Basado en el episodio 5x15 "Bash"


CAPÍTULO 1:

"Miedos"


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Hace años, el peor temor de Blaine Anderson era que su nuevo amigo Kurt fuese lastimado por alguien en su escuela. El muchacho se presentó en la Academia Dalton en una particularmente horrible excusa para un uniforme, tratando de hacerse pasar por un nuevo estudiante y Blaine lo tomó bajo su ala, a pesar de ser un poco más joven que el otro chico.

Este extraño intrigante cuyo nombre Blaine se enteró más tarde era Kurt, llegó a la escuela para espiar a los Warblers, pero aparte de eso, él estaba luchando con algo de intimidación grave en su escuela. El ojimiel hizo todo lo posible para darle un buen consejo con la esperanza de que su nuevo amigo no tuviese que lidiar con la mierda horrible con la que había tratado por un poco más de un año.

Entonces Kurt fue transferido y la preocupación se disipó por el momento.

Hasta que Kurt decidió trasladarse de nuevo a la boca del lobo, por así decir. Blaine pasó semanas preocupándose por su ahora novio, y después de un verano de profunda discusión y un poco de persuasión muy asombrosa, él también dio un paso atrás en lo espantosamente desconocida que era la escuela pública. En el fondo, mientras que él estaba aterrorizado, sintió la necesidad evidente de proteger y mantener a Kurt seguro. Porque eso era lo único que importaba.

Entonces Sebastián le lanzó un granizado, Blaine saltó delante de él, y mientras fue capaz de proteger al castaño en ese momento, terminó siendo herido en el ojo. Lo haría de nuevo si fuese necesario, sin embargo.

Cuando llegó el momento, la cosa más grande de la que Blaine necesitó proteger a Kurt fue de él mismo. Romper el corazón de su novio era lo peor que Blaine podría haber hecho alguna vez, y aunque lo habían dejado en el pasado ahora (Blaine se había disculpado un millón de veces y Kurt lo había perdonado totalmente), todavía dolía al pensar en ello.

Hasta ahora estas cosas eran los peores incidentes que el ojimiel podía imaginar cuando llegaba a temer por la seguridad de su prometido. Sin embargo esa noche fue la cereza del pastel cuando Blaine estaba allí de pie en un hospital extraño, con el corazón en la garganta mientras esperaba a alguien, alguien que acabara de salir y decirle si su novio estaba bien después de ser atacado y dado por muerto en un callejón .

La llamada que recibió antes fue como un disparo al corazón porque él no estaba allí. No fue capaz de proteger a Kurt como siempre sentía que debía hacerlo. El ojiazul estaba herido en algún lugar en ese mismo hospital y todo lo que Blaine podía hacer era esperar.

Suspirando, se apoyó en el mostrador de recepción, la frente en sus manos mientras trataba de calmar su respiración. "Inhala y exhala, respiraciones profundas, Blaine. Respira" – pensaba – "Esto no puede estar pasando" – gimió, parpadeando las lágrimas en sus ojos. No podía llorar ahora, todavía no. No cuando él no sabía cómo estaba Kurt.

Por el rabillo del ojo, pudo ver a Mercedes, Sam, Artie, y Rachel cerniéndose en la sección principal de la sala de espera y sabía que estaban todos mirándolo, preguntándose si debían ir a ver cómo estaba o no. Realmente esperaba que mantuvieran su espacio, él no podía manejar cualquier toque ahora.

- ¿La familia de Kurt Hummel?

Su garganta apretada cuando se dio la vuelta, el miedo corriendo por su espalda mientras miraba al joven médico delante de él. Podía sentir a sus amigos acercarse en torno a él y él se adelantó un poco, intentando con todas sus fuerzas sólo poner un poco de espacio entre él y ellos.

Sí, eran amigos de Kurt y lo amaban, pero ellos no entendían. Esto no era una especie de atraco cotidiano… este fue un crimen de odio. Blaine había estado allí, él sabía cómo era eso, el miedo a lo desconocido, a las preguntas. ¿Por qué?

- ¿Él está bien? – le preguntó al doctor, con los ojos muy abiertos cuando el hombre dio un vistazo a su ficha y luego le preguntó si podían ir a solas por el pasillo.

El resto del grupo se quedó en silencio, pero Sam palmeó el hombro de Blaine cuando salió y mientras él pensaba que iba a estallar ante el contacto al principio, fue extrañamente reconfortante – ¿Qué pasa con él? ¿Está bien? – Preguntó de nuevo, enrollando los dedos en puños mientras trataba de asomarse a la habitación frente a la que estaban parados.

Escuchó como el médico recitó las lesiones del castaño. Eran de menor importancia, nada demasiado serio, aunque Kurt estaría algo adolorido durante unos días o más. Lo que realmente lo sacudió fue la pregunta: – Señor, Anderson, ¿de casualidad sabía que su prometido está embarazado?

¡Está! ¡Está embarazado! ¡No es tiempo pasado! ¡Todavía lo está!

Nueve semanas. Kurt tenía un bebé en su vientre y tenía nueve semanas de gestación.

El nudo en la garganta de Blaine se tensó cuando entró en la habitación del hospital solo.

Le pidió al doctor que les diera la noticia de las lesiones de Kurt a sus amigos, pero no del embarazo, y que les diga también que le dieran espacio y él iría a verlos cuando estuviera listo… cuando fuera que eso pasase.

Reprimiendo un sollozo, el ojimiel se acercó más a la cama, con lágrimas cayendo ahora libremente mientras observaba el daño que los intolerantes pedazo de mierda le hicieron a su prometido.

La garganta de Kurt estaba oscurecida con moretones color púrpura, la piel de los nudillos y la cara con pequeños cortes. Su ojo derecho estaba morado, pero Blaine no pudo evitar sentirse orgulloso de que Kurt se defendió como era evidente por los moretones en sus nudillos.

Tiempo atrás, cuando algunos idiotas de los grados superiores los arrinconaron a él y su cita después del baile, simplemente se acurrucó en una bola y recibió los golpes. Es por eso que tomó clases de boxeo y comenzó el club pelea después de que se trasladó a Dalton, ya que nunca dejaría que eso suceda de nuevo… y estaba agradecido de que Kurt no hizo lo que él hizo.

Porque si él… si se hubiera dado por vencido, su bebé podría estar muerto. Kurt podría estar muerto.

Un jadeo entrecortado brotó de su garganta y se dejó caer en el asiento junto a la cama, con una mano tomando con cuidado una de las de Kurt. Acarició el pulgar por los pequeños cortes y contusiones a lo largo de los nudillos de su amor y entonces se los besó, poniendo su mejilla contra la piel fresca.

- Dios, Kurt. Me asustaste de muerte, lo sabías, ¿cierto? Recibo esta llamada de que has sido… esto… y luego todo lo que podía pensar era en lo mucho que tenía miedo de que esto te iba a pasar en McKinley. Pero no, te sucedió aquí, en la ciudad de New York. De todos los lugares, en New York. ¡Dios, Kurt! – Contuvo el aliento tembloroso y pasó los dedos por la longitud del brazo magullado de su prometido – Eres tan valiente. Tan, pero tan valiente. Te amo mucho.

Sus ojos se clavaron en el vientre plano de Kurt y parpadeó rápidamente, más lágrimas se deslizaron por sus ojos mientras se llenaban de miedo otra vez. Él casi lo perdió, casi los perdió.

Nothing's gonna harm you.

Not while I'm around

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En voz baja cantaba, poniéndose de pie para acariciar los dedos sobre la piel dañada del rostro de su prometido. Rozó el corte en el comienzo de la línea del cabello de Kurt y su voz se quebró.

A pesar del dolor que sentía en el pecho mientras cantaba, continuó moviéndose a través del siguiente verso mientras se subía con cuidado en la cama junto a su novio, acariciándole la mejilla con la mano.

Por un momento se quedó mirando a la cara pacífica de Kurt, tan pálida y desfigurada en la iluminación tenue del hospital. ¿Cómo puede alguien hacer esto? ¿Por qué? Su estómago se arremolinó mientras se acomodaba, poniéndose al lado de la forma del castaño, antes de dejar caer la mano en el estómago de éste, al lugar donde su bebé crecía.

Su voz se desvaneció en un suave susurro mientras cerraba los ojos y terminaba de cantar con la palma aún apoyada en el abdomen de Kurt.

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Nothing can harm you.

Not while I'm around

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Gracias a Warblerslushie por autorizarme a traducir todas sus historias.