Dragon Ball Z no es mío, ni sus personajes tampoco. Esta espectacular serie y manga, posee un autor y varias personas encargadas de crearle una historia.

En cuanto a mí, soy solo una fan que juega a ser escritora usando mis personajes favoritos en mi juego.

{}

Hola soy Narin. Vine de nuevo. Y bueno, siento que me tardé un poco en actualizar mis historias entonces en compensación les dejo este pequeño one-shot para que se entretengan.

Actualizaré las demás en unos días. Los quiero.

{}

{}

{}

"Un loco amor"

Muchos eran los enemigos de esta feliz pareja, muchos querían destruirlos, muchos querían destruir su amor. Y otros que no eran muy enemigos que digamos solo querían hacerles pasar por una pequeña broma para probar la veracidad del destino.

-Señor Destino, he hablado con Enmadaiosama, La Madre Naturaleza, El guardián de los universos paralelos y con todos los pertenecientes a la "Junta de la Vida y la Muerte"- comentó una sensual mujer vestida con un traje de oficina a un anciano muy parecido a Santa Claus.

-Bien ¿Y a qué conclusión han llegado?- preguntó el señor Destino.

La mujer sacó de una carpeta su acta redactada de toda la sesión y empezó a leerla detalladamente.

Cuando apenas la mujer estuvo citando a los presentes, ausentes y quien presidía la reunión, el señor Destino se hartó y con una mueca la asustó asiendo que ella parase de leer.

-Quiero una conclusión del tema- exigió él.

La sensual mujer trago saliva antes de hablar.

-Han llegado a la conclusión de que el universo 7, se ha desviado demasiado del motivo de la vida, además saben demasiadas cosas son un riesgo para nosotros- comentó la secretaría.

-Bien, eso ya lo estaba diciendo yo hace tiempo. Esos bárbaros que habitan el planeta Tierra han estado desafiándome por mucho tiempo... Prosigue, quiero saber la decisión final- expresó el señor del destino.

-En base a eso concluyeron que deberían re-inventar el universo 7, las personas que sepan más de lo que deben serán borradas o sea desaparecerán. Y será creado un universo alterno en el cual los reencarnaran en otras personas. Todos serían unos simples terrícolas sin la posibilidad de ver más allá de sus propias narices- comentó la mujer.

El señor destino pasó sus manos por su larga barba pensativo.

-¿Y Zeno-Sama esta de acuerdo?- preguntó algo curioso.

Sabía que si Zeno-Sama no aprobaba aquello estarían en grandes problemas.

-Dijo que si. Siempre y cuando dejasen a Goku tal y como está- comentó la secretaria.

-Bien. No tengo problemas. Pero de que volverá a nacer lo hará. En el acta esta la firma del Dios de la vida. Cielos será un gran trabajo para todos los encargados de este universo. Pero bueno. Creo que la reinvención será solo al nivel terrestre- comentó el gran hombre en la gran silla.

-Así es señor- afirmó la mujer sensual.

-Entonces Trae el tablero con la lista de las personas. Es hora de divertirnos. ¡El destino debe jugar!- gritó el hombre emocionado.

Amaba hacer eso. Jugar con la vida de la personas de ahí abajo.

-Pero señor usted no debería hacer eso- dijo asustada la secretaria al observar la actitud del gran hombre que dirigía el destino de todos.

-Ven aquí nena. Tienes trabajo que hacer entre mis piernas- exigió el hombre llamándola. Nadie podía negarse al destino.

Y así un irresponsable hombre estaba tomando decisiones y creando lazos en la vida sin saber que los estaba dejando casi como eran originalmente.

A excepción de algunas cosas.

...

No podía aguantar aquella mirada, era la primera vez que la veía pero no podía evitar sentirse atraído por ella.

¿Pero por qué me pasa eso con una mujer? Se preguntaba el joven de ojos azules que miraba a su nueva compañera de mirada seria.

Bóxer, era un joven alto de ojos azules y cabello azul, era extremadamente atractivo por sus facciones finas y su gran trasero. Solo que había un pequeño detalle. Era gay.

Desde pequeño siempre sintió que estaba viviendo la vida equivocada, no era lo suficientemente "machito" para ser tomado en cuenta por los hombres.

Siempre se alejaron de él diciéndoles ofensivas palabras como "marica" o "come verga" pero gracias a su prima Margot que era practicamente una versión femenina de él pudo integrarse a la comunidad estudiantil haciéndose amigo de las chicas.

Declarando claramente para los 15 años su sexualidad. Claramente era gay. Hasta que la vio.

Una nueva alumna había llegado, una joven que llamó su atención.

La joven tenía el cabello negro y corto en puntas a los costados pero sin tanto volumen, al mismo tiempo que poseía un gran pico de viuda.

Desde que la vio llegar no pudo evitar sacar su mirada de ella. Y se sonrojó por primera vez al ver a la joven mirarlo.

Tuvo la sensación de que serían grandes amigos, pero ella parecía no querer tener amigos.

-¿Cual es tu nombre jovencita?- preguntó el maestro.

Ella lo miró, frunció el ceño como pensando algo y luego la miró.

-Echalotte- comentó ella sin siquiera mostrar una pequeña sonrisa.

Incluso algunos dudaban que haya abierto la boca para hablar.

Pero el peli azul no podía perder la vista de la morena. Una fuerza sobrenatural lo estaba obligando.

Desde ese momento trató de entablar conversación con ella pero la mujer simplemente lo ignoraba.

Se preguntaba si tenía novio, esperaba no pues era la primera vez que se fijaba en una chica y prefería no desilusionarse.

Hasta que un día tuvo la oportunidad.

-Ven a mi casa a hacer un trabajo- le dijo sin nada que alargar la joven morena.

Y cuando Bóxer miró a la pizarra notó que había hecho equipo con ella.

Esta era su oportunidad.

¿Y como declararse a una mujer si toda su vida se declaró a chicos?

Era un giro de 180 pero ahora solo tenía que afrontarlo y ser valiente.

-Echalotte, tú... me... gustas- dijo tímido con un profundo sonrojo.

La morena cerró los ojos, no era la primera vez que un chico se le declaraba. Pero era la primera vez en que no tenía ánimos de rechazarlo. Aunque había algo que la detenía.

-No- respondió corta.

Bóxer la miró y no pudo evitar que una lágrima se escurra de su afeminado rostro.

-Soy lesbiana- aclaró la morena al notar que verlo llorar la hacía sentir rara.

Bóxer esbozó una pequeña sonrisa.

-Que casualidad yo soy gay- respondió sonriente.

-¿Gay?- se preguntó Echalotte.

Era extraño que alguien que declaraba ser gay le había confesado sus sentimientos hace tan un momento.

-Es la primera vez que me gusta una chica. Y ahora entiendo, no es tu apariencia lo que me gusta. Sino tu alma, siento una atracción a ella- habló el chico de cabello azul.

-Yo... Yo- tartamudeó la joven del pico de viuda.

Ella no podía evitar sentirse atraída a ese hombre, trató tambien de reprimirse pero ahora.

Sus ojos azules lo estaba llevando a otro sitio.

-Cuando era pequeña jugaba a ser mujer. Me encanta serlo, yo era la más bonita de todo el mundo. Soñaba con un príncipe. Puedes llamarme Bulma- confesó el chico de cabello azul.

-Y tú llámame Vegeta- expresó la mujer antes de lanzarse a un apasionado beso.

Y allí estaban dos jóvenes devorándose entre sí. En donde él era ella y ella era él.

La mujer penetraba al hombre con un pequeño juguetes que la hacía sentir poderosa frente al joven de cabellos azules que gemía bajo ella.

Después de todo solo eran Vegeta y Bulma.

Fue un pequeño juego del destino que lo único que hizo fue cambiar sus sexos más no sus sentimientos.

Fin.

¿Qué les pareció? Espero les haya gustado, fue una idea fugaz que llegó y la escribí en menos de una hora.

Déjenme sus reviews please :D