Sip nuevo Fic, la verdad es que estaba muy indecisa, sentía que no debía publicar este fic pero luego considere el hecho de que tengo pocos fics y que de igual manera tardo en actualizar, así que uno más no hará la diferencia (Sorry pero seré honesta XDD) así que well, espero y lo disfruten.

Este fic será un Lyeredy con Gruvia pero la primera pareja tendrá más importancia.

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Discraimer: Los personajes no me pertenecen son de Hiro Mashima

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Aclaraciones y/o advertencias

• UA (Universo Alterno)

• OoC

• Lenguaje fuerte/soez

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No es mi culpa

Capítulo 1

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Meredy no sabía cuándo es que su vida se había vuelto tan caótica, ya había tenido algunas experiencias malas y las había sabido controlar, sin embargo esto era algo diferente; tenía la sensación de que nada la salvaría de la furia que aquellos ojos negros reflejaban.

Quiso tragar duro pero eso hubiera dejado ver lo nerviosa que estaba y eso era algo que quería evitar, lo más que pudiera.

— ¿Qué haces aquí? — su voz sonó fuerte y clara, por lo que se sintió más segura.

— ¿Dónde está Juvia? —solo bastaron esas tres simples palabras para que su — recién adquirido — valor se esfumara de repente.

Abrió la boca para responder pero nada salió de ella, sentía su mirada fulminarla con una fría presión. En ese momento se pregunto cómo es que su mejor amiga había podido enamorarse de un hombre así.

El recuerdo de su amiga le recordó que aquel día se supondría sería el más feliz de su vida pero había terminado siendo el peor en la suya.

— Sé que sabes donde esta, Meredy y no me iré hasta que me lo digas.

No le cabía duda de que era capaz de hacerlo, pero no estaba segura de sí, acceder a su petición sería lo mejor para su amiga. Hacía solo cuatro horas su mejor amiga había huido minutos antes de su boda, Meredy seguía celebrando ese hecho pues sabía que aquello se hubiera convertido en el peor error que pudiera cometer.

La peli-rosa se lo había dicho semanas antes, cuando recién había llegado y la había visto con su prometido. Quizá para todos, ellos formaban una pareja perfecta pero a sus ojos eran todo lo contrario, además sabía que su amiga no amaba a ese hombre, le gustaba, sí, pero eso no bastaba para mantener un matrimonio.

Por eso había estado más que encantada de ayudarla a marcharse y ocultarse el tiempo que fuera necesario.

— Joder — masculló el hombre — Med, por favor — aquella suplica sí que no se la esperaba, nunca — desde que lo conocía — lo había escuchado pedir algo con tanta desesperación, sus ojos negros le dejaron ver la preocupación por su amiga, era obvio para Meredy que él aún tenía sentimientos amorosos hacia su amiga y también sabía que eso era reciproco.

Soltó un suspiro y rezó a todos los dioses porque no estuviera cometiendo un error.

— Te lo diré, pero por favor... no la lastimes — pidió y luego le dijo donde encontrarla.

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Estaba recargada sobre la puerta mientras miraba ansiosamente su celular, esperaba con miedo que el aparato sonara y que fuera su mejor amiga quien llamara para reclamarle su traición; porque así es como sentía que debía considerarse su acto de fe.

Unos estruendosos toquidos la hicieron levantarse de golpe, se preguntó si detrás de la puerta estaba su amiga, echando humo por el enojo hacia ella.

— Abre la puerta, Meredy — se congeló al escuchar aquella voz, era increíble que luego de tantas horas, él apenas se dignara a presentarse ante ella.

Frunció el ceño y abrió la puerta, no se sorprendió al ver como el hombre frente a ella tenía una expresión parecida a la suya.

— ¿Qué quieres? — preguntó molesta y es que su sola presencia la ponía de ese modo.

— ¿Dónde está Juvia? — la pregunta tampoco la sorprendió, lo único que le sorprendía era el tiempo que había tardado.

— No lo sé — mintió — y aún si lo supiera no te lo diría — porque de hacerlo no estaba segura de que fuera a pasar, la idea de que logrará convencer a su amiga de casarse con él le revolvía el estomago.

— ¿Tanto me odias como para sonsacar a Juvia y evitar nuestra boda? — su semblante no había cambiado ni un ápice pero no logro provocar nada en ella.

— Juvia no te ama y casarse contigo es lo peor que podría hacer — explicó por milésima vez en el día.

Odiaba que fuera la única que pensara en la peli-azul y su felicidad.

— Claro que me ama — masculló enojado — si no lo hiciera no habría aceptado casarse conmigo en primer lugar — se cruzó de brazos al tiempo que se recargaba en el marco de la puerta — ella no es esa clase de persona.

— Tu no la conoces en lo más mínimo — siseó con molestia, sabía que para la mayoría de las personas era difícil ver a través de Juvia pero el hecho de que su "prometido" tampoco pudiera hacerlo era inconcebible.

— ¿Y tu si la conoces? — interrogó de forma irónica — todo iba de maravilla hasta que llegaste — reclamó y ella se sintió indignada.

— ¡No es mi culpa! — gritó — si de verdad conocieras a Juv, hubieras podido darte cuenta de cómo estaban realmente las cosas — siguió gritando sin importarle que alguien la escuchara — ¡pero no!, lo único que a ti te importa Lyon — dijo su nombre casi con desprecio — es tenerla tu y no Gray.

La fémina de ojos verdes sabía que el mayor miedo del albino era que Juvia lo dejara por su hermano, y es que para nadie era secreto que la Loxar se había enamorado perdidamente de Gray, pero las cosas entre los dos habían terminado dramáticamente hacía solo dos años atrás y desde entonces el Vastia se había propuesto conquistar a la peli-azul.

Y lo había logrado, al menos en apariencia.

— Juvia ya olvido al tonto de Gray.

Ella rió ante esa afirmación, era una mentira demasiado estúpida, ¿es qué no había notado el brillo en la mirada de ambos cuando — dos semanas antes — se habían reencontrado? Meredy había sentido hasta la tensión sexual que se generaba cuando cruzaban palabra.

Y una mierda, Juvia no había olvidado a Gray y él nunca había dejado a su amiga.

— Si eso es lo que quieres creer haya tu, Lyon — intentó cerrar la puerta pero el Vastia se lo impidió. Quiso luchar pero sabía que le ganaba en fuerza y que sería un esfuerzo inútil pedir ayuda, puesto que la mayoría de las personas que se hospedaban en el hotel la odiaban por haber "arruinado" la boda.

— No me iré hasta que me digas donde esta Juvia — era la segunda vez que le decían esas palabras, pero en esta ocasión no surtieron efecto.

Dejo la puerta y se adentro a la habitación, tomó una toalla blanca que había dejado hacía horas sobre una de las pocas sillas que había y se encamino al baño, escuchó como el albino le seguía los pasos por lo que se detuvo y lo miro por sobre el hombro.

— Has lo que quieras — sentenció indiferente — pero de mi no vas a conseguir nada. — Luego se metió en el baño y echo el seguro a la puerta.

Nada en el mundo le haría decirle a ese idiota donde estaba Juvia, no solo porque estaba molesta por su descaro al culparla, sino porque algo le decía que Gray necesitaba todo el tiempo que pudiera conseguirle, después de todo, Juvia no olvidaría lo que había pasado entre ellos tan fácilmente; aun si los motivos del Fullbuster eran tan fuertes.

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Notas de autora:

Yei, ese fue el primer capítulo, espero y les haya gustado, debo decir que no soy experta usando a Lyon y a Meredy pero haré todo lo posible porque esto no sea tan OoC y si llega a serlo discúlpenme pero hago lo que puedo uvu

¡Gracias por leer!

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