¡Hola pequeños amantes de los fics, historias, poemas y demás! Lo sé… lo sé… hacía tiempo que no me pasaba por aquí… y no he actualizado fics… de verdad, en serio, lo lamento… no pondré excusas, simplemente lo siento… *se va a un rincón deprimida*
Bueno… les he traído este pequeño Fic/One-Shot (como lo quieran considerar) que constara de dos capítulos. Tenía pensado dejarlo en un One-Shot de un solo capi pero será bastante largo… como siempre, mis capítulos no tendrán nombre, asi que pueden llamarlos como les plazca. Después de mucho pensar y pensar en un nombre (por esto no publicaba) se me ocurrió uno bastante sencillo y que encerraba a la perfección la temática… "Hermanos" asi que espero que les guste ^-^
NOTA: HTF no me pertenece a mi… si no a Mondo Media y a sus respectivos creadores. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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Te pensabas tan listo…
-¡Por favor! ¡Ya déjame salir! ¡Te lo imploro! -
Creías que todo saldría bien… te atreviste a retarme a mi… a la única persona que jamás dañarías…
-hermano… te lo suplico… ¡déjame ir!-
Ay mi vida… mírate… rogando piedad… ¡Ja!... como si la merecieras…
-¡Deja que me vaya!...por favor… o mátame de una vez… me dejes vivir o me hagas morir ¡me da igual!-
Eso… suplica… pide como el perro que eres…
-Mátame a mí… pero deja a mi familia… déjalos a ellos… tortúrame, hazme sufrir, saca mis entrañas y dame de comer a los cuervos, ¡haz lo que se te venga en mente conmigo!... pero libera a mi esposa… libera a mi hija… te lo pido…-
…¿Qué?... Jajaja debe ser una maldita broma…
-Deja que ellas se vayan…-
Primero las asesinare frente a ti antes de darte ese lujo… nunca te perdonare desgraciado… Jamás voy a perdonar lo que me has hecho…
-Hermano…-
Para una pareja de casados, el momento más importante de su relación es el nacimiento de su primer hijo o hija… para nuestros padres, el nuestro no fue la excepción de ello.
Mi madre nos contaba de aquel día, según ella, el más feliz de su vida… siempre dejando de lado cualquier cosa relacionada a un detalle que uno de nosotros tenía. A mí me interesaba mucho saber… ¿a qué gemelos no les interesaría saber acerca una diferencia física por la cual los distinguen?
…
15 de marzo de 1979, 22:35 pm
Datos de paciente: mujer de 29 años, en proceso de parto. Contracciones frecuentes, bastante fuertes. Imposibilidad de alumbramiento natural, en extremo necesario se realice una cesárea- al finalizar esta, la mujer se encuentra estable y tranquila.
Estado del producto: gemelos varones estables, con buen desarrollo a pesar de nacer dos meses antes. No requerirán incubadoras, a menos que alguno presente algún tipo de problema no visto anteriormente, dado que aun están en etapa de experimentación.
Datos físicos: cabellera verde pistacho, ojos esmeralda y tono de piel claro. Nariz pequeña, sin ningún defecto respiratorio, del corazón o algún otro.
Nombre: Flippy y Fliqpy (apellidos registrados en la hoja anexa)
Anotaciones extras: curiosamente, uno de los recién nacidos presenta un leve coloramiento ámbar en su iris izquierdo, se estará estudiando de manera frecuente esperando no tenga efectos en su visión.
Hemos tenido al pequeño en observación, sin embargo no parece tener malestar alguno con ese cambio en el color de sus ojos. Es un tanto inquieto, mas no es raro en un bebé. Su iris derecho empieza a presentar el mismo color amarillento, pero como se ha dicho anteriormente no parece sentir dolor o molestias así que simplemente será dado de alta.
...
Desde que mi padre me explico esto, simplemente no volví a preguntar nada acerca de nuestro nacimiento. En cambio, a mi hermano parecía interesarle cada vez más y más el por qué de este detalle insignificante que nos diferenciaba de forma física. Yo, en cambio, preferí seguir con otras cosas.
Según mi madre, desde que éramos niños era evidente quien era quien. No solo por el destello dorado de la mirada de uno, sino además por nuestro comportamiento. Mi hermano todo el tiempo fue un verdadero torbellino, uno de esos chicos a los que no puedes dejarles un papel en la mano sin que lo destrocen y hagan una lluvia de "nieve" en la casa. Casi siempre fue más inquieto que yo… a decir verdad, parecía que esto era lo que tanto alegraba a mi madre, las travesuras de mi hermano que nunca se repetían. Todo el tiempo se inventaba un modo de sacarle una sonrisa a mamá y a papá. Aunque me cueste aceptarlo... en parte... sentía cierta cantidad de celos hacia él...
Recuerdo aquel día en que se comió uno de mis dulces preferidos y me moleste. Teníamos alrededor de ocho años, pero él seguía encerrado en los 6. Nunca me atreví a decirle nada, nuestros padres vivían consintiéndole todo y, que yo recuerde, jamás le reprendieron por nada de lo que hizo. No como a mí…
Mi hermano… mi querido hermano… siempre el favorito de mis padres…
…
12 años…
En el 6to grado de primaria, ambos levábamos altas calificaciones. De algún modo, mi hermano siempre era el que llevaba las mejores notas, yo le seguía después.
Nunca presumió de sus habilidades, pero muy en el fondo quería hacerlo, lo sé… quería desprestigiarme, quería dejarme por debajo de él… hacerme quedar como un imbécil… Bah, no le tomaba importancia. A diferencia de él, yo ya tenía novia y la adoraba… Lammy era su nombre, tierna peli-violeta de ojos color gris y sonrisa destellante, sus labios eran más dulces que la misma miel, su piel era más suave que la seda pura, su cuerpo y su frágil mirada demostraban un alma pura y sencilla, su timidez y su carisma me hicieron tomarle mucho afecto… me enamore de ella… y al parecer ella de mi…
Hablábamos de todo un poco, la escuela, la vida, su casa, mi familia, pero más que nada… de mi hermano…
-Es un tanto presumido…-me decía ella con una leve sonrisa-No me agradan los chicos asi…-
-Yo lo soy un poco… ¿acaso no te agrado?-cuestioné sonriendo de lado mientras sujetaba una de sus suaves y delicadas manos-
Me miro unos momentos a los ojos para luego contestar-tu eres diferente… eres tierno… y por eso me gustas…-soltó una ligera risa mientras se acomodaba en mi hombro sin soltar mi mano, Lammy… mi amada oji-grisáceo… mi querida niña linda…
…
La secundaria fueron buenos tiempos, tenia buenos amigos, una hermosa novia, buenas calificaciones y una buena familia. ¡Mi vida era perfecta!... al menos durante un tiempo…
Maldita guerra…
Tenía 14 años, recuerdo que estábamos en clase de Química. La maestra era una persona bastante especial con nosotros, la odiaba pero debo reconocer que era bastante linda… aunque pienso que se merecía lo que paso…
Las bombas estallaron muy cerca de una de nuestras aulas. Lammy corrió hacia mí, abrazándome de manera asustada, sus manos tomaron las mías mientras con lagrimas en los ojos me suplicaba que me quedara a su lado. Me mantuve en el suelo con ella pegados a una pared, mientras la maestra y los alumnos se alejaban de las puertas… un cuerpo entró por la ventana cayendo delante nuestro, su rostro se encontraba cortado de lado a lado dibujándole una horrible sonrisa, a pesar de estar desfigurado pude reconocer quién era…
-Ha…Handy…-mascullé mientras trataba de evitar que Lammy siguiera viendo era escena, lloraba sobre mi hombro, jamás la había visto llorar hasta ese día… hicieron llorar a mi niña… momentos después un grupo de hombres armados entraron al aula, comenzaron a llevarse gente… quería huir con Lammy, pero recibí un golpe justo en el rostro. Tomaron a mi pequeña y la arrastraron con ellos.
Me levante del suelo, un tanto aturdido por el golpe ocurrido momentos antes, aun asi mis sentidos se encontraban alertas, Lammy me llamaba a gritos intentando que volviera a su lado… intente correr, ir hacia donde estaba ella y arrebatarla de las garras de aquellos tipos.
-"¡¿Por qué?! ¡¿Por qué carajos está pasando esto!?..."- me preguntaba con odio hacia mí mismo… no podía digerirlo, simplemente me era imposible pensar que moriría en esta maldita guerra… ¡No! ¡Yo tenía que vivir! ¡Tenía que salvarla…!
-¡Hermano!-escuche por detrás de mí… era él, corriendo hacia donde estaba yo. Me lanzo al suelo de un solo jale poniéndose sobre mi-¡¿Qué crees que estás haciendo?! –grito mientras me sacudía
-¡Déjame! ¡Suéltame! ¡Debo salvar a Lammy!-le gritaba lanzando golpes a diestra y siniestra ¡Él no era nadie para detenerme!
-Por favor hermano, no lo hagas… te ayudare, pero por favor no vayas ahora…-continuaba pidiéndome el. Yo oía como mi amada suplicaba ayuda, quería ir con ella, quería hacer algo pero… no pude…
Escuchamos el sonido del arma, un leve quejido de Lammy gritando mi nombre por ultima vez y el salpicar de su sangre en el suelo… solo eso… sentí como mis pupilas se contraían ¡Pude haberla salvado! ¡Pude haber hecho algo! Pero…
-Hermano…-volvió a repetir con un tono más bajo-yo… yo… lo siento…-me quede en silencio mientras escuchaba sus disculpas-no creí… no pensé que fueran a…-
-Aléjate…-susurre en un volumen apenas audible inclusive para mí-Largo… de mi vista…-insistí sujetando uno de sus brazos con extrema fuerza
-He…hermano…-
-¡NO SOY TU HERMANO!- exalte lleno de ira, creí ahogarme en mi propia bilis, mis sentidos se encontraban al ciento por uno, mis manos se movieron de forma involuntaria hacia su cuello girándome por completo y aferrándolo a él suelo. Sentía como mis pupilas se contraían mas y mas, dolía… debo admitirlo… dolía intensamente mi vista, pero el nivel de adrenalina que sentía en ese momento me separaba de la realidad. Estaba disfrutando en extremo ver como mi hermano comenzaba a ahogarse, como trataba de forma inútil que lo soltara, era maravilloso… ¡lo confieso! Me gustaba…
Una descarga eléctrica… fue todo lo que logre sentí en ese momento… un choque tras mi cuello y un golpe en mi rostro… nunca supe exactamente a donde me llevaron, pero de una cosa estaba seguro… era peor que el mismo infierno…
…
Desperté…
Me encontraba en una habitación oscura, encadenado a una pared. Sentí un dolor terrible tras mi cabeza, no sabía que era pero algo me habían hecho.
-¡¿Dónde están, malditos bastardos?!- exclamé ardiendo en cólera. Con la poca fuerza que tenía me puse en pie y comencé a golpear una de las paredes. La única que podía tocar. Me sentía vacio, inútil, fracasado… y mi hermano… me pregunte a dónde se había ido…
-seguramente… el muy cobarde escapo…-me sentí peor todavía. En verdad se había ido, de verdad me había dejado… mi corazón dejo de latir en ese momento. Me deje caer pegado al frio muro de concreto y cerré los ojos. Deseaba intensamente morir… jamás volvería a ver a mis padres, nunca volvería a ver a mi novia… y mi hermano, mi propia sangre… me había traicionado dejándome solo…
-Maldito mundo de mierda…-musite con odio y un infinito rencor en lo más profundo de mí ser…
…
No sé exactamente cuánto tiempo estuve encerrado. Ni siquiera me interesaba. El primer día que me permitieron salir, un tipo alto y robusto de cabello castaño me dio una golpiza que jamás voy a olvidar… al igual que su lección… nunca confíes en alguien que no conoces…
Me llevaron con su coronel, su nombre era Mark Tigre, tenía unos penetrantes iris color verde pardo, levemente rasgados y una cicatriz en el ojo izquierdo. Usaba un garfio en su mano derecha, era un poco extraño a mi parecer, pero siendo un hombre de guerra no era nada fuera de lo común.
Me presentaron como uno de los que se resistieron a su ataque, según ellos derribé a un chico similar a mí, me electrocutaron sin éxito a dejarme inconsciente y luego acabe asesinando a 5 de sus mejores soldados. Hubo que darme un golpe detrás de la cabeza para que me controlaran. No entendía la mitad de lo que estaba pasando y con esa charla, mucho menos. El coronel me miro unos segundos y me sonrió.
-Será útil… llévenlo a donde merece…-dijo con frialdad sin dejar de verme a los ojos.
Después de dar indicaciones de llevarme a "el sitio que merecía" comencé a pensar en que mis minutos estaban contados, me resigne. Pero sentía alegría en el fondo de mi corazón, ya que me reuniría nuevamente con mi pequeña… con mi Lammy…
Al llegar a "ese sitio" me ingresaron a una cabina de cristal reforzado, un humo blanquecino comenzó a surgir de entre unas mangueras y simplemente respire profundo mientras cerraba los ojos esperando mi final…
-¿tienes miedo?...-escuche entre mis pensamientos, negué levemente con la cabeza-bien… no tienes por qué temer… todo saldrá bien… saldrás vivo de esta y podrás tomar venganza en contra de ese hermano tuyo…-abrí mis parpados sorprendido ante lo que había escuchado, me sentí diferente a como me sentía unos momentos atrás. Me encontraba en una cama amarrado con unas cintas de seguridad. Tenía una jeringa en mi brazo derecho que pasaba un líquido verdoso, a mi alrededor habían muchas maquinas las cuales no lograba reconocer. No tenía idea de qué demonios pasaba… me sentí atrapado… ¿Qué me estaban haciendo? Y lo más importante… ¿Dónde me encontraba?
…
Volví a caer inconsciente. Creo que ya se me estaba haciendo costumbre. Comencé a tener distintas visiones, mi hermano era una de ellas… el sentado tranquilamente a la orilla de una playa mientras se reía de mi desgracia. Justo como lo hizo cuando mi Lammy mu… ah…
Había llegado a la conclusión de que estaban experimentando conmigo, era lo único que se me podía ocurrir en esos momentos. No sabía exactamente qué, pero algo hacían con mi organismo y mi sistema…
Me había vuelto más rápido, más ágil, más fuerte y crecí unos 8 centímetros, todo desde que me metían esa cosa verde. Salía a entrenar cada dos días, pelee contra sus mejores conejillos y siempre ganaba yo, ¿el premio?... La vida… debía matar para sobrevivir en ese sitio, no me molesté en hacerlo, disfruto la sangre en mis manos… es excitante y deliciosa, ya la he probado…
Me llamaban "El psicópata de la Guerra", "Máquina asesina" y "El Diablo de Batalla"… me dieron reconocimiento como un soldado de verdad. ¡Ya era uno de ellos! ¡Tenía su confianza y valía más que todos allí! ¡Ja! ¡No era un simple conejillo de indias! ¡Podía ir al campo de batalla y matar cuantas veces quisiera! Era increíble, simplemente increíble…
El coronel me entregó una insignia especial por resistir tanto, me rindieron los más altos honores. Estaba a cargo de toda la división, todos estaban a mi mando, si quería algo solo debía pedirlo y en segundos lo cumplían. Yo era el rey ahí, era el mejor de todos… mi vida volvía a ser perfecta…
Lo vuelvo a repetir y jamás lo dejare de pensar… Maldita Guerra…
Fue un 9 de Marzo del 2000… estaba por cumplir los 21 años… me asignaron a la brigada más importante de todas para hacer la misión que definiría el futuro de la organización. Los soldados Tigres y yo nos encaminamos a la selva húmeda donde se encontraba la base a la que debíamos entrar… La base de los soldados de Tree Town…
De haber sabido que iba a ocurrir… lo juro… esa misma mañana me hubiera suicidado…
Entramos con cautela y registramos la información. Había cientos de datos sobre nuestra organización. Tomamos todos y cada uno de los archivos de la computadora poniéndolos dentro de una memoria USB especial para ese tipo de datos. Insertamos en virus a las maquinas y nos preparamos para irnos, todo había sido tan fácil como comer una paleta… demasiado ahora que lo pienso… ¿Cómo no nos dimos cuenta?...
-¡Ahora!-escuchamos a lo lejos, mientras se oían disparos a lo lejos, las cosas iban de mal en peor…
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Y bueno… he aquí el capitulo uno de este mini Fic. Espero les haya gustado y me dejen algún comentario. Si les gusto dejen review diciéndome que les gusto y compartan el enlace para que otras personas lo lean, si no les gusto pues dejen review insultando a mí escritura y compartan para que más gente me critique ^w^
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