N. de la A.: ¡Sean bienvenidos a esta nueva locura! xD sé que debo varias actualizaciones y no lo he olvidado, lo que pasa es que se me ocurrió un día recoger todos los drabbles o one-shots que tenía sueltos por ahí y unirlos en un solo archivo. Son pequeños escritos que he ido haciendo mientras publico mis otras historias, muchos de ellos relacionados con el cánon de los juegos, otros con el "cánon" de mis fics, y un grupo que no está relacionado con nada xD como los "what if". En fin, que se me ocurrió hacer un fic con eso.
¿Por qué se llama "Wormhole"? Tiene un poco que ver con mi fascinación con la teoría de los universos paralelos, multiversos, omniversos o como quieran llamarle. Existe un planteamiento que dice que muchas líneas de tiempo se ejecutan simultáneamente y, básicamente, nuestras decisiones van alterando dichas líneas temporales. Por ejemplo, existe un mundo en donde no escribo. También hay otro en donde actualizo rápido (XD) y también podemos deducir que los hechos ocurridos en Resident Evil realmente están pasando en algún universo. Se dice que podríamos viajar por los diferentes mundos utilizando agujeros de gusano, he ahí el título.
Bueno, no pretendo poner a reflexionar a nadie, solo quiero que disfruten con este montón de locuras que se me ocurren. ¡Nos vemos en los comentarios!

Disclaimer: Todos los personajes mencionados son propiedad de Capcom, excepto los OC. Y cada título es propiedad de la banda musical nombrada.

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Nobody's fool – Cinderella

Ada cogió el teléfono esa noche —por una casualidad lo había escuchado, ya que en el atiborrado bar donde se encontraba apenas se oía algo más que la música ambiente— y se sorprendió por el nombre que aparecía en su visor: Leon Kennedy. Maldijo entre dientes; la última vez que se juntaron pasaron grandiosas horas en un carísimo hotel… que no sirvieron de nada, porque cuando se acabó el goce mutuo comenzaron de nuevo esas preguntas que ella no estaba dispuesta a responder.

Se quedó con el móvil en la mano, indecisa, pensando si contestar o no la llamada. Mientras cavilaba dejó de sonar… tan solo para volver a repiquetear insistentemente segundos después. "¿Qué será tan urgente?" Pensó mientras se tapaba un oído.

—Espero que sea importante, guapetón —ronroneó tras pulsar el botón verde en la pantalla táctil.

¿Necesito una excusa para llamarte? —replicó Leon en tono ofendido—. ¿O es que siempre nos comunicamos solo para tener sexo?

—Uy, ¡qué sensible! —Miró hacia el costado y dio un sorbo a su Cosmopolitan, un trago tan rojo como su vestido, con una risita irreprimible en los labios también carmesí. El agente suspiró en ese momento.

Estuve un rato con Helena ayer por la tarde —musitó luego de unos instantes.

—¿Y, qué tal? —Helena, Helena… Sí, la recordaba. La chica que perdió a su hermana gracias a Derek Simmons. Se mordió suavemente la uña del pulgar, notando que el camarero la miraba con manifiesta lascivia.

No está mejor. Aún no lo supera… Juraría que si pudiera matar al mismísimo Dios para recuperarla, lo haría sin dudar.

—Se le pasará. —Siempre pasaba. Al final, la muerte terminaba siendo apenas un poco más que un recuerdo incómodo.

Espero que sí, pero por lo pronto te señala como culpable directa. —Emitió un quejido bajo pero audible, denotando su conflicto interior—. Ten cuidado, no quiero que vuelvas a estar involucrada en algo como esto.

—¿Algo como qué, Leon? —Guiñó el ojo al camarero solo para volverlo loco. Al ver que lo había conseguido, se lamió lentamente el labio inferior. La voz de Leon conseguía excitarla estuviera donde estuviera, y aquello le daba muchas ganas de jugar… Aunque solo fuera con un pobre desconocido.

Ya sabes de qué hablo, maldita sea.

—Estoy un poco agotada de volver a lo mismo. —Se frotó la frente con la mano libre—. Lamento lo que le pasó a esa chiquilla, pero no tengo nada que ver. ¿Hasta cuándo debo repetírtelo?

Todo es muy confuso, Ada. Y, por si fuera poco, destruiste la evidencia… O eso dijiste. Son tus palabras contra el mundo que grita "Ada Wong estuvo a punto de acabarnos". Me volví contra todos por ti —su voz se volvió repentinamente apasionada—, me enfrenté contra Chris y puse en riesgo toda la misión por ti. ¡Por ti, Ada! Y lo único que recibo a cambio son tres horas de pasión al mes. Ni me explicas lo ocurrido, ni me cuentas quién eres en verdad.

—No empieces con…

¿Cuando dijiste que me amabas fuiste sincera? —la interrumpió.

—Estoy pensando en colgarte —canturreó con desagrado.

Leon hizo una pausa en lo que a la espía se le antojó como una prueba de su temperamento. Tenía nervios de acero para todo, excepto en lo que afectaba al guapo agente americano. Lo había demostrado una y otra vez, arriesgando su lindo trasero para protegerlo incluso de ella misma. ¿Y así le pagaba? ¿Pidiéndole explicaciones de su vida, que de por sí era bastante complicada? No, señor. Espiró con fuerza, deseando que él se diera cuenta de su furia latente.

Todavía no me has colgado —Leon habló con suficiencia.

—Es más entretenido mantenerte en la duda.

Un jueguito que ya ha durado quince años, ¿piensas terminarlo alguna vez?

—¿Eso quieres tú? —inquirió con una sonrisa, acariciando la copa que casi había vaciado. En ese momento se acercó el joven camarero para dejarle un nuevo Cosmopolitan, listo para ser bebido. Ada le sopló un beso con expresión salvaje, lo que provocó en él una notoria y automática erección. Avergonzado, el joven se dio la vuelta y arrancó de manera poco disimulada, acomodándose la entrepierna lo mejor que podía mientras se deslizaba por las mesas del lugar.

Si hay una característica permanente en mí es no saber qué diablos quiero para mi vida. —Una bocina sonó en ese momento; Ada no supo si provenía del auto de Leon o de algún desconocido. ¿Qué estaría haciendo? ¿Por dónde andaría en ese momento?

—¿Recién saliendo del trabajo? —aventuró, muy a su pesar.

Me junté a beber una copa rápida con Claire. —El claxon resonó otra vez. —Me contó que Chris está destrozado por la muerte de su compañero y teme que vuelva a convertirse en un alcohólico.

—Uhm…

Ella misma está sufriendo. Nivans era un excelente chico y terminó convertido en un jodido BOW… La pesadilla de Chris hecha realidad. Primero Valentine, luego aquel… —Dejó de hablar un instante para luego cuestionar con acritud: —¿Me estás escuchando?

—Sí, sí —respondió distraídamente a propósito, solo para molestarlo.

Toda esta historia no te importa un carajo.

—Estás muy comunicativo.

Será que, como no podemos hablar de ti, solo me queda hablar del resto o no conversaríamos en lo absoluto.

—¿Qué te pasa hoy? —Era una duda que la carcomía desde que contestó el móvil. Leon no solía llamarla, a menos que fuera para juntarse en algún hotel.

Estoy cansado, Ada. Muy cansado.

Algo en su tono la alertó. Apartó la copa mientras se deslizaba del taburete, llevando consigo su cartera. Dejó un billete de veinte dólares en la barra y salió por la puerta trasera del pub, adentrándose en un oscuro callejón que habría asustado a cualquiera.

—¿Te gustaría que fuéramos a algún lugar para que recuerdes cómo puedo relajarte? —murmuró.

Creo que no es buena idea. —Ada pudo visualizarlo sin ninguna dificultad apretándose el puente de la nariz al decir esas palabras.

—Entonces, ¿qué quieres? —volvió a preguntar.

A ti… —tenía la voz ahogada—, pero no sé qué tanto te tengo, porque cuando creo que he llegado un poco a tu interior me apartas como si fuera un paria.

—Eres importante. —Al pronunciar esas palabras, automáticamente pensó "y por eso no sabrás nada más".

¿Cuál es tu verdadero nombre?

Ada sintió que la espalda se le tensaba. Un sudor frío recorrió su cuerpo… ¿Por qué no podía conformarse con lo que ella le entregaba, que era más de lo que había dado a nadie? Había perdido la esperanza de que Leon se resignara a saber suficiente, pero eso no significaba que consiguiera mantener la calma cada vez que él comenzaba a cuestionarla, como si hundiera un dedo salado en la llaga al rojo vivo.

—Ada Wong ha sido mi nombre por muchos años; se ha vuelto parte de mí. —Decidió compartir un poco de información, rezando por que fuera suficiente.

¿Cuántos años tienes? —continuó.

—¡Qué descortés! —Rio—. Dos más que tú, pero eso ya lo sabes.

¿Estuviste con Wesker? —Su nota de ira fue apenas perceptible.

—No de la forma que crees.

¿Y con Simmons?

—Tampoco de la forma que crees.

¿Por qué…? —vaciló—. ¿Por qué me has ayudado todos estos años?

"Vale, eso es revelar suficiente" pensó la espía. Aclaró la garganta mientras uno de sus zapatos golpeteaba el suelo con impaciencia.

—Es que tienes una cara muy bonita y un físico espectacular —dijo mordiéndose el labio inferior. Escuchó con claridad un suspiro exasperado por parte del agente y lo imaginó rodando la mirada hacia el cielo.

Pensé que esta vez llegaría más lejos. Sigo siendo un idiota, esperando algún milagro…

—Ríndete, guapo. Es todo lo que obtendrás de mí; tómalo o déjalo.

Ya no me siento con fuerzas para seguir siendo tu juguete.

—No eres tan espectacular —se mofó.

¿Estás segura? Porque como yo lo veo, siempre he sido poco más que una entretención, incluso cuando me has salvado el pellejo.

—Apenas tenemos tiempo para nada. No entiendo cómo podríamos…

Todos estos años he tratado de mostrarte que podríamos, nena. Mejor… Tal vez deberíamos terminar esto.

Aunque para Ada eran habituales las despedidas de Leon, no dejaba de dolerle cada vez que volvían a ello. Él había tratado de alejarse muchas veces, y había regresado como si la espía fuera su droga, o su imán personal.

Tras un largo silencio, una leve brisa nocturna acarició su piel oriental con suavidad, recordándole donde estaba y que tras terminar la llamada, tenía una misión por delante. Estaba segura que la limosina llegaría en cualquier momento para recogerla, así que se pasó una mano por el pelo mientras pronunciaba renuente: —Haz lo que quieras.

Será toda una novedad, ya que siempre me manipulas hasta conseguir exactamente lo que quieres tú —murmuró con acritud.

—Ya, ahora es mi culpa, pobrecito Leon. —Estaba molesta—. ¿No te habías despedido?

Apuesto que esperas verme de nuevo.

—Siempre es así.

Veamos si, esta vez, puedo atenerme a mi palabra. Adiós, Ada.

El molesto pitido intermitente sonó obstinadamente en su oído, como si le gritara "sí, ya colgó, resígnate". Espiró con fuerza, guardando el móvil en su piernera, pensando que, quizás, tardarían en encontrarse nuevamente. Leon sonaba más decidido que otras ocasiones anteriores.

Ada alzó una ceja y sonrió. No tenía por qué desesperarse. Ya había pasado por aquello muchas veces; no había razón para creer que ahora sería diferente. Leon era una especie de péndulo incansable… Tal vez pronto pudieran protagonizar un reencuentro digno de una novela erótica, y luego… Bueno, luego podrían volver a despedirse.

Sí, sonaba atractivo.

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¿Qué tal? Espero que lo hayan disfrutado :) esto lo tenía escrito hace raaaato, desde Ocaso del Samurai (como alguien probablemente intuyó), así que lo pasé en limpio y decidí publicarlo.

Habrá actualización cada domingo.

Responderé comentarios en el siguiente. ¡Muchas gracias por leer! Un abrazo.