Disclaimer:
Demashitaa! Powerpuff Girls Z y sus personajes no me pertenece.
Nota:
AU, OoC. Alguno que otro error ortográfico
Negras nubes cruzaban el cielo obscuro, grandes gotas de lluvia caían desde los cielos, causante de una fuerte tempestad chocaban con el suelo para esparcirse y acumularse con otras gotas de lluvia, formando grandes charcos de agua en los baches de las carreteras, en la que se podía olfatear el aire crispado.
Neblina oscura y espesa invadía los troncos de los árboles y arbustos, el viento frío y cortante castigaba los árboles, el aire levantaba en el camino remolinos de polvo, que a la poca luz de esta noche, era el clima perfecto para cualquier curioso o demente disfrutar de este lugar y esperar a la llegada de su cita, la cual nunca llego.
— ¡Maldita sea! he aquí como idiota creyendo en sus palabras ¿todo para qué? Para dejarme plantado en este estúpido lugar, el cual solo puede enfrascar testigos incautos creyentes de fantasmas y desmallarlos del mied...— Sus reclamos hacia la nada fueron callados a causa del arrastrar de unas cadenas. — ¿cadenas? Buen intento, ¿ahora qué sigue? Va a salir el náhuatl y me invitara a robar elotes de las haciendas cercanas. ¡OH, NO! ¡Espera! mejor aún, saldrá la llorona vestida de novia color blanco 'fuak' y pedirá mi mano para casarme con ella. Así, ella podrá ganar la patria potestad sobre sus hijos ahogados en el rio del chaneque azul, ¿Cómo se llamaba? ¡a si!, 'pitufino'. Je, ese pitufino es todo un loquillo, debería dejar de nadar mientras esta ebrio, ese color azul no le favorece para nada.
— ¡AYYY! mis hijos- Se escuchó un fuerte lamento que heló la sangre del joven. — Ayyy misss hijooosss— El lamento se escuchó más fuerte.
— Muy bien, recuerda lo que te decía la abuela Marucha— Entro en pánico al ver por el horizonte y no localizar al dueño (a) de tan espeluznante grito. — Si los gritos se escuchan cerca de ti, no hay problema— Hablo para sí mismo. — Significa que está lejos de tu presencia. Y si se escuchan lejos... — ¡Ayyy, misss hijosss!— Se escuchó a lo lejos. — Sig-significa q-que esta... detrás de ti, mejor dicho ¿de mí?— Dio media vuelta para enfrentarse cara a cara con la llorona, cuál fue su sorpresa al encontrarse con la carretera desértica. A excepción de la lluvia. — ¡fiu! qué alivio, por un momento pensé que me encont...
— ¡Ayyyy mis pieeesss!
— ¡Ahhh!- Grito y salto hacia atrás al encontrase con la figura de una mujer con la cara cubierta por un manto grueso color blanco, una cadena grande y oxidada en la mano izquierda, en la otra un ramos de flores marchitas, y con los pies cubiertos de lodo.
— Ayyyy mis pieessss... me duelen de tanto caminar— Descubrió de su rostro el manto blanco que ocultaba unos ojos color verde esmeralda. — No mames wey, hubieras dicho que el carro no tenía mucha gasolina, tuve que caminar dos kilómetros para llegar hasta aquí.
— AAAHHH- Grito tan fuerte como pudo— ¡No por favor! no me pidas matrimonio. Soy muy joven y sexi para casarme con un monstruo cara de caballo, patas de gallo vestida de blanco. El cual su esposo abandono al ver lo horrible que eras y seguirás siendo. Si estas así de fea no quiero saber cómo estarán tus hijos ¡MATAME! ¡Hazlo ahora! mátame ahora mismo, pero no me casare contigo. ¡Ayyy mis hijos como estarán en un futuro!
— ¡Hey! reacciona, soy yo— Dio una bofetada al chico arrodillado frente a ella.
— K-Kaoru... ¿Eres tú? — La mencionada asintió con la cabeza. — ¿¡Que chingada madre te pasa!? Por poco me da un infarto. Si me da uno te quedas sin el futuro padre de tus hijos, discúlpate ahora mismo— Al terminar de hablar en vez de obtener una disculpa por parte de la chica, obtuvo una fuerte carcajada.
— Tómalo como venganza— Respondió.
— ¿Venganza?
— Si, venganza al hacerme caminar dos kilómetros bajo la lluvia ¿No que el cielo estaría despejado toda la noche? — Una ráfaga de viento pasó por el pelo de la azabache. Butch al notar eso dejo al olvido la ira que sentía en esos momentos y trato de resistir para no abalanzarse sobre ella y besarla apasionadamente.
Una mirada de extrañeza cruzo por los ojos de Butch adivinado las intenciones de él, o... incluso más— No estés fantaseando conmigo idiota— Grito para sacar a Butch de sus fantasías lo cual no resultó.
— Me decías algo, mi hermosa, sexi y escultural llorona— Seguía ensoñado ante el rostro de su novia, segundos después el hombro derecho y su rostro pulsaban de dolor.
— De haber sabido como estaría el clima, tu comportamiento, y que el carro de tu hermano no contaba con mucha gasolina. Hubiera preferido estar en casa viendo las luchas, a haber asistido a esta estúpida cita.
(Mejor olviden la parte: esperando su cita. La cual nunca llegó).
— No te pongas así, mejor vámonos, por culpa de la neblina, no logro distinguir nada en el camino.
— Vámonos— Concordó con él.
— Oye. ¿Una pregunta?
— Ya la hiciste.
— No, no la he hecho ¿Para que la cadena y las flores? — Desde hace un rato tenía la curiosidad de saber si eran parte del susto que le dio o eran por otro motivo. Así que optó por preguntar.
— Te escuche hablar solo y pensé que estabas poseído, así que pensé sujetarte con la cadena y hacerte una limpia para que se te saliera el chamuco, como toda una chamal experta en las artes oscuras defensora de los derechos humanos— Era obvio que solo estaba jugando con la mente de su novio para responder dicha pregunta.
— ¿En serio? — Creyó en las palabras de su novia sin notar la sonrisa socarrona que le daba su novia ante tal respuesta.
— Claro que no idiota, la cadena fue por si me ataca un animal y las flores... ni yo sé; solo las encontré en una cruz clavada en la orilla de la carretera junto a una fosa. Me parecieron interesantes y muy raras— Ella misma se preguntaba porque seguía sosteniendo esas cosas si ya no era necesario utilizarlas, pero una corazonada la obligo a no soltarlas.
— Y dices que yo soy el que recoge basura— Saco de los pensamientos a la chica. — Además no creo que haya algún hombre ebrio que quiera atacarte.
— Con lo de animal me refería a ti— Rodó los ojos fastidiada. — Olvidándonos de esto. ¿Dónde está tu coche?
— Esta atrás de estos árboles ¿Por qué preguntas?
— Puto, como que "¿Porque preguntas?"— Imito a su novio. — Me estoy muriendo del frío, no sé cómo soportas este clima. Tenía planeado regresar a casa y dejarte plantado. Pero el camino de regreso constaba de cuatro kilómetros y no quería caminar más. Y solo pregunte porque, medio kilómetro atrás vi una hacienda, tal vez nos pueda hospedar mientras pasa esta tormenta, no pienso quedarme en tu carcacha, apesta peor que tu— Butch se mostró indignado tras el insulto. — Lo único que estamos haciendo es dar vueltas, literalmente— Fijaron su vista al suelo y ahí estaba el mismo bache en forma de conejo.
— Este bache me da risa parece un conejo, uno feo y desfigurado, pero en fin, parece conejo— dijo Kaoru.
— Sube— Llamo la atención de su novia desde la puerta del auto.
— Tú grandísimo...— Intento gritarle por haberla ignorado pero en ese momento le importaba más cubrirse de la lluvia
La lluvia no había cesado, al contrario con el paso de los minutos se desato con más furia dando como resultado una tormenta y de repente la brecha por la cual habían entrado un metro antes no fue más que un revoltijo de lodo.
Con dificultades lograron llegar a dicha entrada de la hacienda. El chico oji-verde de manera caballerosa permitió a Kaoru bajar del carro para averiguar si la entrada se encontraba cerrada, mientras él estaba a salvo de la lluvia. Por suerte no lo estaba, antes de llegar a la entrada atravesaron un pequeño riachuelo que conectaba a otros más cerca de la hacienda. El camino para llegar a dicha entrada estaba a tan solo veinte metros.
Con algo de dificultad lograron atravesar el lodazal que les obstruía el paso.
— ¡Vez! te lo dije, nadie como yo como para conducir un buen auto.
— Seee, tan buen auto que no lo tuve que empujar para que saliera del bache. Mientras tú, cómodo de la vida dentro de tu carcacha cubriéndote de la lluvia, ¡Mírame! si me enfermo no tendrás de otra que cuidar a mi hermano menor por mí— Dijo en tono amenazante.
Butch al escuchar la amenaza, se estremeció del miedo. Él tenía la fama de tener una suerte con los pubertos.
Aún recuerda lo que le sucedió la última vez. Por culpa de ese demonio, se las vio en apuros: tan solo se había distraído unos segundos; y cuando menos se lo espero, se vio así mismo detenido tras las rejas durante tres semanas por cargos en su contra que, él ni siquiera se acordaba, de no haber salido bajo fianza seguiría encerrado. Y pasar de nuevo por esa experiencia... — ¡NI SE TE OCURRA! Sabes que tu hermano... digo, tus hermanos me odian y no perderían la oportunidad de hacerme sufrir.
— ¿Acaso el "fuerte" y arrogante Butch se acobarda?- Espetó con burla, a lo cual, Butch rodó los ojos.
— Vamos a ver si no hay nadie despierto- Cambio de tema para no contestar dicha pregunta.
Antes de que opinara quien iría esta vez, Kaoru se adelantó a terminar la frase:
— TE TOCA— Y sin tiempo para que el chico se opusiera ya había sido sacado a empujones por no decir a patadas del "auto en buen estado".
Butch no tuvo de otra, se dirigió al portón de madera y como no había timbre toco tres veces con el puño, al no salir nadie, pateo el portón como si fuera un balón de fútbol. La puerta se abrió de par en par y en frente había una señora que le hacía señales para pasar y cubrirse de la lluvia.
— Buenas noches, tú debes ser Kaoru ¿no? y tú el joven Butch— Saludo una señora con aspecto amable, portaba unos anteojos de lectura y en su mano llevaba una espada.
— ¿Para que el machete? — Poco les importo que la persona desconocida supiera sus nombres sin antes presentarse.
— No es una machete... es mi cuchillo para rebanar carne.
— Más bien una espada. Si con eso corta la carne, no quiero imaginar con que calentara la sopa— Susurro a su novia a espaldas de la señora.
— No hay necesidad de ser grosero— Poco después recibió un cucharazo por parte de su novia y para rematar, la amable señora lo dejo inconsciente tras haberle proporcionado en la cabeza un sartenazo, pero no con un sartén de teflón, sino uno de un antiguo metal, probablemente más pesado que una plancha antigua de hierro, la cual funcionaba con carbón.
— ¿Qué? ¿Acaso hice algo malo? — Pregunto inocente la señora con una risa tímida.
— ¡Cuando tenga su edad quiero tener la fuerza suficiente como para noquear a idiotas sin la necesidad de usar objetos contundentes!— Kaoru hablo maravillada tras ver su novio noqueado.
— No hay porque desesperarse, para que llegues a mi edad faltan muchos años, mientras puedes seguir practicando, tienes una fuerza increíble; No la desperdicies— Sonrió de una manera tranquila, como si fuera una maestra en las artes marciales. — Iré a hacer algo de cenar para ustedes, mientras intenta despertar al joven Him.
— De acuerdo... ¿Un momento? ¿Cómo sabe su apellido?— Quiso ver la cara que pondría la ama de llaves, cuando levanto la vista hacia ella, pero la mencionada no se encontraba por ningún lugar.
Después de hora y media, un olor agradable despertó el sentido del olfato del joven. — Alguien me preparo el desayuno. Boomer, ¿desde cuándo mejoraste en la cocina?
— No es el desayuno imbécil— Él, al oír las palabras de su novia se levantó de un salto y recupero la compostura, fingiendo que nada había ocurrido mientras observaba de forma amenazante el suelo. — La señora se tomó la molestia de preparar la cena para nosotros, creo que falta esperar a que lleguen los demás trabajadores para cenar con todos.
Ellos decidieron sentarse en sillón más grande de la sala mientras esperaban a que los llamaran. Pasaron cinco minutos y unos pasos sospechosos se escucharon a lo lejos, ignoraron el sonido por completo, ya comenzaban a aburrirse y Kaoru formando una risa malévola en su rostro, agarro una pluma que estaba en el jarrón y la mojo un poco con la misma agua que contenía el jarrón. Se escabullo con cautela lejos del sofá y se puso a espaldas del chico; como si fuera gato sigiloso.
Kaoru formo voz de ultratumba y susurro al oído del joven: Ya casi esta la cena, hueles bien. Y con la pluma humedecida toco el cuello de Butch hasta llegar a su oído.
— ¡Tía maruchaaaaa!— Grito sobresaltado. — El monstruo me quiere comer— Después cayó del sillón golpeando su rostro contra la mesa de centro.
Una sonora carcajada dio entender al oji-verde que acababa ser víctima de una de las tantas bromas de Kaoru.
— Debiste ver tu cara, parecías chimpancé electrocutado, y… ¿no era la abuela Marucha? — Butch se abalanzo contra ella y en una fracción de segundo... Ya habían roto la mesa cuando ellos cayeron encima.
— ¿¡Ves lo que provocas!?— Regaño Kaoru.
— ¡Yo no hice nada!— Alzo sus manos, provocando que el jarrón de aspecto invaluable cayera al suelo.
Los dos parecían haber palidecido, con el pie empujaron los restos del jarrón y lo escondieron debajo del sillón; levantaron los trozos de la mesa y los tiraron por la ventana.
Quedaron quietos como si fuesen niños regañados y acordaron guardar compostura. La amable señora hizo acto de presencia.
— La cena esta lista— La ama de llaves entro limpiando sus manos con un trapo, detuvo su acción y se acercó a la pequeña mesa donde anteriormente estaba el jarrón. — Falta algo pero no recuerdo que…
— ¡Oh! se refiere a las flores— Interrumpió Kaoru antes de que la señora recordara que el objeto faltante era el jarrón.
Con pasos presurosos le dio las flores a la ama de llaves. Ella miro las flores con curiosidad y las analizo como si fuera a comprar verduras en la tiendita de la esquina, fijándose que esta no se encontrara podrida o verde. Dio un pequeño encogimiento de hombros y coloco el ramo de flores marchitas en la mesa. — Bueno jóvenes, ¿qué esperan para cenar? Si es la invitación ya se las hice, vamos que la comida se enfría.
Butch y Kaoru siguieron a la señora. Antes de que Kaoru cruzara la puerta de la cocina volteo con arrepentimiento hacia la sala. Cuál fue su sorpresa al observar las flores marchitas como si las acabaran de cortar, ahí con sus vivos colores alegrando la sala de estar e impregnándola con un perfume primaveral. La chica tallo sus ojos con incredulidad; ahora si le iba a dar un infarto pues ahora el ramo de flores estaba dentro de un jarrón.
A/N:
Bueno, por lo que acaban de leer a diferencia de los otros fics, este es el más largo que he escrito. Tanto así que, aunque no lo quisiera tuve que dividirlo en dos capítulos.
Actualizare lo mas pronto posible, chao.
