-IMPOSIBLE RESISTIRSE-
1- Así empezó todo...
Harry, Ron y Ginny, caminaban afuera de la enfermería, nerviosos. Harry se revolvía el pelo, mientras Ginny lo miraba de ves en cuando. Ron en cambio, daba vueltas, con las manos en los bolsillos.
-No puedo creer que Neville sea tan idiota-dijo de pronto Ron, enfadado.
-Ron, no lo puedes culpar. No fue su culpa, es solo que es demasiado distraído...y Hermione tuvo la mala suerte de que le haya tocado como compañero.-le respondió la pelirroja
-Espero que se recupere, parecía muy mal...-dijo Harry, mirando el suelo, triste-es una suerte que se haya desmayado, tan cerca de la enfermería...
OoOoOoOoOoOoOo Flash Back OoOoOoOoOoOoO
-Neville, no, espera!-dijo Hermione agarrandolo por la muñeca-no pongas las algas primero...todavía no revolviste, ni agregaste las especies...
Neville la miró desconcertado
-Oh...cierto-dijo como si no fuera gran cosa.
Hermione suspiró resignada. Neville era despistado por naturaleza. La poción que estaban preparando era compleja, y su mala preparación tenía desagradables efectos. Ella y Neville compartían un mismo caldero. Sospechaba que Snape le había asignado a Neville como compañero a propósito para ver si ella terminaba convertida en un chimpancé, o con un DESASTROSO como calificación.
Tampoco ella se estaba concentrando demasiado, y era lo que la fastidiaba. En las últimas semanas, un nombre rondaba por su cabeza, y no podía dejar de pensar en él. Si no fuera porque ella lo ayudaba a corregir exámenes diariamente cuando el no le alcanzaba el tiempo, o porque iba a tomar el té a su despacho tan seguido, o porque en sus clases el le sonreía con esa sonrisa que la derretía, y hacia querer comerlo a besos...si no fuera porque se enamoró de el, perdidamente...
El era la razón de su despiste...
Hermione salió de su nube entre vapores de colores y olores extraños, para darse cuenta de que había agregado un ingrediente que no era, antes incluso de dejar que la poción repose 10 minutos...
Horrorizada, se quedó mirando el tarrito que tenia en la mano...
-¡¡Dios santo!! agregue cualquier porquería...grrr!-dijo medio en vos alta, y Neville la miró asustado. El había estado observando lo que Hermione hacia sin prestar atención.
-¿Her...Hermione? ¿Has echo algo mal...?-le dijo Neville mirándola sorprendido por la torpeza de la chica, digna de él.
Hermione lo fulmino con la mirada sin querer. Luego de ver que Neville parecía encogerse ante la mirada de ella, trató de tranquilizarse y dejar pasar que por culpa de Neville había tenido que interrumpir la preparación de la poción y empezarla toda de nuevo, porque había dejado caer más de 30 gramos de escarabajos (material que, en primer lugar, no tendría que haber estado en aquella mesa).
-Esta bien, debo tranquilizarme. Todo tiene solución, solo debo encontrar el libro, y fijarme que puedo hacer para arreglar la poción...-dijo, más para si misma.
Neville, contento de que halla dejado de mirarlo como si quisiera revolearle el caldero por la cabeza, la ayudo a buscar el libro que no encontraban por tanto pergamino, ingredientes y cosas desparramadas por la mesa.
La poción no era nada que hubieran preparado antes. Era una especie de examen, debido a la incapacidad de preparar ciertas cosas, Snape les había dicho que iba tomar esa poción como parte de la nota que definiría si pasarían pociones ese año.
Snape los miró varias veces, con una sonrisa insulsa, debido al estrépito que hacían buscando el libro, pero no les dijo nada, solo se paseo por la mazmorra fastidiando a otros alumnos.
-Aja lo encontré-dijo Neville. Se había olvidado que había colocado el libro debajo de una pata del caldero, debido a que quedaba desnivelado.
-Pásamelo-dijo Hermione, concentrada en limpiar la mesa, pues había tirado un frasco sin querer."Esto no puede empeorar" pensó enfadada, mientras trataba de quitar la mancha verde que había quedado en la mesa, de forma muggle, cuando podría haber utilizado su varita.
-Ten ese lado del caldero...-le dijo Neville frunciendo su regordeta cara, al hacer fuerza para sacar el libro.
-¿Que...?-dijo Hermione, que seguía frotando la mesa.
Pero Neville no alcanzó a oírla, y tiro del libro. Hermione escucho el estrépito del caldero al chocar contra la mesa, y darse vuelta.
Neville salió disparado hacia atrás con el libro, pero Hermione no hizo a tiempo.
Sintió como el contenido del caldero que era de contextura liquida, caía en su falda. A pesar de su color rojo pasión, que daba impresión de que quemaba, sintió un leve calorcito, y nada más.
Se quedó parada, mirándose la falda. Neville la miró asustado. Todos en la mazmorra miraban a Hermione. La vos de Snape no tardó en escucharse.
-¡¡QUE TORPEZA!! GRANGER, 40 PUNTOS MENOS PARA GRIFFINDOR, POR SU FALTA DE CUIDADO.-le dijo, mirándola con el seño fruncido, pero se notaba que lo disfrutaba y mucho.
-Pero...-empezó a discutir Hermione, y luego se calló. Había olido un olor muy extraño, que parecía venir de su falda...de ese líquido. Unas inmensas ganas de vomitar se apoderaron de ella. Se tapó la boca, y salió corriendo de la mazmorra sin importarle lo que Snape diga. Al salir escucho las carcajadas de mucho Slytherins.
Corrió al baño mas próximo, y entro sin fijarse en nada. Pensó que dejaría la vida en ese inodoro. El revoltijo que tenia en el estómago era horrible. Salió del cubiculo del baño, sudorosa y con dolor de cabeza, y encontró a Ron y Harry parados mirándola con preocupación.
-¡Dios! Ron, Harry, ¿que hacen en el baño de chicas?
-Hermione, este es el baño de hombres-le recalcó Ron, mirándola preocupado
-¡Oh!...-dijo Herms, y sintió vergüenza.-no me fijé...cuando entre...-Todo le daba vueltas. Camino hacia el lavabo y se mojo la cara. Se miró al espejo, estaba muy pálida.
-Hermione, ven, te acompañamos a la enfermería-dijo Harry, tomándola de un brazo.
Hermione no protesto y se dejo ayudar por los dos, puesto que sentía que el piso se movía.
Caminaron bastante y ya estaban llegando a la enfermería, pero al doblar el pasillo, Hermioe se paró en seco.
-¿Pasa algo?-pregunto Harry, mirándola. Hermione cerró los ojos y los volvió a abrir como queriendo enfocar-Hermione ¿qué...?-pero la chica se desmayó. A duras penas, Ron y Harry lograron sostenerla.
Ron, decido, le dijo que el la cargaría. La subió en brazos, y los dos fueron rápidamente a la enfermería.
La dejaron, inconsciente, en una de las camas, e inmediatamente, Madam Pomdrey les ordeno que salgan.
OoOoOoOoOoOoOo Fin del Flash Back OoOoOoOoOoOoO
-Me enteré por el mismo Neville el accidente, a penas lo supe, me vine corriendo hacia acá-dijo Ginny
Apenas había dicho eso, y las puertas de la enfermería se abrieron. Los tres entraron rápidamente, y para su alegría, Hermione estaba sentada en la cama, tomando algo con el seño fruncido por el asco.
-Wacala, que asquerosidad-dijo, y dejo el vaso en la mesita de luz.
-¿Te sientes bien?-le pregunto Ginny, acercándose mas, y tomándole la mano.
-Si, mejor, gracias Ginny-le respondió Hermione sonriéndole-al parecer al aspirar el aroma de esa poción, y por el contacto que hizo conmigo, me provocaron unas nauseas espantosas, y un poco de mareos, pero nada mas grave. Bueno...excepto que ahora debo venir aquí a tomar una poción especial, porque Madam Pomfrey dice que revisándome descubrió que tengo problemas de anemia.-termino, con cara de enfado.
-Pero todo esta controlado, ¿verdad?-le pregunto Harry
-Si, todo esta muy bien. Lamento haberlos preocupado...¿como me trajeron hasta aquí?, recuerdo haberme desmayado en el pasillo.
-Pues, Ron te cargo-dijo Harry. Ron se puso rojo, pero asintió mirando a Hermione.
-Muchas Gracias-le dijo, sonriéndole
-No hay de que-le respondió Ron, sonriendo, rascándose la nuca.
-Mañana mismo puedo volver a clases, hoy pasare la noche aquí-informo Hermione.
Así que como ya era hora de volver a la sala común, los tres se despidieron de ella, y la dejaron reposar.
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Hermione volvió a clases como era previsto. En al primera hora de Transformaciones, Neville se acerco y tartamudeando le pidió disculpas porque el era el culpable de todo. Hermione lo tranquilizo y le dijo que todo estaba perfecto con una de sus mejores sonrisas. Sabia que había tenido mucho que ver, pero no lo podía culpar.
Toda la mañana paso bastante bien, hasta que llegó la hora de la clase de Remus Lupin. Al entrar al aula, sintió ese extraño retorsijon en la panza, pasó al lado de su pupitre hasta llegar a su escritorio, y ella pudo oler esa fragancia tan de él, de hombre, que le encantaba y la embriagaba.
"Bendito señor, que bien le queda esa túnica"-pensó Hermione. Remus llevaba una túnica color verde oscuro, por supuesto, un poco rota y remedada, que le daba un toque rebelde y por algún motivo mas joven.
"¿puede ser, que lo mire, y le sonría, y asienta como una estùpida, cuando en realidad no escucho nada de lo que esta explicando?"-se dijo, mientras observaba al profesor pasearse entre los pupitres, hablando.
La clase terminó y Hermione guardo sus cosas. Pero antes de que saliera del aula, Remus la llamó. Harry y Ron se despidieron y dijeron que la verían luego en el gran comedor.
Ella se acerco, medio nerviosa.
-Me alegro mucho que estés bien, Hermione-le dijo Remus, sonriéndole. Hermione se sintió desfallecer.
-Muchas Gracias profesor-le contestó
-Puedes decirme Remus cuando no halla alumnos presentes, somos amigos -le dijo el licántropo, mientras guardaba sus cosas en su maletín.
-muy bien, Remus...
Se entretuvieron unos momentos charlando acerca de clase, lo cual a Hermione la puso mas nerviosa, porque no había prestado tanta atención como en otras clases. Luego de 10 minutos, Remus y ella salieron del aula.
-Muy bien, debo irme a terminar algunas cosas antes de la comida..-le dijo el profesor-Si es que no tienes problemas, ¿podrías venir hoy a ayudarme como siempre con los exámenes y los ensayos?-le preguntó
-Si, por supuesto-le contesto Hermione sonriendo
-Excelente, no se como agradecerte Hermione, me has ayudado mucho...no se que haría sin ti-le dijo agradecido Remus, y le guiño un ojo. Hermione sintió que se ponía un poco colorada-muy bien, nos vemos luego...te repito, me alegro mucho que estes mejor, me preocupe cuando oí que estabas en la enfermería...-le dijo acercándose un poco más y tomándola de un hombro. La miró directamente, y Hermione se quedo atrapada en esos ojos color miel.
De pronto, sintió que algo le nacía adentro. Por un momento sintió la necesidad de arrojarse encima de su profesor y besarlo hasta más no poder. Lupin se dio cuenta, porque la miró extrañado. Su mirada había cambiado, tenia un cierto brillo en los ojos.
-¿Hermione?, ¿te sientes bien?-le dijo preocupado, al ver que ella se quedo clavada en el piso, mirándolo totalmente ida.
-¿eh?...si...si disculpe...eh...lo veré hoy a la hora de siempre, iré a su despacho-le dijo tartamudeando Hermione. Remus la miró extrañado, y asintió. Ella se dio media vuelta y salió rápidamente disparada para cualquier lado, no le importaba, con tal de alejarse de Remus, y tranquilizar a su bestia interna.
"No, no...esto esta mal, sàcate esos pensamientos de la cabeza". -Hermione caminaba a toda prisa hacia la sala común, para dejar sus cosas. Luego iría al Gran Comedor.
"¿que pensamientosss??...mmm...quizás...los de Remus sin camisa..."-la burlaba una vos en su cerebro.
"AAAAAAA bastaaaa"-pensó desesperaba. Sentía que el corazón le latía demasiado rápido, esto no era normal. ¡Lo vio y casi se le tira encima!.No puede volver a pasar...
¿Y si se le tirara encima enserio?.
"Pues es algo muy tentador, y poder besar ese cuello tan bonito..."-siguió molestando la vos.
"Dios santo"-no pudo dejar de imaginárselo, era algo automático imaginarse las situaciones.
Llegó a la sala común, llena de alumnos que salían dirigiéndose al Gran Comedor, subió a su cuarto, y dejó sus cosas. Al bajar se encontró con Ginny sentada en una butaca.
-Hermione, te estaba esperando, te llamé cuando entraste pero no me respondiste...-le dijo parándose.
-Oh...disculpa-dijo Hermione en vos baja entre suspiros. Ginny la miró a la cara.
-Hermione, te sientes bien?-le preguntó-Estas...colorada...y media despeinada, pareces como agitada.
Hermione la miró y se sintió enrojecer más. No, definitivamente esto no era normal. Pensar en el y sentir esas cosas no era algo que le pasara siempre. Bueno, no a esta magnitud.
-No, estoy bien Ginny, vine corriendo hacia aquí, es eso-le dijo, fingiendo despreocupación y comenzando a caminar. Pasaron el retrato y se dirigieron al Gran Comedor.
La tarde pasó rápidamente, demasiado para Hermione. No olvidaba que iba a ir al despacho de Remus a ayudarlo, como siempre, con cosas atrasadas y corrigiendo exámenes. El corazón le saltaba en el pecho cada ves que pensaba en lo que podía llegar a pasar si no se controlaba.
Vestida normalmente, con una camisa negra bien pegada al cuerpo, y unos sencillos jeans, a las 5:30 de la tarde, se dirigió al aula de Defensa contra las Artes oscuras, donde estaba el despacho del profesor.
Toc,toc.
-Pasa-dijo una suave vos al otro lado de la puerta.
Hermione entró, y lo primero que vio, la hizo darse cuenta de que la tarde no iba a ser nada fácil. Remus estaba con su tradicional camisa negra (la que normalmente vestía cundo se quitaba la túnica), con 2 botones abiertos. Tenía el pelo medio raro, como despeinado, parecía que si tenia demasiadas cosas atrasadas.
-Buenas tardes, profesor-contesto Hermione, preocupando mirarle a los ojos.
-Remus Hermione, acuérdate, em...te puedes sentar-le dijo Remus con una sonrisa.
--Hermione se dirigió a la silla, y miró al profesor esperando que le asignara lo que quería que le ayudara.
-Otra ves, millones de gracias por esta ayuda, se que quizás se una dificultad, tu tienes demasiados deberes-le dijo Remus mirándola, con culpa.
-No, no es ninguna molestia. Encantada lo ayudo. Y en cuanto a los deberes…ya los tengo todos hechos, no es ningún problema-le respondió, encogiéndose de hombros.
-Jaja, me imaginó, la señorita Granger siempre tiene echo todo a tiempo, eres muy responsable-le dijo Remus, sonriéndole, y con esa mirada que a Hermione le gustaba tanto. No pudo hacer mas que sonreírle.
-Y por favor, trata de tutearme...-le dijo Remus
-Si, si, se me había olvidado-le respondió la Griffindor
-Muy bien. Veamos, quizás puedas empezar por ver estos ensayos de tercer año.-le dijo Remus, pasándole una pila no muy alta de pergaminos.
Hermione se puso a trabajar de inmediato. Concentradose mucho, debido a que la nota de muchos alumnos dependía de ella. Igualmente Remus siempre le daba una ojeada a los pergaminos, pero Hermione corregía muy bien.
Mientras ella corregía, Remus se paseaba del escritorio a la biblioteca, al lado de la puerta del despacho, detrás de donde Hermione estaba sentada. Su concentración no tardó en fallar. Observaba como se revolvía un poco el pelo, con el seño fruncido, mirando un libro. Observó como levantaba una mano y se rascaba la barbilla, muy cerca de sus labios. Le encantaría ser esa mano, por dios. Sintió que se ponía colorada, y ese extraño calorcito volvía a hacerse presente. Sacó su mirada de el rápidamente e intento concentrarse otra ves.
-Remus, disculpa,¿cómo prefieres que los corrija? me olvide de preguntarte...quieres que subrayé lo que esta mal, y aclare al lado, que ponga una cruz al lado de las preguntas mal...al final quieres que haga alguna anotación acerca del ensayo?-le preguntó Hermione, mirando el pergamino que estaba corrigiendo.
El se puso al lado suyo, agachado. Hermione se sorprendió de que se acercara tanto, y no pudo evitar mirarlo.
-De la manera que lo estas haciendo esta muy bien, y si quieres puedes subrayar lo que esta mal, y aclarar al lado,¿te parece?-le dijo, mirando el pergamino. Hermione se quedo en una nube apenas el se había acercado. Sus labios estaban demasiado cerca. Su mano en el respaldo de la silla, su brazo rozaba su espalda, los benditos botones desabrochados y la posición en la que estaba Remus, dejaban ver una parte de un muy bonito pecho. Ella se quedó con la boca abierta.
-Herms...¿te parece?-le preguntó de nuevo, mirándola ahora a los ojos.
No reaccionaba."¡Di algo!"-pensó. El calorcito se había trasformado en un infierno. Demasiado para su sistema cardíaco.
-Si.-logro articular, corriendo la mirada. Remus no le dijo nada, pero se le quedó mirando un rato. Hermione se quedó mirando su pergamino, haciendo que leía. Por suerte Remus volvió a la biblioteca.
Si no paraba de pensar en "100 formas de besar a Remus Lupin", todo el autocontrol se iba al demonio. Pero era imposible, se le aparecían flashes. El corazón le latía demasiado rápido, esta empezando a preocuparse. Se tocó el pecho, tratando de dejar de respirar tan agitadamente de repente, todo se nubló. Sus sentidos se calmaron, su corazón poco a poco volvió a su estado normal. Se dio vuelta y miró directamente a Remus. Estaba apoyado contra la pared, leyendo. En ese momento le pareció terriblemente sexy. Imposible no comerlo con la mirada. Debía hacer algo...ya.
Se levantó decidida y caminó hacia el. Se paró justo enfrente y lo miró.
Remus levanto la mirada del libro, y le sorprendió verla a ella parada ahí mirándolo.
-Hermione...pasa algo?-le preguntó, mirándola confundido. ¿Porque lo miraba así? . Algo tenia de diferente. Ella se limito a sonreírle, de una manera demasiado...¿sensual?.No, no puede ser. Su melena castaña parecía chisporrotear, y ella estaba un poco colorada. Pero su mirada...ese brillo no era el de siempre, era intenso, muy intenso. Remus, se puso nervioso, pues la chica seguía parada mirándolo.
-¿Hermione?-volvió a decirle y bajo el libro.
Hermione se mordió el labio, divertida por el nerviosismo del profesor, y esto no dejo a Remus mas tranquilo. Antes de que pudiera reaccionar, Hermine se acerco más y le cerró el libro. Luego se lo saco de las manos y lo tiro a otro lado. Remus se quedo plantado mirándola. Cada vez se acercaba más.
-Hermione, que te pasa? estas...rara-le volvió a repetir, y la vio soltar una risita.
-Lo que me pasa, es que me tienes loca.-le dijo acercándose demasiado, para le gusto de Remus. Intento retroceder pero no podía pues estaba la pared. Hermione lo miraba fijamente. Colocó una mano en su pecho y se pegó al profesor.
El nerviosismo del profesor aumento, y no pudo evitar mirarla alarmado.
-wow, momento...para...Hermione...¿que...?-le dijo, sacando su mano de su pecho y saliendo de la posición en la que estaba. Caminó hacia su escritorio, pero Hermione lo tomo de una mano y tiro de el y hizo que Remus tuviera que agarrarse de ella, para no caerse los dos al suelo. El contacto de sus manos en su cintura, parecieron avivar el fuego de la chica, porque lo miró con ansias. Remus la miró no creyendo lo que pasaba. Esta no era la Hermione que el conocía.
Se alejo de ella y camino de espaldas, hasta rodear el escritorio.
-Hermione, basta.-le dijo simplemente.
-No quiero. Quiero besarte, quiero tocarte, quiero sentirte, y no voy a parar hasta hacerlo.-le contesto Hermione avanzando hacia el. Ante tal revelación, Remus sabía que era necesario salir de ese despacho. Tenia que ser un hechizo, o algo. Ella nunca se comportaría así, ni con el, ni con nadie y menos su profesor. Lo que sea...parecía fuera de control, y Remus se sentía atrapado. Hermione avanzo más rápido, y Remus dio la vuelta al escritorio.
-Hermione, no te acerques más. Estas hechizada...-le dijo, tratando de hacerla comprender. Pero ella solo avanzaba y lo miraba divertida. Se mordía constantemente el labio inferior.
-No es ningún hechizo, es lo que siento. Remus me encantas...-le dijo Hermione y sonó muy sincera. Remus, abrió la boca, y no supo que decir. Las palabras de la chica lo estaban dejando sin habla. Y todo se hizo peor, cuando Hermione sonriendo, levanto ambas manos y se desabrocho el primer botón de su camisa. El profesor la miró sorprendido.
-Hermione...-le advirtió mirándola serio-te lo advierto, pueden expulsarte por acosar a un profesor, puedes perder el año-a lo único que podía recurrir eran las amenazas. Mas no surgieron ningún efecto.
-Me importa un bledo-dijo, y se desabrocho otro botón. Avanzó de repente, y Remus por la desesperación rodeo otra ves el escritorio, pero de espaldas. Se chocó con la silla, y calló sentado de pura suerte. Hermione se apoyó en la silla, y se inclino hacia el profesor. Este la miró agitado, a los ojos. Estaba atrapado entre los brazos de la chica
-Ahora, me voy a divertir un rato con usted, profesor-poniendo énfasis en la ultima palabra. Remus intento pararse, pero ella le coloco una mano en el pecho y lo sentó de nuevo. La chica se sentó encima de el y paso sus piernas alrededor de su cintura. La acción de su alumna lo dejo pasmado. La miró e intentó adoptar un tono serio.
-Granger...no me obligue a hablar de esto con el director,¡levántese ahora mismo! le dijo
Hermione lo miraba, tranquila.
-No lo voy a hacer. Y se que usted no quiere que lo haga.-y dicho eso, tomo su rostro y se acercó para besarlo. En cuanto Hermione toco sus labios, el profesor se quedó helado. El contacto de sus labios era suave, pero a la ves atrevido. Tan pasional y tan inocente a la vez. El sabía muy bien que Hermione tenía muy poco de inocente. Sin embargo, cuando ella profundizó todavía mas el beso, además de la oleada de placer, Remus reacciono.
¡Un minuto! no, ¡estaba mal!
Intentó cortar el beso, pero Hermione lo tenía tomado del rostro. Poco a poco dejo de insistir, y se rindió ante el beso mas hermoso que jamás le habían dado...Nunca había experimentado algo así. La chica bajo su mano por su pecho, y su otra mano lo agarró por la cintura. Remus se dejó besar, y paso de tener las manos tratando de impedir el beso, a dejarlas a sus costados. Ella mordió su labio inferior, y Remus hizo un ruidito complacido, casi como un gatito al que lo estaban rascando. Hemione enloqueció más con eso, y se movió mas contra el. Remus no pudo evitar gemir, entre los labios de ella, y Hermione se sintió en éxtasis.
Quiso más.
Dejó sus labios, dejando a Remus con los ojos cerrados en trance, y bajo por su barbilla dando besos y mordiscos, hasta llegar a su cuello. Remus sentía que poco a poco todo se iba haciendo demasiado caluroso. Los besos de Hermione lo estaban enloqueciendo. Hace mucho tiempo, que no disfrutaba de compañía femenina. Teniendo en cuenta su "problema",el nunca quiso meterse con ninguna mujer, por miedo a enamorarse, o en el peor de los casos, lastimar a alguien. Y el no era del tipo de hombres que salían con mujeres solo por tener relaciones. Por eso Hermione estaba logrando sacarlo de sus cabales. Sentía que se moría de placer...y Hermione lo sabía. Paro de mordisquearle el cuello, y miró hacia abajo. Remus se puso medio colorado. Esta lo miro picaramente y le dijo al oído: parece que disfrutas mucho todo esto, ¿verdad, profesor?,luego mordió el lóbulo de su oreja muy sensualmente. La respiración de ella contra su cuello, era demasiado.
Haciendo un enorme esfuerzo de voluntad, Remus se levanto de golpe, con Hermione enroscada en su cintura. La dejó en el piso, respirando agitadamente.
Hermione lo miró confusa, y luego bajo la mirada hacia el suelo. Pestaño varias veces, y volvió a mirar al profesor. Estaba agitado, y un poco colorado.
-Remus...no...-empezó, y volvió a mirar al suelo, luego se agarro la cabeza.-¿qué pasó? no recuerdo...de que estábamos hablando?-le pregunto confundida. No sabia como había llegado al lado de Remus, recordaba que estaba en la silla, sentada corrigiendo.
Por supuesto Remus la miró con los ojos como platos. ¿Cómo que después de besarlo de aquella manera, no recordaba nada?¿Era una especie de broma?
-¿Que...que has dicho?-le pregunto mirándola fijamente-no recuerdas de que estábamos...hablando?
-Eh...recuerdo que estaba sentada corrigiendo, luego todo se me puso nublado...y ahora estoy aquí hablando contigo- termino. Remus la miró sin creerlo."No lo recuerda.".Lo invadió un gran alivio, pero a la ves...algo de ...¿desilusión?.Así era mejor. Seguramente...ella nunca hubiera echo, lo que hizo estando en sus cabales. Nadie lo querría a el como alguna especie de compañía, eso lo sabía. Era mucho mejor así.
-¿Profesor?-le dijo. Remus reconoció su vos de siempre.-¿Se encuentra bien?-le dijo mirándolo evaluadoramente.
-Si, Si...estoy bien-dijo tratando de sonreírle, pero sin mucho éxito.-Em...Hermione, muchas gracias por ayudarme, ya puedes retirarte-le dijo a la chica
Esta lo miró, y asintió.
-Muy bien, un placer ayudarlo, puedo venir cuando usted quiera-le dijo, media ida...¿por qué tenia espacios en blanco en su cabeza?
Se dirigió a la puerta, y salió pensando que quizás le faltaban horas de sueño.
En cambió el profesor Lupin, se volvió a sentar en su escritorio y se paso las manos por la cara. No podía creer lo que acababa de pasar. Trató de no volver a pensar en ello en lo que restó del día, pero fue totalmente imposible. Cada ves que recordaba aquel beso, sentía que le quemaba la piel.
Muy bien, vuelvo a subir todos los capítulos de nuevo esta ves corregidos en el Word. Gracias por la paciencia de algunos, y los reviews alentadores, por lo demás...pues muéranse.
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