Ni Harry Potter ni sus personajes me pertenece.
Sólo la trama y otros personajes son míos. Os avisaré de cuales son.
POR FAVOR, es mi primera historia, no seáis muy duros conmigo, se apreciarán las criticas constructivas. Tanto si os gusta como si no decirlo.
Necesito un/a beta que me aconseje. GRACIAS
CAPITULO 1 - Como comenzó.
Harry se encontraba tumbado en una cama parecida a las de los hospitales en una sala totalmente blanca y silenciosa, estaba quieto con las manos sobre el pecho tratando de tranquilizar su respiración. Acababa de despertarse y estaba tratando de averiguar como había llegado hasta allí, el primer sonido que detectó fue de alguien junto a su cama, al mirar había descubierto que se trataba de Neville Longbottom que se encontraba en el mismo estado que estaba él ahora, cuando había tratado de incorporarse había descubierto que algo o alguien le impedía hacerlo.
- Yo también he intentado levantarme pero no he podido – dijo Neville.
- ¿Dónde estamos, Neville? - preguntó Harry.
- No lo sé, solo sé que me he despertado un par de minutos antes que tú y sin saber como he llegado aquí - dijo Neville -. Todavía estoy tratando de averiguarlo.
- ¿Qué es lo último que recuerdas? - preguntó Harry.
- Estar en los terrenos de Hogwarts, la batalla final, tú y yo frente a Voldemort estábamos batiéndonos en duelo. ¿Y tú? – dijo Neville.
- Lo mismo - respondió Harry.
Ahora ambos estaban tumbados en silencio tratando de recordar que había pasado y como habían llegado hasta allí.
Lo último que recordaba, al igual que Neville, era estar en los terrenos de Hogwarts durante la que sería la última batalla de la Segunda Guerra Mágica, la que decidiría el destino de todos los seres mágicos del mundo. Él y sus amigos sabían que si Voldemort y sus aliados ganaban está guerra en el Reino Unido Mágico trasladarían esa victoria al resto del mundo mágico.
Todos sus amigos y aliados del ED estaban allí, Neville Longbottom ayudándole a comandar las tropas del bando de la luz, después de todo él era el que había estado entrenando y protegiendo a los alumnos de Hogwarts que estaban en contra de Voldemort mientras Harry, Hermione y Ron estaban cazando los Horrocruxes de Voldemort después de la muerte de Dumbledore, lo que Harry había descubierto por los datos que había podido recopilar era que Neville, Luna y Ginny se había opuesto al régimen que los mortifagos habían instaurado en el colegio durante en último año de Harry y al que ni él ni Hermione ni Ron habían acudido por estar cazando las piezas de alma que Voldemort había creado.
Durante la cacería, Neville había resistido lo mejor que pudo y supo, salvando así muchas vidas de aquellos alumnos que no eran hijos de mortifagos o de familias que se habían negado a tomar la marca tenebrosa.
Harry había llegado al castillo en busca del que creía era el penúltimo Horrocrux cuatro días antes, cuando Hermione, Ron y él habían conseguido destruir otro pedazo de alma de Voldemort, se aparecieron en Hogsmeade, haciendo saltar las alarmas que los mortifagos habían instalado. Gracias a la ayuda de Abertfoth Dumbledore habían logrado escapar, esconderse de los mortifagos y entrar en Hogwarts sin ser detectados, guiados por Neville a través de un pasadizo secreto que comunicaba el pub de Abertfoth con Hogwarts, un pasadizo por el que solo ellos y aquellos a los que Neville se lo permitiera podían pasar.
Durante el trayecto, Neville les puso al día de todo lo que había estado ocurriendo en Hogwarts durante su ausencia, incluyendo los castigos y torturas que los Carrow infringían a los alumnos que osaban desafiarlos. Cuando llegaron al final del pasadizo Harry descubrió donde se escondían todos los alumnos que estaban contra Voldemort y sus mortifagos, era la sala de los menesteres.
Estando allí se encontraron con que Ginny no había desaparecido como todos pensaban y habían publicado en el periódico, sino que había estado escondida allí todo el tiempo. Ella al ver aparecer a su hermano se lanzó a sus brazos llorando.
- Pensé que estabais muertos, no conseguíamos averiguar nada sobre vuestro estado – lloraba Ginny en el hombro de Ron, mientras hacía que uno de los abrazos de su madre pareciera un simple achuchón en comparación con el abrazo que le estaba dando.
- No podíamos ponernos en contacto, Gin. Teníamos que estar escondidos sin comunicarnos con nadie o nos encontrarían - respondió Ron devolviendo el abrazo a su hermana pequeña.
- ¿Es cierto que un grupo de carroñeros os atraparon y os llevaron a la mansión Malfoy? ¿Y que entrasteis en Gringotts y robasteis algo para luego escapar con un dragón? - preguntó Ginny una vez que soltó a su hermano.
- Más o menos, pero ¿podemos hablar en algún lugar más privado? - preguntó Harry.
- Sí, además, tengo información para vosotros –dijo Ginny guiándolos hacia una puerta que había en un lateral de la sala –. Esta habitación apareció cuando yo llegué a la sala para poder esconderme de los mortifagos, solo yo y los que yo permito pueden pasar, esperad – dijo Ginny entrando en la habitación haciéndoles esperar en el umbral.
Unos instantes después Ginny regresó y le hizo pasar. Lo que en principio pensaron iba a ser un pequeño dormitorio, resultó ser un pequeño apartamento, había una sala de estar, una pequeña cocina y dos puertas a través de las que se veía un pequeño baño y un dormitorio. Una vez que todos estuvieron sentados en la sala de estar Ginny empezó a desvelar lo que había descubierto.
- Bien, y ahora ¿a que te refieres con mas o menos, Harry? - preguntó Ginny.
- Respondiendo a tus preguntas, sí, nos atraparon los carroñeros y nos llevaron a la mansión Malfoy, pero conseguimos escapar con ayuda de Dobby y de paso liberar a los prisioneros que tenían encerrados en los calabozos, incluyendo a Luna, ahora está en un lugar seguro – dijo Harry.
- ¿Y Dobby? ¿Por qué no ha venido con vosotros? - preguntó Ginny.
- Murió, Bellatrix Lestrange lo mató - respondió Hermione.
- Oh, Harry, lo siento – dijo Ginny
- Tranquila, al menos murió como el siempre quiso, luchando contra el mal y siendo un elfo libre – dijo Harry.
- ¿Y mi segunda pregunta? ¿Es cierto que entrasteis a robar en Gringotts? - preguntó Ginny.
- No, si entramos, pero no robamos nada, todo formaba parte del plan. Entre los prisioneros de la mansión Malfoy había un duende, Griphook, uno de los administradores de cuentas de Gringotts, le contamos lo que estábamos haciendo, que Voldemort había creado varios Horrocruxes y que pensábamos que había uno de ellos en la bóveda de los Lestrange – dijo Harry.
- Eso no le gustó, al parecer los duendes tienen leyes que prohíben que se guarden artefactos oscuros en sus bóvedas - dijo Hermione.
- Así que llegamos a un acuerdo en secreto – dijo Ron.
- Nosotros teníamos la espada de Gryffindor, que habíamos usado para destruir uno de los horrocruxes – dijo Harry
- ¿La espada de Gryffindor? ¿Cómo la conseguisteis? – pregunto Ginny asombrada
- Una noche apareció, alguien la había dejado en el fondo de un lago y luego me atrajo hasta ella - respondió Harry -. Si no llega a ser porque Ron apareció yo habría muerto ahogado tratando de recuperarla.
- ¿Pero estas bien? - pregunto Ginny con evidente preocupación.
- Si estoy bien, pero continuo, llegamos a un acuerdo con Griphook, nosotros le dábamos la espada y ellos nos dejaban entrar a Gringotts para asegurarnos de que el horrocrux estaba allí, así que fuimos y nos reunimos con Bogrod, otro administrador de cuentas y trazamos un plan – dijo Harry.
- Ellos habían descubierto que era cierto que en la bóveda de los Lestrange había un horrocrux, pero como el banco esta ahora bajo el control de Voldemort no podían aplicar sus leyes respecto a artefactos oscuros, por lo que llegamos a un acuerdo, ellos destruían el horrocrux en nuestra presencia y luego nosotros fingíamos que lo habíamos robado y huido con el - continuó Hermione.
- Y nos dieron uno de los dragones para escapar y que todo fuera más creíble – dijo Ron.
- Así que aquí estamos, en busca del penúltimo horrocrux, uno de los duendes ha venido con nosotros, entrara en el colegio ayudado de la magia de los duendes, nadie sabrá que esta aquí, el nos ayudará a destruir el que está aquí en Hogwarts y luego nos dejara la espada de Gryffindor para que acabemos con el último, que es Nagini, la serpiente de Voldemort – Dijo Harry.
- Ese no es el último, Harry – dijo Ginny -. Poco después de que Neville tuviera que esconderse aquí, apareció un retrato de Dumbledore. Al principio todo iba bien, pero más tarde descubrimos que teníamos un espía, alguien le estaba pasando información a los mortifagos que habían en el castillo.
- ¿Descubristeis quien era el traidor? - pregunto Ron furioso.
- Si – respondió Ginny -. Una noche no podía dormir así que salí a la sala común, es así como llamamos al resto de la sala de los menesteres, hay muchas puertas que son dormitorios para que todos tengamos intimidad con una gran estancia para reunirnos, es ahí donde estaba el retrato de Dumbledore. Pues bien, salí a la sala esperando encontrar a alguien despierto con quien hablar, y entonces vi que Dumbledore no estaba en su retrato. Me pareció extraño y tuve un mal palpito, así que me aplique un encanto desilusionador, salí de la sala de los menesteres y me dirigí al despacho del director, las gárgolas, cuadros y estatuas están de nuestra parte así que me dejó pasar sin contraseña. Cuando llegue arriba a través de la puerta oí una conversación, eran Snape y Dumbledore, estaban hablando de ti, Harry y de los Horrocruxes – dijo Ginny.
- ¿Qué decían? - preguntó Harry.
- Dumbledore le estaba dando información sobre nosotros a Snape, los nuevos planes que teníamos, como lográbamos escabullirnos de los Carrow, todo. Eso me enfureció, pero lo que me asustó de verdad es que estaban planeando tu muerte, lo que me has contado de la espada fue Snape el que la puso allí, con la esperanza de que te ahogarías, sabían que mi hermano os había abandonado, algo estúpido debo añadir - dijo Ginny mirando a un avergonzado Ron -, y que tu podrías ser guiado con un patronus parecido al de tu padre, el de Snape es una cierva, así que tu curiosidad te llevaría a seguirla. El plan era que una vez muerto tu, Snape mataría a Voldemort y les diría a todos que había sido gracias a la investigación que Dumbledore había llevado a cabo durante años y después sería el propio Snape que rebelaría quienes eran mortifagos leales.
- No puede ser, ¿Por qué haría algo así Dumbledore? El era el líder del bando de la luz – dijo Hermione
- Por la fortuna de los Potter, al parecer Dumbledore consiguió hacerse con ella y mantenerla oculta de ti, Harry. Snape no mató a Dumbledore, fue solo un suicidio asistido, Dumbledore ya se estaba muriendo por una maldición que había en el anillo que era un horrocrux, la piedra era la piedra de la resurrección y Dumbledore ya tenia la varita de saúco – dijo Ginny recordando las conversaciones que había mantenido con Luna sobre las reliquias de la muerte -. A Dumbledore solo le faltaba la capa de invisibilidad para ser el amo de la muerte, pero para eso necesitaba que la familia Potter dejara de existir y que no hubieran herederos y así poder reclamarla.
- Solo por sus ansias de poder – dijo Harry.
- Si – respondió Ginny –. Lo que también oí es que tu eres un horrocrux o mejor dicho tu cicatriz.
- ¿Quieres decir que tengo que morir para que Voldemort muera? - pregunto Harry asustado.
- No Harry – dijo Ginny – Dumbledore le dijo a Snape que al final durante la batalla final tenia que decirte que eres un horrocrux y que debes dejar que Voldemort te mate, pero eso no es verdad, hay un ritual, los duendes lo conocen y Dumbledore lo sabia. Según lo que escuche se necesita veneno de basilisco y lagrimas de fénix.
- Genial ¿y de donde los sacamos? - pregunto Ron.
- El veneno de basilisco será fácil, tenemos un basilisco muerto en la cámara de los secretos, lo difícil será conseguir lagrimas de fénix, el único que conozco es Fawkes y desapareció el día del funeral de Dumbledore – dijo Hermione preocupada.
- No será necesario, yo ya tengo lo necesario, solo necesitamos un duende – dijo Ginny.
- ¿Estás segura de que funcionará? - pregunto Harry algo más animado.
- Si – respondió Ginny.
- Bien entonces... - empezó Hermione, pero un golpe en la puerta la detuvo.
Ginny fue a ver quien había llamado a la puerta y al abrirla se encontró con Neville.
- Hola, Ginny. ¿Puedes decirle a Harry que salga? Aquí hay un duende llamado Griphook que dice que le esta esperando – dijo Neville.
- Dile que pase, y entra tu también – dijo Ginny escribiendo el nombre de Griphook en un cuaderno.
Cuando Neville y Griphook entraron, Ginny volvió a cerrar la puerta.
- No os preocupéis, Neville lo sabe todo – dijo Ginny al ver las caras preocupadas de Harry, Hermione y Ron.
Luego estuvieron otra hora contándole todo a Griphook y trazando el plan para deshacerse del horrocrux en la cicatriz de Harry. Griphook le contó que sabia hacer el ritual y que podían empezar enseguida, solo que al terminar Harry estaría entre 24 y 48 horas inconsciente y que necesitaría una habitación en la que nadie mas entrara. Ginny ofreció su dormitorio, ella dormiría en la sala de estar con el resto. Una hora más tarde, el ritual comenzó.
Cuando todo terminó, Griphook anuncio que el ritual había tenido éxito y que con ayuda del horrocrux que había extraído de Harry podría encontrar el que faltaba. Descubrieron que estaba en la sala de los menesteres y Ginny desveló otro secreto, la sala de los menesteres le había desvelado como funcionaba, solo necesitaba concentrarse en lo que buscaba y la sala se lo proporcionaba. Así se concentró en el penúltimo horrocrux y así fue que mientras Harry yacía inconsciente en una cama el penúltimo horrocrux fue encontrado y destruido. Ahora solo faltaba la serpiente.
Harry despertó dos días después, Griphook se había quedado con ellos después de haberse puesto en contacto con los lideres de la nación goblin y estos después de escuchar la historia de los horrocruxes y los planes de Dumbledore y Snape le habían asignado la misión de quedarse con Harry y sus amigos y ayudarles a destruir a Voldemort.
Fueron unos días provechosos, Griphook no se quedó de brazos cruzados, al contrario, comenzó a estrenar a todos los alumnos que en ese momento se escondían en la sala de los menesteres para la batalla, cuando Voldemort apareciera, él y sus aliados se encontrarían con una gran sorpresa, un ejercito formado por alumnos de Hogwarts dispuestos a aniquilarlos.
La sala de los menesteres fue de gran utilidad, Griphook pudo convertirla en una sala del tiempo como las que usaban los duendes para entrenarse, así que en vez de cuatro días desde su llegada, para los que estaban dentro habían pasado cuatro meses, cuando salieran su aspecto no habría cambiado, pero serian grandes guerreros.
Cuando Harry se despertó, se sentía diferente, más ligero, cuando vio lo que Griphook estaba haciendo, se unió al entrenamiento con el resto de sus compañeros.
Aunque la sorpresa llegó cuando el último día se despertó y vio que Fred y George Weasley también estaban presentes.
- Fred, George ¿Qué hacéis aquí? ¿Cómo habéis entrado? - pregunto Harry sorprendido.
- Ginny se puso en contacto con nosotros –dijo Fred.
- Nos dijo lo que estaba pasando – dijo George.
- Y quisimos unirnos – dijo Fred.
- Así que Griphook nos trajo – dijo George.
- De acuerdo, ¿tenéis información sobre el exterior? - pregunto Harry.
- Nada nuevo, todo sigue igual – dijo Fred.
- Los nacidos de muggles siguen siendo perseguidos – dijo George.
- Y a ti te están buscando por todas partes – dijo Fred.
- Incluso han ofrecido una recompensa – dijo George.
Cuando Harry iba a responder, un gran estruendo hizo temblar toda la sala, entonces vieron como Fay Dunbar entraba corriendo en la sala, parecía asustada, iba tan deprisa en su afán de llegar hasta donde estaba Harry que tropezó y si no fuera por George, hubiera caído al suelo.
- Fay, ¿Qué pasa? - pregunto Hermione.
- Snape, ha descubierto que Harry, Ron y tú estáis en Hogwarts – dijo Fay, casi sin respiración.
- ¿Cómo? - pregunto Ron.
- No importa como, lo importante es que pretende hacer – dijo Harry.
- Él y los Carrow tienen a seis alumnos de Ravenclaw, Huffleppuff y Gryffindor en el Gran Comedor, dice que quiere a todos los alumnos allí en veinte minutos o ellos recibirán el castigo en nombre de todos – dijo Fay.
- Vale, ha llegado la hora, que todos vallan al Gran Comedor - grito Harry para que todos en la sala de los menesteres le oyeran, mientras todos salían, Harry llamó a Fred y a George – Vosotros contactar con todos los que puedan ayudarnos en la batalla, tengo la sensación de que esto solo es una distracción para permitir que Voldemort pueda entrar en Hogwarts sin resistencia.
- De acuerdo – dijo Fred corriendo hacia la radio que estaban utilizando para contactar con el exterior.
- Yo avisaré a mis superiores, para que estén preparados – dijo Griphook.
- Gracias – dijo Harry - ¿Pueden cerrar Gringotts, por si acaso algún mortifago escapa y trata de vaciar sus bóvedas?
- Eso será lo primero que hagan – dijo Griphook – Suerte señor Potter.
- Gracias, la necesitaremos – Dijo Harry despidiéndose de Griphook.
- ¿Y nosotros que hacemos? - preguntó Hermione.
- Estaremos esperando en el vestíbulo a que lleguen los refuerzos – dijo Harry.
- ¿Cómo saldremos de aquí sin ser vistos? - pregunto Ron.
- Con hechizos de invisibilidad y mi capa – dijo Harry.
Harry puso la capa de invisibilidad sobre los tres y luego se aplicaron los hechizos, salieron de la sala y se dirigieron al vestíbulo, llegaron sin tropezar con nadie gracias a que todos, alumnos y profesores, estaban en el Gran Salón. Abrieron las puertas y solo tuvieron que esperar unos minutos para que empezaran a llegar los refuerzos. Harry reconoció a muchos de ellos, aunque solo sabía en nombre de unos cuantos, Remus Lupin, Amelia Bones, Amos Diggory, Kingsley Shacklebolt, Nymphadora Lupin Tonks, y Charlie, Bill, Arthur y Molly Weasley
- Hola, Harry – dijo Remus Lupin -. ¿Estás bien? Te veo diferente
- Si Remus, estoy bien, luego te cuento todo, ahora tenemos unos mortifagos a los que expulsar de nuestra escuela – dijo Harry haciendo que Remus y otros se rieran –. ¿Pero que hacéis Tonks y tu aquí? Deberíais estar con vuestro hijo.
- Esta con mi madre, ella lo cuidará - respondió Tonks.
- ¿Cuál es el plan, Potter? - preguntó Shacklebolt.
- Seguidme – dijo Harry dirigiéndose a las puertas del Gran Comedor, en ese momento llegaron corriendo Fred y George.
- Ya está, Harry. Hemos llamado a todos los que se nos ha ocurrido – dijo Fred.
- Llegarán pronto, estamos seguros – dijo George.
- Vosotros no vais a luchar – les grito la señora Weasley.
- Lo haremos mama – dijo Fred.
- Cuantos más seamos mejor – Dijo George.
- Ellos tienen razón, Molly, déjalos – dijo el señor Weasley.
- Basta de perder el tiempo, tenemos un director mortífago al que expulsar de la escuela – dijo Harry.
Cuando llegaron a la puerta pudieron oír como Snape amenazaba a gritos a todos los alumnos con usarlos como blancos para sus hechizos si no le decían donde estaba Harry. A si que lanzó un impulso de su recién desbloqueada magia que hizo que las grandes puertas chocaran contra las paredes haciendo que todos los presente se giraran hacia el y sus acompañantes. Detrás de él pudo oír los comentarios de varios de ellos.
- Digno hijo de Lily – dijeron Remus y el señor Weasley.
- Definitivamente el carácter de Lily – dijo Amelia.
- Sabía que Sirius acabaría corrompiéndolo, esas no son formar de entrar en un sitio – dijo la señora Weasley.
- Digno hijo de Cornamenta –dijo Fred
- Estaría tan orgulloso de su heredero – dijo George.
El estruendo hizo que Snape dejara de amenazar a los alumnos y que se girara hacia donde estaba Harry, cerca de él, estaban McGonagall y el resto de los profesores, mientras que los Carrow estaban al otro lado apuntando con sus varitas a los alumnos que habían capturado.
Todos los alumnos y profesores sonrieron a excepción de Snape, los Carrow y los hijos de los mortifagos. Entonces todos pudieron oír como la profesora McGonagall hacía gala de su vena merodeadora:
- Ups, has hecho enfadar a un Evans, enhorabuena Severus, no has perdido tu toque, sólo tú sabes como enfurecer a un Evans de esa forma –dijo McGonagall tratando de aguantarse la carcajada que amenazaba con salir de su boca.
- ¡POTTER! - gritó Snape sin hacer caso a McGonagall.- ¡Apresadlo! - gritó a los Carrow que corrieron de inmediato hacia Harry.
Harry se preparó para defenderse cuando de repente apareció un hechizo que provocó que los hermanos Carrow salieran disparados hacia atrás hasta chocar contra la pared al otro lado del Gran Comedor. Cuando Harry se giró para ver de donde había venido ese hechizo pudo ver a la señora Weasley aún con la varita en alto y visiblemente furiosa, mientras el resto de la comitiva la observaba con mirada entre fascinación y temor, incluso los gemelos miraban a su madre entre orgullosos y temerosos, nunca habían visto a su madre lanzar un hechizo con semejante poder.
Harry dejando pasar lo ocurrido volvió a girarse para mirar a Snape, que en ese momento estaba mirando a los hermanos Carrow tratando de averiguar que había pasado. Por lo que Harry quiso desquiciarlo un poco más.
- Hola, Snivellus ¿me has echado de menos? - dijo Harry utilizando el mote por el que Sirius le dijo que llamaban a Snape en su época escolar, algo que hizo que una nueva ronda de risas llenara el Gran Comedor y que Remus deseara no estar tan cerca de la señora Weasley en ese momento por la mirada que ésta le lanzaba, como culpándolo de que Sirius le hubiera contado a Harry esas historias.
- Te mataré, Potter – dijo Snape – Y la recompensa será mía.
- Si, si, si, lo que tu digas. Ya me han dicho que me estabas buscando para matarme, lo que no tengo del todo claro es cual de tus amos te ha dado esa orden –dijo Harry, haciendo que Snape palideciera más de lo normal –: ¿Ha sido Voldemort o el que mantuvo encarcelado y luego secuestrado en su propia casa a mi padrino solo para apoderarse de las fortunas Potter y Black?
En ese momento Harry pensó que jamás había visto a nadie palidecer hasta el extremo en el que lo había hecho Snape. Harry sabía que lo había hecho no solo porque acababa de darse cuenta de que Harry sabia gran parte de la verdad que tanto él como Dumbledore habían estado ocultándole, sino porque veía en las caras de Amelia Bones, la señora Weasley y McGonagall que ellas también habían deducido de quien hablaba Harry y parecían dispuestas a lanzar contra él la gran variedad de hechizos que conocían.
Justo cuando Harry estaba a punto de retar en duelo a Snape, éste hizo estallar el gran ventanal superior del Gran Comedor que había tras él, se convirtió en su forma de animago (un cuervo) y salió volando. Esto distrajo a Harry que no se había percatado de que algunos de los Slytherin presentes apuntaban sus varitas hacia él. Pansy Parkinson fue la primera en lanzar un hechizo contra Harry, seguido de los hechizos lanzados por Nott, Crabbe, Goyle y de varios mortifagos junior más, pero ninguno de ellos llegó, los alumnos que habían estado en la sala de los menesteres y los miembros del Ejército de Hogwarts (como había sido rebautizado el Ejército de Dumbledore cuando se descubrió su traición) fueron más rápidos y crearon tal escudo para proteger a Harry que todos rebotaron e impactaron sobre quien los había lanzado, dejándolos a todos inconscientes.
Antes de que nadie pudiera reaccionar , se escuchó la voz de Voldemort amplificada mágicamente, asustando a todos los alumnos, incluidos algunos Slytherin.
- Sé que se están preparando para luchar. —Los alumnos gritaron y muchos se sujetaron unos a otros, mirando alrededor, aterrados, tratando de averiguar de dónde salía aquella voz—. Pero sus esfuerzos son inútiles; no pueden combatirme. No obstante, no quiero matarlos. Siento mucho respeto por los profesores de Hogwarts y no pretendo derramar sangre mágica.
El Gran Comedor se quedó en silencio, un silencio que presionaba los tímpanos, un silencio que parecía demasiado inmenso para que las paredes lo contuvieran.
- Entréguenme a Harry Potter —dijo la voz deVoldemort— y nadie sufrirá ningún daño. Entréguenme a Harry Potter y dejaré el colegio intacto. Entréguenme a Harry Potter y serán recompensados. Tienen tiempo hasta la medianoche.(*Fragmento de "Harry Potter y las reliquias de la muerte")
Todos se quedaron en silencio hasta que Neville dio un paso adelante y dijo lo que todos , todos los que habían estado con Harry en la sala de los menesteres, pensaban.
- Harry, ha llegado la hora – dijo para que todos lo oyeran – tenemos que luchar, seguiremos el plan, tu y yo aniquilaremos a Voldemort, el resto aniquilaran a tantos mortifagos y aliados de Voldemort como puedan.
- Bien, profesores, evacuen el colegio. Fay, Susan, vosotras y vuestros equipos, llevadles a la sala de los menesteres lo haremos por allí, Aberforth se ha asegurado de que Hogsmeade sea seguro para los alumnos, todos los propietarios de los negocios estarán esperando para dar refugio a los alumnos, después ya sabéis vuestras zonas de defensa – dijo Harry dirigiéndose a Fay Dumbar y Susan Bones – Fred y George vosotros y vuestros equipos llevad a los Slytherin a los calabozos y aseguraros de requisar sus varitas y cualquier cosa que puedan usar como arma o para alertar al exterior de lo que ocurre o nuestros planes.
- Espera, Potter – le interrumpió una alumna de Slytherin –. No todos los Slytherin somos mortifagos o simpatizantes, si nos dejas quedarnos lucharemos a vuestro lado contra esos monstruos.
- ¿Cómo te llamas? - preguntó Harry.
- Es Daphne Greengrass – dijo Ginny en su lugar – la conozco, su hermana Astoria y yo somos amigas, dice la verdad.
- Bien, podéis quedaros, pero si nos traicionáis tendréis el mismo fin, yo no soy Dumbledore, todos los mortifagos y sus aliados morirán o atravesarán el velo de la muerte esta noche, ¿trato? - preguntó Harry alargando la mano hacia ella.
- Trato hecho – dijo Daphne estrechando la mano de Harry.
- Bien, en marcha, todos sabéis que hacer, cualquier alumno que quiera quedarse tiene que estar como mínimo en 5º curso el resto debe irse, los que queráis quedaros y luchar a nuestro lado dirigíos a Hermione Granger o Hannah Abbott ellas os dirán que zona defenderéis – dijo Harry, una vez que todos los profesores, miembros de la orden y alumnos se dispersaron para tomar posiciones, Harry se dirigió a Neville que seguía a su lado – Neville, vamos tengo que darle un mensajito a Voldemort – dijo Harry algo risueño haciendo que también Neville se riera.
Una vez estuvieron fuera, Harry pudo divisar como Voldemort y sus tropas había tomado posiciones alrededor del castillo, al menos las tres partes que podían ya que la cuarta daba al acantilado sobre el que Hogwarts estaba construido. Voldemort al ver que Harry salía pensó que había ganado, que los alumnos y profesores se habían rendido y le entregaban a Potter. Su alegría duró poco.
- Sonnorus – dijo Harry apuntando su varita a su garganta – Voldemort, no me voy a entregar, nadie lo hará, lucharemos y te destruiremos.
- Jamás Potter, ganaré y tu y todos tus amigos y aquellos que osen enfrentarse a mi morirán – dijo Voldemort
Harry pudo ver como Luna y Ron se disponían a llevar a cabo su misión, matar Nagini, el último horrocrux, por lo que siguió provocando a Voldemort para distraerlo, cuando vio como Ron ya estaba en posición, dio la señal.
- Despídete, Riddle – dijo Harry – tus horrocruxes han dejado de existir.
Justo cuando terminó de hablar, susurró el encantos "Quietus" para anular el "Sonorus" y vio como Ron asesto el golpe mortal sobre Nagini con la espada de Gryffindor, haciendo que Voldemort gritara y ordenara la aniquilación de Hogwarts y sus habitantes.
Todos sus aliados se lanzaron al ataque y Harry y sus aliados comenzaron a defender Hogwarts.
Ya habían pasado horas y la batalla continuaba, Harry sabía gracias a un brazalete, que Ragnok, (líder de la nación goblin) le había entregado durante su visita a Gringgots, que entre sus aliados ya habían varios muertos, pero también que iban ganando la batalla. Para su opinión la batalla ya había durado demasiado, Harry y Neville buscaban a Voldemort mientras luchaban contra mortifagos, trols y hombres lobo. Finalmente lo divisaron, McGonagall y Arthur y Molly Weasley luchaban contra él. Neville y Harry se acercaron corriendo y lanzaron el escudo protector más potente que pudieron. Los cuatro magos y brujas detuvieron el duelo cuando sucedió y vieron a Harry y Neville correr hacia ellos.
- Vaya, creéis que vosotros podéis acabar lo que magos mas poderosos no pudieron – dijo Voldemort riéndose – os matare y luego mataré a todos vuestros amigos.
- Ya no quedan horrocruxes, Riddle, esta noche morirás - grito Neville.
- Tu mismo pusiste fin a tu vida la noche que decidiste atacar a nuestras familias, sellando así la profecía que tanto deseabas evitar que se cumpliera – dijo Harry.
Entonces los hechizos comenzaron a volar, Harry vio como todos los aliados de Voldemort y los que luchaban junto a Harry habían creado y circulo entorno a ellos. La batalla iba a su favor, aún así, tanto Neville como Harry presentían que algo no iba bien, ambos tenían la sensación de que Albus Dumbledore no les había contado todo lo que debían saber, sobre ese momento, pero ambos sabían que Dumbledore era un traidor y seguro que Voldemort tenía un as bajo la manga, aún así atacaron y justo en ese momento, apuntando a la cabeza de su adversario, lanzaron juntos el hechizo que esperaban pusiera fin a la vida de Voldemort, tal y como Griphook les había asegurado que pasaría.
- ¡REDUCTO!
- Y eso fue todo.
Espero que os guste. Si no lo ha hecho por favor decirme que no os ha gustado. Y a los que si ha gustado, decirme si cambiaríais algo.
Gracias por tomaros el tiempo para leer mi primera historia.
