DISCLAIMER: INUYASHA © y sus respectivos personajes no me pertenecen, son propiedad de RUMIKO TAKAHASHI y COPYRIGHT.

Scarleth Rose: ¡Annyeon Haseyo! Solo digo al rápido, si esta muy raro, recuerden que solo es una introducción! xD


"De Camarera a Princesa"

::: Soltera por placer…Casada por obligación :::

Un camarero siempre trabaja bajo la ley más importante:

"Entrar Cargado, y Salir Cargado"

PERO…

Cuando decimos "Cargado(a)", hablamos de trabajo…no de un "Embarazo"…

Introducción

-Mantén baja la mirada, sirve la comida y márchate. No te quedes en la suite presidencial más de lo necesario. No entables conversación con el príncipe y, por favor, no bayas a intentar, siquiera, coquetear con él. El príncipe Inuyasha tiene una reputación no muy buena con las mujeres…Kagome, ¿me escuchas?.

La susodicha asintió con la cabeza.

-Sí-consiguió decir-. Te escucho, Kaede.

-¿Qué he dicho?-preguntó la mujer mayor de cabellos grises.

Con la cabeza llena de pensamientos angustiosos, y la falta de sueño, Kagome no recordaba ni como había llegado al trabajo. –Lo siento Kaede, no prestaba atención…-.

-¿Se puede saber qué te pasa? Generalmente eres seria, diligente y andas con una sonrisa radiante en el rostro, razones por las que te elegí a ti para este trabajo.

Seria y diligente. Dos defectos más para añadir a la lista de razones por las que Bankotsu la había dejado.

-No debería tener que recordarte que hoy es un día muy importante para la compañía. Atender a un miembro de alta aristocracia es algo que no hacemos todos los días. Será un simple partido de soccer amistoso, pero, si lo hacemos bien, nos lloverán contratos y más trabajo para mí, significa más dinero para las dos. Pero, tienes que concentrarte, debes hacerlo bien.

Una camarera alta y delgada se acercó entonces con una bandeja llena de copas de vino y otros, vacías.

-No la regañe Kaede. Su prometido rompió con ella anoche y es un milagro que haya podido venir a trabajar. Yo no me hubiera ni levantado para ir al baño.

-¿Tu prometido ha roto contigo?-exclamó Kaede-. ¿Eso es verdad Kagome? ¿Por qué te ha dejado?-.

Porque era seria y diligente. Porque su cabello tenía el color de una noche veraniega, y el de una barra de oro. Porque era inhibida. Porque sus piernas eran demasiado grandes…

Contemplando la lista de razones, Kagome sintió que la invadía una oleada de desesperación.

-Bankotsu ha conseguido el puesto de director de marketing y yo ya no voy con su nueva imagen.

Por el momento no había llorado y se sentía muy orgullosa de sí misma. Orgullosa y un poco sorprendida. ¿Por qué no había llorado? Ella quería a Bankotsu. Habían planeado una vida juntos…

-A partir de ahora tiene que recibir a clientes y periodistas y..en fin, ahora tiene un Porsche y necesita una mujer que haga juego con el auto.-Kagome se encogió de hombros, como quitándole importancia- Yo soy más bien un utilitario.

-Tu eres demasiado buena para él, eso es lo que pasa- Sango, la camarera y mejor amiga, hizo un gesto con la mano y las copas de la bandeja temblaron-. Es un cab…

-¡Sango!-la interrumpió Kaede-. Por favor, recuerda que tú eres el rostro de la empresa.

-Pues será mejor que me pagues unas inyecciones de botox para cuando me salgan arrugas por tener que atender a esos idiotas. El ex de Kagome y la rubia que se trajo beben como si no hubiera un mañana.

-¿Está con él?-exclamó Kagome-. Entonces yo no puedo ir ahí. El palco de Bankotsu está al lado de la suite presidencial y no quiero que todos sus amigos me miren con cara de pena…¡Ni verlo con esa mujer! No, me niego.

-Lo que tienes que hacer es buscarte un novio lo más pronto posible. Lo único bueno de los idiotas es que hay millones de ellos en el mundo.-Sango puso la bandeja en las manos de su jefa y tomó a Kagome del brazo-. Respira profundamente. Mira, esto es lo que vamos a hacer: vas a entrar en la suite tranquilamente y vas a besar al duque, príncipe lo quesea. Si tienes que enamorarte de algún idiota, por lo menos que sea millonario. Además, por lo que dicen en las revistas, el principito besa como Rey. Tienes que animarte Kag, solo un beso, de lengua…con eso obtienes varios puntos.

-El príncipe se quedaría de piedra-riendo a pesar de la tristeza, Kagome se apartó.-No, déjalo, un rechazo a la semana es más suficiente. Si no soy lo bastante güera y perfecta para el director de marketing de Hugo Boss, no creo que un príncipe imperial se fije en mí.

-¿Por qué no?-Sango le hizo un guiño.-Desabróchate un par de botones, entra ahí y ponte "tontear" con él. Es lo que yo haría.

-Afortunadamente, Kagome no es como tú-suspiró Kaede.-¡Y no se va a desabrochar ningún botón!. Aparte de que no les pago para que busquen su media naranja entre los clientes, el comportamiento del príncipe Inuyasha empieza a ser escandaloso y he recibido estrictas instrucciones de su asistente personal: Nada de camareras coquetas/guapas. Que nadie lo distraiga, especialmente las rubias. Por eso te elegí a ti, Kagome. Azabache y blanquita de piel, perfectamente común.

Ella frunció el ceño, tocando los rebeldes rizos sometidos a muchos broches de cabello. ¿Perfecta?

Perfecta para pasar desapercibida, claro.

-Kaede, de verdad que no puedo hacerlo. Hoy no, imposible. Todos son guapos, ricos, triunfadores-todo lo que ella no era-. Mira, me llevo esto a la cocina-suspiró tomando la bandeja-. Sango puede atenderlo. Yo no podría soportar que me miraran como si…

No fuera nadie.

-Si haces tu trabajo como debes, nadie te mirara.-Kaede le quitó la bandeja de forma tan rápida y drastica que casi rompe las copas.-Tú llevarás la bandeja a la cocina, Sango. Y tú, Kagome, si quieres conservar tu puesto, harás lo que te digo. Y nada de coquetear. Además, no creo que te interese despertar la atención del príncipe. Un hombre de su posición sólo estaría interesado en una jovencita como tú por una razón…-en ese momento, Kaede vio a otra de las camareras estirando el cuelo para admirar a los jugadores de soccer entrenando en el campo.-¡Estas aquí para trabajar, no para mirar músculos y caras bonitas!.

Su jefa desapareció para regañar a la joven, dejándolas a Kagome y Sango un momento a solas.

-Pues claro que estamos aquí para mirar a los jugadores-murmuró Sango-¿Por qué cree Kaede que aceptamos el trabajo? Yo no sé nada sobre goles o penaltis, pero esos hombres son de cine. O sea, hay hombres y hombres. Y ésos son hombres, no sé si me entiendes.

Kagome ni entendía ni prestaba atención.

-La sorpresa no es que Bankotsu me haya dejado, sino, el que saliera con migo.

-No digas eso. No dejes que ese imbécil te haga sentir mal-protestó Sango-. Y por favor, no me digas que te has pasado la noche llorando por él.

-Lo curioso es que no. No he derramado ni una sola lágrima. Quizás estoy tan mal que ni siquiera puedo llorar.

-¿Has comido chocolate?-.

-Sí, claro. Bueno, galletas de chocolate. ¿Eso cuenta?-.

-Depende de cuántas hayas comido. Hacen falta muchas galletas para conseguir el necesario subidón de chocolate-.

-Me comí dos-.

-¿Dos galletas?-.

-Dos paquetes. Y luego me odié a mí misma por ello. Pero en ese momento lo necesitaba-.

-Normal-.

-Bankotsu me llevó a cenar a un restaurante para romper el compromiso. Supongo que lo hizo para evitar que me pusiera a llorar. Pero supe que pasaba algo cuando pidió aperitivos…nunca pedía aperitivos.

-Vaya, qué típico-suspiró Sango-. La noche que rompe contigo por fin te invita a comer algo decente.

-Los aperitivos eran para él, no para mí-Kagome sacudió la cabeza-. De todas formas, yo no puedo comer delante de Bankotsu.

-¿Qué?-. Preguntó Sango pasmada.

-Me mira de una manera…no se, me hace sentir como si no supiera masticar o algo parecido. Me dijo que habíamos roto entre el pescado a la plancha y el postre. Luego me dejó en casa y yo esperé a que las lágrimas comenzaran, pero, nada. No pude llorar.

-No me sorprende. Seguramente tenías demasiada hambre como para desperdiciar tus pocas fuerzas en algo como llorar. Pero que hayas comido galletas de chocolate es una buena señal.

-Eso díselo a mi falda. ¿Por qué inceste Kaede en que llevemos faldas tan ajustadas?-suspiró, Kagome se pasó una mano por la faldita negra-. Es como si llevara un corsé. Y es demasiado corta.

-Estás muy sexy, no te preocupes. Y comer chocolate es la primera fase en el proceso de curación. Lo siguiente es vender el anillo de compromiso.

-Iba a devolvérselo…

-¿Devolvérselo? ¿Estas loca?-las copas vacías volvieron a chocar-. Véndelo y cómprate unas zapatillas carisimas. Así tendrás un recuerdo suyo. Y la próxima vez, elige sexo sin emoción.

Kagome sonrió, demasiado avergonzada como para confesar que en realidad nunca había tenido relaciones con Bankotsu. Y ese por supuesto, había sido uno de los problemas de su relación. El la acusaba de ser demasiado tímida.

Un utilitario con el seguro echado, pensó, irónica. ¿Sería más desinhibida si sus piernas y su trasero fueran más…pequeños?

Probablemente, pero no lo descubriría nunca. Siempre estaba jurando que iba a ponerse a régimen, pero no comer la ponia de mal humor.

Y era por eso por lo que el uniforme le quedaba un tanto apretado. A ese paso, se moriría siendo virgen. Deprimida, Kagome miró en dirección a la suite presidencial.

-De verdad, no puedo hacerlo-.

-Merece la pena por ver al perverso príncipe en carne y hueso.

-No ha sido siempre "perverso". Una vez, estuvo enamorado, de una modelo italiana-dijo Kagome, momentáneamente distraída de sus problemas-. Eran una pareja de cine, pero hace ocho años ella murió junto con uno de sus hermanos durante una avalancha. Fue muy triste. El príncipe perdió de pronto a la mujer que amaba, y a un hermano y no me sorprende que se haya vuelto un poco…en fin, desenfrenado. Seguramente necesitará que alguien lo quiera de verdad.

Sango sonrió.

-Pues quierele tú. Y no olvides mi dicho favorito…

-¿Cuál?

-Si no puedes aguantar el calor…

-¿Sal de la cocina?-pregunto Kagome terminando la frase por ella.

-No. Quitate la ropa.

**

Cuando Kagome, una inocente camarera, cae en los brazos de Inuyasha, el príncipe responde a su fama de mujeriego, acostándose con ella, y echándola luego de su lado. Kagome queda embarazada, Inuyasha se pone furioso.

Aunque para él ella no es más que una casamentera o buscavidas, el "Protocolo Real" exige que la convierta en su esposa. La inocente Kagome ha conseguido la boda de sus sueños; sólo Inuyasha sabe que la primera obligación de conveniencia de su esposa, tendrá lugar durante la luna de miel…

*En la cama para placer del Príncipe…Casada por mandato real.*

CONTINUARA…

Scarleth Rose: Sigo tan emocionada por el final de Inuyasha..que no puedo dejar de sonreír, me duelen mucho los pómulos pero ni modo. TE AMO INUYASHA.

Esta es mi primera historia del 2010 ^^ Se me había ocurrido de otra forma, pero como no me convenció mucho, la cambie, y quedo esto, espero que les guste o que al menos les llame la atención ahora que el encuentro de Kagome con el perverso y sensual príncipe se acerca…*u*..jiji. Esto es solo una introducción de la historia, no creo que tenga más de 7 capítulos, por lo tanto será rápido todo esto.

Si les gusta como va yendo la cosa, dejen un REVIEW!

Mientras más REVIEW´S tenga, más pronto actualizare, y el próximo capitulo puede contener el primer encuentro carnal/pasional/sexual/amoroso o como le gusten decir de Inu y Kag.!

Recuerden…

REVIEW = ACTUALIZACIÓN.

¡Annyeong!

PD: Estupido Bankotsu, todos los hombres son iguales, no nos traumen!