Jeje, habia estado pensando en subir este fic hace mucho... Weno, es un sasusaku , principalmente, e incluye otras parejas... etto... q mas? n.nU
ahh si, las descripciones de todo esta dentro... ahh y dejen reviews d-n.n-b
xXxXxXxXxXx: cambio de escena
o0o0o0o0o0: flashback
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Caía una lluvia torrencial, junto con un viento que hacía mover las copas de los árboles, movimiento acompasado por el ruido de una batalla que se situaba en lo profundo de un bosque, en lo alto de una montaña. Dos hombres, uno ligeramente más alto que el otro, ambos morenos, ambos heridos, ambos de ojos color sangre, ambos de la misma familia, uno asesino y el otro vengador. Itachi estaba acabado, yacía de rodillas en el suelo en un charco de sangre. Sasuke le había cortado el ojo derecho con su katana, la pesadilla del Tsukiyomi se había acabado para siempre, la respiración de ambos era algo acelerada, Sasuke había activado el sello en su 2° versión hacía un rato y ahora estaba desactivado, se acercaba a él, podía percibir la victoria. Después de tanto tiempo habría vengado a su clan, estaba a solo unos pasos de él cuando dijo:
-que ves… con tu sharingan?- el mayor abrió los ojos, esa frase se la habría dicho unos 4 años antes, y noto una sonrisa de supremacía en el menor. Pensándolo un poco, no todo estaba perdido para él…
-te veo, con el rabo entre las patas… - Sasuke descuido su guardia al interrogarse las palabras de su hermano, momento que fue aprovechado por Itachi que hizo unos rápidos sellos con las manos y antes de que el joven pudiera hacer algo, el mayor había pronunciado:- Ninpou: okami henge no jutsu!
xXxXxXxXxXxXx
En la pacífica Konoha Gakure, en la oficina del Hokage, una joven pelirosa de unos 20 años entraba en el recinto buscando con la mirada a su maestra, hasta posar sus ojos jades en el escritorio donde se divisaba a duras penas una cabellera rubia entre muchos libros y pergaminos. La joven llamó con voz suave.
-Tsunade-shishou…- la aludida no respondía, más bien parecía estar dormida. -Tsunade-sama…- dijo más fuerte la ojiverde, se acercó lentamente hasta el escritorio y confirmar lo que pensaba, la rubia estaba dormida. Esta vez, tomó aire y al tiempo que ponía su mano sobre el brazo de la rubia, exclamó:
-Tsunade-sama!!
-Ahhhh!!- la rubia miro alrededor a identificar la procedencia de aquel molestoso ser que la habría despertado, hasta que vio a su discípula de pie frente a ella. Rápidamente recobró la compostura a una más despierta y comenzó a revolver objetos que estaban en su escritorio.
-Sakura! Que sorpresa, que te trae por aquí? Ah, si… yo te llamé- la ojiverde retrocedió un par de pasos hasta quedar frente a la rubia y pronunciar con voz serena:
-Haruno Sakura, del escuadrón n° 6 de ANBU, se reporta.- La Hokage le hizo un gesto con la cabeza y cogió un file que tenía sobre el escritorio.
-Te mande llamar por esto…Sakura, revisa estas cifras- le pasó el file a la pelirosa y mientras esta lo abría, la rubia continuó- son las cifras de la cantidad de medicinas y hierbas con las que cuenta la aldea actualmente. La ojiverde pasó unas hojas y clavó su mirada en una de las columnas.
-Nos estamos quedando bajos en ciertas hierbas, y no son tan fáciles de conseguir. Son las que se usan en los antídotos.- dijo Sakura sin quitar la vista del archivo.
-Mmm, por eso es que me pareció que debía darte esta misión- la de ojos jades la miró- como bien sabes, esas hierbas solo se encuentran en lo profundo del bosque situado en la montaña del país del Búho; confío en ti, mi discípula y jounin de la aldea para llevar a cabo esta labor. Sabes acerca de nuestra situación actual con el País del Relámpago, han aparecido varias veces en nuestros reportes de misión; ninjas de la aldea de la nube atacando grupos de genins en misiones, si no fuera por los jounins que los acompañaban no se que abría sido de ellos. Las discusiones políticas tampoco han ido bien, cuando les notificamos de que sus ninjas habían estado atacándonos, negaron cualquier ataque y en lugar de eso nos denunciaron de haber nosotros empezado a lanzar ataques contra ellos. En cualquier momento podría estallar otra guerra aún más grande que la 3° guerra ninja, así que en caso de que nuestros ninjas caigan envenenados por los potentes venenos de los ninjas de la nube, no podríamos lidiar con ello.- la rubia le echó una mirada a su alumna y supo que esta estaba decidida.
-Hai, Tsunade-sama. Me tardará un máximo de tres días volver si salgo ahora mismo- la joven cerró el file e hizo una reverencia, estaba por llegar a la puerta cuando la sannin le dijo:
-Cuídate, Sakura. Sabes que en ése país no cuentan con una aldea oculta y suelen contratar a shinobis de la nube, que no dudaran en atacar a un ninja de Konoha. Y si ves a Naruto- la Hokage cambió el tono de voz a uno más grave- dile al maldito bastardo que un informe escrito no puede tener dibujitos de ramen y de soles por todas partes; menos cuando se trata del desarrollo de una misión de rango "A".- la pelirosa se limitó a sonreír y asentir con la cabeza mientras salía del recinto.
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No sabía dónde estaba, todo era oscuro y vacio. Sasuke divagaba sobre los últimos acontecimientos de los que había sido protagonista. "¿Qué fue ese jutsu?" era lo en lo que pensaba; pero lo peor de todo, es que había estado a punto de acabar con el malnacido de su hermano y había fallado, otra vez. El moreno tenía los ojos cerrados, estaba quieto; no tenía idea de si estaba vivo o no, pero lo único que podía sentir era que estaba acostado sobre una superficie dura, "El bosque" pensó Sasuke. Ya no sentía la presencia de Itachi, pero de una manera extraña e incomprensible, podía oler su sangre, el asqueroso aroma de la sangre le entraba por sus narices. No podía pararse, quería quedarse ahí, tumbado sobre esa superficie, tan solo pensando.
Una puerta se abría, al tiempo en que entraba una pelirosa. Sakura vivía en un pequeño departamento consistente en una pequeña sala con unos sillones alrededor de una pequeña mesa; había un pasillo que tenía cinco puertas, dos a cada lado y una al final del mismo, en la primera puerta de la derecha se encontraba una cocina y comedor de diario, en la segunda de la derecha se encontraba el baño; en la primera de la izquierda se encontraba un pequeño estudio, abarrotado de libros y pergaminos, en la segunda de la izquierda estaba un dormitorio de visitas; y en la puerta del final se encontraba el cuarto de Sakura. En todas las habitaciones había una ventana y en el cuarto de Sakura había un balcón que tenía vista directa al boque de Konoha.
Ésta cerró la puerta y dejó el file y las llaves sobre la mesa, se dirigió hacia el interior del departamento hasta su habitación, cogió un bolso (N.A.: ese que Sakura usa en Shippuden que mágicamente se mantiene suspendido en la parte inferior trasera de la cintura x3) y empezó a llenarlo de pergaminos, kunais y shurikens extras, vendas y otros materiales médicos. Dejó el bolso listo sobre la cama y se dirigió fuera del cuarto hacia la mesa de la sala en donde había dejado el file, lo estudió un poco más y lo dejó sobre un escritorio en el estudio, comenzó a revolver un par de libros y tras hacer anotaciones en una pequeña libreta; se dirigió hacia su dormitorio, metió la libreta dentro del bolso y se lanzó a su cama con el fin de descansar unos minutos antes de partir. Sin embargo, fue imposible. Tenía un extraño presentimiento acerca de ese viaje, algo le decía que debía partir cuanto antes porque alguien la necesitaba, aunque no sabía quién podría necesitar su ayuda en aquel lugar, sin darse cuenta había ido cerrando los ojos, hasta que tuvo una visión:
Estaba en un bosque, ella avanzaba entre los árboles, hasta que escuchó un aullido cercano, grave… profundo…; luego vio unos ojos rojos que casi al instante desaparecieron, unas fauces que se cerraban alrededor de su brazo, y un pelaje negro. Sakura despertó, miró el reloj.
-Tan solo quince minutos- dijo frotándose los ojos y notando unas gotas de sudor en la frente, lo había sentido tan real; se toco el brazo, donde la bestia la había mordido. Lo peor de todo, era que al ver los ojos de la bestia habría jurado que había visto algo muy peculiar en ellos, había visto el Sharingan en ellos. Sakura rió por lo bajo, siempre metiéndose en todo estaba Sasuke… no sabía de él desde hacía cuatro años. El equipo 7, yamato y el equipo 8 habrían ido una vez más en su búsqueda, con pobres resultados. Esa fecha sucedieron tantas cosas… la muerte de Jiraya-sama, el enfrentamiento con tobi, la pelea entre Sasuke e Itachi en la cual el menor había casi muerto, la muerte del equipo hebi en manos de Kisame, y el acontecimiento más importante de todos para ella… la muerte de su madre.
Sakura suspiró suavemente, la razón por la cual vivía sola desde los 16 era esa, su madre había muerto ese día. Sakura nunca había conocido a su padre, más que en fotografías debido a su muerte en una misión cuando esta tenía 1 año, así que su madre la había criado y mandado a la academia ninja como su padre había dicho que sucediera. Su madre había fallecido de una extraña enfermedad que llevaba cargando secretamente desde que la ojiverde era una niña, Tsunade-sama no se encontraba en la aldea, debido a que había partido hacia la locación de Jiraya, así que nadie supo lidiar con la enfermedad cuando esta llegó al hospital. Si Sakura no hubiera ido al rescate del Uchiha, hubiera podido lidiar con ello debido a que era la alumna de Tsunade, pero no fue así.
Luego de haber estado luchando contra tobi e inútilmente lograr hacerle algún daño, este se desvaneció, cuando llegaron al lugar de la batalla entre los Uchihas, ya todo había terminado, así que sin más volvieron a la aldea.
Cuando llegaron, la Hokage que había vuelto antes que ellos, les mencionó acerca de dos muertes, la primera acerca de la muerte del sannin pervertido a manos del líder de akatsuki; todos no lo podían creer, Naruto cayó al suelo de rodillas y antes de que Sakura pudiera acercarse, Hyuuga Hinata se agachó y lo abrazó mientras este atinaba a llorar. La ojiverde sonrió ante el acto; sin embargo, la Hokage se acercó más a ella y luego le dijo que lo sentía mucho, pero que su madre había muerto el día anterior. La joven se congeló y las lagrimas asomaron sus verdes orbes, todos la miraban con pena mientras ella solo estaba allí parada, necesitando apoyo; las lagrimas empezaron a surcar su rostro y entonces Kiba se acercó a ella y gentilmente la abrazó, esta le correspondió y comenzó a llorar mas fuerte sobre el hombro del muchacho. Luego de un tiempo todos los shinobis se reunieron en el cementerio de Konoha a mostrar respeto por el sannin, mientras que Sakura estaba sola en otra parte del cementerio, frente a la tumba de su madre. Después de unos días Sakura decidió vender su casa y comprarse un departamento, también decidió nunca más tomar parte en cualquier misión que tuviera que ver con Sasuke, debido a que su búsqueda la alejó del lugar en el que la necesitaban y en el cual debía permanecer.
La joven ANBU sacudió con fuerza su cabeza y se levantó de la cama, se puso el clásico uniforme ANBU compuesto por el chaleco gris, los protectores en los brazos y los pantalones negros; además llevaba unos guantes como los que usaba kakashi-sensei con el símbolo de Konoha en la parte de metal, el mencionado bolso en el límite inferior de su espalda, una katana con el símbolo que ella solía llevar en su espalda (N.A.: la historia de esta katana la explicaré después) ubicada en la misma; y por último una capa con capucha de color negro que solo utilizaban los ANBUS en situaciones en las que su profesión no debía ser delatada.
Lista a partir, la joven echó una mirada sobre un estante con fotografías echándole una mirada más prolongada a la última en orden cronológico, se acercó al velador y cogió su máscara ANBU, su máscara de lobo.
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Segundos, minutos, horas; todo era lo mismo para Sasuke. No se había levantado o siquiera abierto los ojos desde que Itachi le lanzó ese jutsu. "Debo levantarme… y ver el estado de mis heridas, pero…" pensaba Sasuke, pero el cansancio y el dolor que sentía podía más, hasta que al fin decidió abrir los ojos. Primero vio una luz muy blanca a la que tuvo que parpadear varias veces, cuando sus ojos se acostumbraron a la luz notó algo raro en su visión "todo está gris! ... porqué?" desde los árboles hasta el trozo de cielo que veía por un hueco entre los mismos eran de color gris. Si Sasuke estaba sorprendido, entonces no fue nada comparado con lo que vio luego de ver su nariz por el resquicio de sus ojos, ahora más larga y de un color azabache. "Que rayos…?"
Sasuke juntó fuerzas y levantó su adolorido y herido cuerpo del suelo y lo que vio al momento de ver sus manos apoyadas en el suelo fueron un par de patas negras. Sasuke estaba perdiendo el control, tanto de olvidar por un momento su dolor y rápidamente acercarse a un pequeño charco formado por la lluvia del día anterior, y cuando vio su reflejo; vio la silueta de un animal, el hocico largo al igual que unos colmillos situados en la cavidad, orejas grandes y puntiagudas. Intentó articular palabra, pero lo único que salió de su hocico fue un bajo gruñido. "No puede estar sucediendo, hmp… tal vez con el Sharingan…" Cerró los ojos y cuando los volvió a abrir, paulatinamente los matices grises fueron cambiando a colores más comunes para el ojo humano. Cuando volvió a mirar su reflejo en el ahora cristalino charco pudo verlo; un lobo negro de ojos escarlatas y pequeñas comas en ellos le devolvió la mirada. Si Sasuke hasta ahora pensaba que con el Sharingan todo volvería a la normalidad y que saldría de ese aparente Genjutsu de su hermano, no podía estar más equivocado. De golpe, todo su agotamiento físico se manifestó nuevamente en él y no pudo más que desvanecerse en el suelo del bosque.
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Saltaba árbol tras árbol, saliendo de los límites del País del Fuego y se encaminaba al País del Búho; cada vez aceleraba más el paso, tenía la sensación de que mientras más rápido fuera, aquel sentimiento de que alguien la necesitaba duraría menos. Alzó la mirada hacia el cielo poco visible a través de los árboles y sintió algo de paz; lo que más le gustaba a la joven hacer en su tiempo libre, era caminar por el bosque de su aldea, cerrar sus ojos unos minutos y luego abrirlos para admirar la belleza de la naturaleza. Cuando se sentía estresada o cansada, saltaba por el balcón de su cuarto directamente al bosque, especialmente en luna llena y se acordaba de tantas cosas; pero especialmente aquella noche, cuando él se fue y la marcó como una maldición, una maldición que la obligaba a recordarlo cada día de luna llena, durante 7 años; 84 lunas llenas, 84 paseos bajo la luna dedicadas a él. Debido a esa manía suya de "rendirle homenaje" a ése día con sus salidas, como dijo Ino, la empezaron a fastidiar y decirle "la loba" o "lobita"; tanto por la luna llena y por el hecho de recorrer los bosques de Konoha por el simple deseo de hacerlo, como por otros sucesos que acontecieron en su vida luego de mudarse.
Sakura rió bajo su máscara, aquella máscara con la forma lupina y entonces recordó ése día, el día que la hicieron ANBU y le entregaron su marca.
0o0o0o0o0oFlash backo0o0o0o0o0
-Felicitaciones, Sakura-chan!!- un rubio abrazó a su hermana de ojos verdes mientras todos los demás presentes sonreían.
-Ayy!! Naruto… mi brazo…- Sakura le señaló al ojiazul su brazo a la altura de su hombro vendado.
-Upss, olvidé el tatuaje, gomen- dijo mientras se rascaba la cabeza.
Luego de la muerte de su madre, Sakura decidió vender su casa, pero sin antes revisar unos viejos baúles y objetos que tenían en el depósito. En uno de los baúles pertenecientes a su padre encontró ciertos objetos y documentos que le llamaron la atención, luego de investigar y sacar más objetos del mismo, entendió una gran verdad acerca de si misma y el secreto detrás del aparente círculo en su espalda. A partir de ese día, empezó a pedir misiones con diferentes equipos y si podía, misiones solas, por supuesto sin dejar de lado a sus amigos. Empezó a ganar experiencia en las misiones y comenzó a entrenarse en el arte de la katana por sí misma. Al poco tiempo había ganado el nivel de jounin y a los 17 años ya era ANBU.
Una rubia de ojos celestes se acercó y le palmeó la espalda.
-Muy bien, frentona. Nunca pensé que lo lograrías- la rubia rió mientras la pelirosa le dedicaba una mirada socarrona.
-Bueno, Ino cerda. No te quedes atrás o no podrás alcanzarme- La rubia solo la miró mientras otros jóvenes se acercaban. Neji que también era ANBU, de la mano con Tenten; Shikamaru que decidió que ser ANBU sería muy problemático y se quedó como jounin, abrazando a Temari por la cintura, que estaba de "misión"; Hinata que estaba pensando en enseñar en la academia, aún como chunnin, acercándose a Naruto al tiempo que ambos se sonrojaban y el rubio empezaba a balbucear cosas como que por fin que había alcanzado el grado de chunnin, Sakura-chan lo había vuelto a sobrepasar. Kiba, con el cual había comenzado a construir una buena amistad, y Akamaru; Lee el cual aun le decía "lindas" frases, pero solo con motivo amistoso; Shino que se había vuelto más sociable y dejado de usar ropa tan encubridora; Chouji, que ahora solo comía lo necesario para realizar sus técnicas, y Sai, con el cual había estado estudiando en la biblioteca y practicado algunas veces con la katana. Sakura agradecía a todos por su presencia, hasta que Yamato-taichou, como le seguían diciendo, apareció con un paquete en sus manos, era su máscara.
-Sakura, nuevamente felicitaciones por entrar al escuadrón n° 6 de ANBUs. He aquí la máscara y símbolo que te identificará toda la vida, mientras seas ANBU- la aludida asintió, sintiendo curiosidad por aquel objeto.
-Verás que al principio no estábamos muy seguros de lo que te pudiera identificar, así que la Hokage sugirió esta idea porque le pareció muy representativa y tuya.- Esperen¿la Hokage había elegido su tótem? No, eso no podían ser buenas noticias. Yamato le extendió el paquete y la ojiverde sacó su máscara de este. Vio representado en esta la figura de un lobo, con líneas rojas bajo y sobre los ojos formando una especie de tribales. Todos los presentes se echaron a reír mientras algunos la señalaban y otros exclamaban:
-Iiiuuuu! La loba o la zorra? Auuuuuu!- le exclamó Ino, mientras se acercaba Kiba y con una mano tras la cabeza le decía:
-Supongo que otro punto en común, un equivalente canino. Jeje…-Akamaru ladró, y la aludida sonrió. El único que no reía era Neji por respeto a su colega, pero cuando la ojiverde se colocó la máscara, el Hyuuga no pudo soportarlo y lanzó pequeñas risas que terminaron en él tosiendo muy fuerte debido a su intención de retenerlas. La pelirosa no decía nada, solo sonreía por un animal tan característico a sus hábitos así que rió con ellos, hasta que las risas se extendieron de más y la joven ya molesta pegó un golpe en la pared y todos se callaron.
-Ya! Ya estuvo bueno. Ya los quiero ver riéndose cuando yo me este muriendo en una misión!- Nadie dijo nada, hasta que la de ojos perlados se acercó tímidamente y pronunció:
-No digas eso Sakura-chan, tu eres muy buena para fallar en una misión…- la aludida la miró agradecida, hasta que la chunnin agregó:-…pero si tienes problemas, solo aúlla.- La risa general se volvió a escuchar, al tiempo que salía una Sakura enojada, maldiciendo a todos.
0o0o0o0o0o0oEnd of Flash backo0o0oo0o0o0
Sin darse cuenta, llegó a las laderas de la montaña, después de un recorrido de horas por el País del Fuego y el País del Búho; seguía un ascenso muy empinado hasta llegar a la punta de la montaña. La joven se acomodó la máscara y partió.
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Todo debió ser un truco, nada más que una sucia ilusión de su hermano, se negaba a aceptar lo que le estaba sucediendo. Sasuke volvió a abrir los ojos y se encontró nuevamente con la visión en escala de grises que había observado antes. Podía sentir las heridas en su piel, el olor de su propia sangre y el dolor en su corazón provocado por la decepción… de sí mismo. Si no hubiera alardeado, si no se hubiera dejado llevar por el sentimiento de la soberbia; podría haberse encontrado lejos de allí, sanando sus heridas, con su katana manchada con la sangre del asesino.
Tal vez, hasta podría haber estado en camino a Konoha, hablado con la Hokage para dejarle volver; siempre había pensado con volver al lugar que lo vio nacer luego de haber vengado al clan, aunque fuera difícil que la aldea volviera a confiar en él. Luego de la charla con la Hokage, seguro se encontraría con el Dobe de Naruto, que le gritaría de todo y que era un estúpido por haberse ido con Orochimaru, pero que no dudaría en abrazarlo como a un hermano e invitarle ramen. Sin embargo, de lo que más dudaba era sobre la reacción de cierta chica. La única vez que la había visto luego de dejarla en esa fría banca, había sido hace unos 4 años y ni siquiera él le había dirigido la palabra más que para nombrarla.
No podía negar que esa chica había logrado un efecto en él que ninguna otra había logrado, amistad, pero una amistad pura, tal como el sentimiento que ella profesaba por él en esos tiempos. Si bien él pensaba que ella era una molestia, era una molestia por la cual él se preocupaba en proteger, cuando aún existía el equipo 7. No sabía si ella aun lo amaba, si lo odiaba, o si simplemente para ella, el nombre Sasuke significaba algo.
Pero ahora que su mente estaba trayendo recuerdos sobre su compañera, recordó una conversación que había tenido con un miembro de su equipo Hebi, el único miembro con el cual había tenido algo de confianza, Suigetsu.
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El equipo de 4 personas liderado por Sasuke y denominado Hebi, se encontraba descansando luego de mucho viajar. El moreno había mandado a Karin y a Juugo a hacer unas rondas por el terreno en busca de posibles miembros de Akatsuki, así que él se había quedado solo con Suigetsu y aprovechó la ocasión para preguntarle acerca de un suceso de su pasado que ni él sabía que había ocurrido.
-Suigetsu, dime algo…- el peliceleste lo miró interrogante mientras absorbía agua de un termo-… que es eso que Karin me hizo y que te prohibió decirme?- los ojos del moreno no demostraban emoción alguna, aparentemente, en cambio la mirada y sonrisa de Suigetsu demostraban diversión.
-Es un suceso muy antiguo… recuerdo haber escuchado acerca de eso de la boca de Kabuto, en una conversación con el mismo Orochimaru. Aparentemente, no te parecías concentrar mucho en el entrenamiento, luego de un año de haber dejado tu aldea.- El Uchiha se sorprendió por la información que le estaba proporcionando su compañero, debido a que no recordaba que nada de eso hubiera sucedido.- Te habían estado espiando mientras dormías, y al parecer tenías una especie de pesadilla. No recuerdo muy bien, pero parecía que repetías unas palabras con mucha frustración…- el chico miró expectante a lo que él le iba a decir-…algo así como: "La venganza no hace feliz a nadie", "seremos felices", "llévame contigo" y creo que también algo así como "gracias" y el nombre de una chica.
El moreno parecía ligeramente aturdido, la información que estaba siendo procesada en su cabeza parecía recordarla de algo que él había escuchado y dicho. Sin embargo no sabía de quién habría escuchado esas palabras y dirigido esa disculpa. Suigetsu sonreía y reía ligeramente.
-Así que una chica? eh? Bueno, es normal que no lo recuerdes…- el muchacho lo miró.
-Hmp. A qué te refieres con que es normal?
-Bueno a eso mismo, ya olvidaste cual fue tu pregunta? De algún modo, Orochimaru pensó que estabas dudando acerca de tu venganza y tu estadía con él; así que planeó algo, te presentó a Karin- el moreno alzó una ceja, ya que ese suceso si lo recordaba- Tal vez pensó que si lograba que te olvidaras de la otra chica dejarías de dudar y te quedarías con él; tú no prestaste la más mínima atención por Karin, muy comprensible ya que esa chica es horrible!, pero él tenía otro plan. Hizo que Karin colocara un jutsu en ti, uno que te hiciera olvidar ciertos sucesos y sentimientos. El jutsu sirvió y parece que nunca más dudaste en quedarte.- Cuando su compañero terminó, Sasuke sintió curiosidad en saber que era lo que había olvidado, pero más que nada en el nombre de la muchacha.
-Dime, sabes cuál era el nombre que mencionaron que yo repetía?- el peliceleste se llevó una mano al mentón como pensando y luego alzó la vista al cielo, luego de un tiempo abrió los ojos y dijo enérgicamente:
-Claro! Era el nombre de una flor, aunque no recuerdo cual…- cuando el muchacho mencionó esto, el Uchiha abrió los ojos.
-Sakura? Ese era el nombre?- su compañero asintió con la cabeza y sonrió más ampliamente.
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Esa vez se había partido la cabeza en dos pensando en algún momento en el que él hubiera tenido una conversación con Sakura que hubieran tenido esas palabras incluidas, pero cuando pensaba sobre ella no parecía tener muchos recuerdos sobre su compañera.
Sin embargo, cuando él había estado luchando con Itachi, hubo un momento en su batalla en la cual él bajo la guardia; de improviso muchos recuerdos se abalanzaron sobre su mente, toda las memorias que tenía perdidas sobre su compañera de equipo. Ese momento logró que Itachi lo atacara y casi lo dejara muerto, luego entendió que cuando Karin había muerto, el jutsu sobre él se había roto.
Los recuerdos que habían atestado su mente incluían todas las veces que él la salvó, las veces que ella le había dado palabras de aliento y también la vez en la que él se fue de la aldea y la conversación que tuvieron. Cada palabra que él había estado repitiendo entre sueños, fue clavada en su memoria como cuchillos; se dio cuenta del dolor que le había provocado a la muchacha.
Luego de haber estado pensando en todos estos recuerdos del pasado, decidió que no podía quedarse en ese lugar. Cerró los ojos y los volvió a abrir activando su Sharingan; lentamente intentó pararse y mientras lo hacía, notó cuan dañado estaba realmente su cuerpo. Rápidamente notó una herida muy profunda en la parte superior de su pata trasera, lo cual sería su muslo; el dolor se extendió por todo su cuerpo y sin poder contenerlo, dejó soltar un grave aullido que retumbó por todo el bosque iluminado solo por la luna.
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Se quedó estática mientras aquel llamado aún retumbaba en sus oídos, había estado avanzando por los árboles cuando escuchó aquel aullido, grave, profundo; rápidamente recordó aquel sueño de hacía unas horas y sintió nuevamente aquel impulso de dirigirse al punto exacto del llamado. La ojiverde recobró la compostura e intentó pensar en lo que haría. "No puede ser lo mismo, solo debe ser una coincidencia; pero se escuchó tan cerca, no perdería nada en ir a revisar… no, debo concentrarme en la misión; pero yo…" Le estaba costando tomar una decisión, hasta que la luz de un claro le llamó la atención y bajó del árbol en que estaba hasta el suelo del bosque. Y la vio. Resplandeciendo sobre ella, estaba la acompañante silenciosa de su maldición, como marcando un sendero. Hipnotizada por la visión que estaba teniendo de la luna llena, logró salir de su trance y no tuvo más dudas; con pasos rápidos sobre el suelo del bosque, fue corriendo hacia el aullido.
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Había dejado de aullar pero el dolor seguía latente; de pronto se dio cuenta que eso habría podido revelar su posición y comenzó a caminar cojeando con su pata trasera mientras pensaba en qué había hecho para merecer tal castigo.
De repente un presentimiento tocó su corazón, la presencia de alguien más en el bosque; olfateó el aire hasta que sintió un aroma conocido, no distinguía de quien era pero en la única persona en la que podía pensar que se encontraba allí era su hermano. El okami sintió que la persona se acercaba más y más, lo único a lo que atinó en ese momento fue a esconderse tras unos arbustos mientras que en ese instante una sombra hacía aparición a unos 10 metros de él. Con el Sharingan dando vueltas en sus pupilas, intentó descubrir algo acerca de la persona; pero lo único que descubrió fue que ésta persona era un ninja con altos niveles de habilidad en los tres campos, sobre la identidad de la persona no pudo averiguar nada debido a la capa negra con capucha que llevaba.
La sombra se acercaba cada vez más y Sasuke empezó a pensar en sus posibilidades de supervivencia teniendo esa forma.
Sakura daba cortos pasos, atenta a la presencia de un ser en esa parte del bosque, no podía estar equivocada, el aullido había venido de ese punto. De pronto, sus orbes verdes captaron cierta imagen que no logró descifrar del todo, un par de ojos color sangre la estudiaban. Antes que pudiera reaccionar los ojos desaparecieron en la oscuridad, la muchacha se preguntaba qué demonios estaba ocurriendo cuando de pronto sintió una presencia a su lado izquierdo y un dolor desgarrador en su brazo al mismo tiempo que unas fauces se cernían sobre ella.
No tuvo tiempo de reaccionar, tan solo cayó al suelo por la fuerza del ataque y cuando dirigió su mirada hacia lo que la había atacado, se congeló cuando vio a un lobo color azabache de ojos rojos sobre ella. Sasuke apretó más fuerte la mordida, sintiendo la sangre caliente salir a borbotones de la piel de su enemigo. Sakura apretaba los dientes mientras no se permitía demostrar su dolor, cuando miro más de cerca al canino, notó las comas en sus ojos. Pero algo andaba mal, vio como el animal relajaba el gesto y la mordida; pronto el color del Sharingan fue reemplazado por un color ambarino, al tiempo que la criatura caía inconsciente al suelo.
-Sasuke?
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Otra vez la nada, Sasuke volvió al estado de nirvana en que había estado antes de levantarse y captar la presencia del encapuchado. Pero algo estaba diferente y él podía notarlo, ya no sentía dolor en ninguna de sus heridas; se sentía flotar sobre un campo de flores, porque ese era el olor que entraba por sus narices, un olor a flores y a hierbas que Sasuke encontraba muy interesante. Ahora que lo pensaba bien, ese era el olor que había captado antes de atacar a la figura frente a él; ahora estaba convencido de que definitivamente esa sombra no pertenecía a la de su hermano.
El Uchiha empezó a recuperar el sentido del tacto y la sensación de estar sobre algo duro volvió a él, además de sentir vendajes en las heridas que tenía. Lentamente abrió sus ojos y tuvo de nuevo aquella visión gris frente a él, en ella vio aquel incognito que había atacado dándole la espalda; el ser se giró en dirección al okami y lentamente se acercó a él. El encapuchado se puso de cuclillas hacía él y lo escrutaba, al tiempo que estiraba un brazo hacia el canino; Sasuke pudo ver bajo la capucha una máscara ANBU, irónicamente con forma de lobo.
Se paró de inmediato sorprendiendo ligeramente a la persona, activo el Sharingan y su visión gris fue reemplazada por una a colores. El moreno adoptó una posición alerta pero tranquila mientras seguía estudiando a la figura frente a él; se fijó en el aún brazo estirado y al final de este divisó el emblema de Konoha en el guante que envolvía su mano. Súbitamente la sombra se levantó y con voz calmada dijo:
-Eres tu Uchiha Sasuke?
El aludido se sorprendió, no sólo por ser la voz de una mujer, sino además por el hecho de que se le hacía un poco familiar; aún sin estar seguro de eso, la sentía más segura, más madura. Siguiendo sus instintos, el lobo asintió lentamente con la cabeza; mientras aún observaba a aquella ANBU. El Uchiha intentó preguntar algo, pero una especie de gruñido salió de su hocico y recordó en qué situación se encontraba. La figura se acercó a él y volviendo a su posición de cuclillas declaró:
-Va a ser muy difícil comunicarte en esa forma, y va a ser aún peor preguntarte algo- Esa voz serena tenía el poder de tranquilizarlo aún en la situación actual, desesperadamente quería conocer a quién pertenecía. Vio como la ANBU sacaba un pergamino y un pincel de su bolso, y escribía sobre él. Sasuke intentó leer algo, pero no era nada prudente acercarse sin conocer sus intenciones. La figura suspiró y preguntó:
-Confías en mí?- El aludido negó lentamente con la cabeza -Y si me quito la máscara, confiarías en mí?- Lo pensó un poco y lentamente asintió, no podía ocultarlo, aquel deseo y curiosidad de conocer a la persona que había cuidado de él y que ostentaba el cargo de ser una gran ANBU de Konoha. La ANBU acercó su mano hacia su máscara y lentamente se la quitó.
Los ojos del lobo se abrieron de par en par cuando vio dos gemas color jade mirándolo serenamente. No pudo evitar retroceder de la impresión y más cuando la capucha cayó y pudo ver un muy conocido cabello rosa amarrado en una coleta; esos graciosos mechones que antes caían a ambos lados de su rostro, ahora a la altura de sus hombros amarrados en las puntas a cada lado de su faz. Tenía frente a él a nada más y nada menos que a su antigua compañera y amiga, Haruno Sakura.
-Ahora confías en mí?- el okami volvió a asentir- Muy bien, te diré que es lo que voy a hacer. No podemos comunicarnos ahora, así que para resolver esto necesito hacer un jutsu especial. Este jutsu tiene efectos secundarios para ambos, te explicaré como funciona.
No estaba seguro de todo eso "Por qué me está ayudando? Después de todo lo que le hice, por qué?" pensaba en cómo se había convertido en un ANBU y todo el esfuerzo que eso habría requerido, cuando la serena voz de la ojiverde lo trajo a la realidad.
-Me darás algo de tu sangre y yo la mezclaré con la mía en este pergamino que escribí y hacemos un pacto. Yo te doy la habilidad de hablar el lenguaje humano, y tú me das cualquier otra habilidad o don a cambio, entiendes?- "Así que un pacto, hmp. Buena idea Sakura, siempre fuiste la más lista de los 3" El moreno asintió con su cabeza una vez más y entonces se acercó a la pelirosa mientras esta abría el pergamino en el suelo. Luego la joven sacó un kunai y miró al animal, este entendió y se acercó más.
La kunoichi clavó despacio el kunai en una pata mientras el lobo gruñía y cerraba las fauces, la sangre se deslizó por el kunai, al tiempo que caían varias gotas frescas al pergamino. La pelirosa dejó el kunai en el suelo y se quitó el guante de su mano derecha, hizo rápidos sellos y un chakra verde salió de su mano; acercó su mano a la pata del okami y éste sintió como algo cálido le quitaba el dolor, "También ninja médico, parece que has cambiado bastante, Sakura".
La ANBU se levantó y se deshizo de su capa dejando ver su bien formado cuerpo, a sus 20 años la joven se había puesto mucho más bella de lo que ya era; un desconcertado Sasuke la miró de arriba hacia abajo, notando lo bien que se le veía vestida con uniforme. Empuñando nuevamente el kunai con la mano derecha, la muchacha en un movimiento rápido, clavó el arma en su brazo contrario. El animal estudió los gestos de su salvadora y vio como ni se inmutaba ante el dolor, además de notar la cicatriz que le había dejado al morderla y tres gruesas líneas en el mismo punto. Varias gotas cayeron sobre el pergamino y sobre la sangre del Uchiha, la ojijade hizo aparecer más chakra verde curando su brazo, volvió a colocar el guante en su sitio y sacando un instrumento parecido a una pipeta de su bolso, comenzó a mezclar ambos líquidos escarlatas.
-Yo haré los sellos y pensaré en la habilidad de hablar, tú solo piensa en otro don tuyo para hacer el cambio. Pero pueden haber problemas si esto no es equilibrado; si me das una habilidad muy simple, mi habilidad no pasará completa hacia ti, y si es muy poderosa, viceversa. Entendido?-
Sasuke comenzó a pensar en el don o habilidad que debía darle a Sakura pero no se le ocurría nada, sorpresivamente vio a la ojiverde haciendo varios sellos con las manos, y él aún no sabía que intercambiar.
-Ninpou…- que don? Que don?- Jyuujin…- y fugazmente la imagen del Sharingan pasó por su cabeza, pero fue demasiado tarde para parar o cambiar el pensamiento, Sakura terminó el jutsu-…koe no jutsu!!
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-Ninpou, jyuujin koe no jutsu!!- apenas había terminado de decir esas palabras cuando el dolor se hizo presente. Ambos jóvenes cayeron al suelo, el dolor era insoportable. Para Sasuke la tortura se situaba en su hocico y garganta, mientras que para Sakura eran su cabeza y ojos los que la hacían sufrir. Luego de un rato en que ambos se tranquilizaron y el dolor menguó, pudieron ponerse en pie nuevamente.
-Puedes hablar?- le dijo Sakura con los ojos aún cerrados. El okami abrió las fauces y trató.
-Cre… cre…o que s…si, si puedo-dijo al fin, la joven le dio la espalda- necesito saber algo, porque tu…?-
-Porque he hecho todo esto? Pues te curé sin estar 100 segura de tu identidad, y lo del pacto puede que te lo diga después. Pero la que va a hacer las preguntas aquí…- la joven sacó rápidamente un kunai, el okami se preparó para cualquier cosa- seré yo. De pronto, el aludido se dio cuenta de que tras él había un kage bunshin con un kunai, cuando volvió la vista a la real, esta había abierto los ojos.
Súbitamente notó algo extraño, la pelirosa llevó la mano contraria a la del kunai hasta sus ojos y tocando sus lacrimales notó unas gotas del tamaño de lágrimas, pero de color carmesí. Estaba llorando sangre. El okami se alarmó, pero la ojiverde aplicó más chakra verde salido solo de la punta de sus dedos índice y medio.
-Cómo decía, solo yo haré las preguntas. Quiero que contestes sinceramente, o sabré que mientes aún estando en esa forma.- La joven lo miraba aún serenamente, pero podía notar cierto brillo extraño al culminar la oración.
-Está bien, contestaré todo lo que quieras.- hubiera querido decir que luego él le preguntaría a ella, pero pensó que era más prudente dejar la oración como estaba.
-Bien, primero; qué estás haciendo en este bosque?
-Estaba luchando contra Uchiha Itachi.
-Cómo llegaste a este estado?
-Él me impuso este jutsu, y cuando desperté era un lobo.
-Qué pasó con Itachi?
-Supongo que habrá huido, pero estaba muy herido, además de tuerto.- la pelirosa alzó una ceja, pero continuó con el interrogatorio.
-Qué términos consideras tener con la aldea?
-No estoy seguro de a que te refieres.
-Me refiero a que intensiones tienes con la aldea y como piensas que Konoha reaccionaría si tuviera conocimiento de estas?
Realmente no había esperado esa pregunta, que intensiones tenía con la aldea? Qué clase de pregunta es esa? Pero debía contestar así que dejó escapar un suspiro y contestó.
-Había estado pensando todo este tiempo, qué es lo que haría luego de cumplir mi venganza. Luego de pensarlo mucho, decidí que intentaría regresar a Konoha. Por cualquier medio y bajo cualquier condición lograría que me aceptaran nuevamente como shinobi de la hoja. Pienso que si Konoha estuviera consiente de mis pensamientos y decisiones, me aceptarían luego de pensárselo un rato.
-Sabes que en Konoha eres considerado un traidor?- el Uchiha sintió un ligero temblor en su espina dorsal, sabía que esa era una posibilidad muy alta, pero oírla de los labios de esa joven lo hacía sentirlo peor.-Responde, Uchiha.
-Pensé en esa posibilidad, pero no entiendo porque. Nunca hice daño a Konoha, no participé en ninguna situación en la cual pusiera en riesgo las vidas de sus habitantes, jamás ataqué a la aldea.
-Y que hay de las heridas?- Heridas? Le hubiera gustado preguntar, pero como no podía formular preguntas, dejó que ella completara los espacios en blanco.- Heriste de gravedad a un par de personas, las dejaste al borde de la muerte.
-Nunca hice daño a nadie.
-Eso es mentira.- Aún conservaba un tono calmado en su voz, pero Sasuke notaba como la mano armada de ella temblaba ligeramente.- Vamos Uchiha, sabes de que hablo. Aún si estas personas se hubieran recuperado del todo, serías aceptado, pero las volviste a herir. Les clavaste tu Katana en la misma herida que cicatrizaba, sin importarte si se desangraban o si su corazón volvía a latir del mismo modo.- Y en ese momento lo entendió, ella estaba hablando de Naruto y de ella misma. Cuando abandonó la aldea y cuando se encontraron 3 años después.
-Cuando yo perdí a mis padres, dejé de ser el mismo; era frío, no confiaba en nadie y odiaba a aquellos que consideraba débiles. Pero luego, nació el equipo 7 y mi mundo cambió. Ustedes se convirtieron en mis personas más preciadas, y tenía miedo de perderlas. Eran mis mejores amigos; pero un día Itachi volvió, y me recordó mi propósito. Para el cual esos sentimientos ponían trabas, además de que mi relación con Naruto cambió, el se hacía más fuerte que yo y sentí celos; incluso…- De pronto se detuvo, no debía ser ella quien escuchara lo que estaba a punto de decir.
-Continua.-demandó Sakura.
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