Nuevas especies

En un antro donde había una gran cantidad de personas, tanto hombres como mujeres, y estos bailaban, se divertían, platicaban, cantaban o tomaban una cerveza, o tomaban una botella que contuviera alguna otra sustancia alcohólica.

En la barra había algunos hombres y mujeres, los cuales estaban más apartados para no escuchar la música y poder platicar un poco más a gusto. En la barra un joven de cabello blanco de no mas de veintiún años, tomaba un trago de lo que precia ser tequila. Se bebió el contenido de golpe, dejándolo vacío, el peliblanco comenzó a jugar con el vaso.

- ¿Quieres otro trago hijo? -El hombre que se encargaba de servir y atender a los clientes, se le acerco con una botella. Lincoln asintió y de inmediato se le sirvió más.

Lincoln le dio un pequeño sorbo al vaso mientras miraba a las personas, las cuales, parecían divertirse. El peliblanco con algo de fastidio saco su celular y miro la hora. Ya llevaba mucho tiempo ahí. Una vez que terminara de beberse ese trago se iría y regresaría otro día.

Sin prestar atención. Una hermosa chica de cabello rizado, la cual llevaba puesta una blusa de color negro con unos pantalones cortos de color azul marino que le llegaban arriba de las rodillas, algunos de los hombres no evitaron voltear a verla y mirar sus piernas, pero aquella hermosa chica mos ignoro y se sentó junto al chico de los cabellos blancos. Lincoln volteo a verla, la chica le sonrió de manera coqueta, pero a Lincoln no le importo, simplemente regreso la mirada al vaso, no le importo que esa chica se sentara junto a él y que le sonreirá de esa manera.

- ¿Dime esperas a alguien? -Pregunto mientras pedía un vaso de whiskey.

-No molestes. -Lincoln le respondió con algo de molestia y amargura. A esto, la chica soltó una pequeña risita.

-Tu cabello es muy bonito. Sabes me recuerdas a alguien. -Lincoln volteo a mirarla con fastidio. -Se llamaba Lincoln Loud.

-Si. Ese es mi nombre, Lincoln Loud. Y el tuyo es Cristina, la perra que me acusaba de ser un maldito violador en potencia, pensabas que no te reconocería solo porque eres más grande y estas más buena. -Cristina rio un poco y le dio un trago a su vaso.

-Eres distinto a como te recuerdo, dime algo. ¿Qué le paso al niño que se moría por mí en la primaria? -Lincoln suspiro y la miro con fastidio.

-Simple. Uno cambia después de ver morir gente.

-Es una lástima. -Cristina se tomo de golpe el contenido del vaso y luego miro al peliblanco. -Quería volver a empezar, ya sabes. Dejar a un lado nuestras diferencias del pasado e intentar conocernos otra vez. -Cristina se puso de pie. -Pero no siempre obtenemos lo que queremos.

Lincoln suspiro.

-Lo siento. Es solo que… no te veía desde hace mucho tiempo y pensé que querías volver a humillarme, -Le tomo un sorbo a su trago y le sonrió forzadamente. -entonces dime, ¿Qué ha sido de tu vida en estos años?

A Cristina le sorprendió un poco que Lincoln, se disculpara con ella, después de todo lo que le había hecho en la primaria, ella pensaba que tal vez la ignoraría. Se volvió a sentar junto al peliblanco y ordeno que le sirvieran un poco mas a ella y a Lincoln

-Ya sabes sobreviviendo al post-caos y tú, ¿Cómo has estado? -Pregunto Cristina.

-No se como responder eso, -Lincoln soltó una risa. -si quitamos que el mundo está hecho una mierda y aparte de que debo de eso, que algunas noches debo hacer guardia, por miedo a que la banda de los caballeros negros quiera llevarse a una de las pocas hermanas que me quedan, si quitamos eso. Todo está bien. -Cristina soltó unas pequeñas risitas. Lincoln la miro algo molesta, al notar esto, Cristina acaricio el brazo de Lincoln.

-No pienses mal. De hecho, tienes razón, en ninguna parte del mundo puedes estar seguro, a donde quiera que vayas, siempre veras lo mismo, caos y anarquía. -Cristina le dio un trago a su vaso. -Al menos las ciudades pequeñas no están tan afectadas. -Lincoln pensó que se refería a Royal Woods y a las ciudades alrededor.

- ¿Y tú? ¿Cómo has estado? -Cristina se encogió de hombros.

-Nada fuera de lo común. Algunos problemas con esas cosas que hay por la calle, cuidándome y eso.

Ambos jóvenes continuaron conversando por un rato de distintos temas. Como personales, de gustos y de familia.

-Entonces tus padres fueron asesinados poco después de que el mundo se llenara de esos demonios. -Cristina asintió.

-Si. Se los comieron, mi madre me escondió en el sótano y me quede ahí por mucho tiempo, no supe cuánto, pero una vez que no escuche ruidos salí para ver si no había nadie y encontré algunas…

-Entiendo. No tienes porque repetir esa imagen. -Lincoln se imaginó que Cristina encontró algunas partes de los cuerpos de sus padres, lo pensaba porque podía notar algo de tristeza en la mirada de Cristina.

- ¿Y cómo fue combatir en la guerra? -Pregunto la pelirroja.

-Es horrible. -Lincoln contesto rápidamente. -Lo único que quieres hacer es sobrevivir como sea, sin importarte los demás o si hay alguien más como tú, simplemente quieres volver a ver a tu familia, eso es lo que te mantiene vivo. -Lincoln se tomó el contenido del vaso de golpe y se sirvió mas de la botella que habían comprado él y Cristina.

-Me sorprende que hayas sobrevivido. -Cuando Lincoln se terminó de servir, ella lo hizo también. -Si te soy honesta no creí verte de nuevo, -Lincoln la miro con un poco de molestia. -sobre todo porque eras un niño de trece años cuando te marchaste y cualquiera pensaría que un niño en una zona de guerra moriría. Aparte escuche que los mandaron al matadero.

-De hecho, -Lincoln soltó una risa. -cuando me fui a la primera misión con Clyde, Liam, Rusty y Zach, al momento de pisar campo enemigo fuimos ejecutados, -Lincoln tomo otro gran trago. -no sé cómo, pero yo logre sobrevivir, aunque al final me llevaron a un lugar donde me torturaron y experimentaron conmigo. -Cristina lo miro sorprendida. -No creas que me hicieron un demonio o esas cosas por el estilo, simplemente me inyectaron enfermedades para ver que tanto podía soportar un hombre, ya que aparentemente no les servia para ser un supersoldado, lo intentaron, pero mi cuerpo negó los genes y al final solo me utilizaron como conejillo de indias. -Lincoln se acabo el contenido de su vaso y se sirvió más.

-Si que te encanta beber. -Cristina le dijo algo divertida. -A mi igual. -Se tomo todo el contenido de su vaso y se sirvió más. - ¿Y cómo saliste de esa?

-Olvide decirte que en ese lugar jugaban mucho con el gen humano, ya sabes hacían mutantes, un día uno de ellos escapo y empezó el caos. Yo aproveché y me escapé. Sali de esa instalación y vi que estaba en medio del desierto, pero aun así camine, no tenía rumbo fijo, pero continúe caminando y al final me encontró un hombre, que me dijo que la guerra había acabado, me regreso a casa y el resto es historia. -Lincoln tomo otro trago. Pudo sentir que ya estaba algo mareado ya que su cabeza comenzaba a dar vueltas.

-Me prestan atención. -El que los había atendido les hablo a todos los que estaban en el lugar. -Es hora de irse.

Cristina se levantó y pudo sentirse algo mareada. Lincoln también se puso de pie, agarro la botella y salió junto con Cristina de aquel bar.

-Creo que es hora de irme. -Cristina miro a Lincoln, el cual estaba caminado algo torpe mientras tomaba directamente de la botella. A Cristina le dio un poco de risa ver el estado de Lincoln. -Nos vemos. -Cristina se quedo sorprendida al ver que Lincoln le dio un beso en los labios, esto la desconcertó, pero aun así no lo aparto. Al terminar de besarla Lincoln la miro con una sonrisa. -Había jurado que un día lo haría. -Soltó una risa y se fue. Cristina, por otro lado, aun estaba procesando lo que había pasado, con algo de dudas se acercó al peliblanco.

-Oye vivo cerca de aquí, si quieres puedes quedarte hasta que se te pase el estado de ebriedad. -Lincoln con una sonrisa volvió a besar a Cristina, pero esta vez la pelirroja le correspondió.

-Ya se lo que sigue. -Pensó el peliblanco. Ambos chicos caminaron unas calles, Cristina estaba ebria al igual que Lincoln, ya que se había equivocado varias veces del lugar donde vivía. Y aunque tardaron treinta minutos, puedo encontrar el edificio donde vivía. Entraron y tomaron el ascensor que los llevaría su destino.

- ¿Que haremos llegando a tu departamento? -Lincoln le pregunto mientras comenzaba besar su cuello.

- ¿Tu qué crees? -Lincoln se rio un poco.

-Entonces… hay que ir calentando. -Lincoln comenzó a besarla, rápidamente introdujo su lengua y Cristina igual, mientras acariciaba sus mechones blancos y su abdomen. El ascensor llego a su destino, pero ninguno de los chicos quería apartarse.

-Podemos hacerlo aquí. -Le dijo Cristina al apartarse de su rostro.

-Estoy borracho, pero no estoy pendejo. -Lincoln se aparto de ella y salió del ascensor.

-Como sea. -Salió del ascensor y caminaron por un rato, Cristina se confundia bastante porque aun seguía mareada, pasaron varios minutos y al fin encontraron el departamento de la chica, al entrar Cristina miro a Lincoln y comenzó a besarlo. - ¿Quieres luces apagadas o encendidas?

-Me da lo mismo.

-A mí también.

Comenzaron a besarse con mucha intensidad, Cristina deslizo su mano y sintió el pequeño bulto que Lincoln tenia entre las piernas, comenzó a acariciarlo. Lincoln, por otro lado, comenzó a tocar los pechos de Cristina. Eran suaves y blandos. Rápidamente metió su mano en la blusa y luego por el sostén que llevaba y sintio sus pezones, los cuales eran algo duros. No sabia si era por la excitación o así eran naturalmente. Cristina le quito la playera de manga larga que llevaba puesta y pese a la oscuridad pudo ver su cuerpo, era delgado, pero estaba bien marcado. Cristina paso su mano por el cuerpo del peliblanco.

-Eres perfecto.

Sintió como Lincoln paso su mano debajo de los pantalones que llevaba puesto y sin preguntar los desabrocho, al poco tiempo se los bajo y luego le quito la ropa interior, comenzó a acariciar su raja con sus dedos. Lincoln sintió que estaba húmeda, pero eso no la detuvo y continúo besándola. Cristina, por otra parte, comenzó a hacer lo mismo, le quito los pantalones a Lincoln y comenzó acariciar su miembro. Ambos chicos continuaron con las caricias, hasta que Cristina se separó, Lincoln noto que la chica no parecía estar avergonzada, ni el tampoco. Quizás era por el hecho que ambos estaban borrachos o eso aparentaban. Quizás mañana estarían arrepentidos, o no. No lo sabía.

-Quiero que lo hagas.

Lincoln entendió a lo que se refería y se deshizo del resto de su ropa. Hizo lo mismo con Cristina y le quito el resto de ropa que aun llevaba puesta, dejándola totalmente desnuda. El peliblanco no perdió tiempo y metió su miembro en ella, al momento de hacer eso, ambos soltaron un gemido. Lincoln comenzó a moverse lento dentro de ella, pero poco a poco comenzó hacerlo más rápido. Cristina soltó pequeños gritos ahogados, Lincoln solo tenía la respiración agitada, paso el tiempo y ambos terminaron. Lincoln expulso todo dentro de ella y la chica solo grito de placer. Al recuperarse Cristina se separo de Lincoln.

-Estuviste grandioso. -Cristina se sentó en la cama. Lincoln solo vio a la chica algo confundido. - ¿Quieres un trago? -pregunto al ponerse de pie.

-Si. -Le respondió.

Cristina antes de irse a la cocina, prendió la Luz. Lincoln vio con mas detalle a Cristina. Su cuerpo era delgado, sus pechos eran medianos y en su entrepierna tenía algo de vello. Cristina al igual que Lincoln, vio con mas detalle su cuerpo, era delgado, pero bien marcado, no tenia mucho vello en el pecho y ni tampoco en su entrepierna. Cristina se marcho dejando solo al peliblanco, el cual comenzó a ver la habitación donde Cristina dormía. Tenia algunas fotos con sus amigas y algunos posters de la banda musical que le gustaba de niño.

No paso mucho tiempo antes de que Cristina llegara con dos vasos grandes, los cuales estaban llenos. Se sentó en la cama, Cristina le paso el vaso a Lincoln. El peliblanco se bebió la mitad del contenido de golpe.

-Me agradas Lincoln, -Lincoln miro a la pelirroja y esta le sonreía de una manera extraña. -incluso podría decir que me gustas y no me gustaría hacerlo, pero no tengo opción. -Lincoln se confundió bastante por lo que dijo.

- ¿A qué refieres? -Lincoln se sintió mas mareado, dejo el vaso en un mueble que estaba a lado de la cama. Cristina se acerco y dio un beso en los labios, pero no fue como antes esta vez lo mordió, sacándole un poco de sangre, pudo sentir como Cristina lamia la sangre que le había salido.

-Ya lo veras… -Fue lo último que Lincoln escucho antes de quedarse inconsciente.


Lincoln se despertó de golpe. Pudo sentir su mejilla en tierra seca con pequeñas piedritas, noto que traía puesta su ropa. Sus pantalones de mezclilla oscuros, sus tenis blancos y su playera de manga larga de color negro. Se sentó en ese extraño lugar, miro para todos lados y pudo ver que había varias personas con una expresión de terror en sus rostros. Lincoln se confundió un poco, miro un poco más arriba y vio a varias personas, solo que estos tenían los ojos raros y parecían tener algo extraño que salían de sus cuerpos, parecían tentáculos.

-Así que era uno de esos. -Se rio un poco y luego se puso de pie. -Casi logras engañarme Cristina.

Al pasar unos minutos un hombre de cabello negro corto y piel blanca salió y junto a él estaba Cristina y al igual que las demás personas estaban con esas cosas extrañas en su cuerpo. Antes hablar, hizo un movimiento con sus manos para que todos guardaran silencio. Al estar casi todos en silencio, el hombre hablo:

-Gracias a todos por haber traído a todas estas personas, se les agradece su esfuerzo. -El hombre les aplaudió y después todos hicieron lo mismo. -Y también a ustedes ya que formaran parte de nuestro banquete esta noche. -Todas las personas comenzaron a gritar de terror, menos una persona de cabello blanco el cual miraba a Cristina con algo de molestia.

-Déjame al de cabello blanco. -Le susurro al hombre, el cual asintió.

-Me dejas un poco.

-Pero por supuesto. -Cristina seguía viendo a Lincoln, el cual la señalo y luego paso una mano por cuello. Algunos de los presentes que se dieron cuenta se rieron por esa acción.

- ¡A comer! -Grito el hombre que estaba al lado de Cristina.

Todos los que tenían esas extrañas cosas en su cuerpo, cambiaron la apariencia de su cara, por unos enormes colmillos que formaban una extraña sonrisa, se lanzaron sobre las personas y comenzaron a morderlas arrancando su piel y comiéndosela. Las personas gritaron de dolor al ver cómo eran comidos vivos. Cristina había estado intentando morder a Lincoln o lastimarlo, pero el peliblanco la esquivaba.

-Te entrenaron. No me contaste eso. -Lincoln le dio un golpe en la cara, pudo ver que su piel era dura, pero eso no impidió que la lastimara ya que Cristina sintió algo de dolor.

-Hay muchas cosas que omití. -Lincoln comenzó a contragolpearla. Cristina se sorprendió al ver que Lincoln tenía mucha fuerza.

-Te esta dando problemas. -El hombre de cabello negro se acerco con un trozo de carne entre sus dientes.

-Un poco. Me ayudas Trevor.

-Pero comeré un poco más de él. -Cristina se encogió de hombros. -Puedo oler algo distinto en ese chico. -Lincoln al escuchar sus palabras rio.

-Vengan por mí.

Ambos se lanzaron contra el peliblanco, pero este los esquivo sin muchos problemas, Lincoln logro golpear su mandíbula a Trevor dejándolo algo mareado, Trevor se sobo un poco y se puso de pie.

-Este chico es duro, quizás necesitemos a más.

Y efectivamente, muchos mas se acercaron y comenzaron a atacar al chico. Lincoln comenzó a tener problemas, ya que algunos de los ataques de esas criaturas raras le acertaron, sin darse cuenta, Trevor logro atravesar su pecho con su mano que estaba llena de pequeñas garras de lo que parecía ser hueso, Lincoln se tambaleo un poco y cayó al suelo.

-Me gusta que se defiendan. -Trevor se llevo la mano del peliblanco a la boca, al metérsela toda en su boca, un ruido similar al de cuchillos se escuchó. Trevor se di cuenta que su boca había sido atravesada por tres filosas garras.

-Qué asco. -Dijo Lincoln al ver su mano dentro de la boca de aquel hombre. Cristina se confundió bastante y Lincoln la arrojo hacia las extrañas personas. Giro de lado su cabeza y luego les sonrió. Otro sonido similar al de cuchillos se escuchó y de la otra mano del peliblanco salieron tres enormes garras. En es comento Cristina entendió de lo que se trataba.

-Eres un…

-Soy un mutante. -Lincoln alzo el cuerpo de Trevor y rebano su cabeza con una de las garras que salían de sus manos.

-Pero ustedes se extinguieron. -Cristina estaba algo confundida. -Nos comimos al último de tu clase.

-Pues aún quedo yo.

Lincoln se abalanzo contra ellos. Sin perder tiempo comenzó a cortar sus cuerpos y también sus extraños tentáculos, Lincoln logro asesinar a todos con mucha facilidad.

-Mierda.

Cristina vio que estaba acabando con todos los que ellos. No podían detenerlo, cuando lo herían o lastimaban, su cuerpo simplemente se regeneraba. Lincoln acabo con el ultimo y luego miro a Cristina con una sonrisa. Cristina sintió algo de miedo y en un intento desesperado, intento partirlo por la mitad, pero no lo lastimo, donde había hecho el corte no había nada, Lincoln no era como el otro sujeto al que simplemente partieron en cachos para luego comercelo, el era diferente. Ahora entendía porque no había muerto.

-Sabes, -Dijo Lincoln mientras se le acercaba lentamente. -por un momento pensé que eras un demonio, porque me dejaste tener sexo contigo. Supongo que has de saber que a los demonios les gusta el sexo, ¿cierto? -Si lo sabia pero no contesto. -En fin.

Lincoln justo antes de enterrar sus garras, Cristina lo esquivo, le dio un puñetazo y luego con el tentáculo que salía de su espalda. Si Lincoln la iba a matar no se lo dejaría tan fácil. Lincoln por otro lado regreso sus garras dentro de sus manos. Cristina se confundió al ver que Lincoln la miraba con una sonrisa.

- ¿Qué tal si te dejo ir y luego juntas a más de los de tu especie para detenerme? -Cristina lo miro enojada.

-Jodete.

Cristina se lanzó hacia él con todo, pero no logro lastimarlo o si lo llegaba a lastimar su cuerpo simplemente se curaba. El suyo también lo hacía, pero era más lento, el de Lincoln por otra parte se regeneraba más rápido. En un movimiento veloz Lincoln la agarro fuertemente del cuello y coloco sus manos entre su mandibula, de ella dos de sus tres garras salieron.

-Me dirás donde hay mas como tu o una tercera garra saldrá y te matará.

-Asqueroso mutante. -Le dijo con desprecio. Lincoln sonrió macabramente y de su mano salió su tercera garra matando a Cristina.

Lincoln arranco un corto un trozo de carne del cuerpo de Cristina y se lo llevo a boca, lo mastico y luego se lo trago. Lincoln sintió un sabor salado. Sonrió macabramente.

-Vas volver cierto zorrita, -Lincoln puso su cara enfrente de la chica. -lo sé porque te comiste a Wilson. Te veo después. -Lincoln beso la mejilla de Cristina y comenzó a buscar una salida.


3:15 A.M. Es la hora que marcaba el reloj de un hombre que estaba muerto. Su rostro tenia algunas cortadas, el resto de su cuerpo era grande y parecía haber sido cortado desde adentro, ya que tenía abierta la parte del estomago, su cuerpo tenía una forma extraña, como la de varios animales juntos. Lincoln estaba sentado en el suelo mientras miraba como uno que parecía un pez de color verde, parecía querer llorar, Lincoln se burlo y corto la última de sus patas o pies o como sea que le llamaran.

-Duele cierto, que te aparten de tus seres queridos y tu no puedas hacer nada. Eso me paso a tu edad, me apartaron de mi familia para ir a combatir una estúpida guerra que jodio al mundo y termino creando a seres como tu -Señalo al pequeño pez y luego paso sus garras por todo su cuerpo. -o como yo, -Lincoln abrió su cuerpo con sus manos y un liquido amarillo broto de su cuerpo. -pero a diferencia de ti, yo no mato gente, solo a seres como tu o como ellos, -Señalo un grupo de personas que estaban muertas con sus tentáculos rebanados. Lincoln suspiro y se levantó. -no me detendré hasta verlos a todos muertos. -Fue lo ultimo que dijo antes de irse y perderse entre la oscuridad.


Hola amigos.

Bueno esta es otra historia que edite. Es la de criaturas de la noche. Había hecho el segundo capitulo, pero como que no me gusto mucho como iba quedando, así que la renové y he aquí el resultado.

Esta vez es como un mundo post apocalíptico donde los monstruos son reales y así.

Si se preguntan de donde me inspire: fue del cómic de "Old man Logan" de hecho Lincoln es Wolverine, del anime Tokyo ghoul y del anime Devilman. De hecho, Cristina es un Ghoul.

También deben saber que esta historia estará cargada de violencia y mucho contenido sexual.

En fin, espero les haya gustado y no se enojen por lo que hice, ya que pienso editar mas de mis historias. Bueno nos leemos luego :3