¡Nuevo fic! Esta vez de mi OTP, es decir, Creeek. Espero que lo disfruten mucho, pero toca un tema muy sensible. Bueno... No puedo adelantar nada porque el fic perdería toda su gracia, así que tendréis que averiguarlo por vosotros solos. En fin, ¡espero que lo disfruten!


Fue a los 14 años cuando empecé a darme cuenta de muchas cosas, cosas que me abrieron los ojos ya sea para bien o para mal, la mayoría de ellas para mal. Es cierto que la inocencia está ligada con la felicidad, pero a largo plazo los males consiguen herirte aunque los ignores. En muchos casos es mejor enfrentar el problema para al menos poder combatirlo, pero los seres humanos solemos negar el problema para intentar que desaparezca, pero con eso sólo conseguimos que éste se haga tan obvio que ya no lo podemos negar más y la cruel realidad nos golpea sin dejarnos posibilidad de defendernos. Eso me pasó a mí, me vendé los ojos e hice como si nada pasase, como si todo lo que me rodeaba estuviese bien. Pobre de mí, al final no pude ocultarlo más y fue entonces cuando todo se me vino encima y empecé a darme cosas de ciertas cosas. Algunas eran simples tonterías, detalles sin importancia que no me afectaban; pero otras eran tan grandes que cambiaron mis ideales, mi forma de pensar, mis reacciones, todo. Fingir indiferencia ya no me funcionaba.

Me di cuenta de tantas cosas… Mi madre tomaba antidepresivos diariamente, eso era algo que sabía desde pequeño pero no lo acepté, quise creer que eran pastillas normales para cualquier enfermedad leve como un resfriado.

Mi hermana se distanciaba de mí cada vez más. Nunca tuvimos una relación muy buena de hermanos, pero por lo menos nos dirigíamos la palabra alguna que otra vez. Ahora como mínimo lo único que recibo de ella es algún insulto.

El "team Craig", es decir, el grupo que teníamos desde pequeños en el que yo era el líder se rompió. Todo empezó cuando sin venir a cuento de nada, Token nos dijo que ya no nos necesitaba más y que nosotros no éramos lo suficiente para él, después de eso dejó de hablarnos. Después le tocó a Clyde, el cual fue el siguiente en irse del team por una estúpida pelea que tuvimos, pero no me arrepiento de hacer lo que hice. Clyde empezó con Tweek una de las típicas peleas que siempre solían ocurrir de vez en cuando en el team, peleas sin importancia. Pero por alguna razón esa vez Tweek se lo tomó mal y salió corriendo de allí y aunque Clyde me dijo que no lo hiciera, le seguí. Clyde se lo tomó como algo personal, sacó sus propias conclusiones y dejó de hablarnos. Y yo dejé de salir a cualquier sitio que no fuese a la escuela y dejé de intentar relacionarme con las personas de mi entorno. Porque al contrario de ellos, mi vida social dependía de mi team y nada más, porque confiaba en ellos y eran importantes para mí.

Pero también me di cuenta de que no estaba completamente sólo. Después de un mes de no hablarme con nadie acabé en el hospital por una intoxicación. Y es que al hacerme el café le puse un polvillo blanco que había en un bote pensando que era azúcar y resultó ser matarratas, por ello tuvieron que hacerme un lavado de estómago y tenerme un par de días ingresado por si acaso. El caso es que por la tarde me llegó una visita, y era… ¡Tweek! Tweek estaba preocupado por mí y había venido a visitarme cuando se enteró de que estaba en el hospital. Entonces me di cuenta de que no sólo yo había dependido de mi team, sino Tweek también. Me había olvidado de él, él también había estado sólo todo este tiempo. Pero por suerte, desde ese día dejamos de estar solos y aunque el team no volvió a ser como antes, al menos nos teníamos el uno al otro.

Cuanto más unidos estábamos, más cosas extrañas veía en él y más me preocupaba por él. Tweek no era normal, pero había ciertas cosas en él que simplemente no me cuadraban. ¿Por qué era tan desconfiado? ¿Por qué le tenía miedo a todo? Sus tics y su tembleque constante era por efecto del café, pero eso no explicaba mis otras dudas. Algo debía estar pasando y debía averiguar qué era.


Sé lo que estaréis pensando (la verdad es que no): ¿Por qué es tan corto? *^* Tranquilos, es como el prólogo. Aquí sólo se presenta la situación y el problema, nada más. Oh... Y lo del café y el matarratas... Perdónenme, no se me ocurrió otra cosa para intoxicar a Craig.

Bueno ricuras, nos leemos en el siguiente capítulo.