chicos se alejaron un poco de aquel lugar, para tomar asiento y comenzar con los duelos. Después de algunas horas el deck que resulto vencedor en todos los duelos que tuvieron, fue un poderoso deck de magos que le pertenecía a Mana.
Mana: ¡gane! ¡Es genial! -alegre y emocionada.
Yami: ¡Buen Duelo! Y disculpa pero ¿Por qué te emocionas tanto? –pregunto mientras observaba la hermosa sonrisa de Mana.
Mana: es la primera vez que juego con un duelista tan bueno como tú, y gano –alegre.
Yami y Bakura: ¡Enserio! –sorprendidos.
Yami: eres buena.
Después de aquellas palabras el reloj de la catedral anuncio las 3:00 de la tarde.
Yami: me tengo que ir, si se dan cuenta que no estaba en casa, me regañaran –preocupado.
Mana: te acompaño, yo también ya me tengo que ir a casa, pero ¿por dónde te vas?
Yami: pues vivo por la calle san Frederick, para mayor ubicación cerca de la calle de compra y venta de la alta sociedad, y para mi des fortuna diariamente tengo que pasar por ahí, ¡odio la diferencia social! –un poco molesto.
Mana: yo también odio el clasismo, pero que le podemos hacer, bueno dejemos eso atrás y vámonos, yo vivo por ahí también –seria.
Yami: pues vayámonos Mana.
Bakura: yo me voy por ahí también –triste.
Yami: pues andando Bakura.
Los tres pasaron por la boutique donde se encontraba el vestido que deseaba Mana con tanta emoción, al verlo Mana se detuvo.
Yami: ¿sucede algo Mana?
Mana: no, solo que desde niña eh deseado este vestido y bailar con un guapísimo joven en una elegante fiesta, pero lo del baile nunca sucederá, pero para el vestido solo me falta poco para comprármelo jeje –sonriendo.
Yami: entiendo, continuamos.
…..
Yami: cuando me dijiste tu sueño te entristeciste mucho, pero me diste una gran sonrisa.
Mana: me dieron ganas de llorar en este momento.
Yami: no, no llores –limpiando las lagrimas de las mejillas de Mana.
Yugi: no llores Mana, deja cuento esta parte, espero te alegre –tratando de alegrar a Mana.
Mana: está bien Yugi jajaja –sonriéndole a Yugi.
…..
Mientras en el palacio.
Yugi: no llega mi hermano, que hago, y a donde se irá todos los días, la ventaja que tiene es que el palacio sea demasiado grande –comiéndose las uñas.
…..
Mana: enserio hiciste eso Yugi, eso nunca me lo contaste –riéndose.
Yugi: sii, no tengo la culpa de tener un hermano duelista.
Yami: cállate Yugi porque tú también juegas, bueno aun que no tienes mucho que te metí al duelo de monstruos –tratando de culpar a Yugi.
Mana: voy a continuar.
….
Mana y Yami continuaron caminando, hasta que llegaron a la casa de Mana.
Mana: esta es mi casa Yami, por donde vives tú.
Yami: umm, vivo más para allá –señalando a lo largo de la calle.
Mana: bueno, hasta mañana Yami –acercándose a Yami y besándole en la mejilla para despedirse.
Yami: Hasta mañana Mana –apenado por la situación.
Mana abrió la puerta de su casa y se adentro. Cuando Yami vio que cerró la puerta comenzó a correr hacia otra dirección.
Yami: me van a regañar, espero que no se hayan dado cuenta que no estaba en casa.
…
Yugi: recuerdo que te tuve que cubrir porque no podías entrar al palacio, y tuviste que entrar por la barda del jardín, sin olvidar que por tu acto tú cabello quedo lleno de ramitas jajá –riéndose
Yami: no te puedo decir nada, porque fue verdad –tímido.
Mana: continuo.
Yami: no, yo tengo que contar algo.
Mana: está bien.
…..
Mientras Yami corría, llego a su hogar, el palacio de Londres, sin embargo las gigantescas puertas de ese lugar se encontraba cerrado, y sin olvidar que alrededor se encontraban los guardias protegiendo el lugar.
Yami: como entro, ¡ya se me saltare la barda! – pensó al momento de observar la barda del jardín.
Yami comenzó a escalar y llego a la cima, pero ahora el problema para él era el cómo bajaría de ahí.
Yami: ahora como bajo –preocupado.
Después de aquel pensamiento, Yami se desvalanceo y cayó a los arbustos, quedando con ello lleno de hojas y ramas en el cabello.
Yami: ¡aaaaaaah!, eso dolió –quejándose.
Yami se levanto y se metió al palacio, pero al momento de hacerlo se topo con su hermano Yugi.
Yugi: dónde estabas hermano, mamá te está buscando, la única ventaja que tienes es que el palacio es gigante –regañando a Yami.
Yami: no te enojes, además estoy bien.
Yugi: si con ramas en el cabello.
En ese preciso instante apareció la madre de ambos jóvenes la reina Isabel, y su padre Henry Tudor rey de Inglaterra.
Reina Isabel: dónde estabas hijo mío.
Yami: umm –pensando.
Yugi: en el jardín madre, estaba dormido bajo un arbusto.
Rey Henry: con razón estas lleno de ramas y hojas en el cabello, vete a bañar –regañándolo.
Yami: si padre.
Yami fue a su habitación. Una vez ahí dejo su deck en una cómoda y se fue a bañar, al termino se cambio y se puso ropa elegante digna de un príncipe, pero sin embargo Yami no dejaba de pensar en Mana.
Yami: es tan linda, solo deseo que sea mañana y tener suerte para que me de otro beso en la mejilla –pensó y suspiro al último.
….
Mana: te gusto el beso, yo nunca lo supe –extrañada.
Yami: claro que no ibas a saber, yo estaba en el palacio y en mis pensamientos.
Mana: bueno continuo, ahora cuando me dejaste en la puerta de mi casa.
…..
Cuando mana entro a su casa, ella solo pensaba en un nombre, "Yami".
Mana: ya eh llegado madre y hermana –enamorada.
Desde la cocina.
Madre: si hija, como te fue hoy.
Mana: ¡excelente gracias a Yami! –feliz y distraída.
Después de aquella respuesta por parte de Mana, apareció una niña de 5 años con cabellera café, cuyo nombre era Mariam.
Mariam: Mana regresaste –alegre.
Mana: hermanita, ¿cómo esta mi lindo champiñón?
…..
Yami e Yugi: ¿champiñón? –sorprendidos.
Mana: si, era mi champiñón –con una sonrisa y una risita de gracia.
Yami: no se te ocurrió otro –riéndose.
Yugi: cállate que desde las ramas en tu cabello eres Ramitas –riéndose.
Yami: me callo.
Mana: continuo.
…
Mana abrazo a su hermanita y le pregunto.
Mana: ¿qué comeremos hoy champiñón?
Mariam: ¡a mí! –alegre.
Mana: ¿a ti? -sorprendida.
Mariam: si, champiñones.
Mana: eeeeeeh, jajaja –carcajeándose.
Después de aquella pequeña conversación, Mana soltó a su hermana y comenzó a contar sus propinas.
Mana: son 100 monedas de plata, 50 para mi mamá y 50 para mi vestido -ilusionada.
Cuando de pronto de su bolsita saco una moneda más grande y dorada.
Mana: esta moneda es de oro, quien me la pudo a ver dado, no importa ¡Gracias al que me dejo esta propina! –gritando.
Después de aquel acto Mana fue a la cocina hacia donde se encontraba su madre.
Mana: madre, madre esto es para ti –emocionada y dándole la moneda de oro y las 50 de plata.
La madre las tomo y vio la moneda dorada.
Madre: quien te dio esto mi niña –sorprendida y enseñándole la moneda.
Mana: no lo sé, solo me la dieron de propina.
Las tres mujeres comenzaron a comer y cuando terminaron llego el padre de Mana.
Padre: ¡Mana! Dame el dinero que ganaste hoy –enojado.
Mana: no me dieron el dia de hoy –nerviosa.
Padre: eres una niña inútil, nadie te amara si sigues así, eres una niña vestida solo de harapos.
Mana: ¡porque es tu obligación vestirnos! Además puedo demostrarte que puedo mantener sola esta casa sin tu ayuda, y si sigues insultándome, no comerás aquí.
Padre: esta es mi casa, y mientras tu vivas en este lugar tú me tendrás que mantenerme, me oíste.
Madre: cállate, y vete a dormir, deja a la niña en paz.
El padre se fue a dormir y la madre abrazo a Mana y a Mariam.
Madre: cuanto llevas para tu vestido Mana.
Mana: no sé, pero espero que para cuando cumpla 15 años pueda comprarme un vestido barato aunque sea –sonriendo.
…..
Yami: te rendiste así de fácil.
Mana: no, nunca, que acaso nunca has oído el dicho de algo bueno viene algo mejor –alzando el dedo en el aire.
Yami: tienes razón, continua Mana.
Yugi: si continua, continua –emocionado.
…
Ya era un nuevo día, para entonces Mana se alisto y llevo su deck en una bolsita de colgar, para dirigirse al restaurante en donde trabajaba. Al llegar comenzó a atender a dos señoritas de la alta sociedad, que al parecer solo andaban de paseo.
Mana: buenos días señoritas, mi nombre es Mana y las atenderé el día de "Yami", digo Hoy jeje –sonriendo.
¿?: Mucho gusto y mi nombre es Ishizu Ishtar y mi amiga es Kisara Castillo –sonriéndole a Mana.
Mana: Mucho gusto, les tomo la orden –alegre.
Ishizu: a mi traime un jugo de zanahoria con un plato de fruta –mirando la carta.
Kisara: tráeme lo mismo que mi amiga.
Mana tomo la orden y se retiro de aquel lugar para dirigirse a la cocina, pero al momento en el que ella se retiro, las dos jóvenes se percataron que algo se le había caído al suelo. Después de aquel acto Ishizu recogió lo que se le había caído a Mana, pero al observar que era, noto que se trataba de una carta de duelo de monstruos, ya que era valkiria la maga.
Ishizu: mira Kisara, ella juega duelo de monstruo como nosotras, y al parecer ella juega con magos.
Kisara: ¡si! Hay que retarla, que importa la clase social, lo que importa es divertirse.
Después de aquella conversación entre ambas chicas, Mana trajo las ordenes de las señoritas, pero cuando se iba a retirar.
Ishizu: espera señorita, se te cayo esto hace rato – dándole la tarjeta.
Mana: mi carta, gracias -tomándola
Kisara: oye, quieres jugar, suponemos que juegas –sonriendo.
Mana: ¡claro! Me reuniré con un amigo después de mi turno, quieren venir.
Ishizu y Kisara: ¡si! nos encantaría.
….
Yami: con que así conociste a tus dos mejores amigas.
Mana: sipi –sonriendo.
Yami: bueno, ahora puedo contar yo esta parte.
Mana: ¡claro!
Yugi: ¡ooooooooh! Va a contar ramitas y hojitas Tudor o prefieres que te diga Yami ramitas tudor –riéndose a carcajadas.
Yami: bueno comienzo –tratando de ignorar a Yugi.
….
Mientras en el palacio, Yami se arreglaba y se ponía sus jeans azul, playera negra y chaqueta azul, sin olvidar su deck a la izquierda en su cinturón negro.
Yami: bueno a escaparme –sonriendo.
Después de aquel pensamiento, éste salió con cautela del palacio para que nadie lo viera. Después de que logro abandonar el palacio se dirigió hacia el restaurante donde trabajaba Mana.
Pasaron las horas, para entonces Mana ya había terminado su turno, y en ese momento Mana, Ishizu y Kisara salieron del lugar.
Yami: ¡Hola! Mana –entusiasmado
Mana al ver a Yami se emociono tanto, ya que volvió a ver a su preciado ángel con ella.
Mana: Yami viniste creí que no vendrías el día de hoy, te presento a mis dos amigas Ishizu, Yami, Yami Ishizu, Kisara, Yami, Yami, Kisara –alegre y presentándolos uno del otro.
Mana: ellas también son duelistas y juegan con magos como yo jejeje, cierto chicas –entusiasmada.
Ishizu y Kisara: ¡si!
Yami: mucho gusto chicas –alegre.
Mana: sabes, las conozco muy poco, pero son geniales.
Mana, Ishizu y Kisara tuvieron duelos mientras que Yami solo observaba la felicidad que mostraba Mana en su rostro, mientras que se enfrentaban descubrieron que tenían mucho en común que se hicieron las mejores amigas.
Mana: somos ¡las mejores amigas! –gritando.
Ishizu y Kisara: ¡Claro, las mejores amigas del mundo!
Mana: ¡Es Genial! –con el movimiento de manos.
(Divine Atem: el movimiento de manos como lo hace juudai yuki jeje)
…..
Mana: ese dia fue uno de los mejores, ese dia conocí a mis mejores amigas –muy alegre.
Yami: si, y me dejaste un ratito solo, pero no importa porque vi tu linda sonrisa de ángel –sonriendo.
Yugi: pueden seguir contando –gritando para llamar la atención.
Yami: si, aun no eh terminado.
….
Las tres chicas se despidieron y Mana e Yami siguieron dueleando, sin embargo entre ambos no había ganador, Mana ganaba uno y el siguiente lo ganaba Yami, a si continuaron hasta que sonó el reloj anunciando las 3:00 de la tarde.
Mana: me tengo que ir –entristecida.
Yami: te acompaño, al cabo vivimos cerca –sonriendo.
Mana:¡si! Qué bien –muy alegre.
Después de aquella conversación, ambos jóvenes se fueron, y durante transcurso Yami le comenzó a preguntar a Mana de su vida.
Yami: ¿cuéntame de ti Mana?
Mana: bueno, desde que tengo 6 años juego duelo de monstruos, mi padre es un borracho, mi madre es la persona más linda del mundo, soy alegre y siempre veo hacia el futuro, mi hermana es muy tierna como un champiñón.
Yami: ¡un champiñón! –exclamando duda.
Mana: es que tiene el corte de cabello como un champiñón.
Yami: enserio, me gustaría conocerla –riéndose.
Mana: cuando gustes, tengo muchos sueños, pero el principal es tener un hermoso vestido y bailar un hermoso vals con el joven mas apuesto.
Yami: algún dia se te dará, y por cierto se te olvido esta propina ayer.
Mana observo y era otra moneda de oro.
Mana: otra, ayer me dieron una idéntica, deja agradezco ¡gracias al que me dejo esto de propina! Listo –emocionada.
Yami: jajaja eres muy linda –sonriendo.
Mana: gracias, que mas, ha también me gusta la cultura egipcia y otro de mis sueños es viajar a Egipto y mas, pero tu cuéntame de ti –tímida.
Yami: (nervioso) yo, yo soy bibliotecario y no me dejan salir, porque según mis padres algún dia seré la persona más importante para Londres, pero solo deseo ser una persona común y corriente, conocer lugares y tener amigos y amigas como tú.
Mana: ¡ooooooooh! Se me olvido lo que te iba a decir jajaja –distraída y riéndose.
Mana y Yami estaban conversando tan alegremente, que a ambos se les paso el tiempo rápidamente.
Mana: bueno Yami, vete con cuidado.
Después de aquellas palabras de despedida, Mana se acerco y beso en la mejilla a Yami.
Yami: hasta mañana Mana –sonrojado.
Yami aun todo sonrojado se acerco a Mana y se despidió de ella con un beso en la mejilla, sin embargo Mana se sonrojo peor que un jitomate. Después de aquel acto, Mana entro a su casa y cerro su puerta. Yami al escuchar el reloj dando las 4:00 de la tarde comenzó a correr de nueva cuenta lo más rápido que podía
….
Yugi: yo quiero decir eso Yami, puedo siiiiiiiiiiiii –ojos lindos.
Yami: está bien.
…
Yami no sabía cómo entrar al palacio y se volvió a brincar la barda, pero ahora al vez de caer en los arbustos cayó en Yugi.
Yugi: ¡aaaaaaaah! Quítate Yami –adolorido.
Yami: perdona hermano, no fue mi intención –preocupado y levantándose.
Yugi: lo sé arbolito Tudor.
Yami: soy Yami Tudor, no arbolito Tudor.
Yugi: está bien, ramitas Tudor –provocando burla.
Ambos hermanos se levantaron, después de ello Yami se fue a cambiar para que no sospecharan sus padres de él.
…..
Mana: te cayó encima Yugi –mirando a Yami.
Yugi: si, Yami ramitas Tudor Rey de los arbustos de Inglaterra, me cayó encima.
Yami: puedo continuar Mana –cambiando la conversación.
Mana: ¡claro! Yami continua, (susurrando) ramitas Tudor.
….
Fue un día tan especial para Yami ya que conocía más a su amada, él no dejaba de pensar ni un segundo en ella que se confundió en una palabra por su nombre.
Reina Isabel: hijo mío, ya has comido –seria.
Yami: si Mana –enamorado.
Reina Isabel: ¿Mana, quien es Mana? –sorprendida.
Yami: es el nombre de mi arbusto madre, en donde me duermo siempre, pero me eh confundido –nervioso.
Reina Isabel: le has puesto nombre a tu arbusto –sorprendida.
Yami: si, si es que me eh encariñado con mi arbusto, y si ya he comido.
Reina Isabel: bueno, te dejo hijo mío.
…..
Mana: le pusiste mi nombre al arbusto jajajaja –riendo.
Yami: fue lo primero que se me ocurrió.
Yugi: aparte para caer en el pobre arbusto, te atreves a bautizarlo jajá –burlándose de Yami.
Yami: ni se te ocurra decirme ramitas tudor –amenazando a Yugi.
Yugi: cierto se me avía olvidado decirte, ¡ramitas tudor! –alegremente.
Mana: que paso después.
Yami: bueno, ese día me fui a dormir, no dejaba de pensar en ti, en tu sonrisa, en tu entusiasmo, en tu alegría y tu mirada de un bello ángel, me encantaba estar a tu lado hasta que cumplí 12 años, estudiaba día y noche, ya no me podía escapar tan seguido como antes –serio.
Mana: claro, bueno ahora cuento yo –un poco triste por ese horrible recuerdo que iba a relatar.
…..
Pasaron 4 años para entonces Yami tenía 12 años y Mana 11 años de edad. Yami en ese tiempo ya no iba muy seguido con Mana ya que lo tenían prácticamente encerrado todo el día pegado a los libros, para entonces Mana se sentía muy triste, pero sus amigas le daban ánimos y alegría. Un día Yami no fue a ver a Mana, ese día Ishizu y Kisara fueron a ver a Mana a su trabajo.
Ishizu: ¡hola Mana!
Kisara: ¡hola, como estas amiga!
Mana: bien, pero un poco triste ya que Yami no ha venido el día de hoy, de hecho ya no viene casi; lo conozco tan bien que estoy segura que lo han de ver puesto a trabajar, yo conozco sus alegrías, sus tristezas, sus sueños, y sus sentimientos, me encanta –suspirando.
Ishizu: uuuuuuuh te gusta verdad –mirando la cara de enamoramiento de Mana.
Mana: si, es alguien especial, lo amo.
Ishizu: pues yo diría que el también siente algo por ti, pero no me hagas caso.
Kisara: si, algún día será tu novio o hasta ser tú esposo, umm, por cierto podrías venir a mi casa, te invito bueno si aceptas venir.
Mana: ¡claro! Encantada, pero no tengo la vestimenta correcta.
Ishizu: no importa amiga.
Kisara: claro que no importa, eres nuestra amiga y como seas, eres bienvenida.
Mana, Ishizu y Kisara se fueron a casa de Kisara, una vez que llegaron a aquel lugar, entraron a la habitación de Kisara.
Una vez en aquella habitación Kisara abrió un armario lleno de vestidos lujosos, para que mana escogiera uno de ellos.
Kisara: este es mi regalo de cumpleaños hoy 30 de diciembre, espero te guste, así que escoge un vestido.
Mana: pero son tuyos, no lo puedo aceptar, ustedes ya me han dado un gran regalo y es su amistad –lagrimas en los ojos.
Kisara: toma uno, ese es mi regalo para ti, y yo te recomendaría el color vino.
Mana: ¡gracias! Amigas.
Mana tomo el vestido y se soltó llorando en Ishizu por la emoción.
Ishizu: no llores amiga, mira este es mi regalo para ti –sonriéndole.
Ishizu saco una hermosa joya, que se trataba de un hermoso collar de diamantes que le dio a mana.
Mana: ¡gracias! Nunca me imagine esto –alegre con lágrimas en los ojos.
Kisara: anda, ponte el vestido que te di y el collar que te dio Ishizu.
Mana: si claro –feliz.
Mana se cambio y lucia muy bonita aunque su cabello no demasiado.
Ishizu: falta el cabello ¡yo la cepillo!
Kisara: yo hago el peinado –emocionada.
Ishizu: y las dos la maquillamos.
Ishizu e Kisara sacaron sus artículos de belleza y pusieron a Mana tan bonita que ni ella misma se reconocía.
Mana: esta soy yo, soy muy bonita, nunca me imagine ser tan bonita.
Kisara: pareces de nuestra clase social, a lo mejor un ancestro tuyo fue alguien de mucha alcurnia.
Ishizu: si, bueno Mana te falta un abanico y una bolso, deja te los doy.
Mana: ¡gracias! Tengo que irme a casa espero verlas mañana.
Ishizu y Kisara: ¡claro! Ahí estaremos amiga.
Mana se retiro con el hermoso vestido puesto, que quien la viera no imaginarían que era la chica de bajo mundo que ni para un cepillo tenia.
Mana ya estaba a punto de llegar a su hogar, cuando de pronto se topo con su amigo Bakura.
Bakura: buenas tardes señorita, creo se ah perdido –educado.
Mana: hola Bakura, soy yo, Mana.
Bakura: ¡Mana! Que te hiciste, veo que ya no eres de nuestro mundo.
Mana: aun lo sigo siendo, solo que esto fue un obsequio de mis amigas.
Bakura: te acompaño, no te vayan a robar o hasta raptar, y luego que hacemos.
Después de aquellas palabras por parte de Bakura, este acompaño a Mana a su hogar.
Mana: gracias por traerme.
Bakura: de nada amiga, hasta luego –despidiéndose.
Mana entro a su casa, pero cuando entro se topo a su padre que se encontraba esperándola en la entrada de la casa.
Padre: ¿qué haces con es vestido? Te vez espantosa fingiendo ser algo que no eres niña boba.
Mana: eso no te importa es mío y no tuyo –llorando.
Padre: quítatelo seguro que te lo robaste niña tonta –rompiendo el vestido.
Mana: ya deja de romperme el vestido, es mío, es mi regalo de cumpleaños –llorando.
Padre: pues se llamaba vestido.
El padre le rompió 4el vestido a Mana y después de aquel acto de barbarismo se fue de la casa. Mana en ese momento solo lloraba en un mar de lagrimas, ella solo pensaba que sus amigas la odiarían, que lo único que pedía era que su amado Yami fuera a consolarla y le dijera que todo estaría
Mana: ¡Yami! Sálvame te necesito – grito mientras caía de rodillas al suelo.
Mientras en el palacio. Yami sintió que lo llamaban a gritos, que en ese momento se levanto del escritorio en donde se encontraba escribiendo.
Yami: (pensando) Mana me gustaría ayudarte y sé que ese llamado es tuyo, pero no puedo hacer nada para ayudarte en este momento –serrando su puño.
Yami se sintió muy triste que se dedico a escribir una carta para ella, en ella se despedía, ya que se tenía que marcharse de su lado, para ir a estudiar a Italia por órdenes de su padre.
Yami: (escribiendo) Mi querida mana, no estaré contigo ya que saldré del país a estudiar ya que fue una orden de mi padre, no sabré de ti y eso me entristece, mi adora mana, estos cuatro años que te he conocido, se que eres la persona más especial que he conocido, sin olvidar que eres la persona más importante de mi vida, nunca dejo de pensar en ti y nunca lo hare, cuando vuelva espero encontrarte bien mi querida mana, tú me conoces a la perfección, conoces mis sentimiento, mis alegrías y mis tristezas, yo también te conozco a la perfección y yo se que a ti no te importa la fortuna, solo te importan tus amigos, tu familia y que quieres lo mejor para ellos, y eso me facina de ti, eres la persona más especial que he conocido, espero que cuando vuelva no haigas cambiado, y desde que te conocí te he querido decir esto ¿quieres ser mi novia? Y espero podértelo decir de frente cuando vuelva, te amo mi bella princesa soñadora.
Att. Yami
Escribió Yami con lagrimas en los ojos porque no quería dejar a su adorada Mana. Después de aquel acto, él metió la carta en un sobre, para después escapar del palacio por unos momentos para dejar la carta en casa de Mana. Yami dejo en el piso de la entrada la carta y toco la puerta para después echarse a correr para ocultarse de Mana.
Mana abrió la puerta y vio el sobre en el piso lo levanto y el sobre decía.
Para: mi único tesoro Mana.
De: Yami.
Mana entro a su casa y abrió el sobre y lo comenzó a leer en su pequeña habitación.
Mana: (llorando y leyendo en voz un poco alta) Mi querida mana, no estaré contigo ya que saldré del país a estudiar ya que fue una orden de mi padre, no sabré de ti y eso me entristece, mi adora mana, estos cuatro años que te he conocido, se que eres la persona más especial que he conocido, sin olvidar que eres la persona más importante de mi vida, nunca dejo de pensar en ti y nunca lo hare, cuando vuelva espero encontrarte bien mi querida mana, tú me conoces a la perfección, conoces mis sentimiento, mis alegrías y mis tristezas, yo también te conozco a la perfección y yo se que a ti no te importa la fortuna, solo te importan tus amigos, tu familia y que quieres lo mejor para ellos, y eso me facina de ti, eres la persona más especial que he conocido, espero que cuando vuelva no haigas cambiado, y desde que te conocí te he querido decir esto ¿quieres ser mi novia? Y espero podértelo decir de frente cuando vuelva, te amo mi bella princesa soñadora.
Att. Yami
Mana al terminar de leer, sus ojos se llenaron de lágrimas, no soportaba la idea de que su más grande universo se apartara de ella.
Mana: ¡Yami! No me dejes, te necesito más que nunca, eres mi felicidad y sin ti será el fin –llorando.
Mana salió de su casa a la calle y grito con todas sus fuerzas.
Mana: ¡Yami! Te necesito, quiero ser tu novia, no me dejes por favor, eres mi felicidad.
Yami no estaba muy lejos que escucho a Mana, al escuchar sintió que su corazón se partía en dos, que decidió mejor irse corriendo hacia el palacio para no seguir escuchando como su más preciado tesoro sufría por él.
Yami: perdóname Mana, yo no eh decido apartarme de tu lado, fueron mis padres los que me obligaron, pero no puedo revelarte quien soy –en sus pensamientos mientras corría con lagrimas en los ojos.
Mana se metió a su casa y siguió llorando.
Mana: no pude ser eh perdido a mi universo en vida, y el vestido de mi cumpleaños que me obsequiaron mis amigas, de seguro me odiaran, no querrán ser mis amigas jamás, ellas son mis únicas amigas del mundo y no las quiero perder jamás, este ah sido mi peor cumpleaños –llorando.
Mana sufría tanto, ella no quería que llegara el mañana pero tenía que afrentarlo como su amado Yami lo hizo.
…
Yami: cuando mis padres me dieron esa noticia me puse muy triste, no poder verte, eso me dolió y por esa razón decidí escribirte –triste.
Mana: yo sufrí más que tú, ese dia me sucedió todo, fue mi peor cumpleaños, y después no me resignaba a perderte –triste.
Yugi: todo saldrá bien jejeje, o me equivoco –intentando alegrar a Yami y Mana.
Mana: tienes razón Yugi –un poco más alegre.
Yugi: ¡sí! Todo sale bien, verdad ramitas tudor –alegre y feliz.
Yami: me rindo me seguirás diciendo así –con una cara de rendimiento.
Mana: todo sale bien teniendo fe, a demás no perdí a mis dos mejores amigas.
Yami e Yugi: ya nos dimos cuenta, nunca se separan, se nota que son las mejores amigas.
Mana: ¡somos geniales las mejores amigas!
…
Divine Hathor: espero le haiga gustado el primer capítulo, me parece que este fic es muy largo en capítulos, que según mi hermanita Maru es mi biblia jajá, este fue uno de mis primeros fic y pensaba continuar escribiéndolo terminando juego criminal, pero por petición de mi hermanita Ali Kasejin y Sayori Sakura lo continuare en estos meses n.n
Por cierto, en este fic siempre me eh tardado en escribirlo, a causa de que son capítulos muy largos XD. Así que chequen la actualización más o menos cada medio mes o un mes, sin nada más que decir me despido, hasta el próximo capítulo sayonara n.n
