Antes que nada, quiero agradecer a todos los que me han dejado review en mis anteriores historias, son realmente motivadores.

Disclamer: XXXHolic es de las CLAMP como todos sus personajes, no hago esto con ánimo de lucro.

Nota: sé que sólo pasa un siglo desde que Watanuki decide quedarse en la tienda hasta el final del manga, pero en el fic pasa más tiempo.

Entre ella, entre él.

Y ese había sido el resultado, después de un siglo y medio ahí seguía: esperando a Yuuko, aguantando a Doumeki.

A veces pensaba que era un masoquista, pero muy remotamente, pues no era un sufrimiento esperar por la persona que más amas.

A veces soñaba con Yuuko y volverla a ver aunque fuera para que le recordara que no siguiera ahí, le hacían recuperar el ánimo, sin embargo… otra cosa era ver a Doumeki parado en el recibidor con las bolsas de comida.

"Más trabajo" es lo que siempre pensaba y terminaba exasperado. No importaba quien de ellos fuera, durante ese tiempo el hijo, el nieto, el bisnieto, el tataranieto, el tataratataranieto y demás descendientes siempre lo trataban como cocinero; así que cada vez que le decían lo que querían para comer la próxima vez que irían, terminaba por explotar sin importar que hubieron pasado más de cien años.

Por eso, cada vez las niñas, Mokona o los visitantes disfrutaban de su comida pensaba en él, en el primer y único Doumeki a quien cocinarle no era sinónimo de amor, sino de agradecimiento y por eso seguía agradeciéndole preparando comida, alojando a sus descendientes, soportándoles y, ¿Por qué no decirlo?, aceptando su compañía que a la larga era tan agradable y atenuaba la soledad.

Y, ahí estaba, mirando de nuevo el cielo estrellado con el kiseru en su mano, fumando y tomando como tantas otras noches, recordando o pensando, esperando el día en que Yuuko regresara, negándose a pensar que ese día nunca llegaría y que a quien tanto aprecia (a pesar de no aceptar dicho sentimiento), pronto, quizá en unos años, sonreiría al saberlo libre de aquella prisión por la decisión del último ancestro que cuidaría de aquél que más lo había necesitado.

Así continuaba su vida, entre clientes y conversaciones amenas, entre peligros, entre Yuuko y, entre quien nunca le dejaría solo a pesar de que se lo pidiera, Doumeki.

Fin.

Hice un fic llamado 'Él' y esto podría ser su continuación. Fue una idea surgida a las seis de la mañana cuando volví a leerlo. Espero no haya quedado muy confuso.