"Estos Somos Nosotros"
Autora: Juny S. Tao
Dedicado A: NadesikoTakase (Mi nee-san de por vida 0 ¡TE AMO, BRUJA!)
Fecha de Término: 31 de Diciembre del 2005
Pareja: Hao n' Jeanne, principalmente, pero como consecuencias de la historia o xq simplemente se me dio la gana, algo de Hao n' Lyserg, pero sólo son 4 líneas. Así q homofóbics NO se asusten. u.ú
Contenido: Muy vulgar y morboso, como sólo mi nee-san suele ser xP. Cómo dije, este fic está amoldado a la personalidad de mi hermanita, osease está repleto de malas palabras, perversión, dobles sentidos, mucha baba y, por supuesto, verán a la protagonista consumir Kleenex en cantidades industriales. xDD Así que este fic no está recomendado xa personas sensibles, sin sentido del humor, castas de mente y con tendencia a ser completamente criticonas¿me dejo entender?
Preliminares:
1). Antes que nada debo decir que este fic jamás estuvo en mi mente xa ser publicado en Fanfiction, sólo fue un lindo regalo que me alenté a hacer xa regalárselo a mi hermanita x su cumpleaños, con ella de protagonista. Estoy muy feliz xq le ENCANTÓ xDD
2). Fue gracias ella, que me jodía en cada mail xD, q me decidí a publicarlo, modificado obviamente, ya que sé q la mayoría de los lectores les interesa un menudo rábano un OC como prota, y encima con Hao de pareja -.-ÛÛ
3). Fic de 5 a 6 capítulos, máximo. Lemon en el último. n.n
¡Ah! Y todo el fic es desde el POV de Jeanne, okis. n.n
-.Capítulo I.-
Ya habían pasado más de 4 horas y aún no querían que moviera mi trasero de esta fría silla metálica. Las paredes de tono violáceo me hacían pensar una vez más que me encontraba en un cuarto esperando al taaaan ansiado ginecólogo xa que me diera la mala nueva, claro, después de todo, estar en pelota sería mejor carga que toda esta mierda. Aún espero y mi cabeza vuelve a ladearse con cansancio mientras un sonoro suspiro de aburrimiento sale de mi garganta, esperando ser oído. Mi largo cabello ahora está todo revuelto y frunciendo el ceño recuerdo todo el tiempo que tardé delante de ese espejo traicionero a que un mísero puto moño se asentara entre mis antes delgadas y brillantes hebras. Siento una ligera punzada en mi costado izquierdo que me hace doblarme un poco haciendo sonar esos modernos brazaletes gruesos y fríos que me mantienen aferrada a esta barra de metal pegada a la pared. Ahora que lo pienso, fue una malísima idea dejarla al natural, un ligero tono ocre se vería mejor, pero que esperar de nuestros 'guardianes de la ley'. Ruedo los ojos con ironía y sin más me recuesto en el espaldar mirando la suciedad acumulada en una de las esquinas del techo. Abro mis ojos de par en par¡Un espantoso bicho de 8 patas q vive de porquerías me mira! . ¡Arg, mierda! Y yo que pensaba q haber escuchado gemidos q no excitarían ni un puto ápice era miserable.
-Srta. Takase, ya es hora.-
Escucho una voz grave que me habla con distinguida lentitud mientras el sonido de tacones se va acercando poco a poco. Tiran de mi muñeca¡Ah! Por fin me van a quitar estas porquerías. Sonrío un poco, pero a los segundos frunzo el ceño viendo como me vuelven a encerrar mis lindas manitas entre ese par de aros de metal para que después me hagan caminar jalándome de uno de mis brazos. Pequeñas cascaditas caen x mis mejillas a la vez que una horrible sensación de pena me invade¡Necesito un baño! T0T
A ver, a ver, lindo espejito retrovisor¿Qué mierda fue lo que me pasó? n.n Sonrío falsamente mientras veo reflejado mi rostro cerca del reflejo de un tipejo muy feo con poblado bigote y gorra azul que maneja sin voltear a ningún lado. Yo toda obediente me senté sin decir nada después de que me arrojaran al asiento trasero con toda la delicadeza del mundo puesta en unas manos con manicura extraviada y uña del meñique más larga que mi lista de castigos sexuales. Un momento¿Qué es ese ruido? O.o Miro de reojo a la persona que está sentada a mi lado derecho y después de escuchar un segundo carraspeo veo con asco un hilo de baba correr desde la comisura de los labios empezando a caer hasta llegar al cuello de su camisa blanca que al parecer necesita una segunda lavada urgentemente. Retiro mi vista de inmediato y prefiero recrearme un rato viendo los jardines de la escuela más ricachona de la zona. No sé como diablos se llama, pero lo que sí sé es que hay la mercancía más demandada en mi mercado, además de tener los causantes de mis tantos sueños húmedos y unos cuantos reales, claro está. Las nubes han empezado a acumularse y a oscurecerse notablemente ante mis ojos carmesí, el clima sigue igual de neutral, para mí, por que la mujer -no-sé-que-significa-una-ducha- parece tener frío ya que refriega sus brazos con fervor con ambas manos cruzadas. Hace gestos que me provocan vomitar sobre sus falda gris, que la mera verdad está para cambiarla x unas monedas, además de unos dulces pasados. Oh, por Dios¿Cuándo mierda dejara de babearse conciente? ¬¬ Qué asco.
-¿Cuánto falta, eh? Quiero ir al baño.-
-Y a mí que diablos, espérate a que lleguemos, mujer.-
-Si, claro.-
Juro que me vuelve a contestar después de chuparse ese hilo de baba y la boto del auto de una patada en el culo, maldita asquerosa; espero que no me la pongan de custodia.
-Oiga, chofer¿Faltará mucho?-
-Unos 15.-
-¡Takase¡Ya cállate y deja de joder, niña¡Recuerda que vas presa, no a visitar a tu cocha abuela!-
Y esta que se le quemaron los frijoles ¬¬Û¿Qué no tengo q tener a la vieja de mi vieja viva en dos patas xa que la insulte? Pinche gorda sebosa...ya verá cuando me suelten y…
-Oye¿Qué no me oyes? Bájate.-
-¡Oh, si! Jeanne se bajará y se llevará el auto consigo. ¿Qué no ve que estoy E-S-P-O-S-A-D-A, carajo! Òó.-
Un grito se ahoga en mi garganta al sentir un dolor un poco más arriba de mi nuca, al parecer no le agradó mi culto y refinado vocabulario. Por inercia llevé mis manos hacia la parte trasera de mi cabeza para tratar inútilmente de disminuir el dolor, la gorda esa tiene más fuerza que yo. Así, a jalones de pelo, me sacó del auto con furia arrojándome sin ninguna consideración sobre un piso áspero que de hecho ya me raspó las rodillas, al llevar yo una minifalda q dejaba poco a la imaginación, ya sea creativa o idealista. Me levantó del brazo sin esperar alguna vulgar queja mía y me llevó dentro de un edificio de un piso con aspecto lúgubre: paredes pintadas de gris oscuro, puertas de madera oscura, algunas con rejas antepuestas y en el techo descascarado lámparas de segunda con focos diske ahorradores, algunos empezaban a parpadear.
-¿Podría moderarse¡No soy un animal!-
-Pues te comportas como uno, y uno muy salvaje.-
-¿Debería reírme por eso¿Fue chiste o sarcasmo? ¬¬.-
-Ninguno, la pura verdad. ¡Y ya deja de ladrar y camina más rápido¡No voy a cargarte!-
-Ta mare ùÚ…Vieja de…-
-¡Ahí están¡Nro. 56 y 79, vengan acá!-
Detuve mi paso al sentir mi brazo un poco liberado además de que ya no escuchaba los sonoros pasos de esas botas sucias. Ya habíamos caminado x unos 5 medio largos pasillos cuando decidió parase de golpe y gritar no sé que cosa del 56. Levanté mi mirada y pude ver a un par de mujeres, chicas en realidad, acercarse con cara de pocos amigos hacia nosotras. Una de ellas era un poco más alta que yo, cabello en un moño, era verde, uno muy lindo, ojos violetas, y un rostro y cuerpo muy refinados y delgados. Usaba unos jeans ceñidos algo viejos, botas grises y una camiseta sin mangas verde pardo. Pude ver que en una de sus orejas llevaba un lindo pendiente en forma de dragón, mientras que en la otra…¿Qué mierda es eso? Oo
-¿Qué¿Algo malo pasó?-
-No. Ya terminó su rato de limpieza, regresarás a tu celda.-
-¿Cómo que ya terminó¡No han pasado más de 10 minutos¡Debe de estar bromeando!-
La otra, la más pequeña, reclamó sin esperar nada alzando la voz como perro asediado x un hombre de la perrera. Era un poco más baja q la chica de coleta, pero esta tenía el cabello suelto de un color azulado, muy largo, hasta la cintura casi. Usaba una falda de tela áspera y corriente color negra, la cuál hacía resaltar ese trasero que se veía bastante firme además de las piernas, en las cuales llevaba botas de soldado, estas estaban sucias y algo rasgadas. Llevaba una camiseta igual a la otra. Genial, y yo con un vestido asqueroso de 2 x medio que encontré tirado x ahí, además de usar unas zapatillas más chiquitas que hueco de aguja.
-¡Cállate! Ya váyanse.-
.-Mierda…¬¬.-
Todas escuchamos la lisura que se mandó después de esa orden, pero…¡Aún no sé que mierda tenían en la oreja! ¬u¬
-¡Me queda más grande que San Grande! Señora¿No tiene algo MÁS pequeño?-
La mujer con cara nada afable me vio de reojo y se dio la vuelta xa empezar a buscar x centésima vez gracias a mis reclamos de chica insatisfecha. Aún no puedo acostumbrarme a la puta frase: 'Jeanne, estás en la cárcel, no en un burdel'. Ok, quizá ahí tampoco te dan buen servicio, es decir…tu das el servicio, pero…¡Ah! Q mierda. La cosa era simple: hace más de 40 minutos que me trajeron a rastras a este lugar todo maloliente y ahora luchaba x encontrar una camiseta que me quedara decentemente, no pretendía usar costales de papas sobre mi perfecto cuerpecito. La puerta se abre sin restricciones dejando pasar a la antigua babosa que me trajo hace rato. Se acerca hacia mí y mira a la otra mujer.
-No le queda nada, está muy flacucha.-
-¿Ah! Oó.-
-Carajo, ahora todas estas pendejas son más flacas de una escoba; tendremos que arreglárnoslas, mejor dicho, arreglártelas.-
Me miró con burla y me esposó con ambas manos detrás de mi espalda, hago una mueca, un poco más y me termina x zafar el brazo. En fin, ya me empezó a pasear como perro otra vez. ¡Por un carajo, ya suélteme! .
Llegamos a un pasillo corto algo ancho con una puerta de metal al final. La mujer me jaló hasta dejarme frente a una mesita con una cajita de cartón vacía al medio, además de tener una bolsa de tela apoyada en una de las patas delanteras. Me quitó las esposas y las tiró sobre la mesa con la delicadeza de un elefante.
-Quítate todo, rápido.-
-¿Cómo dice? ô.ó.-
-Que te kites todo, ya te voy a llevar adentro.-
Ahora si tendré q poner en práctica lo que empecé a pensar en el momento en que no me dejaron salir de la comisaría: buscar un plan de esos absurdos que al final te cachan al momento de estar libre y haces tu estúpido baile de caderas; por lo menos lograste pisar la calle. Vi como la custodia acercaba la caja de cartón hacia mí y del bolsillo de su blusa sacaba algo muy pequeño que no logré ver bien. Tras un segundo grito bajé el cierre de mi vestido corto y me lo quité ante la mirada fija de la vieja esa, quedé en mi diminuta ropa interior. Como si fuera un títere, mis brazos se cruzaron delante de mi pecho mirando con una mueca.
-¿Y ahora qué¿Me quedaré así a congelarme o qué diablos, eh? ¬¬.-
La mujer no dijo nada, sólo me rodeó un par de veces sin despegar su mirada inquisidora de mi cuerpecito, yo empezaba a calentarme de furia, pero créanme q si hubiera sido un custodio todo wenote y con la pistola dispuesta, me calentaría x otra cosa. La vieja yuca esa seguía mirándome. Había estirado mis brazos, me palpó el busto bajo mi mirada punzante y mi trasero se convirtió en sus bolas quita-stress x unos segundos, espero que no piense q esto me excitará¡De ninguna manera!
-Perfecta. Creo que le gustarás.-
-¿Qué cosa? ò.ó ¡Soporté que me metiera mano x todos lados y ahora opina descarada¡Es usted una vieja tocha de mierda! ÒÓ-
A este punto pude escuchar las paredes retumbar, ya me habían dicho que tenía voz de angelito de la guardia. La mujer esa no perdió un minuto más y me lanzó en la cara la bolsa que anteriormente estaba en la mesa.
-Vístete. El director te espera en su oficina.-
-¿Y eso xa qué? Yo no quiero verle la cara a otro viejo pajero del demonio.-
Mis expectativas andaban x los suelos. El director quería verme no sé xa que turrada esta vez¿No se suponía que merezco una castigo x ladrona? Valla que tengo q actualizarme con esto de las prisiones y la ley, cada día se vuelve más loca.
Me hicieron sentar x no sé que vez en el día. Pude ver el cielo ya oscurecido x una pequeña ventanilla a la altura del techo frente a mí. Mis manos seguían esposadas y yo ya estaba vestida con una especie de bata negra que me llegaba debajo de las rodillas; estas mujeres si que desconocen el sentido del estilo y la moda ¡Dónde quedaron mis botas de marca! T0T Aquí sólo me darán chanclas viejas y 3 tallas más grandes. Injusticia. ¬w¬
-Pasa, Takase.-
Me llamó x mi reconocido apellido y x inercia me paré perezosa y caminé con lentitud hasta entrar en una oficina con puerta de roble, la misma que traía una placa que decía 'Director', osease andaba en la oficina del viejito turro ese que de seguro no kiere más de joder con mi pulcra persona. u.û
Pensé un momento en mirar de frente al cabrón ese, pero la elegancia de ese moderado lugar llamó mi atención sin sentir nada. Las paredes eran de un granate algo claro mientras que el piso estaba revestido de una alfombra que se veía muy suave, agradable si eres un lindo gatito engreído. El ambiente era acogedor, si, aún no puedo creer que dije 'acogedor' en una cárcel. Olía a vainilla fresca, además de que un librero al lado de la entrada me hacía sentir más enana de lo que era, bueno, no taaanto tampoco. Avancé después de sentir un ligero empujón en mi cintura xa luego escuchar la pesada puerta cerrarse. Mis piernas estaban demasiado intimidadas xa avanzar alguito.
-Buenas tardes, Srta. Takase.-
Regresé la vista al frente ya que estaba entretenida mirando un cuadro abstracto algo muerto a decir verdad. Esa voz era grave y sexy, como de esas que te llaman con deseo y…
-¿Srta. Takase? Le estoy hablando.-
Desperté de un excelente futuro sueño húmedo que me mantendría en el baño un buen tiempo, además, esa voz me llamaba como la miel llama a los osos. Por fin, después de divagar un rato sobre el hecho de sentirme excitada con un saludo, miré a mi interlocutor.
-O(((O.-
O-M-G ¿Cómo fue que Dios fue TAN generoso con este tipo? Si es un sueño, quiero que se convierta en mi mejor sueño sexual con insinuaciones rape, además de un poco de masoquismo mutuo y ¬…¿No pido mucho, vdd? Preferí guardarme las peticiones a mi subconsciente y deleitarme con esa exquisita figura que tenía enfrente. Si así son todos los directores turros, robaré o mataré más seguido, lo juro.
Nunca me topé con unos ojos tan fieros y deseosos. Eran negros, profundos; te incitaban a ver dentro de ellos. No podía negar que aquel rostro algo bronceado me encantó desde la primera milésima de segundo: fracciones perfectas, labios carnosos y sensuales, además de tener un cuello largo y que me invitaba a lamerlo y morderlo sin restricción alguna. Una cabellera exquisita de un hermoso color castaño, sujeta en una coleta que caía con elegancia sobre uno de sus hombros y que lograba una perfecta combinación con su camisa beige. ¡Ah! Me estoy babeando…OoÛ
-Presiento que el lugar la ha afectado un poco¿Se siente mal?-
-N-no, claro que no.-
Logré responder con la poca cordura que me quedaba, pensé q el don del habla se había ido a jalar x un rato dejándome sola, pero no. Levanté mis manos y traté de arreglarme un poco el cabello con las manos aún esposadas, cosa que no ayudó muxo q digamos. Hizo un ademán con su fina mano y me invitó a tomar asiento en una de las sillas frente a su escritorio que gritaban elegancia fuertemente. Al sentarme me pude dar cuenta de lo mal que me quedaba ese puto uniforme mal hecho, me hacía las caderas tan gordas como una lancha de pesca. Mi ceño se frunció automáticamente.
-¿Cómo se llama?-
Otra vez ese sensual sonido, apuesto mi trasero que sus cuerdas vocales son de oro purísimo. Sonreí un poco y me crucé de piernas recogiendo hacia arriba la falda del uniforme.
-Jeanne Takase, señor director.-
-Ya veo. ¿Extranjera? Su rostro no es muy…japonés q digamos.-
-Padre japonés, madre italo-francesa. Nacida en Alemania, crecida en Japón.-
-Entiendo. Asakura Hao, japonés y director de tu nuevo hogar.-
Y me extendió esa mano que hacía volar mi imaginación recreando escenas políticamente inmorales, bien, no sé que me cogió ese segundo en que la tomé. Una ligera corriente me electrizó x completo hasta quedar varada en medio de cada uno de mis pechos, valla, ahora se lo que te causa tocar a tu principal fantasía sexual. Solté su mano y regresé las mías a mi regazo sin quitarle la mirada de encima. Pude ver que tiene una blanca dentadura, pero lo que más me gustaron fueron esos inusuales pendientes en su oreja derecha, le daban un toque medio inframundis, no sé.
-Oh si, nuevo hogar.-
Él rió un poco echándose xa atrás en la silla. ¡Waaa! Fuertes pectorales, este jo de puta me está incitando demasiado, debo ser fuerte¡Jeanne si se puede! ò.ób
-¿Cuántos años tienes?.-
-Tengo…25 n.n-
-Mentirosa, tienes 19.-
Me sentí más roja q la hemorragia que se suponía venir cuando llegué aquí. El intento de subirme la edad xa diske impresionar a ese papazote fue todo un fiasco y pasé de Guatemala a Guatepeor, arg ¬(((¬. Lo que más me extrañó es q me desmintió con cierto tono divertido, nada de enojos ni frustraciones x niñas mentirosas como yo.
-Si lo sabe, entonces xa que pregunta u.ú.-
-Vamos, no te enojes. Jeanne…¿Puedo llamarte x tu nombre, cierto?-
Por un momento de mis labios saldría un 'Llamame como te dé la gana mientras me des con todo' ¬
-Si, como usted guste, señor.-
-Bueno. Podrías contarme¿Qué tontería hiciste para llegar aquí?-
-No son tonterías, robar para sobrevivir no son tonterías.-
Mi lado serio y realista salió a flote. Lo miré a la defensiva haciendo q mis pupilas se contrajeran todo lo que podían. El borró su sonrisa y apoyó su mentón sobre una de sus manos que hacía de soporte. Su mirada se fijaba en una comprensiva y curiosa x saber que wevaba hice y x la cuál estoy metida en este lugar. Aspiré profundo y solté todo en un largo suspiro.
-Disculpe mi atrevimiento. Le contaré si es lo que desea.-
-Es lo que más deseo ahora.-
Q lindo tono, me pareció el de un padre hablándole a su incomprendida hija adolescente que se pastelea y quiere ayudarla. Es tan sexy y tierno a la vez. Empiezo a pensar que existe la perfección en este putrefacto mundo.
-Bueno, yo…lo que sucede es que…-
.FlashBack.
Una mañana más despertando entre la frialdad y el silencio, todavía agradezco el haberme hecho protegida de la dueña de un burdel, una mujer de nivel moderado que me da un plato de comida y un techo donde caerme muerta. Me siento al borde de la cama que me cedió desde hace unas semanas y miro x la ventana: el cielo está claro, quizá salga algo de sol.
-¡Jeanne¿Estás despierta?-
-¡Si, ya voy!-
Dejaron de tocar la puerta, era una de las señoritas que vivían y trabajaban en ese lugar; esos golpeteos a cortas horas matinales me producen jaqueca mortal. Después de desperezarme un buen tiempito, me levanto y me dirijo al baño a darme un rápido baño de agua fría xa despejarme x completo.
Lo único que adoro de este lugar es la exquisita comida que me entrega Mariana, la muchacha que tocó mi puerta xa despertarme. La noche anterior tuve una farra mortal con unas tipas que suelen venir x esta cuadra. Nos fuimos al bar de enfrente y…weno, lo que sea. Salgo de la regadera y después de secar mi cabello con la única toalla que cuelga de mi perchero, me visto con un conjunto de ropa interior negra y una minifalda apretada junto con una camiseta de manga tres cuartos azul. Lavo mis dientes a la vez que hago caras de deficiente mental frente al espejo tratando de alegrarme el día, pero lo único que consigo es hacerme daño en las encías con las cerdas. Después de mi pequeña sesión en el baño, salgo y me coloco unas zapatillas, bastante usadas, que suelo usar dentro del piso donde vivo con mi 'madre'.
-¿Qué te paso!-
-Fueron los de la 35, volvieron a venir y me golpearon xq no les quería dar el dinero.-
-Malditos hijos de puta…-
Mis dientes rechinaron con furia a la vez que atraía contra mí el golpeado rostro del niño sentado a mi lado. Taishi, un menudo pequeño de 12 años es quien nos ayuda con las ventas de algunas cosas que solemos hacer, usamos el dinero obtenido en la comida del día xa él, sus hermanos y algunos niños más, pero esta vez, como algunas otras, los malditos pendejos de la calle 35 se volvieron a robar todo el buen lote de dinero que traía en sus bolsillos. En ese momento apreté mis ojos al escuchar como el pequeño empezaba a sollozar sobre mi pecho, era tan indefenso, pero ¡NO¡Tenía que existir gente mal nacida con nada mejor que hacer que venir y golpear fuertemente a un niño sin fuerzas¡Son unos perros hijos de las remil putas! O
-Jenny-chan¿Qué vamos a comer ahora?-
Bajé mi mirada y se me hizo un tajo en el corazón al ver esos ojitos caramelo, húmedos, verme con preocupación. Yo apreté los ojos una vez más y me levante con decisión. Volteé a ver al pequeño con una sonrisa.
-Diles a los demás que me esperen detrás de la calle 20, en 1 hora estaré allí.-
Y no sé cómo salí corriendo tan rápido como me dieron las piernas. Tenía una idea en mente y lo único que necesitaba era un pequeño juguetito, unos lentes oscuros y una gorra con visera.
-Bueno, ruego xq nada malo pasé…¡Pero que cojudéz digo¡Yo voy a hacer algo malo! ¬¬Û.-
Respiré profundo antes de cruzar la calle. Al llegar a la otra acera, acomodé la gorra negra que traía y el arma debajo de la chaqueta que saqué de la oficina de mi madrastra, la usaba xa emergencias, tu sabes, capos borrachos, narcos con hambre de sexo salvaje q quedan insatisfechos y ese tipo de cosas comunes. En fin, la hora de hacer lo que voy a hacer ha llegado. Extrañamente no me siento asustada ni mucho menos nerviosa, siento que mi alma está llena. Voy a hacer esta babosada x el bien de una pequeña familia que no tiene que llevarse a la boca x culpa de unos sucios maleantes sin corazón.
Camino con normalidad hacia la puerta de la tienda que al entrar suena una campanita, haciendo que más de uno se me quede viendo, sonrío con naturalidad y me acerca a la caja después de coger una caja de puré instantáneo q estaba en oferta. La delicada cajera me sonríe y después de recibirme la caja, meto la mano debajo de mi chaqueta y le muestro la cola del arma. Ella suelta la caja al dar un salto de la impresión, pero mi mirada amenazante sobre los anteojos la advierte.
-No grites o te irá peor.-
Ella no me contestó, sólo atinó a levantar la caja del suelo y la colocó en el mostrador.
-Dame todo lo que tengas en caja¡Ahora!-
-S-si.-
Obediente como se ve y como dice su patético delantal de 'Estoy a su servicio', abre la caja registradora y con habilidad saca unos cuantos billetes, los agrupa y me los pasa con lentitud arrastrándolos x sobre el mostrador. Estiro mi mano con rapidez y los meto todos en mi bolsillo trasero, no eran demasiado, total acababan de abrir hace unas horas. Después de efectuado el atraco, le sonrío complacida y con un 'Gracias' me retiro satisfecha sin esperar que fuera del lugar un policía me veía con enojo. Se acercó a mí y sacando su arma, me ordenó colocarme de bruces contra el asfalto.
-No te muevas. ¡Al piso, carajo!-
-oo-
No pude decir nada más que arrodillarme y quedar boca abajo en la acera. Escuché con pesadez como pedía una patrulla x radio como si fuera una maleante loca con sed de sangre y q debería ser llevaba a la silla eléctrica. Mis ojos se aguaron por un momento a la vez que mordía mis labios con furia y mis puños se apretaban de tal forma de mis uñas llegaran a hacerme daño; todo había salido tan mal, tan mal, que mi frustración no me permitiría defenderme.
Un par de manos subieron de mis tobillos a mis caderas y de mis caderas a mi cintura y busto, pero antes de eso, quitó el arma de mi cinto y la descargó dejándola a un lado. Pude ver esto y también todo el tumulto de gente que empezaba a acumularse alrededor. Si no me equivoco la cajera tb estaba allí, mirándome con expresión relajada y con ambas manos sobre su pecho, estaba feliz que me hallan agarrado.
-Valla, valla, robando el dinero de caja xa variar. Es la primera vez que te veo x estos lares¿Quién diablos eres, muchacha?-
Con una de sus manos me quitó la gorra y con la otra hizo mi rostro a un lado a la vez que me quitaba las gafas. Lo vi de reojo con mis ojos ya medios húmedos a la vez que soltaba un gruñido.
-Ay linda, no sé por qué lo hiciste, pero tendrás que venir con nosotros.-
Como siempre, no dije ni una maldita sílaba a la vez que era levantada del piso y me llevaba consigo hacia la patrulla recién estacionada en frente de la acera. Sin mostrar resistencia ingresé al asiento trasero, ya llevaba las esposas puestas y mi vista se recreó con una mujer regordeta con una camisa blanca algo amarillenta, kien me veía con cara de matona de esquina. Suspiré resignada.
.FlashBack.
-Ya veo. Entonces no eres una maleante o.ô.-
-¡Claro que no, idiota! ò.ó-
No sé xq lo dije. Así lo único q pude hacer fue llevar mis dos manos esposadas hacia mi rostro y taparme la bocota mientras que las cejas del hombre frente a mí se levantaban con algo de asombro.
-Y-yo…yo lo siento, no…-
-No, está bien, no importa u.uÛ.-
-¡De verdad lo siento, no me castigue, por fis! ; w ; Yo no kiero ir a…-
A este punto ya estaba parada con ojitos suplicantes dando pequeños saltitos inquietos rogando xa de que no me metiera a la celda de castigo con toooodas esas ratas gordas que se cuelan x el escusado en las noches T.T, luego se me suben, me muerden y sufriría de peste bubónica y…y…y…
-¡Ya, Jeanne¡No te preocupes!-
-¿Uh? o.o.-
-Cálmate, no sufrirás de peste bubónica.-
-¿Ah?-
Se preguntarán xq mi respuesta fue tan compleja como un elaborado y vocalizado 'Ah' o un 'Uh', pues puede ser xq sus puras y bellas manos de hombre sensual estaban sobre mis brazos, tocándolos sobre esa chusca tela que me quitaba un poco el frío. Ahora que lo podía ver de cuerpo completo, me di cuenta de las fortificadas piernas que se manejaba, eran como pilares sosteniendo una estructura magnífica como era su cuerpo. Me llevaba un poco más de una cabeza, ya que mi vista se tuvo que elevar considerablemente. Usaba unos elegantes pantalones marrones ceñidos a sus buenas piernas a la vez que algunas llaves bailaban colgando de su bolsillo.
-¿Qué peste de quién? o.oÛ.-
-No importa -.-Û, mejor sentémonos.-
-Bueno, como kiera.-
-Llámame x mi nombre, somos casi de la misma edad, así que…-
-¿Cómo que…? Ahora me dirá que tiene 23 años, un muy joven director de cárcel que…-
-Tengo 21 en realidad.-
Lo miró asombrada¿Desde cuando se podía ser carcelero tan joven? Oo Si lo hubiera sabido capaz y me vuelvo policía motorizada. ¬¬ Yo que me mato trabajando de mesera x un puto salario miserable q no me alcanza ni xa comprarme un pan dulce.
-Si, soy bastante joven, pero no trabajo akí oficialmente, el verdadero director en mi hermano.-
-Oh, ya veo. Es demasiado joven xa trabajar como tal. u.û.-
-Es mi gemelo n.n-
Caída de mí parte. Sigo quejándome acerca de las injustas remuneraciones que me otorgan. De seguro su padre es un tío narco q se pudre en plata sólo x abastecer a cuanto pastrulo con guita se le cruza.
-Cuéntame sobre ti¿Qué hacías antes de ser arrestada?-
-Trabajaba en un bar.-
-¿Bar de que tipo?-
-Pues uno de hombres, usted sabe de esas chicas que…¡Nah! Olvídelo, es demasiado . .-
Muejeje Hay que hacerlos caer en la tentación de saber, así se ven más irresistibles, kisá hasta les excita tener a una nudista delante de ellos contándoles sus atrocidades.
-¿Eras…eras bailarina nudista?-
-Bueeeeeno, si lo quiere ver así 9.9.-
Me crucé de brazos y vi de reojo como su rostro se ponía blanco, eso se me hizo raro, normalmente se relamen los labios y te miran con hambre. o.o
-Explícate, Jeanne.-
-Pues yo creí q les decían meseras, también sirvo tragos, dicen que tengo un excelente toque con el whisky.-
-Valla, parece q eres una caja de sorpresas.-
-Muxas, señor director, muxas sorpresas.-
0.o – Fin Capítulo A1 – o.0
Notas Extras: Espero les halla gustado. Es un fic que me divierte muxo, la vdd es que aún reflexiono sobre mis aptitudes como escritora de fics 9.9, o creo que influye el hecho que mi manita linda y yo somos un dúo anti-plagiable (osease NADIE osaría a plagiar nuestro estilo fraterno, ne? ¬¬)
Bueno, esta es la 1º parte del cap 1. Como el fic está completo y terminado, pues mis excusas no vendrán del lado de 'gomen ne u.u, estoy falta de imaginación e inspiración…' así que NADA! Serán actualizaciones seguidas y aviso que la vdd y los RR no importan muxo sólo he modificado y subido este fic x petición de mi nee-san, q de vdd y se lo merece n.n (Besitos, linda!)
¡GRACIAS!
2006 © Juny S. Tao
