PRÓLOGO
Por fin habían llegado. El camino fue muy rudo, y la adaptación a su nuevo destino ni se diga. Estaban hartos de todo el dolor que aquel infernal ser había traído a todos los mundos.
Estaban hartos también de tener que usar ese poder divino que aunque no les causaba dolor ni desgracias, se les dio solo por una razón: el rey dragón demonio.
Según sus leyendas, era el más fuerte de todos los demonios, casi destruye a las deidades y seres protectores, obligándoles a sellarlo para siempre…
O eso era lo que ellos habían creído, pues hace casi un año, el y sus tropas atacaron varias regiones del planeta, haciéndolas inhabitables y con pocos sobrevivientes. Ellos se dedicaron a encontrarlos por esa vieja profecía que la princesa de Archanea les había relatado, obligándolos a conocer esas lejanas y extrañas tierras que solo les eran relatadas en los cuentos.
Tenía que admitirlo, estaba muy nervioso. No sabía cómo se desarrollaría la batalla, ni quien ganaría, no solo su vida y la de sus amigos corría riesgo, ni tampoco solo su ejército que consiguieron con empatía y confianza…
El resto de los sobrevivientes le cantaban alabanzas a los tres al frente como si se tratara de dioses, siendo que no sabían si quiera si serían los héroes de esta historia.
Vio a su izquierda, notó como su hermano mayor tenía el ceño fruncido y los labios apretados, sabía que estaba más que decidido a hacerle pagar a ese lagarto gigante por todos los daños hechos, no solo a ellos si no que al resto del mundo. A su derecha vio a ese joven que llegó poco antes de los desastres, se había vuelto un gran amigo de ellos, y vio que lucía más frío y distante que de costumbre, sus ojos celestes perdidos en el piso, dedujo que algo más pasaba aparte de la batalla próxima. Cuando iba a atreverse a preguntar, sintió como una mano le fue colocada en su hombro y le apretó un poco, calmándole al mismo tiempo.
No necesitó voltear ni que le hablara para identificar quien era. Sabía muy bien que su otro amigo peli azul y de ojos verdes le apoyaba en todo…
Había madurado un poco…le alegraba que la guerra hubiera servido de algo…
–Ya verás que pronto nos estaremos riendo de esto…–Escuchó que le dijo con tono alegre, le agradecía a Naga que su amigo Mark no había perdido el buen humor–…saldremos de esta juntos Anri…
El joven miró de reojo para toparse con su amigo y le sonrió, dándole así el mensaje de que confiaba que así sería.
No tardaron en llegar al antiguo y ahora medio destrozado castillo de Altea, donde ese colosal monstruo esperaba pacíficamente, sus ojos ámbar viendo con malicia a los tres héroes y a sus amigos.
–Creí que jamás llegarían…–su profunda y malévola voz hizo que a los presentes se les pusiera la piel de gallina.
–No nos perderíamos tu fin…–el chico pelinegro al lado de Anri le habló, viéndole con rabia y desenfundado esa dorada arma que había sido regalo y bendición de aquella Diosa de cabellos rojos cuan fuego.
–Así es…–vio como su hermano mayor imitaba al de ojos celeste, portando una arma plateada con el mango rojo, regalo de su deidad, Naga, creada con uno de sus colmillos–…es hora de que pagues tus crímenes lagartija inmunda…
–Tu fin llegó dragón…–dijo el peli azul desenfundando un arma parecida a la de su hermano mayor, pero el mango lucía un poco diferente, y amenazó a la criatura con su filo, colocándose del lado derecho del peli negro–…te regresaremos del infierno de donde viniste…
La bestia rió divertida ante las amenazas de Anri y sus compañeros dando unos cuantos pasos hacia ellos.
–Lo único que harán hoy…–comentó con esa malévola y característica voz–…es ser mi cena…
Inmediatamente después rugió y se dirigió corriendo hacia ellos, su cola destrozaba los pocos pilares que sostenían el pobre edificio. Sin embargo, los chicos, sin temor alguno, juntaron la punta de sus espadas y una luz dorada les envolvió…
Entonces la batalla se equilibró…
El desenlace sería su salvación…
O perdición…
Todo dependía de Taius, Anri y Blotch, así como de aquellos quienes reunieron el valor suficiente para ir a lo que podría ser su futura muerte.
Lo se lo se, muy corto :v pero espero les haya gustado uwu porque a mi si :V
En fin, quienes hayan leído mi fic "perdido y encontrado" podrán entender más o menos la historia, ya que de hecho es una precuela de la misma :v (1000 años antes para ser exactos) si no, no se apuren uwu aquí se explicará todo :D
Quienes hayan jugado Shadow Dragon reconocerán a Anri, el héroe que venció a Medeus en el mismo; Taius y Blotch son mis OC, Taius es el peli negro y Blotch el hermano mayor de Anri.
Debo añadir por último que Mark es OC de mi amiga Yelai, quien me lo prestó para este fic uwu.
Les invito a dejar review y a leer mis otras historias.
Nos leemos :D
