Capítulo 1

Su cabello castaño se movía al compás del viento. Sus ojos brillaban mostrando un fin de emociones, entre todo eso podía ver aquel brillo característico de una persona que ama a su pareja con todo el corazón. La sonrisa de la que sus labios eran dueños era signo de que no habría nada que pudiera arruinar su felicidad.

-Tom-.

Los rayos del sol acariciaban su figura, el vestido que conformaba el uniforme escolar se amoldaba perfectamente a su cuerpo. Una de sus manos se extendía hacia él, invitándolo a que la tomara y cambiara el futuro que el destino le deparaba. Lo invitaba a un futuro en donde estaba seguro de que sería feliz. Con ella.

-Tom-.

Era ella. Era ella. Era ella. Era ella. Era ella. Años sin verla, sin poder apreciar todo lo que representaba, sin sentir el calor de su cuerpo, ese calor que lograba calentarlo, que lograba sacarlo del frio invierno del que era preso.

-Tom… Te amo-

Se despertó con el sudor recorriendo su cuerpo. Hacía años que no soñaba con ella, en algún momento de su vida llego a pensar que la había enterrado en lo más profundo de sus ser, en lo más profundo de su alma. Después de unos minutos noto que tocaban la puerta de su habitación, posiblemente aquello era la causa de que lo hubieran sacado de aquel sueño y aquella palabra que salía de los tentadores labios de la chica. La paz que por un momento había llegado a su vida se evaporo en cuanto los golpes se hicieron nuevamente presentes. Se levantó y abrió con fuerza la puerta a la vez que demostraba lo enojado que se encontraba. Lucius Malfoy se encogió ante su seño pero estaba seguro de que con la noticia que le daría volvería a ser la mano derecha del Señor Oscuro.

-Espero que tengas un buen motivo para venir a molestarme, Lucius-. La manera en que su señor arrastraba las palabras sólo consiguió que su cuerpo comenzara a temblar.

-Mi señor-. Lucius hizo una reverencia antes de pronunciar aquellas palabras que podrían cambiar el destino del mundo mágico.- Hemos capturado a Potter y sus perros falderos.

La reacción de su señor lo dejo helado. La sonrisa que mostraba no podía considerarse normal. La maldad exhalaba por cada poro de su piel y justo en el momento en el que los ojos de su señor se tornaban rojos con un inusual brillo de diversión fue cuando tubo compasión del trio de chiquillos que tenía encerrados en las mazmorras, bueno, eso ya era problema de ellos mientras él volviera a tener su posición ante Lord Voldemort nada importaba.

-Maravilloso, maravilloso-. Susurraba Voldemort para si antes de volver a posar su atención en su seguidor.- Reúne a todos en el salón principal, es tiempo de que Potter aprenda que es imposible vencerme-. Con una sonrisa todavía más perturbadora que la anterior volvió a adentrarse a su habitación.

Por fin después de tantos años tenía a Potter en sus manos. Una sensación de placer lo inundo y se sintió renovado de energías, ahora el mundo, tanto muggle como mágico, serían testigos de lo poderoso que en verdad era. Temblarían y se arrodillarían ante él como el ser superior que era. Nadie se opondría a su palabra pero, principalmente, se encargaría de que todo impuro y mestizo tomara su lugar en el mundo, estarían en el sitio donde deberían de estar desde el momento en que nacieron, sirviendo a seres como él, seres que si tenían permitido poseer la magia en todo su esplendor. Con una tranquilidad muy rara de él se vistió con las prendas que lo diferenciaban de sus seguidores. Una vez listo se encamino a la salida del cuarto para tomar rumbo a donde lo esperaban, era tiempo de que lo proclamara como el líder del mundo.

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El trio de oro se encontraba en las mohosas mazmorras. Harry y Ron se encontraban en una celda cerca de las escaleras que llevaban a la parte superior de la mansión mientras que Hermione había sido recluida en la celda más alejada de la luz. Sin su cerebro a los chicos les sería imposible escapar de aquel lugar y es que para nadie era un secreto de que ellos seguían vivos gracias a la castaña. Ninguno de ellos se encontraba en sus mejores momentos, los habían capturados y sin ningún remordimiento los habían entregado a los mortifagos con la esperanza de que les dieran alguna recompensa por entregar a tan grandes personajes. Una vez pisaron el piso de la mansión Malfoy los tres estudiantes de Gryffindor fueron torturados siendo Hermione la que más había sufrido llegando al grado de desmayarse.

El chirrido de una puerta les alerto que alguien se adentraba a las mazmorras. La desesperación empezó a recorrer el cuerpo de los integrantes masculinos del trio dorado, no sabían lo que pasaría de ahí en adelante pero tenían en cuenta que tenían que salir de aquel lugar así fuera lo último que hicieran. Hermione se había con aquel ruido, no necesito analizar demasiado las cosas para saber qué era lo que pasaba. Ella era la que corría más riesgo después de Harry y la marca que le había hecho Bellatrix en su brazo era la prueba. Ignorante del plan que sus amigos se encontraban planeando trato de volver a tener control de su cuerpo pero ninguno de sus intentos fracasaron por lo que simplemente decidió esperar a que aquel que había ingresado realizara lo que venía a decir.

Una sombra se proyectó sobre los dos muchachos. Hermione intentaba ver más su celda se encontraba lo bastante alejada. Peter Pettigrew se mostró ante ellos con una gigante sonrisa. Harry solo pudo apretar sus puños y sellar sus labios, aquel hombre era el causante de sus desgracias, él había entregado a sus padres sin consideración alguna. El pequeño hombre abría la celda para segundos después lanzarles un hechizo que los uniría a él mientras duraba el camino hasta su señor, obligo a los chicos a seguirlo, fueron por Hermione y posteriormente se encaminaron a la salida de aquel lugar. Al contrario de sus amigos, la castaña no había sido atada al hombre, tal vez por la incompetencia de este o porque al ver el estado en el que se encontraba la chica considero que no tendría la suficiente fuerza para tratar de escapar de él. Peter seguía con la sonrisa en su rostro, por fin podía decir que había escogido al bando ganador y que aquella supuesta traición que había hecho a sus amigos debía de ser tomada en cuenta como una acción con favorables resultados. Todos cambiarían de opinión respecto a él, después de todo él había traído de regreso a su señor. Lo único que faltaba es que el chico Potter muriera para que el reinado del mago tenebroso comenzara. Sí todo marchaba perfectamente.

Harry observaba al hombre que camina delante de él y con una sola mirada a su compañero pelirrojo decidieron poner en marcha el plan. Se alejaron todo lo que el hechizo vinculante les permitía para segundos después dejarse ir contra el hombre en una maravillosa tacleada, entre los dos trataron de mantener al hombre en el suelo la mayor cantidad de tiempo posible. Hermione miraba con asombro a sus dos amigos, con una sola mirada supo rápidamente que es lo que estaba pasando pero se negaba a seguir un plan del que no estaba segura que funcionaria. Sus amigos podían llegar a tener grandes ideas pero la mayoría del tiempo ningunas de ellas funcionabas. Harry y Ron le vieron irritados, no se necesitaba ser un genio para saber lo que la chica tenía que hacer.

-Vamos, Hermione ¡Corre!-. Gritaron los dos al mismo tiempo. La castaña no sabía qué hacer, ella simplemente no podía irse y dejarlos a su suerte en aquel lugar a su suerte. Pero llega un momento en la vida de cada persona en que los demás empiezan a tomar decisiones por nosotros, lo vemos como una liberación en un principio pero en cuanto pasan los días llega el arrepentimiento y entendemos solo nosotros somos los que debemos manejar nuestra vida. Hermione sabía lo que tenía que hacer. Ella no dejaría a sus amigos. Nunca.

-¡Lárgate ya!-. Grito Ron y con cierta renuencia la empujo para darle los ánimos y que se largara de ahí, lo más probable es que nunca más la volviera a ver y que el no confesarle lo que sentía por ella sería algo de lo que se arrepintiera, lo sabía, pero había cosas más importantes por las cuales preocuparse en esos momentos.

Tropezando, Hermione dio unos cuantos pasos hacia atrás para después salir corriendo como si el mismo a estuviera persiguiendo, que sería lo mismo que si los mortifagos se llegaban a enterar que había escapado. Todavía recordaba la verde mirada que Harry le había dedicado, la determinación estaba ahí y aprovecharía que se encontraba en el cuartel de los secuaces de Voldemort para tratar de encontrar una manera de ayudar a sus amigos. No los dejaría allí. Antes de dar la vuelta al pasillo escucho como Colagusano se quejaba de los chicos y le gritaba que se detuviera, claro, ella no le hizo el menor caso. Aun sabiéndose medianamente libre la chica no se sentía completamente segura, sus amigos, casi hermanos, habían quedado a merced de un estúpido hombre que sólo sabía seguir órdenes y ella recorría pasillos con la posibilidad de encontrarse con algún mortifagos, uno que quizás quisiera divertirse con ella. Tembló ante esto.

Peter Pettigrew observo como la chica se alejaba. Su amo lo mataría. Con un gran esfuerzo logro quitarse a los mocosos de encima de él trato de seguirla pero había sido demasiado tarde, la chica había escapado y él tendría que enfrentarse la ira de su señor. Dejaría a los traidores, a la causa de su señor, en la sala donde le habían ordenado que los llevara y después se iría a buscar a la sangre sucia antes de que alguien más la encontrara y terminara con ella. El señor oscuro nunca le perdonaría el que alguien más hubiera hecho lo que él quería hacer. Ahora era un hombre con una nueva misión, una que espera cumplir según lo planeado y lo más importante, sin que nadie se enterara.

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Con la respiración entrecortada la castaña fue deteniéndose poco a poco para finalmente darse cuenta que había parado en un pasillo completamente desierto, lo más probable es que todo ser que habitara en aquella mansión se encontraran reunidos con su señor esperando por sus amigos. Sus amigos. Tenía que encontrar la manera de sacarlos de aquel problema y si salían ilesos mejor, aunque esto último lo dudaba. Cuando su respiración hubo regresado a la normalidad recorrió aquel pasillo buscando alguna salida o un lugar seguro donde podría comenzar a planear el rescate de Harry y Ron.

-Hermione-

La chica se detuvo al escuchar su nombre ser susurrado, por un momento llegó a pensar que se trataría de alguno de sus amigos y con algo de esperanza se giró pero lo único que encontró fue el vacío que aquel pasillo le proporcionaba. Tratando de ignorar el escalofrió que le recorrió al saberse sola siguió con su objetivo de encontrar una habitación adecuada para sus propósitos.

-Hermione-

Nuevamente su nombre se hizo escuchar por todo el lugar. Se sobresaltó cuando una puerta se abrió causando gran estruendo al ser golpeada con una de las paredes, asustada llego a pensar que la habían encontrado pero de igual manera que la primera vez que escucho que le llamaban no había nadie. Siendo una chica con una curiosidad insana se adentró a aquella habitación que parecía ser la única dispuesta a recibirla.

-Hermione-

Aquello ya le estaba empezando a resultar de lo más extraño. No era nada normal que susurraran al viento tu nombre. De cierta forma resultaba sospechoso que en esa ¨casa¨ precisamente fuera donde tuviera que darse su momento paranormal, sólo a elle le pasaban esas cosas. A pesar de que la magia formaba parte de su vida cotidiana no encontraba la lógica en aquella situación. Con un poco más de su caracterizada valentía recorrió la estancia con una calma anormal para esos tiempos de guerra. Parecía que se encontraba en una pequeña biblioteca con varias mesitas para tomar el té. Dejando de lado el té se dirigió a uno de los estantes, algún libro tendría que ayudarla. Una extraña fuerza la lanzo lejos de su objetivo y salió proyectada al lado opuesto de la estancia. MALFOY. El apellido golpeo fuertemente en su mente y rápidamente llego a la conclusión de que todo en aquel lugar estaría protegido por encantamientos. Algo desmotivada decidió que lo mejor sería abandonar la habitación y buscar otra solución a sus problemas. Al llegar a la salida se dio cuenta de que la puerta se encontraba cerrada y no mostraba intenciones de abrirse. Bien, un problema más a su lista por situaciones a solucionar. Tal vez podría tratar de quitar las protecciones a los libreros.

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Lord Voldemort camina a paso tranquilo, sabía a donde se dirigía y por lo mismo mantenía ese ritmo. Potter bien podría morirse de la desesperación tratando de encontrar algún plan, o descuido, que le ayudara a librar de su encuentro, pero en esta ocasión el líder de la oscuridad había pensado en todo y ya no existía alguna esperanza para ese chiquillo. Ya era hora de que terminaran lo que hace 17 años habían iniciado. En esta ocasión no habría un molesta sangre sucia que interrumpiera sus planes. Todo culminaría esa noche y a quien osara interrumpirle sufriría su ira como nunca antes la había hecho presente. Estando a sólo un par de pasillo de llegar a su destino y por fin proclamarse como el único vencedor fue cuando vio al inútil de Colagusano abría y cerraba puertas. Supo que algo había pasado y no precisamente beneficioso para él.

-Colagusano-. La fría voz de su amo recorrió todo su regordete cuerpo, tembló al pensar en que sería descubierto. En un acto de valentía, muy rara en él, quedo d frente a frente al señor oscuro.

-¿Si, amo?-. Pero como no todo es duradero aquella valentía que en un principio había sentido se esfumo tan rápido como conecto sus ojos con Voldemort y al final la voz le salió pequeña y chillona. Ante esto su señor frunció el señor con desagrado.

-Explícame ¿qué es lo que se supone que haces?-. La tranquilidad en la voz de Lord Voldemort le indico del peligro al que se estaba exponiendo, por un momento pensó en mentir pero sabía que eso sólo le traería más problemas de los que ya tenía encima.

-La… la chica… la chica ha escapado-. El ambiente se volvió frio y tenso, la opresión de la magia de su señor se hizo presente en todo su cuerpo.

-Más te vale encontrarla si no quieres que te mate de una maldita vez-. Dijo en siseos el hombre mientras observaba la manera en que su subordinado salía corriendo a cumplir con lo que con amenazas le había ordenado.

Se pasó sus manos por su oscuro cabello y sus azules ojos empezaron a tornase de un color rojizo. Mataría aquel que le hubiera encomendado a esa estúpida rata que llevara a los mocosos ante su presencia. Sin moverse todavía de aquel pasillo volvió a pensar en ella, el recuerdo de su aroma lo estaba volviendo loco, a tal grado de llegar a percibirlo en el aire. Sacudió la cabeza tratando de volver a encerrarla en lo más profundo de su mente, en eso momentos lo que menos necesitaba eran distracciones. Una vez con sus cinco sentidos en alerta pudo darse cuenta de cómo una de las puertas se cerraba con una fuerza impropia. Sonrió al saber que había localizado a la presa que Colagusano había dejado escapar. Al parecer la chiquilla quería rescatar a sus amigos. Bueno, no veía nada de malo el desahogarse un rato con ella, una buena sesión de tortura lograría calmar el enojo que los inútiles de sus hombres le causaba. Con paso tranquilo se acercó a la habitación. Bien esto será divertido.

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-Hermione-.

Había terminado de quitar el último hechizo protector cuando volvió a escuchar que la nombraban. Decidió ignorarlo, no tomarle la importancia que debió de haberle dado, y centrarse en lo bellos libros que había liberado.

-Hermione-.

Fue en ese último susurro que se dio cuenta de que el sonido se centraba en uno de los libros de la parte más alta del librero pegado a la puerta. Con la valentía que caracterizaba a su casa se acercó con toda la determinación de averiguar qué es lo que estaba ocurriendo, al diablo con ignorar lo que sucedía. Un hermoso libro rojo escarlata era el que le llamaba, le sorprendió que el lomo se encontrara grabado con su nombre. Con su curiosidad incrementada tomo el libro, un delicado brillo azul la cubrió. Hermione no lo noto. Con delicadeza lo abrió y descubrió que el libro sólo tenía unas cuantas palabras escritas.

-Busca cambiar mi destino para unirme contigo-. Pronuncio en voz alta la chica.- ¿Pero qué es esto?-. Se preguntó Hermione al momento en que las palabras se desvanecían para dar paso a un nombre muy distinto al suyo.- Tom Marvolo Riddle-. Dijo en voz alta y al igual que el pasado enunciado desapareció. Tarde se dio cuenta de que aquello era un hechizo.

La castaña se sobresaltó al escuchar como la puerta explotaba con un Bombarda. Con miedo observo al hombre que se encontraba parado en el marco de la entrada. Pulcramente vestido su presencia se imponía y fue entonces que Hermione se supo sin salida. Sintió un ligero quemón en la mano que sostenía el libro para después soltarlo. Le había quemado y si lo hubiera sostenido más en esos momentos estaría ardiendo junto al objeto. Asombrada por lo sucedido se olvidó de la presencia del misterioso hombre, que en aquellos instantes se adentraba a la estancia con la mirada clavada en la chica.

Lord Voldemort no salía de su asombro. Era ella, estaba seguro. Por un momento se sintió transportado a su época de estudiante, pero más precisamente en esos momentos en que su vida estaba embriagada por la chica de risos castaños. Se atrevía a decir que no había cambiado en nada, tal vez lo único diferente eran los cardenales que adornaban su piel y la sangre que descendía por su cuerpo. Su mente se negaba a creer que lo que sus ojos veían pero su magia era la que daba credibilidad a lo que presencia, reconocía la presencia de Hermione. Cuando el fuego se empezó a propagar fue que recordó que era lo que se quemaba. El entendimiento nació en él y de inmediato supo que era lo que pasaría. Tenía que evitarlo. Evitaría todo lo pasado y empezaría todo desde el presente, pero antes de que pudiera siquiera levantar la varita cuando las llamas comenzaron a envolver a la castaña.

Hermione hubiera querido haber correr a la salida en cuanto la puerta fue abierta. Hubiera deseado nunca haber tomado aquel libro. Sentía como parte de su ropa comenzaba a quemarse, su piel se sentía caliente, tal pareciera que la quemaban en la hoguera. Podía escuchar a alguien gritarle que saliera de ahí. En verdad le hubiera gustado hacerle caso. Llego el momento en que el aire ya no entraba a sus pulmones y la vista se le fue nublando. Lo último de lo que logro ser consiente fue del de unos ojos rojos que la miraban con horror.

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Tom sintió como la chica caía desmayada, y con más heridas de las que tenía, en sus brazos y supo que no podría hacer nada por cambiar su pasado. Todo seguiría igual y al final se quedaría solo, como siempre. Con la chica en brazos, Lord Voldemort salió de la habitación. Cuando se encontraba a unos pasos de llegar a su habitación vio como Colagusano se acercaba a él.

-Señor-. Dijo el hombre tratando de quitarle a la chica de sus brazos.

-¿Qué crees que hacer inútil?-. la pregunta atravesó el cuerpo del pequeño hombre provocando que temblara para cierta satisfacción del Lord oscuro.

-Voy a llevarme a la sangre sucia, mi señor-. Trato de que su voz saliera lo más segura posible. Un grave error de su parte.

El señor oscuro lo observo por un momento, lo miró como si en verdad estuviera analizando sus palabras.- Oh, querido Colagusano, cuando pienso que no puedes ser más estúpido vienes y abres la boca-. Voldemort le sonrió-. ¡Crucio!-. Sentía el poder recorrer sus venas.- informa a todos que me encargare de Potter cuando amanezca-. Y dejando a Peter retorciendo de dolor en el piso retomo su camino afianzando el agarre que tenía en la chica.

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Nueva historia, nueva vida.

Esta historia ya la tengo trabajada y se irá publicando cada dos semanas. Lo más probable es que a finales de esta semana una nueva historia será publicada :D pero solo constara como máximo de 10 capítulos (esta también esta trabajada). Esto no quiere decir que me olvidare de mis otras historias. Esta noche empezare la edición del próximo capítulo de PALETA DE COLORES, los invito a leerla ya que aunque se mantenga la esencia de un principio si se presentaran cambios importantes. UNA SEMANA se mantendrá un tiempo en PAUSA ya que de plano tengo un bloqueo con esa historia :C Para los que siguen CEREZO SIN COLOR también se mantendrá en PAUSA. Bien espero que hayan disfrutado este comienzo en esta historia, me retiro que también tengo que checar universidades para intercambio escolar xD

TODOS sus REVIEW son bienvenidos y serán contestados ;) Dejen muchos, muchos para saber si les gusta cómo va caminando la trama de esta historia.

Hasta la próxima. Petons per a tots.