CAPÍTULO I ÚLTIMO SUSPIRO

LA MUERTE DE SORA NAIGENO

EL AMOR MURIÓ

KALEIDO STAR HACE 12 AÑOS

Estados Unidos algunas personas le han llamado el país de los sueños, sus integrantes se esfuerzan noche tras noche para darle al publico la mejor de las funciones.

Con sus brillantes luces, que adornaba el camino del lugar donde se hace la magia, el lugar en que las estrellas nacen.

Entregan el alma en escenario, el sueño de una joven japonesa de crear un escenario sin rivalidades, donde todos fueran felices se había cumplido. Kaleido Star era un elidió hecho realidad.

Todas las mañanas entrenaban, para montar impresionantes coreografías, las historias eran escritas por una joven promesa de la literatura, las cuales, provocaban tan diversas emociones, en una función podía haber, llanto, sonrisas, tristeza, era lo mágico del lugar.

-Sora, es hora de irnos.-expreso Mia, quien traía una toalla alrededor de su cuello y su leotardo rosa.

-En momento más, tengo que practicar estas acrobacias, a la señorita Layla no le gustara que practique tan poco.-expreso Sora, Layla regreso al escenario Kaleido, ella se recupero de su lesión en hombro.

-Descansa un poco si.-expreso Mia, retirándose y quedándose preocupada por su amiga, Sora siguió practicando hasta la tarde, un hombre le tiro una toalla a la joven quien yacía cansada a un lado del trampolín.

-Ya, ya me voy.-trato de pararse Sora, pero no pudo, Leon la miro preocupado, le recordaba tan a su hermana muerta, o quizás eran otras razones por las que se preocupaba por ella.

-Quédate acostada, Rosseta llegara más tarde.-expreso Leon, comenzando a calentar para hacer sus ejercicios, la chica experta en diabolos era la actual estrella de Kaleido, pero el brillo de Sora jamás seria opacado.

Para la gran mayoría de las personas la japonesa seria la única y verdadera estrella, la que todos querían ver.

Ambas se esforzaban al máximo, Sora era la persona que le recordó, que hacer unas ejecución perfecta no bastaba, que era al publico a quien te debías, no como el pensaba, que era el publico quien debería de sentirse honrado por poder ver tus ejecuciones-

-Esta noche a las 10 pm.-expreso Leon, sus palabras salieron de su boca.

-Si.-Sora se tapo la boca, ese hombre era diferente, no era como Ken su amigo y compañero, Leon era diferente, deseo mostrarle un mundo de colores, no uno oscuro y gris donde solamente cabía la perfección.

Para ella lo bello de vivir consistía en equivocarse y aprender de los errores, siempre levantarse, creer en que los sueños se hacen realidad si lo deseas con todo tu corazón, la vida es dulce como un pay de limón pero a la vez amarga.

Quizás no era la mejor diciendo con las palabras, pero con sus acciones, lograría que él sonriera y viera el mundo de diferente manera.

-Sora…-Ken se quedo mirando desde la puerta, el amor de su vida, esa noche le pediría la oportunidad para poder conquistar el corazón de la despistada estrella.

--ACTUALIDAD--

En un cuarto de donde las paredes color lila, ropa tirada por el suelo, algunos zapatos sobre la cama, se escuchaba el rasgar de una pluma sobre el papel, en el silencio de la habitación, las cinco de la mañana marcaba el reloj que era la hora, el sol comenzaba a salir, pero aun hacia un poco de frió, el rasgar continuaba.

¿Pero tú lo harás resurgir?

Bésame…Cíñeme posee mi cuerpo

Como posees esta mi alma que te ama

A ti y a nadie más, como deseo

Estar a tu lado sentir eso calidos besos

Sobre mi piel...

Leon el hombre de la larga cabellera, escribía sobre su diario, si alguna persona leyera eso…estaría perdido, el mismo Dios de la Muerte escribiendo esas cursilerías suena cómico hasta para el mismo, su ojos se quedaron fijos en la cama una persona dormía tranquilamente, sus cabellos extendidos por la cama, su suave respiración, pero...

Tocaron a la puerta, sacándolo de sus pensamientos, eran tan raros para él comportarse de esta manera, perderse del mundo, por esos instantes.

-Leon.-llamo May, ya no usaba su clásico peinado, esta vez lo usa completamente lacio, le llegaba a media espalda, su mirada cambio, estaba vestida ya para el entrenamiento, con un leotardo y unas mallas rosas.

-¿Dime?-le contesto en verdad los años habían transcurrido, para nosotros, pero las relaciones no se intimaron para nada, al contrario se distanciaron, no me importa.

-Le aviso que lo esta buscando Yuri.-expreso la mujer, mientras lo decía con un tono de indiferencia, mostrando que hacer esto era de su total desagrado.-Es necesario que vaya.-May se comportaba muy fría con desde, que había tenido aquella relación con Sora, ella había sido su esposa, la mujer que más amo en su vida, la cual hizo sonreír por primera vez desde la muerte de su amada hermana.

En verdad la había querido demasiado..., sentido en el amor en todo su ser y con una intensidad, los mejores momentos de la vida lo había vivido a su lado, en verla día tras día, en tenerla entre sus brazos al despertar, en sentir su piel, su corazón puro, que le hizo sonreír tantas veces.

Ellos vivían en un departamento en las cercanías de Kaleido Star, decidieron hacer esto para tener su intimidad, además de que el quería vivir con su esposa y no con todas sus amigas, era algo molesto que nunca la dejaran sola ni un momento.

--HACE 10 AÑOS--

A fuera del escenario Kaleido, había varias maletas, algunas personas estaba en la puerta, tenían los ojos llenos de lagrimas.

-Vendré a visitarlas chicas.-expreso la mujer, tenia en sus brazos a Jonatan, Rosseta, la sujetaba de su brazo.

Ana, Rosseta y Mia no paraban de llorar el día que vieron a Sora partir de el escenario para irse a vivir con su esposo, Leon se mantuvo al margen cuando fue la despedida, Ana fue quien se le acerco y le dijo.

-Cuida de Sora.-expresa la comediante, viéndolos partir.

-Nos vemos chicas.-Sora, se había subido al carro, Ken estaba escondido detrás de un árbol, su amada se caso, la chica que amo, sus cabellos rubios cayeron sobre sus ojos, estaba rojo, sus labios temblorosos, los hombres no deben llorar, pero en ese momento le importo poco lo decían.

Así comenzaron su vida de casados, trabajando, saliendo juntos, fueron los mejores días, esa sonrisa siempre para él, la inocencia con la que se entregaba, le hicieron ser un ser feliz, aunque a la vista de todos era frió, pocas veces sonriente, ella lo lograba de una manera tan fácil.

Poco a poco cambiaba, pero otro estupido error provoco que el mundo de ensueño en que vivía quedara aniquilado, accidente automovilístico le había causado la muerte a ella... lo que más amaba, tal como su Sophie, regresaban del trabajo, era año nuevo por lo tanto las carreteras estaba sobresaturadas, la ultima función como siempre fue un éxito rotundo nadie lo negaba, la critica del espectáculo les daba las mejeros opiniones sobre su trabajo, montaba la obra de Una Noche de Verano del escritor más conocido en el mundo William Shakespeare.

-Nos tenemos que retirar.-expreso Sora a sus compañeras.

-Esta bien, nosotros iremos a ver el Show de Anna, esta en el teatro del centro de la ciudad, cuando puedan vayan a verla le agradara mucho que la vean.-expreso Mia, Marion estaba con Jonatan.

-¡SE LOS PROMETO!-Sora comenzó a dar algunas piruetas en el aire, parecía que nunca se cansaba.-Me muero de ganas de verla.

-Sora es hora de irnos.-expreso Leon, su cabello estaba a los hombros, su abrigo gris, sus zapatos cafés.

-Buenas noches Oswald.-expresaron las mujeres, Leon solamente hizo una señal, ellas entendieron el gesto.

Ambos salieron de escenario Kaleido, ella estaba tiritando de frió, solamente llevaba su clásica playera blanca, de ensayos, Leon arqueo una ceja y la abrazo, traía en sus manos un portafolio, algunos coches pasaban.

-Excelente actuación.-expreso Yuri desde su coche.-Si desean pueden venir con nosotros a ver la función de Anna.

-Si vengan con nosotros.-expreso Rosetta de manera sonriente, saliéndose del coche para abrazar a Sora.

-No.-dijo secamente Leon, ellos subieron a su coche, esa noche fue la última función, habían decidido irse a su propia casa, a pasar el año nuevo como una familia, el coche azul estaba en marcha por la carretera.

-Sora la próxima obra yo seré el villano y Yuri será... tu pareja.-refunfuñaba Leon quien manejaba el automóvil.

-No tienes por que estar celoso Yuri es solamente un compañero de trabajo...sabes que a la única persona que quiero es a ti.-y le da un beso tan puro, tan provocador, deseaba en esos momentos, detener el coche y hacerle el amor, de su cuerpo nunca se cansaría, era una provocación de los dioses tenerla a su lado y tomarla.

Estaba a punto de besarle, sus manos se dirigían a sus piernas, una luz directo a su ojos le cegó… de esta manera el sueño se termino, nada es para siempre, Sora salio volando del coche, la bolsa de aire no había servido, el mayor golpe lo había recibido el ángel de Kaleido Star, los vidrios destrozaron su hermoso rostro, su cuerpo ensangrentado en el coche, Leon, había sido protegido por Sora el quedo cubierto por esos brazos, que amaba, dio la vida por su amado esposo, unas lagrimas caían de el y una tierna sonrisa apareció en su cara, que en esos momentos lucia desfigurada.

Lo sucedió hace diez años, estaba guardado en la memoria de todos, se encontraba abriendo los ojos, en aquel cuarto blanco, rodeado por enfermeras, y doctores, se escuchaba fuertes gritos en la puerta, una mujer llorando.

-Sora, ¿Dónde esta?-grito desesperado Leon, vestido con una bata blanca, al parecer no tenia ningún rasguño o problema, comenzó a desesperarse si él estaba bien, se escuchaba una fuerte discusión entre un grupo de personas.

Los gritos no pararon ni un momento, eran confrontaciones entre es grupo, todo estaba mal, ese estupido grupo de personas molestado, se paro de la cama para callarlos, camino a la puerta, abrió es puerta y le grito.

-¿Qué demonios pasa?-dijo Leon sus ojos miraron de una manera tan fría que congelo el ambiente, paso en medio de los reporteros, colocaron micrófonos en su boca aquellos a quien no les afecto.

-¿Venían a exceso de velocidad?-pregunto uno de los reporteros colocándole el micrófono muy cercas, una reportera le cuestiono de manera mas impertinente.

-Según el parte medico, se ha mencionado señor Oswald usted venia bajo el influjo de estupefacientes al igual que la señora Sora, lo cual provoco que chocaran, ¿Desde cuando los usan?-pregunto la mujer.

-Responda, por que los usaban ¿No se suponían que eran unas personas totalmente sanas? Alcohol además, esto provocara que sus carreras sufran caídas.-expreso el reportero de una famosa cadena de televisión.

-LARGUENSE.-grito Leon, una mujer rubia estaba vestida de negro, acompañada de Ken, quien la abrazaba.

Estaban a fuera de un cuarto, ambos lo miraron con un odio, parecía que el dolor que sentía era superior al sentimiento de odio, Layla conservo la compostura, un hombre de cabello negro, grandes surcos de arrugas en la cara, le susurro algo en el oído, Ken se separo de su mujer y se acerco a Leon.

-Sora ha muerto, estarás contento.-expreso el rubio, Anna llego con Yuri, y la noticia les impacto a ambos.

-SORA NO PUEDE ESTAR MUERTA.-grito Rosseta que se vio envuelta en un estado de shock, Yuri la abrazo, Anna su sonrisa se quedo trabada, la persona que más amaban se encontraba muerta

Pasaron las horas, el ambiente se puso aun mas pesado, Leon estuvo en una esquina, todo el tiempo, nadie se le acerco, nadie le decía nada, como sucedió, su mente estaba en blanco, tenía deseos de arrancarse la vida, y dársela a su amada Sora.

A las 4 am el doctor Katsuraya, se acerco, ya estaba al borde de la desesperación, golpeo cuantas veces sus fuerzas pudo la pared, sus manos se encontraban lastimadas, nadie le había atendido, se quedo sentando.

-Señor Oswald, esta en perfectas condiciones, puede retirarse.-expreso el doctor.-Hemos terminado la autopsia de su esposa.

-Ah…-Leon estaba destrozado, su rostro se torno seco.- ¿Dónde se encuentra Sora?

-Han llevado ya su cuerpo al velatorio del hospital planta baja.-expreso el doctor, ver la muerte todos los días y ver nacer la vida, era tan contrastante, Leon en el fondo agradeció, que no hubiera mas que la palabras necesarias para decir la verdad.

La verdad, es que en esos momentos se encontraba destrozado por dentro, la verdad es que ¿Cómo soportar la muerte del ser amado? ¿Cómo cargas con la culpa de su muerte? Sora, hasta el ultimo momento le había protegido, le amo como nadie, y por lo tanto se sacrifico como ninguna otra persona lo hizo.

En el velatorio, se encontraban vestidas de negro, integrantes del escenario, amigos y familiares, los padres de Sora llegaron lo más rápido que pudieron, con ellos estaba una niña de algunos 13 años, era la hermana de ella.

El ambiente de duelo era desgástate, lagrimas, llantos, susurros y habladurías entre las personas, sobre la verdadera razón de su muerte, se me estaba juzgando, pero no era tan diferente a como me sentía en esos momentos, yo mate a mi esposa con mi irresponsabilidad, con mi forma de ser.

Solamente me queda algo por vivir…Llegue con Yuri, él se encontraba detrás de su escritorio los años dejaron su marca en aquel rostro, que se endurecía con el paso de los años, no usaba más la imagen de niño bueno, se mostraba tal y cual era, un descarado manipulador, él se había asociado con Kalos, para así poder renovar Kaleido, que ya no era el mismo sin Sora, una tierra llena de alegría y todos eran una grande familia.

Era una fábrica de sueños, que se mostraban al público y que noche tras noches era sus espectadores, no se encontraba quien se preocupara por el bienestar de todos, todos deseaban que saliera bien el espectáculo pero la familia no era.

El despacho estaba decorado en color morado, en las paredes lucían fotos de las distintas obra que presento Sora, ella era la leyenda viva cientos de jovencitas hacían cada año las audiciones, quienes aspiraban a superar a la alma del escenario, pocas eran las que lograban ingresar, pero ninguna daba la vista de ser el ángel que se buscaba.

Rosseta Pasel era quien se encargaba de desempeñar los roles protagónicos, yo me convertí en su pareja, su técnica es impecable, su ejecución, el publico la aclama, pero nadie como ella, nadie con ese ángel, ejecución perfecta pero sin la magia necesaria, para convertirse en un mundo de sueños.

Yuri se había retirado ante la muerte de Sora, se hablo de que la lesión que había tenido no sano del todo, al parecer siempre fue bueno embaucando, consiguió una fuerte suma de dinero, la cual la invirtió.

Su escritorio era de caoba, el sillón estaba forrado en piel, la vista se reflejaba la Bahía, los jóvenes entrenado, divirtiéndose, era verano.

-Vaya al fin llegas, tal como así tu mujer haciendo perder el tiempo a los demás con sus impuntualidades, no entiendes que tengo trabajo que hacer, a caso que se que pueden hacer lo que se les plazcan...ups pendón murió.-se burlo Yuri entrelazando sus dedos y mirándome de esa manera tan despectiva, es como si sintiera que es superior a todos nosotros.

-Yuri respeta la memoria de mi Sora, si no yo te la haré respetar maldito gusano.-expreso lleno de furia, él como se atrevía a hablar mal de la mujer que más había amado en la vida, le haría tragar cada una de sus palabras, golpeo el escritorio.

-Por que no, podemos hablar de ella esta muerta, no vendrá enojada a reclamarme, pasemos a los asuntos de importancia, hoy se celebra la cena en honor a esa mujer, tienes que llegar temprano, por favor y pone esa cara de esposo sufrido que llora, la muerte de su esposa, hay perdón esa cara es la que siempre usas.-expresaba de manera socarrona, me harta esa manera de comportarse como si todos nosotros solamente fuéramos sus juguetes, solamente una razón me ata ha este lugar, solamente una, pero romperle la cara era lo que le hacia falta.

Yuri con una frialdad impresionante se queda estático ante mi golpe, pero había en sus ojos algo que me molesta, detesto como se expresa, me quito a uno de mis seres más importantes para mí.

Le pega un puñetazo que lo tumba, lo hace sangrar...que lo tira al suelo, dejándome por unos momentos satisfecho, de verlo tirado, sobre su amada alfombra blanca, las gotas de sangre manchando el inmaculado blanco.

-Eso es lo que quería-le grita Yuri se paro de manera sorpresiva acorralándome en contra de la pared, sentí el golpe sobre mi espalda, me había descuidado, nunca lo debo hacer con es tipo, no se que pasaba...Yuri le se rozaban sus labios...se unieron...fueron unos simples roces...

-Papa...-dijo una suave vocecilla.

-Sora...hija.

En el estacionamiento de Kaleido Star, un convertible rojo era estacionado, una pareja de rubios baja del auto, ella usaba un sombrero color gris, sus manos cubiertas por guantes y unas gafas de sol negras.

El hombre estaba vestido con un pantalón blanco y una camisa del mismo color, calzaba unos zapatos negros, a juego con unas gafas de sol negras, le abrió el auto a su esposa, para que ella descendiera del coche.

-Buenas tardes señores Robbins.-dice un hombre de cabello naranja, quien saluda a la pareja, estaba pendiente de los nuevos materiales que ingresaban al escenario.

-Buenas tardes, hemos venido para la cena en honor de Sora.-dijo Layla Hamilton señora de Robbins.

-¿Cómo has estado?-pregunto Ken al hombre, con un abrazo fraternal.

-Bien, estamos con la nueva escenografía.-respondió el hombre.-Se termino la presentación del Lago de los Cisnes.

-Vaya, ¿Dónde esta Rosseta?-pregunto Layla.

-Se encuentra ensayando con el señor Leon.-expreso.-Dentro de 6 meses el festival en Montecarlo, tiene una rutina impecable como siempre.

Lalyla, tomo la mano de Ken, el sol al parecer salía ya con fuera, serian las 7 am, algunas jóvenes se encontraban jugando en la playa, y observaban con entusiasmos Layla, que en estos años se convirtió en una actriz del Hollywood.

-Ken.-grito Anna usaba el cabello a los hombros, recordando un poco el estilo que tenía Sora, quien en esos momentos estaba rodeada de chicas sus fieles admiradoras.-Señora Layla.

-¿Cómo estas Anna?-pregunto Ken, se quito las gafas de sol.-Me he enterado que te has comprometido con un exitoso publicita de New York.

-¿Señorita Anna se va a casar?-sus admiradoras se quedaron sorprendidas, demasiado sorprendidas por la noticia.

-Dentro de algunos meses, ¿Pero cómo se han enterado?-pregunto curiosa Anna, mientras tomaba una pose dramática, las chicas enloquecieron.

-Anna, ¿Qué opinas de Oswald como padre?-pregunto la mujer rubia, tomando el brazo de su esposo, ella no supo el origen de su pregunta.

-Es un padre muy cariñoso.-expresaron las chicas que acompañaban a Anna.-Nunca sale de fiesta a pesar de que lo invitamos.

Las chicas se pusieron en círculo sobre la pareja y comenzaron a contar las aneadotas de Leon con su hija, cuando dijo su primera palabra que fue Leon y el padre se puso a contarlo por todo el lugar, o la niña escapádsele a su padre por que no deseaba bañarse.

El persiguiéndola, ellos trataban de ayudarle, pero era la niña demasiado rápida para todos, se escondía en los lugares que menos esperaban, ellos siempre se encontraban juntos era raro ver a Leon Oswald sin su hija, en los ensayos todos querían hacerlas de niñeras.

Pero la niña cuando veía a su padre sobre los escenarios siempre se quedaba tranquila, todos esperaban ver algún día a la pequeña mostrando la magia que se le caracteriza.

-Vaya Leon, ya no sigue siendo el mismo.-exclamo de una manera un tanto fria Ken, ante las palabras de las mujeres.

-¿Un padre ejemplar?-se burlo Layla, las mujeres se quedaron sorprendidas por la acción, les molesto a unas cuantas, las otras no le dieron importancia, pensando que probablemente ellos hubieran tenido una relación no muy cordial.

-Leon no tuvo la culpa de la muerte de Sora.-le expreso Anna.-Por una vez y por todas, fue un accidente, muy trágico, ella murió muy joven y todos nosotros sufrimos su ausencia, pero tenemos que salir adelante, él fue el más perjudicado.

-Ese hombre no pudo cuidar a Sora, ¿Podrá cuidar a una niña? No hagamos tontos Ana.-le respondió Ken, quien se separo de su esposa, Anna no retrocedió, era una discusión que al parecer habia sido postergada durante mucho tiempo.

Layla solamente fungió como espectadora, Ken hablo de nuevo y volteo a ver a su esposa, el coche estaba mal estacionado, el padre de Marion les recomendó al elenco irse, no era prudente que todos vieran esto.

-Estas tan amargado.-expreso Anna.-Que no puedes entender, que ella murió y que jamás le hubiera gustado vernos de esta manera, peleándonos, ella detestaba las peleas, con todo su corazón.

-No estoy amargado, solamente que yo si veo la realidad, Leon como es, una familia estable como Layla y yo podremos darle a la niña es un sueño.-Ken se le acerco ha Anna y le tomo el brazo.-Estabilidad, la muerte siempre rodea a esta persona, ¿Quién te asegura que no pase lo mismo con ella?

-Además Oswald, tiene antecedentes de demencia Anna, no te acuerdas.-dijo Layla, acercándose a su esposo y susurrándole.-Tranquilo.

-No.-respondió Anna.- ¿Ken tu amas a Layla?

-Si.-dijo tajantemente.

-Somos una pareja estable, que deseamos proteger a la pequeña y darle todo nuestro amor.-dijo Ken, besando en la mejilla a su esposa.-Anna, tú y yo somos amigos, apóyame.

-Ken, me das lastima.-Anna se marcha, dejando a la pareja sola, un hombre bajo de una segundo coche, era el padre de Layla, espero a que se fuera la mujer, un chofer le abrió la puerta para que descendiera de el.

Los trabajadores estaban preparando el escenario para la presentación, que seria llevada en la cena, la cual es honor a la fallecida estrella de Kaleido, su hermosa estrella nunca ha sido opacada, pero lo que si fue, ha sido la vida de las personas dentro del escenario.

Se celebrara el aniversario luctuoso de la muerte de Sora, todo estarían reunidos para recordar una vez más a su amiga, hermana y esposa, todos reunidos, para honrar su memoria.

En un despacho, se estaba llevando acabo una discusión, el ambiente estaba tenso y entra una persona a la cual no esperaban ver.

-Hola pequeña Sora.-dice Yuri con una falsa ternura, tomándola en sus brazos-Tu padre y yo jugábamos.

-¿A qué señor Yuri? ¿Puedo jugar yo también?-pregunta tiernamente Sora, mirándolo de manera tan inocente dándole un pequeño beso en la mejilla.

Comenzó a sonar la música, los ensayos de Alicia en el País de las Maravillas estaba comenzando, mi hija sonríe, parecieran que le gusta estar en los brazos de ese hombre, le acaricia el cabello.

-Sora sal que tengo que hablar con el señor.-exprese quitándosela de los brazos, ella salta a los míos, aforrándose.

El se dirige a uno de los gabinetes ubicados a la izquierda del despacho, lo abrió, sacando un frasco negro, el cual mi hija parece reconocer de inmediato, me da un beso en mi frente.

-¡No papi yo quiero jugar también!-expreso la niña, mirándome con ojos llorosos, no dejare que se junte más con Ana, la bajo de mis brazos, ella se dirige donde se encuentra Yuri le entrega el frasco, en sus labios se poso una hermosa sonrisa, le da unas palmadas en la espalda.

Ella regresa a mi lado, parecía que había estado en la playa, sus sandalias estaban llenas de arena, en cualquier momento esperaba escuchar la voz de Yuri quejarse por lo que estaba haciendo mi hija en su preciosa decoración, la niña se quedo fija en la fotografía de su madre vestida como la sirenita.

-Yo quelo ser ella.-expreso.

-Lo serás, pronto jugaremos pequeña Sora.-expreso Yuri, la niña sale, dejándome tranquilo, le prohibiré de que se relacione que este tipo.

-¡Aléjate de mi hija!-grite enfadado, este tipo era tan indeseable, cualquier mujer que estaba a su lado, corría el riesgo de sufrir o morir, bien que lo se.

-¿Pero si ella no se quiere separar de mi?-expreso Yuri con una cara burlona, clavando su mirada sobre mi, sus paso no se escuchaban.

-Pues yo te haré que te separes de ella.-respondí, el se paro en seco, para tomar dirección a su escritorio, donde comenzó a clavar su vista en su computadora, el teléfono sonó, dejando nuestra conversación suspendida.

En uno de las fotografías se encuentra abrazado de Layla estaban recibiendo el trofeo como ganadores del festival circense de ese año, la pareja dorada, ja que bonitos nombres.

-No, lo creo pero te hable para hablar de negocios, hoy en la noche hay una cena vendrán unos inversionistas y quiero que estés presente, pues aun sigues siendo la estrella de Kaleido, como el recuerdo de Sora, una cena para honrar su memoria.-expreso el mientras colgaba y me entregaba unos documentos.

-Estaré presente y una ultima advertencia aléjate de mi hija.-exprese y me marchó, abrazo a mi hija.

-¡Papi!-mi pequeña niña me abraza estaba hablando con la comediante, como llegue hablarle por su nombre, pues ella se encargaba de cuidar a mi hija, cuando no podíamos estar con ella por estar en gira, quería que ella tuviera un estabilidad, no que estuviera viajando continuamente, viviendo en hoteles, eso no es bueno para la formación, llegamos pronto a nuestro departamento...

Me voy a bañar Sora, espérame aquí-exprese y tomo mis cosas para bañarme... Tantos años, es difícil ser padre, quisiera darle todo el amor a mi pequeña hija, si solo ella estuviera aquí, sabría como hacerlo, el agua corre por mi cuerpo, cada centímetro, ella me da tanta paz, que necesito...cierro los ojos y comienzo a sentir una mano que recorrer mi cuerpo la espalda, lleva deseo en ella de de pronto la dejo de sentir y comienzo con otra sensación que no sentía en años unos labios las recorrer, una manos toman las mías y las sube invitándome a dejarme llevar por el deseo será esto verdad? o tal vez sea una ilusión, los labios sobre su mi torso un ligero gemido invade el baño van subiendo más y más como si quisieran demostrarme que aun puedo sentir y que esto va siguiendo, su legua recorre mis labios ahora va sobre mi cuello, mordiendo cada espacio...se coloca atrás de mi...quiero ver quiero hacerlo...pero no me lo permite...solo dejarme llevar por la pasión con se pone de espaldas y comienzo a sentir como su espalda choca con la mía sube y baja...

-Hola.-dice la niña mientras abría la puerta.

-Mocosa vengo a infórmale a tu papa que la cena será a las 8:00 pm y que este listo temprano, además que se no se puede llevar estorbos, como tu ya que vamos a trabajar y hablar de negocios.-dice May mirando con desprecio a la niña.

-Qué más desea bruja.-responde la pequeña Sora.

-No me respondas así pequeña mocosas, que si yo quiero me convierto en tu madrastra y veras como yo si te educo, como te alejo de tu adorado papi y te manda a un internado muy, pero muy lejos de aquí donde no puedas estorbar, me oyes eres un estorbo sin ti Leon hubiera podido rehacer su vida, ser feliz y tener una familia, pero vete solo causa lastima, eres igual que tu madre por eso se murió por ser un estorbo.-dice con todo el veneno a la niña.

-¡Mi madre no era ningún estorbo!-grito la pequeña, dándole una patada a la mujer.

-A no, tu padre tenía un contrato millonario para ingresar al cine y se quedo por que tu madre se embarazo, los ato contigo siempre serás su atadura...estorbo.-dijo May jalándola del cabello.

-¡VETE!-le avienta la puerta en su cara…se había logrado liberar de la mujer, mientras la pequeña rompe en llanto.

-Jajaja estorbo.-ríe como maniática la mujer escuchándose por donde pasaba.

Los pasos y la voz de la mujer se dejaron de escuchar, pero la pequeña se encontraba un mar de lágrimas, sentado en forma fetal, en una de las esquinas de aquel lugar con una fotografía de su papa entre sus manos, en ella en brazos.

-Mi hija esta llorando-escuche sus sollozos, corro a verla.

-¿Papi yo soy un estorbo en tu vida?-lloraba la niña, trate de hacérmele pero ella me rechazo, estaba aun en toalla, todo mojado.

-Tu no eres ningún estorbo en mi vida, eres mi razón de ser, eres por quien vivo, eres por quien respiro, eres la luz y la oscuridad en mi vida.-exprese, ella seguía manoteando, pero la tome en brazos.

-Te quiero papa.-nos abrazamos, se duerme en mis brazos que hermosa es mi pequeña, yo también me quedo dormido.

Pasaron las horas, el silencio de la habitación era cómodo, peinando los cabellos de mi hija con mis dedos, me había quedado dormida, paz era lo que necesitábamos, cerré los ojos, estábamos cansándoos nos habíamos levantando desde la 5:00 am para ir hacer ejercicio, aun es pequeña pero tiene mucha energía.

El reloj marcaba las 7:00 PM, soy despertado por un beso en mi frente.

-Papi ya es hora.-expreso cuando nos íbamos rumbo a la cena, que estaba hecha todo un circo periodistas, hombre de negocios, de seguro Yuri tenía alguna obra por la cual necesitaba dinero o quizás estábamos a punto de la ruina.

El fic va dedicado para una persona muy especial para nosotros, Hanna, una hermana una amiga, a la que queremos mucho.

Este fic, ira cambiando poco a poco tornándose más cruda, contendrá Yaoi, Yuri y hetero, la duración de este fic será de 7 capítulos, por lo cual en cada uno de ellos irán ocurriendo sucesos que marcara la vida de nuestros personajes.

Maiza Herlo and Mia Black