—¡Getsuga Tenshō! —grito Ichigo, o mas bien trato. Por que ya no aguantaba… ya no podía… después de pelear con Nnoitra Jiruga… ya no podía. Y aun le faltaba pelear con muchos mas para poder huir.

Había venido a salvar a Inoue y lo logro. Pero le había dicho a todos que se fueran sin el, que el podría salir de ahí y alcanzarlos… y les había fallado.

Cansado, se dejo caer.

Por su culpa todos iban a morir. Aizen iba a ir al Seireitei con sus espadas e iba atacar a todos sin piedad. Todos… Yoruichi-san, Ukitake-san, Kyoraku-san Urahara-san, Su padre, Toshiro, Byakuya, Rangiku-san, Hiyori, Shinji… y por su culpa.

—Rukia…—susurro, recordando a su amiga.

—Ha llegado tu hora, Kurosaki Ichigo, —dijo el Arrancar.

Ichigo cerró los ojos, esperando sentir algo, pero… nada.

Los sonidos de espadas chocar, y un reiatsu muy alto. Parecía muy poderoso… era como si fuera un capitán… con una fuerza superior…

No fue plenamente consiente de cuando la pelea termino, pero cuando abrió los ojos… se encontró con una mujer.

Era pequeña, apenas un poco mas alta que Rukia, pero mas pequeña que Inoue. Tenía el cabello blanco con las puntas negras y ondulado, su cuerpo era parecido al de la capitana Soi Fong. —Al fin despertaste, —le dijo ella y volteo a verle.

Ichigo la miro y se dio cuenta de que su rostro tenia facciones en forma de pera y una bonita sonrisa. Traía unos lentes oscuros extraños, que le impedían verle los ojos. Era bella…

—¿Quién eres tu? —pregunto con calma.

Ella sonrió y avanzo hacia el, tropezando con una piedra. —Lo siento…—se disculpo—, soy Higashikuni Beratziel. Tu eres Ichigo, ¿no? —pregunto con una bonita sonrisa.

Ichigo la miro, embobado. ¿Quién era ella? ¿Por qué vestía como una Shinigami? ¿Por qué le hablaba como si se conocieran de siempre? ¿Por qué tenia un reiatsu muy alto? Y aun mas importante… ¿Por qué cargaba con tres katanas?

Una la tenia en forma vertical por la espalda (N/A: Como Wonderweiss) y las otras dos las cargaba cruzadas, formando una cruz con ellas haciendo que las tres juntas lucieran como un asterisco.

—¿Qué es lo que quieres? ¿De donde saliste? —pregunto el.

Ella suspiro. —Como te habrás dado cuenta, soy una Shinigami…—el asintió. —Bueno, pues… vine por que tengo una misión que cumplir.

Ichigo la miro atentamente. ¿Misión? ¿A que se refería con eso?

El chico trato de pararse, mas ella le puso una mano en el hombro y con gran fuerza lo hizo sentarse de nuevo. —Quédate ahí, estas muy lastimado…

El dolor era lo de menos. —¿Cuál es tu misión? —pregunto el, mirando todos los vendajes en su cuerpo.

Ella levanto la vista y miro la luna. —Debo vencer a Aizen Sosuke…

Ichigo abrió los ojos. —¿Qué sucedió? —pregunto, confuso.

La peliblanca rio: —Te desmayaste, Ichigo…

El chico pareció recordar todo. —¿Planeas luchar contra Aizen? —dijo, tratando de mantener la calma.

Ella asintió.

—¿Cómo? Por que, no se si te habrás dado cuenta, pero su Zanpakuto es ilusoria…—dijo el chico, como si le estuviera hablando a un discapacitado.

—Eso no funciona conmigo… —dijo ella muy segura y con una sonrisa.

—¿Cómo puedes decirlo con esa sencillez? —pregunto Ichigo.

Ella se removió incomoda y pasaron unos segundos hasta que hablo:

—Por que mi Zanpakuto esta diseñada para ello…

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