Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto… Shadow Noir Wing tan solo los usa con fines lucrativos, Alexis Uzumaki, Leonor Hashimoto, Rihanna Yuuhi, Zahra Hatake, Kasumi Hibiki, la Generación Peligro y sus respectivos ataques son de mi propiedad
Esta es una serie de historias cortas que tienen que ver con mi historia de Choque de Generaciones; para poder entenderlos es necesario que lean antes la historia
Réquiem of the Past
Omake 1: Una Boda problemática
Konoha, País del Fuego
Mansión Uzumaki
En este lugar todas las Kunoichi se encontraban reunidas preparando lo indispensable para la boda aunque se encontraban más gritando y celebrando aun la boda
- Atrapaste al sexy de Itachi Uchiha – gritaron a coro Hana, Temari e Ino contentas
- ¡Felicidades Lexi! – dijeron Zahra, Kasumi, Sakura, Hinata y Tenten
- ¿estas segura? – pregunto Tsunade observándola con seriedad –
- completamente – dijo Alexis sonriendo – se que Itachi y yo tuvimos problemas en el pasado pero lo amo con todo mi corazón y nada me hace más feliz que ser su esposa además me encantaría tener ya entre mis brazos a Andy y a Odín
- espero que ambos sean felices – dijo Leo sonriendo
- ¿Cuándo es la boda? – pregunto Sakura curiosa
- Itachi y yo decidimos que sería a finales del próximo mes, Leo espero que aceptes ser mi madrina y ayudarme en todo – dijo Alexis sonriendo
- ¡por supuesto! – dijo contenta la pelinegra –
- habrá que reunir a los dos grupos ¿no? – pregunto Temari
- le dije a Itachi que nos reuniríamos en uno de los salones de la Academia Ninja – dijo Alexis tranquilamente para luego beber un poco de Té
Mansión Uchiha
- ¿QUE TE VAS A QUE? – fue el grito que Kisame y Deidara dieron cuando Itachi les contó
Ambos ex-Akatsukis visitaban de vez en cuando a Itachi en Konoha, dado que ya no son buscados pues podían entrar libremente pero cuando ambos fueron a ser su visita regular a su viejo amigo de andanzas se topan con la noticia de que se va a casar con su antigua prometida, nada más ni nada menos que la hermana mayor del portador del Kyubi
- A ver explícame de nuevo porque creo que nos saltamos capítulos – dijo Kisame sin poder creerlo – ¿dices que Lexi te ha perdonado y que se van a casar a finales del próximo mes?
- si – dijo Itachi tranquilamente
- ¿y después de todo lo que le hiciste te perdono y acepto ser tu esposa? – Pregunto Kisame de nuevo a lo que Itachi asintió – ya decía yo que Lexi estaba loca
- ¿de donde conoces a mi hermana? – pregunto Naruto extrañado
- la loca de tu hermana se infiltro en Akatsuki como uno más cuando la descubrieron trapeo el suelo con nosotros inclusive con Itachi al cual casi mata ya que el muy tonto de negó a atacarla – dijo Kisame como quien quiere la cosa
- definitivamente conoces a mi hermana – dijo Naruto cubriéndose el rostro – y lo peor es que seguro Odín y a Andy heredaron esa locura
- ¿Esta embarazada? – pregunto Deidara sorprendido
- no, eso es otra historia más complicada – dijo Sasuke en un gruñido
- más bien problemática – dijo Shikamaru recordando los dolores de cabeza que la generación peligro les dio, los demás estuvieron de acuerdo con él
- Tenemos tiempo así que ponganos al tanto – dijo Deidara ya que estaba algo perdido, recordaba vagamente a la loca rubia conocida como Princesa Kitsune
Y así la Generación Maravilla puso al tanto a los dos ex –Akatsukis sobre su interesante aventura, en pocas palabras les relataron la historia completa de Choque de Generaciones, al final Kisame y Deidara se quedarían para ayudarle a Itachi pero sobre todo Kisame ya que era el padrino
Pronto comenzaron los preparativos para la boda. Alexis apenas y se daba abasto con todo lo que tenía qué hacer: conseguir su ajuar, encargar las invitaciones, ordenar las flores, elegir el menú, decidir quiénes serían sus damas de honor, etc... Afortunadamente Leo y Hana estaban ahí para apoyarla en todo, además de que las otras Kunoichi. Alexis aun no encontraba el vestido de novia perfecto. Había visto miles, pero ninguno le gustaba (la boda sería a la forma cristiana). Sakura y Leo habían acompañado a Alexis por todas las tiendas de vestidos de novias en Konoha y no habían encontrado nada que le agradara a la futura señora Uchiha
- Ya recorrimos Konoha al menos unas tres veces – comentó Sakura – Créeme, Alexis, no van a aparecer vestidos de novia nuevos solo porque visitamos varias veces la misma tienda.
- Ya lo sé, ya lo sé – suspiró Alexis – Pero no quiero darme por vencida aun... Tiene que haber algo...
- Está bien, Lexi – dijo Leo cansada – Es tu boda y tiene que ser perfecta. Tárdate todo lo que quieras en escoger tu vestido de novia, aun tienes tiempo...
Y por fin, después de mucha búsqueda, el vestido perfecto apareció: un bellísimo vestido confeccionado en raso color perla, ajustado hasta la cadera y de ahí caía graciosamente en ondas hasta los tobillos. Era precioso y no estaba muy caro, era el vestido perfecto...
- Ojalá que tengan en mi talla. – comentó Alexis, esperanzada, cuando entró a la tienda a preguntar por el vestido.
Y para fortuna de ella, la tienda tenía un modelo del vestido en la talla de Alexis, aunque era el único. La chica se lo probó, emocionada y salió a contemplarse en el espejo. Sakura y Leo se quedaron sin aliento.
- Te ves hermosa – sonrió Sakura
- Te ves tan linda que me dan ganas de llorar – confesó Leo, emocionada.
- ¿De verdad creen eso? – Alexis se contempló en el espejo y comprobó que, efectivamente, se veía divina con el vestido.
- Le queda perfecto, señorita - sonrió la empleada.
- Éste es – Alexis sonrió, radiante, a sus dos amigas – ¡Éste es el vestido perfecto!
- Cómpralo – sugirió Leo, dando palmadas – ¡No esperes más!
- Me lo llevo – le dijo Alexis a la empleada.
- Muy bien señorita. ¿Prefiere liquidarlo de una vez o solo deja un adelanto? – quiso saber la empleada.
- Uhm. – Alexis lo pensó. Aunque el vestido no era caro, Alexis no contaba en ese momento con la cantidad de efectivo necesaria – Mejor solo dejo un adelanto. De todas maneras, creo que estará mucho mejor cuidado aquí en la tienda.
- Muy bien – sonrió la mujer.
Alexis se quitó su vestido perfecto con mucho cuidado y se lo entregó a la empleada como si le hubiese entregado su vida propia. La mujer envolvió el vestido y lo separó y le hizo a Alexis el recibo correspondiente, después de recibir el adelanto, claro está.
- Tiene treinta días a partir de hoy para venir a recogerlo.- le dijo la empleada.- Después de eso, no le aseguramos el apartado.
- No se preocupe – sonrió Alexis – Vendré por él antes.
Sakura, Leo y Alexis salieron de la tienda muy emocionadas y cuchicheando lo mucho que Itachi se sorprendería cuando viese aparecer a Alexis con ese vestido tan bello. Alexis suspiró.
- Bien, una cosa menos por buscar.- dijo.- Ahora, solo necesito encontrar los zapatos adecuados...
Leo y Sakura intercambiaron miradas y elevaron sus ojos al cielo... Alexis al fin había conseguido juntar el dinero que le hacía falta para terminar de pagar su vestido de novia. Sakura y Leo decidieron acompañarla, pues ya se habían acostumbrado a las largas búsquedas y las aceptaban como una aventura. Las tres chicas iban muy sonrientes y felices de la vida, charlando sobre lo maravillosa que sería la boda de Alexis. Una vez en la tienda, la chica se dirigió hacia la empleada que la atendió la primera vez y le dijo que iba por su vestido de novia.
- Ya tengo listo el dinero – sonrió Alexis, feliz.
- Muy bien – sonrió la empleada – Permítame un segundo, ahora vuelvo.
Alexis, Sakura y Leo vieron cómo la empleada se dirigía hacia el sitio en donde guardaban los vestidos apartados, tardándose mucho en salir. Las tres chicas observaron después que la mujer salía con cara de contrariedad y se disponía a hablar con una empleada más joven.
- Tengo un mal presentimiento – murmuró Sakura
- Cállate, Sakura – la regañó Leo
Alexis vio con espanto que la empleada se dirigía a ella con expresión compungida.
- Señorita Uzumaki – musitó la empleada, con vergüenza – Lamento lo ocurrido, pero parece ser que ha habido un muy lamentable error...
- ¿Qué pasó? – Alexis sintió un nudo en el corazón. ¿Le habría pasado algo a su vestido perfecto?
- Parece ser que... – la empleada se armó de valor – Parece ser que... Se vendió por error...
- ¿QUÉ COSA? – Alexis gritó – ¡No puede ser cierto, usted me dijo que lo apartaría!
- Lo sé, lo sé – la empleada no sabía ni cómo explicarle – Pero es que Akiko es nueva en nuestra tienda y no sabía que esos vestidos no debían de venderse...
- ¡No puede ser verdad! – Alexis casi se suelta a llorar – ¡Mi vestido!
- Lamento mucho lo ocurrido – se disculpó la empleada – Pero tenemos una amplia variedad de vestidos que podrían...
- ¡De ninguna manera! – gritó Sakura, enojada –¡No vamos a comprar en una tienda que no mantiene el compromiso de apartar los vestidos de sus clientas¡Regrésenos el dinero que dejamos como adelanto ahora mismo!
La empleada no tuvo cara ni para chistar. Les regresó a las chicas el dinero, el cual Sakura tomó ya que Alexis lloraba desconsoladamente en el hombro de Leo. Una vez fuera de la tienda, Leo y Sakura llevaron a su amiga a tomarse un té para que se relajara.
- Todo me está saliendo mal – gimió Alexis –
- Tranquila – pidió Sakura – Son solo problemas menores, ya hallaremos la manera de solucionarlo. Nadie dijo que preparar una boda sería fácil...
- ¡Pero el vestido! – Gimió Alexis – Puedo corregir lo demás¡pero no puedo encontrar otro vestido perfecto!
- Ése no era el vestido perfecto – intervino Leo – De lo contrario, hubiese sido para ti y no lo habrían vendido. Si se lo vendieron a alguien más, es porque no era el vestido para ti.
- Ya encontraremos tu vestido perfecto – animó Sakura – Aun tenemos tiempo.
- Gracias, chicas – Alexis al fin sonrió – Son las mejores... ¿Pero me seguirán acompañando en la búsqueda interminable?
- ¿Para qué estamos las amigas, sino es para aguantar estas cosas? – bufó Leo
Alexis y Sakura sonrieron. Mientras tanto con los chicos ellos venían entrando a la tienda de smoking, y de inmediato fueron recibidos por el dependiente.
- La oficina de desempleo es a la vuelta de la esquina – les dijo algo enojado.
- ¿Qué¡No! Nosotros estamos aquí por la boda Uchiha-Uzumaki – declaró de inmediato Naruto¿quién podría creerlo un desempleado?
- ¡Ohhhh! Discúlpenme – dijo en empleado, aunque aún tenía sus dudas – Síganme por aquí por favor.
Siguieron al dependiente al cuarto del fondo, donde este tomó medidas y pidió nombres, ya Kakashi había llamado unas semanas antes avisando quienes iban a ser los invitados y cuales eran sus medidas aproximadas, por lo que solamente hacía falta hacer los últimos ajustes. Itachi estaba tratando de ajustarse la corbata de su smoking, continuó con eso durante un momento, hasta que Jiraiya se paró frente a él y empezó a ayudarlo.
- Me gustaría dirigirte unas palabras respecto a Alexis – le dijo muy serio Jiraiya
- Sí – pregunto Itachi curioso
- Yo espero que seas capaz de darle felicidad a Alexis porque la considero una hija – decía Jiraiya, mientras tomaba un tono neutro y ajustaba la corbata.
- Le aseguro que eso es lo que haré – dijo Itachi súbitamente nervioso
- Bien – un súbito gruñido llenaba la antes neutral voz del sannin – Por que de lo contrario... - ahora estaba tallando más y más la corbata de Itachi – no me quedaría más opción que encargarme del asunto... - y seguía tallando.
Para este punto, Itachi estaba batallando por mantener la conciencia ante la falta de oxígeno, difícil porque Jiraiya no dejaba de tallar. Ya estaban a punto de perder el control los dos y empezar a propinarse patadas, cuando Neji interrumpió la "afable" conversación
- ¿Jiraiya-sama, Uchiha ya terminaron? – preguntó muy tranquilo, aparentemente no se había dado cuenta de lo que había pasado.
- Claro, en un momento – Jiraiya se había volteado a responderle, recuperando su tono tranquilo, e Itachi aprovechó la oportunidad para aflojarse el nudo de la corbata, que había pasado de ser un Windsor a uno de Ahorcado.
Dos semanas antes de la boda
Los días pasaron. Faltaba menos de dos semanas para la boda y Alexis aun no conseguía el vestido... Ella estaba a punto de volverse loca y cancelar todo
- ¿Qué voy a hacer? – gritó Alexis, desesperada, paseándose como león enjaulado en su habitación.
- Tranquilizarte – replicó Temari – No ganas nada con volverte loca.
- ¡Faltan menos de dos semanas para que me case y no tengo vestido! – gritó Alexis
- Pequeño detalle – replicó Ino
- ¿Cómo que pequeño detalle¿Qué esperas que me case vestida con pantalones o qué?
- Podrías usar una falda larga...
- ¡INO! – grito Sakura
- Ya, lo siento – se disculpó la chica – Pero de todas maneras Alexis no gana nada con desesperarse...
Aunque Ino tenía razón, Alexis no podía tranquilizarse. ¿De dónde rayos sacaría un vestido adecuado en tan poco tiempo?
- Quizás me tenga que resignar y comprar el primer vestido que vea – suspiró Alexis, desanimada, dejándose caer en la cama.
- Eso no – la animó Zahra – Aun hay tiempo, hay que tener fe...
- Zahra tiene razón así que no te desanimes – dijo Kasumi
Y para enfatizar su punto Hinata entro en la habitación
- Lexi-chan ¿alguien te busca? – dijo Hinata aunque parecía muy pálida
- ¿Quién? – pregunto la rubia confundida y curiosa
- yo – dijo una gruesa voz de hombre
Hinata se hizo a un lado permitiendo pasar a un hombre de unos 42 años aproximadamente, su cabello rubio brillante como el de ella se encontraba despuntado y era un poco largo, sus ojos eran afilados como los de ella pero de un azul cielo brillante idénticos a los de su hermano Naruto, Alexis se quedo petrificada al ver a ese hombre y no era la única, el resto de las chicas también lo hicieron¿acaso Naruto volvió del futuro?, No… Alexis sabía quien era ese hombre, sin poder evitarlo las lagrimas salieron de sus ojos color océano
- Papa – murmuro con la voz quebrada por los nervios y las lagrimas
- ha pasado mucho tiempo mi pequeña Tenshi – dijo el hombre con una sonrisa
- ¡PAPA! – grito Alexis levantándose y lanzándose hacia los brazos del rubio
Durante la siguiente media hora, el hombre que no era otro que Kaseiyo Uzumaki conocido mejor como Yondaime el Cuarto Hokage y padre de Alexis y Naruto, le contó a su primogénita donde había estado todos estos años y porque si sobrevivió aquella noche cuando el Kyubi ataco no regreso a Konoha; las demás se mantuvieron en un respetuoso silencio aunque bastante incrédulas al escuchar la historia, seguro Naruto se desmayaría al ver a su padre
- Entonces me entere que tu e Itachi reanudaron su compromiso así que me di cuenta de que ya era tiempo de regresar – dijo Yondaime con una sonrisa limpiando los resto de lagrimas en el rostro de su hija – además de que te traigo un regalo especial
- ¿un regalo? – pregunto Alexis confundida mirando a su padre
- aja – dijo mientras alcanzaba una caja que había soltado cuando Alexis se lanzo sobre él – fue de tu madre espero que te quede
Alexis se acerco y destapo la caja, mirando su contenido… se quedando sin aliento al ver el hermoso vestido blanco que descansaba allí; las demás soltaron chillidos de sorpresa, ya que no podían creer esa hermosura
- dios es hermoso – dijo Alexis maravillada – ¿En verdad mama uso esto?
- así es – dijo Yondaime recordando a su esposa – a ella siempre le gusto ser innovadora, ella misma diseño este vestido y lo hizo muy futurista para nuestra era porque quería que su hija se casara con él puesto
- pues he de decirle señor Uzumaki que su esposa tenia un buen gusto – dijo Leo encantada con el vestido
- creo papa que es mejor ir con Naruto para explicarle las cosas – dijo Alexis con seriedad observando a su progenitor
- Tienes razón ¿sabes donde esta? – pregunto curioso
- seguramente esta con Sasuke viendo las cosas del menú – dijo Sakura sin quitar su vista del vestido
- ¿Sasuke? – pregunto extrañado
- el hermano menor de Itachi – dijo Alexis levantándose
Departamento de Kiba
Aquí se encontraban reunidos Kiba, Kisame, Lee y Sai haciendo una lista para los preparativos para la despedida de soltero de Itachi
- ¿Comida? – pregunto Kisame que anotaba todo
- yo la consigo no te preocupes – dijo Lee a lo que Kisame asintió
- Eh... ¿Pastel con bailarina? – pregunto Kisame mientras tachaba lo de la comida en la libreta.
- Kankuro se encargará de eso – dijo Sai
- Pero aun falta el lugar... – mencionó Kiba, pensativo
- Que no te preocupes – dijo Lee sonriendo – Gai-sensei puso su casa
- genial
Las fiestas de solteros causaron varios problemas pero lograron ser solucionados. Eso sin mencionar que el regreso de Yondaime causo gran revuelo en Konoha sobre todo para Naruto que se desmayo no más de verlo, pronto todo quedo solucionado y tanto el resto de las tierras como los pergaminos con secretos del Clan Uzumaki regresaron a su legitimo dueño… Yondaime fue puesto al tanto sobre lo que paso luego del ataque del Kyubi, la infancia de sus dos hijos, la aventura de sus nietos y el noviazgo de Naruto con la heredera de los Hyuga.
De ese modo los días pasaron, y las noches se deslizaron, sufriendo nuestros protagonistas muchos otros percances y problemas, que, aunque divertidos, ya no pueden desviar más nuestra atención. Al fin llegó el día de la tan esperada boda, y todo estaba casi listo para empezar
Con mucha prisa se estaban realizando los preparativos finales, Alexis había estado despierta desde las 6 de la mañana para la ceremonia que debía realizarse al atardecer, tenían que preparar los vestidos, asegurarse de que hubieran llegado las flores, que la fiesta estuviera lista, que todos los invitados hubieran confirmado y muchos otros complicados y aturdidores detalles. Esta enorme lista de actividades tenía a cada una de las damas completamente exhausta, la misma Alexis había encontrado muy poco relajante el tratamiento facial con barro que le habían obligado a aplicar para asegurarse de que estuviera celestial; de hecho, la única persona activa y emocionada en todo momento parecía ser Leo, que en su papel de Dama de Honor andaba corriendo de un extremo a otro en una condición más que histérica
Los muchachos lograron llegar justo a tiempo a la iglesia, donde los preparativos, que bajo a la infalible y dictatorial vista de Leo, ya estaba casi terminados. Todo estaba casi listo. La iglesia, que de hecho calificaba más de catedral, estaba decorada de extremo a extremo en damasco y seda blanca, con ligeros adornos y flores aquí y allá que ostentaban un ligero color lila muy pálido, junto con ribetes de plata. No bien hubieron cruzado la puerta posterior, donde ya las muchachas se estaban preparando, cuando fueron saludados por un grito bastante conocido:
- ¡¡¡¿DÓNDE DEMONIOS SE HABÍAN METIDO USTEDES!!!
Sí, era Leo que le estaba gritando a todo el mundo, desde los valets hasta al sacerdote, con tal de tenerlo todo listo y perfecto para la boda por la que ella no estaría más nerviosa y fuera ella la que se casara.
- Ehh... Ehhhhh. – nadie ciertamente sabía que responder a una Leo histérica
- ¿Bien? – ella sí estaba furiosa.
- Tuvimos problemas – dijo Gaara mirando a su prometida con tranquilidad – deberías de calmarte un poco
- ¿Dónde esta mi neechan? – pregunto Naruto
- lo siento pero es que el tiempo se nos viene en cima y ella esta en el cuarto del fondo – dijo Leo respirando con rapidez para luego pasar lista – Déjenme ver... padrino – señala a Kisame – ¡Listo! Hermano – señala a Naruto – ¡Listo! Invitados.. – Señala al resto – ¡Listos! Novio... - señala a Itachi – ¡Listo!
Al fin comenzó la boda, con la típica marcha nupcial, flores, lágrimas y todo lo del caso. Hanabi (para su mala suerte) iba como la niña de flores viéndose adorable (demasiado cursi según ella), luego iba Alexis, del brazo de su padre: su vestido era hecho de raso, satín y seda; dejaba los hombros descubiertos, y apenas se sujetaba en la parte de los brazos inmediatamente inferior al hombro. Bajaba muy tallado por el tronco, área en la que tenía un hermoso diseño, y la falda era ligeramente acampanada, con una cola de un metro de largo, seguidos de las damas de honor, con sus vestidos bien. Yondaime, dejó a su hija del brazo de Itachi, aunque por un momento uno diría no la estaba soltando, y todo el cortejo se acomodó en las primeras filas, cada una de las damas con sus respectivos novios, acompañantes o parásitos. Al fin, el padre comenzó.
- Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a Itachi Uchiha y Alexis Uzumaki...
Así siguió la ceremonia durante su buena media hora llena de los típicos discursos, pero que no vamos a especificar porque tomarían mucho tiempo, me aburren y ni siquiera me gusta ir a bodas. Hasta que al fin llegamos a la parte interesante.
- ... pero antes de proceder, si hay entre todos alguien nosotros que se oponga a que este matrimonio se realice, que hable ahora o calle para siempre...
En ese momento, Hinata sujeto bien a Naruto para que no se le ocurriera ser gracioso, y las demás hicieron lo propio con sus parejas, solo en caso de que tuvieran la brillante idea de que ya no les estaba gustando la boda. Pero el problema no vino de ahí.
- Bien, podemos continuar... - comenzó el padre, pero...
"Booom" se escuchó desde el fondo y:
- Yo me opongo – fue la frase que se oyó, todos se voltearon y vieron a un sujeto pelirrojo de ojos grises que nadie conocía por cierto, entró casi corriendo hasta llegar a menos de dos metros de Itachi y Alexis – no permitiré que Alexis se case con el
Itachi miro perplejo aquel chico, Alexis, Leo y Hana intercambiaron una mirada de desesperación mientras los demás miraban curiosos la escena pero repentinamente un ramo de flores le golpeó la cabeza, seguido de una muy decidida Hanabi Hyuga que se arrojó encima batiendo una especie de macana que había estado escondiendo debajo del ramo. Por más extraño que parezca, en lugar de recibir ayuda de alguien que le quitara a la pequeña loca, fueron más golpes los que obtuvo cuando Sakura, Tenten y Temari se unieron a los golpes, patadas y arrastrones; mientras que Leo y Hana seguían vigilando que nadie más hiciera algo suicida, como negarse también. Luego se lo llevaron fuera de la iglesia, lo golpearon más y regresaron justo a tiempo para seguir para este momento más de uno miraban aterrados a las 3 mujeres mientras que sus respectivos novios solo sonreían forzadamente
- este… creo que mejor continuo – murmuro el padre sorprendido – ehm Itachi Uchiha aceptas por esposa a Alexis Uzumaki para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe
- Acepto
- Alexis Uzumaki aceptas por esposo a Itachi Uchiha para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe
- acepto
- por el poder que Kami me concede yo los declaro marido y mujer, que lo que Kami unió no lo separe el hombre, ahora puede besar a la novia.
- SIIIIIIIIIIIIIIIIII – se oyó por toda la iglesia, pero en especial en las primeras filas
Itachi besó a Alexis, y se dispusieron todos a comenzar la fiesta, y más importante aún, la Luna de Miel. Al salir de la iglesia fueron recibidos por una lluvia de arroz y luego todos se reunieron para tomar la foto
- ¿Quién era el tipo al que apalearon? – pregunto Itachi curioso a su ahora esposa y amigas –
- es un tipo que conocimos hace tres años – dijo Leo caminando tomada del brazo de Gaara – Alexis salvo a su hermana de morir y se quedo prendado de ella, pero Alexis lo ignoraba
- una vez llego a meterse a mi habitación durante mi estadía en su villa – dijo Alexis con una mueca
- bueno pues ahora la dejara en paz a menos que quiera recibir otra paliza – dijo Neji con una gota de sudor mirando al despojo humano en que convirtieron aquel ninja de la hierba, los demás asintieron
La fiesta transcurrió justo como se esperaba, en el jardín de la Mansión Uchiha; donde se habían colocado tres enormes tiendas blancas, con el gran pastel de cuatro pisos y mucha comida y bebida. Tsunade se emborrachó mientras Shizune trataba de quitarle su onceavo vaso de Sake, el ramo de la novia acabó en manos de Tenten, para máxima incomodidad de Neji. Los invitados comieron, chismearon y comentaron, junto con las acostumbradas apuestas de cuando era que iba a durar el matrimonio…
Al fin se hizo de noche, todos los invitados saliendo comentando la tan singular boda que fue como la sesión de lucha libre con de las damas de honor. Con todo resuelto, Alexis e Itachi se retiraron a su habitación, mientras que los demás, se fueron al los cuarto que les habían sido asignados en la mansión.
Las Kunoichi se quedaron en una de las salas, terminando de guardar todos sus vestidos y acomodando la enorme cantidad de regalos que enviaron los invitados, desde la infinidad de muy repetidos aparatos eléctricos y juegos de platos hasta las inevitables amenazas de muerte o los igualmente peligros, incomibles e imperecederos pasteles de fruta. Los muchachos, como típicos inútiles del género masculino, se fueron a dormir en cuando lograron sacar a Jiraiya de encima de una de las doncellas de la casa (cuando Itachi y Sasuke regresaron a los terrenos Uchiha decidieron contratar a dos mucamas)
- Dios, es increíble el montón de papel, uno creería que la gente ya no desperdiciaba tanto - se quejó Ino
- O que habían aprendido a mejor enviar efectivo - dijo Hinata, ganándose raras miradas de las demás, o al menos de las que aún podían enfocar - ¡¿Qué?!
- Nada¿qué haces Hanabi? – preguntó Hana a la menor de las Hyuga que estaba extrañamente inclinada hacia la ventana y con algo en las manos.
- ¿Yo¡Nada! – dijo ella desactivando su Byakugan
- No estarás espiado lo que hacen Alexis e Itachi ¿verdad? – pregunto Tenten
- No, solo estaba espiando al sujeto vestido en camuflaje negro que se acercaba sospechosamente al cuarto de ellos con lo que parece ser una espada
- ¡¿QUEEEEEE?! – se oyó el grito simultaneo.
- Sí, creo que el mismo tipo que apaleamos temprano.
No bien ella terminó esa frase, Sakura, Ino, Temari, Tenten, Leo, Kasumi saltaron por la ventana aún en pijamas, cargando shurikens, Kunai y todo tipo de armas ninjas, para enseñar a ese muchachito una lección de nunca olvidar. Zahra, Hana y Hinata las miraron con una gota de sudor pero decidieron no intervenir
