YOU REMEMBER ME

Después de un accidente Sora olvida por completo a Yamato.

Historia basada en una película e historia real.

Como ya saben Digimon no me pertenece.

Dos jóvenes de aproximadamente 26 años salían del cine después de su 1° aniversario de casados, cogidos de la mano emanando calor el uno al otro, el suelo estaba cubierto de un manto blanco que con los copos que caían delicadamente hacía que la nieve elevara más.

-Es hermoso ¿no lo crees? – pregunto una dulce chica pelirroja uno dulces ojos rubíes agarrando el fuerte varonil de su marido.

-Sí lo es pero no tanto como tú – volteando a su esposa para que lo mirara a sus perfectos ojos azules que hacían que Sora se perdiera en ellos como si estuviera en el mar, y su cabello rubio era como el Sol que la alumbraba donde también se perdía. El chico iba acercando poco a poco sus labios con los de la pelirroja y así obteniendo un beso de sus dulces labios, el beso fue pequeño pero suficiente para satisfacer las necesidades del rubio.

La pareja se subieron al coche de ambos para dirigirse a su casa, donde iban platicando trivialidades y sobre que tal estuvo a película, hasta que por un momento Yamato perdió el control del volante haciendo que este chocará contra un gran camión y Sora lego a estamparse contra el vidrio llegando a salir volando, perdiendo los dos la conciencia.

…..

Tres largos días habían pasado desde que la pelirroja y el rubio habían tenido aquel dichos accidente, este último recupero la conciencia a después de unas cuantas horas. Ahora estaba en la sala de espera del hospital que aunque el calentador estaba encendido sus manos helaban y él intentaba calentarlas con el vaho de su boca. Esperaba noticias del doctor sobre cómo estaba su esposa.

-Doctor, ¿cómo está mi esposa? – pregunto inmediatamente el rubio al ver a un doctor de 40 años y con algunas canas sosteniendo unos papeles.

-¿Quién es su esposa? – respondió el Doctor en forma de pregunta.

-Sora Takenochi de Ishida- respondió todo apurado.

Revisando sus papeles – oh, si Ishida-Takenochi acaba de despertar, acompáñeme si me hace el favor – pidió amablemente.

El rubio Ishida hiso lo que se le indico.

La habitación de la pelirroja era la número 1347, las paredes eran du un color azul marino, tenía un pequeño sillón a lado de la cama y una tele justo en frente de la cama.

Sora Ishida piel bronceada, pelirroja y ojos color rojo estaba sobre la cama con los ojos cerrados. Yamato al entrar a la habitación apretó la mano de ella contra su pecho mientras la miraba con ensimismamiento esperando a que despertara su chica.

La pelirroja abría sus ojos lentamente en el momento en que Ishida le quitaba un mechón rebelde que caía sobre su rostro.

-Sora, amor –dijo abrazándola con fuerza y de una manera muy feliz desde que Sora fue a "desearle suerte" donde su vida cambio para bien, porque cada momento que pasaba con Sora era único - ¿estás bien? ¿Te duele algo? – pregunto preocupado.

-Estoy bien – respondió la pelirroja incorporándose en la cama y zafándose del abrazo que Yamato le daba -¿pero quién rayos eres tú?

Al principio Ishida pensó que se trataba de una broma de su esposa pero viendo sus hermosos ojos rojizos pudo ver que hablaba en serio y que no se acordaba de quien era él.

-Al parecer todo está en orden – dijo el médico sacándolo de sus pensamientos y quién había terminado de examinar a Sora.

-Dice que no me recuerda – a punto de que la paciencia se le acabaré, como se le podía ocurrir decir que Sora estaba en perfecto estado.

-Si, al parecer el golpe que recibió fue demasiado fuerte y fue en una parte donde afecta la memoria – dijo el doctor observando a Yamato – lo que no estoy seguro es si u falta de memoria es permanente o temporal es por eso que le pido que no la presione ya que si lo hace la paciente podría sufrir un daño cerebral – el rubio asintió y el doctor se retiraba para una emergencia a la que le llamaban.

...

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Sora quien ya se encontraba mucho mejor estaba sentada sobre la cama del hospital cambiando de canal cada 2x3.

"Toc, Toc"

-Adelante – indica la pelirroja, quien deja el control en el canal Discovery Channel.

-Hola, Sora, vine en cuanto me enteré – dijo en joven alto de la misma edad, piel morena, de cuerpo robusto, su cabello era corto color chocolate que combinaban con el color de sus ojos. Claro que en su infancia y adolescencia su cabello era un total estropajo, exactamente estamos hablando de Taichi Yagami.

-Tai – expreso la pelirroja con mucha emoción y saltando a los brazos de su amigo. – ante esto Yamato quedo demasiado sorprendido, como era posible que se acordará de Yagami y no de él que era su esposo.

-¿Sí? – dijo un tanto confundido porque Sora lo había reconocido, ya que por lo que le había dicho su mejor amigo la pelirroja había perdido la memoria.

-¿Lo recuerdas? – pregunto el compañero de Gabumon sorprendido

-¿Me recuerdas? – volvió a preguntar el moreno.

Desasiéndose del abrazo de Yagami-Claro que te recuerdo, como no hacerlo si eres mi mejor amigo.

Este hecho fue como si mil agujas se clavaran sobre su ser, no podía creer que su Sora no podía recordar quién era y que si pudiera acordarse de su mejor amigo. Era cierto que Sora y Taichi siempre tuvieron desde pequeños una gran amistad de la cual Yamato se ponía celoso hasta que con el tiempo comprendió que ambos solo se querían como hermanos.

Después de un momento la pelirroja pudo divisar detrás de su moreno amigo a una hermosa jovencita castaña llegándole hasta la espalda baja llena de rulos sus ojos miel que aunque eran de una completa adulta interpretaban pureza en ellos, su piel era blanca de cuerpo frágil como una muñeca de porcelana.

-¿Hola? – pregunto confundida la pelirroja por ver a esa desconocida castaña

La castaña fue acercándose poco a poco hacia su amiga – Hola Sora, a mí también me recuerdas – pregunto con la esperanza de que su amiga también la recodará a ella.

-Lo lamento pero no – contesto la compañera de Piyomon agachando su cabeza avergonzada por no poder recordar a sus amigos.

-Tranquila no te preocupes – tomándola de la mano – estoy segura que pronto recordarás – alentándole con su dulce mirada castaña – por cierto soy Mimi.

..

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-Lo siento Yamato – le decía una mujer de 55 años su cabello negro recogido con peinado tradicional de Japón su piel era blanquecina –es mejor que Sora venga conmigo.

-Lo siento Toshiko, pero no puedo aceptar su decisión, recuerde que el doctor dijo que la mejor forma de recuperarse es que vuelva a su vida normal y su vida ahora es conmigo

Suspiro – Yamato de verás lo siento pero inclusive Sora ya me dijo que quería a venir a vivirse conmigo, al menor por un tiempo.

Mientras tanto dentro de la habitación estaba una pelirroja usando unos jeans oscuros junto con una playera negra que acentuaba su pequeña cintura. Sora estaba alistando su maleta para poder irse con su madre.

"Toc, toc"

-Adelante – indico la menor Takenochi cerrando su maleta.

-Hija, ¿estás lista? – pregunto su madre quien había entrado a su habitación.

-Si madre – tomando su maleta.

Después de haber dado de alta a la pelirroja.

-Cuídate, eh…-intentando recordar el nombre de aquel rubio parado frente a ella.

-Yamato, si tú también cuídate –y sin espéraselo Sora fue envuelta sobre unos brazos fuertes y protectores que la hacían sentirse segura y a la vez impotente era un refugio para ella pero también se sentía con miedo por ser abrazada por ese chico que no podía lograr recordar.

Fue así como el carro de las Takenochi fue alejándose dejado al rubio Ishida solo en la deriva.

..

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Pasaron las semanas incluso se podría decir que meses. Sora aún no lograba recordar a sus amigos pero con quien más tenía problemas era con la persona más importante, ya recordaba su nombre pero hasta ahí llegaba su recordatorio sobre el chico.

La pelirroja decidió abrir un pequeño local donde vendía sus diseños, en realidad el lugar no era la gran cosa pero realmente le iba muy bien, y una vez a la semana ayudaba su madre con la florería.

-Sora, ¿qué tal? – pregunto su amigo castaño quien fue el primero en recordar, y entraba a la pequeña tienda de la mamá de Sora.

-¿Qué hay Tai? – saludo Takenochi sin mirar a Yagami para poder terminar ese arreglo floral tranquilamente.

-Vine a avisarte que hoy en la noche hay una reunión en casa de Takeru y Hikari. Aquí te dejo la dirección.

-Oh, Tai de verdad que eres muy amable al venir a avisarme, pero no creo que sea lo correcto asistir a una reunión donde no recuerdo a nadie me sentiría como una completa extraña.

-Tonterías, es mejor que vallas, lo dijo el doctor debes retomar tu vida como si nada hubiera pasado, y que mejor forma que convivir de nuevo con todos tus amigos.

-Pero…

-Y no aceptaré un no como respuesta.

-Eres increíble Taichi, bien acepto iré.

-Entonces te veré está noche.

….

..

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El cielo negro con una gran Luna posada sobre ese cielo oscuro y la única luz que alumbraba las calles de Odaiba. Sora Takenochi pelirroja estatura media y piel apiñonada quien usaba un vestido rojo con una gran flor en el hombro izquierdo caminaba por las solitarias calles para poder dirigirse a la casa de la familia Takaishi – Yagami.

La casa comenzaba con un enorme jardín plantado con un gran árbol de Sakura, en el centro se encontraba un gran camino de rocas que llevaba a la casa.

La pelirroja golpeo suavemente 3 veces la puerta de roble que estaba frente a ella.

-Sora, hola – saludo una jovencita de no más de 23 años castaña y unos hermosos ojos cafés rojizos. Usaba una falda larga rosa llegándole hasta sus rodillas.

-Hola, eh…- intentando recordar el nombre de la castaña cosa que fue en vano

La chica rió – Hikari, Hikari Yagami de Takaishi pero puedes decirme Kari si deseas, pero no te quedes ahí afuera, pasa, pasa – abriendo camino para que pudiera entrar a la casa.

Por dentro las paredes eran de un color beige combinado con los sillones de la casa, un gigantesco espejo detrás del gran sillón adornado con marco de plata, el comedor era sencillo pero elegante con su mesa de cristal donde sobre ella se hallaba un hermoso jarrón, la cocina era color azul y de estilo occidental.

En la sala estaban varias personas de las cuales la pelirroja no reconocía pero presentía que eran sus amigos.

-Deja te los re-presento – dijo la pequeña Yagami sacándola de sus pensamientos.

Señalando a cada uno, donde algunos se levantaban a abrazarla y otros solo le sonreían.

-Mira ese de haya es Koshiro Izzumi – señalando a un joven de 25 años no muy alto pelirrojo y sus ojos totalmente negros como el carbón – la que está a su lado es Nina, su esposa – la jovencita era más joven que ella, pelinegra con rulos y de unos hermosos ojos azules zafiro – ella es Miyako Innoue de Ichijogi y su esposo Ken – señalando a una mujer de 24 años, pelo lila, ojos color avellana tapados por sus lentes que debía usar, Ken, su esposo, era un hombre de pelo color azul marino y ojos del mismo color, su mirada estaba llena de bondad.

-El que tiene el libro es Jou Kido – un joven de 27 años de edad, pelo largo a los hombros de color azul rey y usando anteojos – y su esposa Momoe, hermana de Miyako - era una mujer muy parecida a su hermana a excepción por el cabello que está lo tenía color miel.

-Daisuke Motomiya – 23 años, pelo castaño y ojos cafés, en otras palabras era un pequeños clon de Taichi Yagami – y su esposa Nirumi – Joven de piel blanca, castaña de pelo pequeño y ojos grises.

-Cody Hida y su esposa Chiharu Hida – el más pequeño de los digielegidos ya no era tan pequeño ahora con 21 años de edad se había convertido en un hombre muy apuesto y un excelente abogado, su cabello era color café oscuro peinado hacia un lado y sus ojos color verde esmeralda, y la esposa de este era rubia y ojos completamente azules, que podía llegar a pasarse como la hermana pequeña de Yamato y Takeru. – Taichi, mi hermano quien ya recuerdas, su esposa Mimi – una joven muy bella castaña de pelo en rulos largo y ojos mieles. – Mi esposo Takeru Takaishi – el muchacho era demasiado alto su cabello era como el Sol y su mirada llena de esperanza de color azul como el cielo – y por último Yamato Ishida – el parecido con Takeru era idéntico a Takeru, y como no serlo si los dos son hermanos, solo por la mirada del rubio mayor que era mucho más fría y dura.

-Mucho gusto a todos – saludo Sora haciendo una pequeña reverencia, y hiendo a sentarse a un sillón.

-La reunión fue amena y tranquila sin faltar las estupideces de Taichi y Daisuke. Las charlas eran de varios anécdotas que los doce digielegidos habían vivido desde pequeños de la cuales Sora no recordaba nada a excepción de cuando mencionaron su viaje al Digimundo y fue cuando Takenochi recordó a su compañera Piyomon.

Sora también pudo conocer más a las mujeres y saber cuales eran sus gustos, otra de las personas con las que pudo entablar una conversación fue con el hermano de Yamato, Takeru.

-¿Sora? – empezó el pequeño rubio.

-¿Si?

-Bueno se supone que debes retomar tú vida como si nada hubiera pasado, y así que puedas recordar toda tú vida, ¿porqué no regresas a vivir con mi hermano? – termino preguntando.

-Lose Takeru, pero aún no logro recordarlo y me da un poco de miedo

-Es por eso mismo que lo digo, mira es mejor que regreses con mi Oni-chan así será más fácil que regrese tú memoria, y por tú miedo no te preocupes por nada él no te hará nada confió plenamente en él.

-De acuerdo tienes razón, pero tú dile a tú hermano que me voy con él. – ante esto último Takaishi asintió con la cabeza.

Y así fue como Takeru le dijo a su hermano que su hermano se iría con él, el rubio mayor se puso muy contento ante esto porque después de varias semanas de soledad por fin podría tener a su esposa en su casa.

El camino de la casa Takaishi – Yagami a la vivienda Ishida – Takenochi transcurrió en un competo silencio siendo solamente interrumpida por los chasqueos de lengua de la pelirroja.

-Hemos llegado – dijo Ishida abriendo la puerta de su acompañante.

La casa no era tan grande como la de Takeru y Hikari pero aún así una muy cómoda vivienda. Del techo colgaba un gran candelabro de cristal.

-Bueno aquí estás de nuevo en tú hogar – dijo el rubio algo por decir.

-Sí – fue lo único que contesto Takenochi - ¿y cómo vamos a dormir?

-¿Eh? – Confundido – pues es más que obvio que los dos juntos en nuestra cama.

-Acaso estás loco no te recuerda es más que obvio que no dormiremos juntos, al menos no por el momento.

- Bien que te parece si yo duermo en el sillón y tú en la cama.

-Eso me parece mejor.

Ishida saco unos cuantos cobertores para poder lo más cómodo posible en el sillón.

..

.

Los rayos del Sol no son muy intensos puesto que aún sigue siendo época de invierno y los rayos no son muy fuertes, pero solo con esa poca luz fue suficiente para despertar aquel bello rubio de ojos azules como el cielo.

-Buenos día, dormilón – saludo una hermosa pelirroja mientras preparaba un delicioso desayuno

Bostezando - ¿qué horas son? – pregunto aún adormilado

-Casi las 11:00 – sirviendo el desayuno - ¿tienes que hacer algo hoy?

-Hum!, - tomando un gran trago de su jugo – sí, necesito ir al trabajo para checar algo de la proxim misión.

-¿Misión?, ¿en qué es lo que trabajas? – pregunto Takenochi llena de curiosidad por saber los gustos de aquel rubio que decía ser su esposo.

-Soy subdirector de la Nasa en Japón y también astronauta.

-¡Wow! Es increíble – viendo el reloj que colgaba de la pared de la cocina – ups, creo que ya debo irme – cogiendo su bolsa para dirigirse a su nueva tienda de diseños.

¿Yamato podrá recuperar a su Sora?

Bueno hasta que el primer capítulo

Espero que les haya gustado