DISCLAIMER: LOS PERSONAJES DE ESTA HISTORIA NO ME PERTENECEN, SON DE CLAMP. SOLO LOS ESTOY USANDO UN RATO PARA VER COMO QUEDAN EN LA HISTORIA QUE ESTOY LLEVANDO A CABO.

¿Qué pasa cuando te enamoras? Sucumbes ante un torbellino de sentimientos de negación, resignación, para dar paso al conocimiento y final aceptación. Pero ¿qué pasa cuando te enamoras de una persona que está en tu lista de prohibidos? No porque sea precisamente una mala persona o algo por el estilo, si no que porque él forma parte del grupo más genial de la preparatoria, ese al que todos los varones admiran como si fuera un dios o rey de las conquistas, ese que cambia siempre de chica, ese que es completamente opuesto a ti. Pensar como comenzó todo es lo difícil y tortuoso (sí, estoy siendo exagerada pero aún estoy un poco en shock) ya que es obvio que no se fijará nunca en mí el Adonis de quien me enamoré, porque además de ser muy guapo e inteligente, parece ser una persona narcisista, nada más alejado de mi tipo.

Bueno, retomemos, estaba empezando un nuevo año en el preparatoria cuando me di cuenta que ese estúpido narcisista (adonis hermoso) estaría en mi salón, así que nos esperaba un año lleno de tontas admiradoras del adonis interrumpiendo las clases, apoderándose de nuestro salón e incluso atreviéndose a mirar feo a cualquiera que le pusiera la vista encima, como si fuera la gran cosa. Así que con ese nuevo conocimiento en mente, me enfoqué en que tendría que tener paciencia para lo que se venía, aunque creía que no me afectaría ya que obviamente no se sentaría cerca de mí… que equivocada estaba.

Por el pasillo ya me di cuenta del tumulto que tendríamos que sortear día a día con mi amiga para poder salir del salón solo por culpa de él, iba a ser casi una odisea cruzar a través de todas esas chicas que lo admiraban como si se tratase de un rey. La cosa es que cuando por fin ingresé, vi que mi amiga tenía una cara entre burla y pena, y suponiendo lo peor miré que mi asiento estaba justo delante del de él, ¿es que acaso mi suerte no podía ser peor? No solo tendría que soportarlo todos los días en clases, sino que también tendría que soportar al fan club del tipejo este. Ni ganas me daban de ir a sentarme, ya que estaba atestado de estas chicas que traían la falda al borde de lo permitido y cuyas blusas dejaban poco a la imaginación buscando que el chico les prestara atención suficiente para ser la próxima de la lista, aunque eso - en parte - me aseguraba que él no me prestaría atención y podría - con suerte - pasar el año sin tener que dirigirle la palabra, así que con eso en mente y tomando ánimo me adentre entre las chicas para tomar asiento, encontrándome de frente con que la presidenta del club, la más exuberante de todas, estaba ahí ocupándolo e ignorándome magistralmente. Así que carraspeando mi garganta para llamar su atención le dije:

- Oye Azuki, ¿puedes levantarte de mi asiento? El profesor está por ingresar.

- No molestes Kinomoto – dijo, haciendo un ademan con la mano – mejor búscate otro que de aquí no me muevo. ¿Cierto bombón? – y le guiño un ojo coquetamente a él que ni atención le ponía.

- Ni siquiera eres de este salón – dijo Tomoyo, quién había observado su actitud – así que, muévete.

- ¿Qué paso, Kinotonta? ¿Es que no te puedes defender sola? – respondió burlesca.

Me puse roja de ira, podía ser despistada, pero no tonta. Estaba a punto de responderle cuando una voz mucho más masculina de lo que recordaba hablo.

- Azuki – dijo con el ceño fruncido – será mejor que te muevas ahora de ese asiento, y no la vuelvas a llamar así.

- Pero si es culpa de ella - dijo fingiendo un puchero – no me deja pasar tiempo contigo precioso Shaoran…

Rodé los ojos, ¿Qué no le daba vergüenza hacer cosas de niña? ¿Pensará que eso es "sensual"? me imagine haciendo eso y un escalofrío recorrió mi espalda de solo pensarlo, mientras él conservaba su ceño fruncido y la miraba.

- Bueno, solo por ti dejaré este asiento. Nos vemos luego – se paró, le guiño un ojo otra vez y a mí, me dirigió una mirada de desprecio y hastío.

Cuando salió de la sala con su tropa, me relajé, suspiré al pensar que tendría que pasar por eso muchos días y le dije a Li:

- Oye, gracias Li, aunque podía sola con ella – me miro con cara burlesca además de observarme de pies a cabeza inquisitivamente.

- Claro, Sakura – me dijo con una sonrisa ¿coqueta? No, debo estar soñando.

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Bueno, esta es la version dos del capitulo uno, criticas o más pueden hacerlas llegar a mi correo (dejare en biografia) o aquí si es que tienen cuenta. que esten bien.