Bueno definitivamente las fechas y yo no somos amigas. Esta semana era la Seijou week y de verdad que quería hacer todos los prompts pero no sé si lo haré y si lo hago lo haré a destiempo. Sí, me tomo los eventos estos a mi ritmo porque soy un desastre, la inspiracion no siempre viene cuando se necesita. En fin, Adoro a Aoba Johsai es mi equipo preferido sin ninguna duda y adoro a sus jugadores, en especial a Tooru.

Disclaimer: Haikyuu y sus personajes pertenecen a Haruichi Furudate.


Reinando en la cancha


Middle School

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—¿Cómo crees que serán?

—No sé, supongo que con que tengan las ganas es suficiente.

—¡Iwa-chan! No solo con las ganas se gana.

Hajime frunció el ceño. Tooru tenía razón pero eso no hacía que le molestara menos el escucharlo. El hecho de que Oikawa estaba cambiando y sumergiéndose en un mar de desespero y sobresfuerzo era algo obvio, algo que a Iwaizumi le preocupaba demasiado. Ciertamente con las ganas no se gana, pero dejándote la salud en la cancha tampoco; de eso Hajime estaba seguro.

—He escuchado que son unos cuantos, al menos cuando nos vayamos tendrán jugadores suficientes.

Oikawa entrecerró los ojos.

—Es nuestro último año pero dejaremos el listón alto, venceremos a Shiratorizawa y los kōhais tendrán unas ganas inmensas de igualarnos.

—Eso sin duda —afirmó Iwaizumi antes de abrir el gimnasio seguido de su amigo.

Ambos habían ido comentando por los pasillos de Kitagawa Daiichi algo que ciertamente era el tema de conversación del momento: el nuevo año escolar y la llegada de los estudiantes nuevos a los clubs. Ambos, Tooru y Hajime, estaban ahora en tercer año y serían los senpais de esos chicos; sumado el hecho de que Oikawa era el nuevo capitán, no era extraño que ambos estuvieran intrigados de saber que caras nuevas tendrían en el club.

Oikawa sonrió y entro al gimnasio llamando la atención de los chicos nuevos. Algunos miraban emocionados el gimnasio, otros hablaban con los chicos de segundo creando las primeras amistades y otros simplemente esperaban.

El entrenador miró a Tooru y asintió, era mucho más cercano que fuera otro chico el que empezara a presentarse e introducir un poco al club. Además era el capitán y tras su presentación los chicos estarían más animados a escuchar la charla que el entrenador pudiera dar.

—¡Hola! Gracias por apuntaros al club de voleibol, mi nombre es Oikawa Tooru de la clase 3-4 y soy el capitán y armador titular del equipo…

Ese día Oikawa e Iwaizumi conocieron a chicos interesantes, algunos de ellos mucho más talentosos de lo que a primera vista pudiera parecer, otros con capacidades normales pero una energía y vitalidad eternas y otros simplemente buscando tener bonitos recuerdos de secundaria.

Horas después de las presentaciones de cortesía y de las primeras pruebas de las capacidades de los alumnos de primero, ambos chicos de tercero volvían a su casa.

—¿Qué opinas? —preguntó Iwaizumi, luego maldijo tras quemarse al morder su nikuman.

—Son interesantes, ¿no? Aunque Kunimi-chan parece bastante apático.

—A mí también me lo ha parecido, ya lo veremos. No intentes pavonearte por ser su senpai y demuestra que de verdad eres mayor que ellos.

—¡Iwa-chan! No hace falta que lo digas, seré un gran capitán, un senpai al que todos amaran y un armador de primera, y entonces le patearé el culo a Ushiwaka-chan.

Iwaizumi miró a su amigo con perspicacia mientras este soplaba su nikuman antes de morderlo tras ver como Hajime se había quemado anteriormente.

—Lo importante ahora es conectar con ellos y ver qué posición ocuparan.

Ambos se quedaron en silencio mientras comían y tras unos minutos caminando llegaron a la casa de Oikawa donde se separaban hasta el día siguiente.

—Hasta mañana Iwa-chan —el chico levantó la mano agitándola para despedirse—. Ahora tendremos que entrenar duro, no podemos permitir que nuestros queridos kōhais te roben la titularidad.

La sonrisa de Tooru ocultaba una seriedad y preocupación que la pregunta dicha solo alcanzaba a vislumbrar.

—Preocúpate por ti Kusoikawa, a lo mejor alguno es mejor armador que tú.

Y la sonrisa falsa que pretendía ocultar lo que era inocultable para alguien que conocía a Oikawa desde la infancia, desapareció de los labios de Tooru.

—Nunca dejaría que pasara eso.

El chico se dio la vuelta y entró en su casa, Iwaizumi siguió su camino sin dejar de pensar en esas palabras. Oikawa estaba cambiando, y ese cambio le preocupaba, estaba demasiado obsesionado con ser el mejor, con no dejarse superar con vencer a toda costa. Hajime sabía que eso era normal pues él sentía las mismas ansias de ganar, en especial a Shiratorizawa que llevaban dos años derrotándolos, pero obsesionarse no iba a traer nada bueno. Cargarse todo el peso a su espalda tampoco y eso era lo que Oikawa estaba haciendo.

En cierto modo esperaba que ser los mayores del equipo hiciera que Oikawa se centrara y madurara, que dejara el camino equivocado que estaba tomando y consiguiera enfocar la victoria de un modo mucho más sano y productivo. Lo que Hajime no sabía era que precisamente uno de los kōhais nuevos seria la gota que colmara el vaso en el inestable camino que Oikawa había tomado, pero lo que si sabía era que de un modo u otro al final todo saldría bien. Y así fue. Quizás Tobio fue el detonante de la decadencia de Oikawa pero también fue el factor necesario para que Hajime al fin le abriera los ojos y Tooru volviera a encontrar el rumbo adecuado.


Nikuman: es el bollito relleno caliente que compran los chicos de Karasuno. Se ve mucho en los mangas y de verdad que me parece ideal para después de las clases.