NOTA DE UNO DE LOS AUTORES: Hola queridos lectores! Les aviso que quien en este momento les escribe no es la legítima dueña de esta cuenta, Neverlander, sino una amiga. Me presentó mi nombre es MJ, alias; Miss Darkness. ¡Desde ahora compartimos su cuenta para escribir nuestras historias ^^! Por… una larga historia XD. El punto al que quería llegar es que esta es mi primera historia, pero obtuve mucha ayuda de (precisamente) neverlander por lo que esta historia fue creada entre dos autoras! ¡Les doy infinitas gracias por meterse a leer la historia!

Soy nueva en esto así que quizá haya algunos errores ortográficos o quizá un desarrollo de la historia no muy detallado, me disculpo sinceramente por eso :3 ahhh, y también porque quizá este primer capítulo es muy largo, pero es que es de los más importantes. Espero quizá algunas críticas para mejoras. :D

Bueno, sin más espera, los dejo leer C:

Miss Darkness: con respecto a los derechos de autor, no nos pertenece Demasita! PPGZ ni sus personajes. Disfruten!

~TENIAS QUE SER TU~

31 de Octubre, Halloween.

La calle está repleta de niños disfrazados de diversos monstruos, hadas, seres mitológicos y… ¿Una zanahoria?

Que poca imaginación ¿No crees, Brick? – Dijo una voz sonora, dividida entre risas a mi lado. Yo solo me encogí de hombros tal como suelo hacerlo. Aquella voz pertenecía a mi buen amigo, Boomer. Él sonrió ante mi acción, como también ya era costumbre.

Boomer era blanco, tenía pecas con cabello de un tono parecido al del sol, y a este, lo acompañaban unos ojos azul zafiro como el cielo. Su edad era de 14 años, al igual que la mía. Sin embargo, yo soy completamente diferente a mi compañero. Para empezar soy pelirrojo, de un color obscuro; mientras que mis ojos son de un peculiar color rojo y mi piel es algo más pálida que la suya. Creo en realidad no haberme presentado. Que tal, mi nombre es: Brick Him.

Seguimos caminando, ambos, entre los niños que corrían ansiosos con sus bolsas llenas de dulces hacia una nueva casa. Pasamos las calles más densas, quizá entre algunos empujones y caídas, pero finalmente lo logramos.

Oye, ¿Sabes si nos vamos a encontrar con Butch ahí o no va a ir? – Me preguntó, rompiendo nuevamente el silencio que nos aquejaba.

Me dijo que se le hacía una pérdida de tiempo, pero que si realmente tenían buena comida contáramos con que se quedara un rato – Le dije secamente. El soltó una risita por la forma de actuar de nuestro compañero. Butch Jojo, más que mi amigo, al igual que Boomer; como un hermano. Tenía el pelo color azabache, siempre desordenado, al igual que nosotros. Y unos ojos verdes causantes del derretimiento de chica a la que miraba… nuevamente, al igual que nosotros. Nos conocemos desde los tres años gracias a la amistad de nuestros padres, cosa la cual estuvo de lujo, ya que sin ese lazo de ellos no podría haber conocido a los idiotas de mis mejores amigos. Podría decirse que éramos los galanes de la escuela, apodados para los chicos como Los chicos alborotadores y para las chicas como Los dioses de la secundaria.

Rodé los ojos ante el pensamiento, no me malinterpreten. No es que me disguste ser popular y esas cosas, pero ese hecho nos rodea de chicas bobas soltando baba tan solo con mirarnos y chicos celosos diciéndonos tonterías. Claro está que siempre terminan en el hospital… pero no dejan de ser una constante molestia en el culo.

Creo que me alejé del tema principal…

Nuestro rumbo era dirigido hacia la casa de mi amigo, donde habría una fiesta con todos nuestros compañeros de clase y vecindario. Estábamos a tan solo pocas calles ahora, así que aligeramos el paso. Aquí ya no había tantos niños.

Aburrido, dirigí mi mirada a mi lado izquierdo, y para mi sorpresa me encontré con una de mis compañeras de clases. Su nombre era Momoko, pero no pregunten más. Realmente no la conocía, es decir, llevamos ocho años en la misma clase pero todo lo que sabía no era más que su nombre y edad. Y no es que siquiera me interesaba saberlo. Es solo que con ella tenía una relación extraña. Esa pelirroja, junto con sus mejores amigas de las cuales no recuerdo ni el nombre… Matsubara y Miyako, creo. A diferencia de las otras chicas, no tenían interés en nosotros. Lo cual de algún modo me aliviaba… es decir, tres locas chicas fans menos de las cuales escapar no eran de menospreciar. Y es que en realidad la rubia y la morena no eran molestia de ningún modo… al menos para mí, no sé si decir lo mismo de mis socios. Pero creo sospechar que con la pelirroja niña melocotón era algo más, era como si la tratara de unir fuerzas entre ellas para echar abajo lo que varias veces ella misma recalcó ser nuestro "legado". Claro está que nunca lo lograba, y en lo que a mi concierne eso no le agradaba. En realidad, en general creo ser yo quien no le agradaba.

Hn, niña loca. Pensé y me encogí de hombros.

Creo que viene acompañando a su hermana, pero igualmente se disfrazó. Tiene que tener mucha personalidad para disfrazarse de una flor… – Dijo Boomer sonriendo de manera divertida, mirando hacia la pelirroja – Yo no tendría el valor de disfrazarme aunque mi hermano me lo pidiera.

Eso es porque tú te verías ridículo disfrazado como una flor – Dije con un toque burlesco en mi voz – Bueno… – Seguí. – No tanto como ella, pero lo harías igualmente.

Soltó una carcajada – Sigamos…– Dijo retomando el camino, yo lo seguí.

No solo un par de minutos después escuche un grito de alerta detrás de nosotros.

¡CUIDADO MOMOKO! –Grito una niña pequeña de unos seis años de edad. Su voz totalmente asustada, corrompida por el hecho que estaba por suceder.

En cuestión de segundos Boomer y yo volteamos a buscar el dueño de aquella voz, solo para encontrarnos presenciando la desgarradora escena.

Solo logré escuchar los frenos de un automóvil ser usados con terquedad. Y después…

¡CRAK!

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.

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¿¡Qué rayos…!? –Me quejé, sobándome la cabeza por el golpe que me di con la litera de arriba, al levantarme brutalmente.

¿Otra vez esa pesadilla hermano? –Preguntó la dueña de la voz de arriba, en la litera. Asomando su cabeza, dejando ver su cabellera castaña/rojiza.

Te he dicho ya un millón de veces que no es un sueño –Gruñí. – Es un recuerdo.

Lo sé, lo se… – Dijo comprensiva – Pero si yo fuera tú, preferiría verlo como un sueño que nunca pasó, en vez de un recuerdo que te persigue por las noches. ¡A mí me daría pavor dormir!

Es por eso que tú no eres yo –Dije y salí de la habitación, ya con mis cosas en la mano. Dirigiéndome al baño.

Como me es costumbre, después de bañarme y vestirme, baje a la cocina para encontrarme con mi mamá haciendo el desayuno.

Brick, tú de verdad no tienes remedio, ¿Cuántas veces te tengo que decir que no bajes con el pelo mojado? Te vas a enfermar, ¡Y allá tú! –Me gritó sin quitarle los ojos de encima a la comida.

Agarré mi mochila, un par de panes y con las llaves de la casa en la mano, salí.

No después de tanto tiempo, ya me encontraba en la entrada de la escuela.

Linda patineta amigo, ¿Es nueva? –Preguntó uno de mis idiotas compañeros, apuntando a la patineta con la que me fui de casa esta mañana.

Es la que eh tenido desde los dos años –Rodé los ojos irritado mientras me adentraba al salón de clases.

Ya en la escuela, las horas pasaron volando. Suertudos los profesores de las clases en las que prestaba atención, porque por lo general simplemente dormía, los molestaba o me escapaba.

Por fin… Pensé caminando de regreso a mi casa. Iba montado en la patineta, despreocupado de lo que me rodeaba.

Sin quererlo, de repente logré escuchar un leve sollozo de un lugar no muy lejano.

No tengo ni la menor idea de lo que pasó por mi mente en ese momento, pero como si mis pies llevaran vida propia se movieron al lugar proveniente del llanto.

Me encontré parado a metros de un árbol bastante verde para mi gusto. Y sobre él, una niña de mi edad. No lograba visualizar su cara, pero su cabello era un pelirrojo excepcional, ondulado y largo. Inconscientemente me recordaba algo.

Sin importarme en hacer presente mi presencia ahí. Simplemente me quedé parado, tratando de resolver el misterio. ¿Será solo mi cabello a lo que me recuerda? Pensé.

No gracias a ningún sonido proveniente de mí, pero la niña paró los lloriqueos. Y aún sin mostrar todo su rostro me dejó recordar quien era.

¿¡Pero que…!? –Grite prácticamente para mis adentros. ¿Cómo era eso posible? La niña de pelos naranjas casi frente a mí era Momoko, la misma persona que yo vi morir hace poco menos que un mes atrás. Entonces… ¿Que pasaba aquí? – Que mala broma se llevaron –Gruñí a la niña, la cual me observaba petrificada, como si hubiera presenciado un fantasma.

Puedes… ¿Puedes verme? –Preguntó con una expresión que no sabría explicar.

Rodé los ojos ante su insistencia por hacerme creer su actuación.

Lo que sea…– Dije indiferente. Me volteé para cambiar de dirección y seguir mi camino.

¿Brick? – Insistió, en su voz se notaba alivio y también algo de desconcierto.

La pronunciación de mi nombre proveniente de ella fue nuevo, extraño. Es que siempre me llamaba por mi apellido. Sin embargo no me detuve, y volvió a llamarme.

¡Brick! –Grito, como para que todos los de alrededor la escucharan. Pero nadie volteó, eran como sordos a sus gritos chillones.

Es extraño, por lo general cualquiera se irrita con sus lloriqueos, ¿Por qué nadie voltea? Me pregunté.

No quería otro de sus gritos, o mis oídos comenzarían a sangrar. Por lo que volteé pesadamente hacia ella, con cara de pocos amigos.

Lo sabía…– Dijo feliz, irradiando alegría – ¡Lo sabía! ¡Puedes escucharme!

¿Y quién no? ¿Te has escuchado gritar, chica melocotón? Hasta China te escucha…– Me quejé.

Sonrió de una manera angelical. Se veía como si su mundo volviera a tener color – Ya no me importa tu comportamiento grosero, ¡Alguien puede verme! No puedo creerlo, finalmente no estoy sola…

Fruncí el ceño en señal de desentendimiento. Quería preguntarle que le pasaba, pero temía que me diera un enorme discurso de esos de los suyos que llegan a durar dos horas. No tenía el tiempo ni la paciencia.

No tengo ni la más mínima idea de que estas hablando, o de porque quieres seguir con esta bromita tuya, pero sabes que… no me interesa y no tengo tiempo que perder – Dije y tome mis cosas – Nos vemos…

Entonces, la pelirroja, como horrorizada por mi partida bajó de un salto del árbol en el que se encontraba sentada y corrió hacia mi. – ¡Espera! – Gritó tratando de tomarme del brazo, pero no lo logro, ella… ¿¡Lo traspasó!?

¿¡Q-que rayos!? –Tartamudeé exaltado.

Ella solo sonrió y como si fuera lo más natural del mundo, dijo – Cuesta acostumbrarse, yo llevo casi un mes y todavía no lo hago. Pero ya que te encontré y puedes verme, ya verás cómo pronto nos las arreglamos.

¿H-he..? –Fue lo último que alcancé a pronunciar antes de que la pelirroja empezara a hablar nuevamente.

¡Si! No tienes idea de cómo me sentí durante tanto tiempo sola, tratando de encontrar a alguien que me viera o escuchara para poder hablar. ¡Pero nadie lo hacía! Todos pasaban de largo, y cuando trataba de acercarme los traspasaba. De hecho, dicen que una vez que un fantasma se queda vagando en la tierra es porque no cumplió su destino en la vida. Por lo que yo supongo, morí antes de tiempo. ¡Pero ahora estoy muy contenta! Porque alguien puede verme. ¡Y ya verás cómo siempre voy a estar a tu lado para hablarte y poder jugar contigo! Y bueno, como aún estoy muy lejos para encontrar mi propósito en este mundo y para cumplirlo ¡Tendremos tiempo hasta de sobra para hacernos amigos! Además, ¿Sabías que…? – Y lo que escuché de ahí en más fue "blablabla".

Solo una cosa pasaba por mi mente…

¿¡QUE CARAJO!?

Miss Darkness: ¡Hey! Hola otra vez ¿Qué tal estuvo la historia hasta ahora? Bien, medio, malo…? Para aclarar quizá algunas dudas que tengan, Boomer, Brick y Butch no son hermanos como en la serie, sino que son grandes amigos. ;) Cualquier pregunta, duda que tengan solo háganla, o quizá algunas sugerencias para mejorar la historia :D cualquier cosa es bien aceptada. Espero que les haya gustado el capítulo, subiré el siguiente en cuanto pueda, lo prometo. Se despide ~Miss Darkness~.

Pero antes de irme quiero agradecerles nuevamente por leer ^^ jajaja ya see, soy muy persistente. Y también a mi gran amiga por ayudarme con la historia, dejarme publicarla aquí y por todo su apoyo. "Tenias que ser tu ¬¬" está dedicado a Neverlander - 2013 y ZoeALYce.