¡¡Hola!!Aquí traigo mi 2º fic... ES MI PRIMER FIC de Twilight la saga q pertenece a la Gran Stephenie Meyer!
Que quede claro que esto lo hago sin animo de lucro, y que los personajes no me pertenecen, sino no existiria Jacob ¬¬
Aqui os dejo con la historia!
Words:1.197
Bella POV
-¿Estás seguro, Edward? –le pregunté, nerviosa.
-Completamente.
-¿Has leído su mente?.
Espero que esté tranquilo.
-No te preocupes tanto, no va a pasar nada-. Parecía como si me hubiese leído el pensamiento. Se fijo en mi expresión y me dio un beso en la sien.
-Estoy contigo...para siempre –me dijo mientras apretaba mis dedos.
-Para siempre –repetí.
Edward esbozó esa sonrisa torcida que tanto amaba.
-Venga-. Señaló la puerta. –Entremos-.
Abrí la puerta y vi la televisión encendida y a Charlie mirando el béisbol.
-¿Bella, eres tú? –me gritó
Claro que era yo, ¿quién más podría ser?
-Sí, estoy con Edward
Se giró lentamente .
Ah... estás con él –recalcó la última palabra
-Sí –le contesté mientras Edward apretaba mi mano aún más. –Tenemos algo que decirte
Charlie enarcó una ceja
-¿El qué?
Tomé aire para decírselo pero no podía articular palabra, miré a Edward y él asintió. Adelantó un paso hacia Charlie y dijo:
-Bella y yo vamos a casarnos
Charlie nos miró, primero a Edward, luego a mí y luego otra vez a Edward.
-¿¡Cómo!? –vociferó, levantándose del sofá
Edward se acercó más a mí y me agarró más fuerte la mano.
-Suéltasela –le dijo Charlie
-No –contestó Edward, con voz suave
-Papá... –empecé
-¡Cállate, Bella! –me cortó Charlie
Parpadeé, Edward le miró con los ojos negros rebosantes de furia.
Charlie palideció
-Lo... siento, Bella –me dijo. –No debería meterme, pero aún así me parece precipitado.
Noté cómo Edward se relajaba a mi lado, intuí que Charlie ya no estaba enfadado
-Entonces... ¿Nos das tu permiso?
Asintió. No pude reprimirme y le abrazé
-¿Cuándo será?
-Dentro de semana y media, aproximadamente –dijo Edward
-Oh, no voy a poder ir
-¿Por qué? –le pregunté a Charlie
-Dentro de dos días me tengo que ir a California y volveré dentro de un mes
Palidecí, si se iba dentro de dos días ya no le volvería a ver hasta que no controlase la sed cuando me conviertiera en neófita, tenía que pensar algo y rápido
-Entonces ya no la vas a ver –intervino Edward. Le miré, confusa
-¿Y eso porqué?
-Porque dentro de un mes, ya habremos empezado el curso en la Universidad de Alaska y Bella no podrá venir hasta dentro de un año, por lo menos –explicó
Charlie me miró
-Bueno, al menos tenemos dos días... ¿Qué harás después de qué me haya ido?
-Se irá a mi casa hasta la boda –dijo Edward, luego me miró y susurró: -Alice está deseando que vayas.
-Bien, si no tenéis nada más que contar... ¡Edward FUERA! –le gritó
-¡Papá! –grité
¿Estaba loco o qué? No soportaba que tratara a Edward así.
-Déjalo, Bella –me dijo y luego se dirigió a Charlie –Supongo que ya no nos vamos a ver hasta dentro de cierto tiempo
-Así es, chico y cómo le pase algo a mi hija, iré a por ti ¿Está claro, chaval?
-Meridiano, Bella ¿me acompañas a la puerta?
-Claro –le acompañe y una vez allí le di un beso en la mejilla y él aprovechó para decirme que me vería arriba, yo le sonreí y cerré la puerta
-Me voy a dormir, papá –le dije
-Buenas noches, hija
Subí las escaleras y abrí la puerta de mi habitación y allí estaba, como siempre, Edward, sentado en mi cama. Me sonrió y abrió sus brazos para que fuera donde él, yo aún no estaba acostumbrada a la perfección de su físico.
-¿Me das un minuto para prepararme?
-Los que quieras, princesa
Cogí rápidamente mis cosas y me dirigí al baño. Me duché en tiempo récord y me puse un pijama que me había regalado Alice hacía poco: un pantalón corto negro y una camiseta holgada con manga corta, nada del otro mundo y eso era muy raro viniendo de mi cuñada obsesionada con las compras.
Cuando llegué a mi habitación, Edward seguía estando exactamente igual que como lo dejé, me abrió aún más los brazos y yo fui hasta él y me senté en su regazo.
-Te quiero –le dije. Él me abrazó y enterró su rostro en la curvatura de mi cuello.
-Lo sé –me ronroneó mientras me acariciaba el cuello con su nariz. Me acarició la cara y con las manos en mi rostro se fue acercando lentamente hasta que me besó. Sentí un mar de sensaciones recorriendome en grandes oleadas, mi corazón latía tan rápido que parecía un zumbido y entrelazé mismanos en su pelo pero sabía que llegaría lo inevitable: al cabo de unos instantes Edward deshizo mi agarre con insultante facilidad y se separó de mi con un rastro de sed en sus dorados ojos
-Lo siento –dije, sabía que me había vuelto a dejar llevar
-No es culpa tuya, Bella –me dijo. –Esta vez ha sido mía, no me he concentrado pero ahora lo haré –me miró , no con sed, esta vez era con los ojos cargados de lujuria y deseo. Antes de que pudiera decir nada, se abalanzó sobre mí y empezó a besarme como nunca lo había hecho antes. Me recostó sobre la cama y me siguió besando, hacía tiempo que yo quería ir más allá pero Edward decía de esperar hasta la boda y al final me ha convencido. Unos golpes en la puerta nos interrumpieron
-¿Bella? ¿Estás bien? He oído ruidos –dijo Charlie a través de la puerta
-¡Sí! –le dije. –¡Estoy perfectamente!
-Voy a entrar –dijo
Edward y yo nos incorporamos rápidamente y le dije a Edward que se metiera en el armario, una vez que lo hizo abrí la puerta.
-Quería hablar contigo sobre la relación que tienes con Edward.
Tierra trágame.
-Sentémonos –señaló la cama, se sentó donde instantes antes habíamos estado Edward y yo besandonos, no dejaba de ser irónico.
-¿De qué quieres hablar, papá?
-Tú y Edward... bueno... ya sabes... ¿os acostáis?
No sabía quién estaba más avergonzado, si él o yo.
-No, papá...aún no –le dije, ruborizándome
-Bien, eso era... todo –me dijo
¿Todo? ¿Y le parecía poco?
-Buenas noches, Bella –dijo, saliendo de la habitación
Me tiré sobre la cama y cerré los ojos fuertemente. Noté a Edward abrir la cama y meterme dentro, luego me tapó y me pasó un brazo alrededor de la cintura
-No tienes ni idea de lo que me he divertido ahí dentro –me susurró
Yo me sonrojé hasta más no poder
-¿Ah, sí?
-Sí,
-Te quiero
-Yo a ti más
-Imposible
Oí la tranquila risa de Edward y me relajé completamente en sus brazos.
-Duerme, mi amor, duérmete, mi dulce Bella –empezó a tararear mi nana y en cuestión de minutos me quedé dormida.
Espero q os haya gustado!!
Emmet: Y yo no salgo??
Yo: aun no
Emmet: Jo... T.T
Bueno, si quereis que Edward os cante una nana por la noche mientras os abraza dadle al botoncito de GO y dejadme un lindo review
Bye!!
LuciaUchiha
