Bueno, como se podrán darán cuenta no soy una experta escribiendo pero espero de todo corazón que la historia sea de su agrado 3
-"Pensamientos"-
Capítulo 1- Vecina nueva.
Bien, esta era su ultima oportunidad para demostrarle a sus padres que podía vivir por su cuenta –"claro que si, soy una mujer independiente"- se decía a dándose ánimos a sí misma. Lo único que la desanimaba era el hecho de que estaba llevando las cajas de la mudanza ella sola, hasta el tercer piso al fondo del pasillo, o esas eran las indicaciones que le había dado la señora de recepción.
Sakura tomó una caja repleta de cosas y caminó a cuestas hasta la entrada del edificio, vio las puertas del elevador cerrándose y caminó lo más rápido que la enorme caja entre sus brazos le permitía pero no iba a lograrlo. De pronto pudo ver una silueta con traje dentro, era su salvación -¡por favor, deténgalo!- escuchó un raro monosílabo salir del ascensor y vio como las puertas se cerraban ante sus narices –"¡Que rayos!"- A como pudo se deshizo de la carga y la dejó en el piso un momento –Pero que patán- bufó sakura echando fuego por los ojos
Tan solo le faltaban un par de cajas y podría echarse a su cama y dormir todo el fin de semana. El sonido del elevador llegando a su destino la trajo de vuelta a la cruel realidad, salió con cuidado y se encaminó al fondo del pasillo pero paró en seco al ver a un hombre observando una de sus cajas
-¿Te importa?- masculló entre dientes a punto de reventar la caja entre sus manos
-No realmente, pero veo que tienes muy mal gusto en ropa interior- El sujeto la encaró tendiéndole una de sus prendas privadas favoritas
Se apresuró a arrancarla de sus manos y lo devolvió a la caja de donde había sido sacada -¡Eso no te incumbe pervertido!-
-Hmp- Sakura se detuvo un momento a observar al sujeto con una sonrisa burlona en su rostro. Y que rostro. Era el hombre más guapo que había visto, tenía la piel nívea con el cabello negro y los ojos tan oscuros como la noche y llevaba un hermoso… ¿traje? Esperen, ese monosílabo, era el mismo que había escuchado en el ascensor
-Fuiste tú en el ascensor ¿no es así?- acusó sakura con los ojos entrecerrados con furia
-Si entrabas con esa caja enorme se acabaría el espacio- ¡Rayos! Su voz era tan sexy, tanto que se amenazó mentalmente para no sentir escalofríos. El muchacho se giró a su habitación, ¿Por qué tenía que vivir justo en frente de su cuarto? –Por cierto, bienvenida vecina- escupió con una sonrisa burlona en la cara y cerro la puerta tras de sí
Sakura temió por su futura vida tranquila en el departamento más bonito que había encontrado tras semanas de búsqueda, era un lugar prometedor y ahora se encontraba con un vecino peligrosamente sexy que aparentemente disfrutaba molestándola. –"Quizá solo deba ignorarlo"- por cami que buscaba paz mental después de ver su atractivo físico. Rogaba por que sus horarios no coincidieran, ella estudiaría por las mañanas y había conseguido un trabajo por las noches en un bonito restaurante de la manzana, todo estaría bien si no se encontraba con su molesto vecino de nuevo. O eso era lo que creía.
Fin de semana, sakura se sentía tan feliz, ya había terminado con la mudanza y aunque aun quedaban algunas cosas por acomodar ya tenía su propio departamento. Estaba disfrutando de sus horas de ocio viendo uno de sus programas favoritos en la tv hasta que algo llamó su atención, era un sonido extraño…
-¡ooh, si!- -sigue así- -Por favor no te detengas-
Sintió que la sangre se le acumulaba en las mejillas, ¿realmente "eso" estaba pasando? Pero se preguntaba de donde venia el sonido –"Eso no me incumbe"- Sakura buscó ansiosa el control remoto y subió un poco el volumen a la tv, pero los sonidos se intensificaron también. La pelirosa se cubrió la cara con un cojín del sofá, estaba muy avergonzada de estar escuchando eso, quizá sería mejor si saliera a dar un paseo. Se convenció rápidamente de la idea y busco su bolso para casi salir corriendo del departamento pero una vez afuera los sonidos era mucho más notorios porque… venían de la habitación de enfrente.
-Me estás volviendo loca- -No pares-
Bueno, no era algo que le importara en lo más mínimo –"pero al menos deberían tener más cuidado"- El rubor le volvió a las mejillas por los sonidos que salían por debajo de la puerta y corrió lo más rápido que pudo al ascensor, le urgía despejar su mente.
Caminando sin rumbo llegó a un parque cercano, había memorizado el camino a una bonita pastelería y a una tienda de discos que habían llamado su atención, quizá no tendría tiempo de pasar por ahí, es lo que pensaba. Se dejó caer en una banca desde donde podía ver el camino de regreso al departamento y se preguntaba si realmente podría lograrlo. Vivir por su cuenta era difícil, más si aun tenía que terminar de estudiar y trabajar para mantenerse, las palabras que su padre le decía tan amablemente le vinieron de golpe a la mente –Algún día serás una gran doctora saku- Eso era lo que quería y lo lograría.
Con ánimos resurgidos pensó que ya era tiempo de que esos dos hubieran terminado sus "asuntos" y se dispuso a volver y terminar sus pendientes. Solo rogaba por que esos dos ya hubiesen terminado.
.
Tomó aire por tercera vez cuando vio que el ascensor se detuvo y abrió sus puertas, apretó los ojos y enfrentó al pasillo pero todo estaba tranquilo. Soltó el aire que había estado conteniendo y se dirigió a su departamento pero tropezó con su propio pie y las llaves se escurrieron lejos de sus manos –"¡No!"- le rogó e imploró a dios para que las llaves no se colaran por la rendija de la puerta de su vecino pero todo fue en vano. Soltó una maldición por lo bajo y se aproximo a la puerta, quizá no habían ido muy lejos y podía alcanzarlas
-No veo nada- Se lamentó en voz alta
-¿Qué exactamente es lo que necesitas ver en la habitación de otra persona?-
Sakura se petrificó al instante, la voz a sus espaldas no era otra más que la de su vecino, la reconocería en cualquier lugar porque era una voz muy –"sexy"- sakura apretó la boca y en seguida fue consiente de la posición en la que se encontraba, tenía la cara al ras del suelo con las rodillas como soporte y el trasero al cielo, se le inundó la cara de color rojo y se puso de pie como si el piso fuera lava –Y-yo, e-es, mis llaves, p-por tu puerta- se abofeteó mentalmente
El moreno alzó una ceja y soltó una sonrisa casi imperceptible -¿tus llaves entraron por la rendija de mi puerta?- La vio asentir frenéticamente lo cual le provocó una sonrisa más amplia -¿eres torpe?-
Sakura apretó la mandíbula, -"Este sujeto"- La hacía enfurecer al instante, no lo soportaba.
El pelinegro introdujo su llave en la cerradura y la luz del corredor invadió la entrada de su habitación, a simple vista parecía que Tom y Jerry habían hecho de las suyas en su sala de estar, reprimió una carcajada por sus pensamientos elocuentes y se cubrió la boca con ambas manos pero sintió una mirada fría en su espalda por lo que tomó rápidamente sus llaves y se volvió a su puerta.
-B-buenas noches- la pelirosa esperó una respuesta antes de abrir la puerta pero sólo escuchó el monosílabo de siempre, -"debe ser lo más amable que sabe decir"- pensó riendo sarcásticamente
Así sin más cada uno se encerró en su habitación. –"No puedo creer que trabaje hasta noche pero tenga tiempo de hacer "eso" por las tardes"- se dio una segunda bofetada mental por meterse en asuntos que no le incumben y tomó uno de sus libros para comenzar a estudiar, había estado tan distraída que casi lo olvidaba, tenía que estudiar para su examen semestral.
Al día siguiente sakura se dispuso a dedicar una gran parte del día a estudiar, medicina no era una carrera fácil así que tenía que ponerse seria al respecto. Tomó un libro grueso y lo abrió en una sección que había marcado anteriormente dispuesta a leer pero el sonido proveniente de un estéreo se lo impidió –"¿Qué clase de música es esa?"- Se preguntó casi riéndose, era música clásica ¿de donde venia? La pelirosa dejó el libro a un lado y se asomó por la ventana que daba a la calle pero solo había unas cuantas personas paseando por ahí tranquilamente. Soltó un resoplido cuando imaginó de donde venía la música –"Este sujeto está ocupado todas las tardes"- sakura intentó volver a su estudio pero la música alta no la dejaba concentrarse, furiosa dejó el libro en su lugar y salió de su departamento, iría a dar una vuelta de nuevo.
.
Era uno de sus no muy habituales días libre, su trabajo lo mantenía ocupado la mayor parte del día, cada semana de cada año. Un poco harto se quitó los lentes de lectura y se masajeó la sien, esta vez ni siquiera la música clásica le ayudaba a concentrarse, quizá debería dejarlo por un rato y salir a tomar aire.
Cuando abrió la puerta de su habitación se encontró un objeto en el suelo con una nota:
¿Cuántos años tienes? ¿80? Escucha esto –Sakura Haruno.
¿Sakura? Pensó que le iba de maravilla su nombre por el cabello rosado, su cabello no era como el de las ejecutivas y secretarias que veía a diario en su trabajo, soltó una sonrisa para sí mismo, nunca le habían gustado los colores tan llamativos pero recién comenzaba a creer que el rosa era un buen color. Paró en seco sus pensamientos y despegó a nota del disco compacto recién comprando, bufó al ver el código con el precio aun pegados –"realmente es tonta"- De alguna forma su nueva vecina le parecía interesante, más aun por el hecho de que su cara de fastidio le fascinaba por alguna razón.
Gracias por leer c:
