No Niegues al Amor

Capítulo nº 1: Silencios.

Vida ingrata ... ¿ésta eres tú?
no me hagas mas daño
deja ya, de hacerme sufrir...
si sabes que es imposible
¿porque revives en mí...
unos bonitos sentimientos
que nunca... podré compartir
?

-.-.-.-

Kaoru se sentó sobre sus piernas mirando hacía el cielo azul. Aquel día prometía ser hermoso, el parque cercano al dojo era un lugar perfecto para su salida semanal femenina, como lo habían catalogado ellas mismas. Los árboles estaban verdes y el césped fresco y tibio, a causa del fulgurante Sol que las estaba quemando. Miro con recelo a Tae, quien la observaba totalmente ansiosa. Tsubame abrió pacientemente la canasta que habían llevado para hacer el Picnic, Megumi la ayudo a ponerlos ordenadamente para almorzar.

"Esto se ve delicioso, Tae" Sonrió Kaoru, nerviosa "Se ve que te esmeraste mucho, gracias" Tae chasqueo su lengua, quitándole importancia.

"Tengo un restaurant ¿lo olvidaste, acaso Kao?" Pregunto directamente "Pareciera que estas en la luna… en una luna muy pelirroja diría yo" Kaoru trato de reprimir su sonrojo, aquello no debía afectarle. Eso lo había decidido mucho antes.

"Ya esta… ¡a comer!" Chillo Tsubame contenta, Kaoru agradeció con la mirada su intervención. Las cuatro mujeres comenzaron a comer, hambrientas. Sin embargo, Tae no dejaba de taladrarla con la mirada. Aquello comenzaba a ser molesto. Megumi dejo lo que estaba bebiendo.

"Esta bien, Tae… suéltalo…"

"¿Eh?"

"No te hagas la inocente… ¿hay algo que quieres decirle a Kaoru y no te atreves?" Pregunto fastidiada. Tae asintió con decisión "Pues entonces pregúntale de una vez y solucionado el tema" Tsubame rió.

"Kaoru me gustaría saber por que eres tan idiota…" La pelinegra se atraganto y una sonriente Megumi tuvo que ayudarla. "¿Cómo es que no te lanzas a los brazos de Ken-san y le dices lo que sientes?" Kaoru ensombreció su semblante. "Ustedes se aman, ¿Por qué complican las cosas?"

"Bueno… yo…" Tartamudeo, sonrojada. ¡Diablos, aquello era el colmo! Apenas hablaban de algo relacionado con Kenshin y ella se ponía peor que el rojo granate.

"Lo que pasa es que Kaoru es una niñata y una mojigata, ¿verdad que si?" Se burlo Megumi, Tsubame vio con horror la mirada y el aura de odio que rodeaban a Kaoru. "Ken-san es demasiado hombre para una mujer como ella… lo que él necesita es alguien como…"

"¿Cómo tú, ibas a decir?" Pregunto con rabia contenida.

"¿Por qué no?… soy femenina, sutil y tengo buen gusto…" La miro de lado "Algo que no se puede decir de vos…" La furia de Kaoru llego a su límite cuando se levanto y quiso golpearla mientras Megumi se reía de ella. Tae la retuvo.

"Kaoru tranquilízate" Le susurro. Megumi se puso seria de pronto.

"¿Es que no lo ves, Kaoru?… deberías aprender a controlar tu temperamento, a los hombres no les gustan violentas… Ken-san es una persona que necesita a alguien equilibrado… alguien que le guste la tranquilidad… que no sea tan latosa… alguien como…"

"Tomoe…" Megumi abrió sus ojos, pasmada. Kaoru bajo la mirada hacía el suelo, no quería que la vieran llorar. Aún sentía latente las palabras de Kenshin, contándole sobre su pasado. Pasado al que estaba fatídicamente aún ligado. Pasado al que pertenecía y nunca podría borrar. Donde estaba ella, su mujer. Su esposa. Tomoe. Un pasado al que aún hoy le pertenecía su corazón. Un corazón que ya tenía dueña y del cual no quedaba ni siquiera un solo resquicio que pudiera ser suyo. Apretó ambas manos sobre su ropa, arrugándola. Todavía podía recordar como Kenshin había hablado con tanto amor sobre Tomoe. A medida que avanzaba más fuerte golpeaba la realidad. El dolor embargo su corazón al comprender la agonía del corazón de Kenshin. Él había perdido a la mujer que más amaba. Tomoe. Y se había dado cuenta tarde quizás, por que ya estaba enamorada, que él jamás le había pertenecido y nunca lo haría. Venía padeciendo aquel dolor desde que Kenshin le contara toda la verdad de su pasado, hacía tres semanas atrás. Pero procuraba verse animada y activa para los demás. Hasta ese día. Se estaba derrumbando.

"OH Kao… ya sabes como pensamos sobre eso" Le dijo Tae, contrariada. Kaoru les había contado sobre el pasado de Kenshin. Y sobre Tomoe. "Megumi no lo dijo a propósito, ¿verdad?" Miro con rabia a la morena.

"Se me escapo, discúlpame… pero creo realmente que no deberías dejarte guiar por lo que paso en el pasado" Tsubame se sentó junto a Kaoru.

"¿Qué parte de "Kenshin perdió a un ser amado y eso no se sana reemplazándolo por otro" no entendiste?" Pregunto molesta. "él esta ligado a ella para siempre… yo no tengo nada más que hacer allí…"

"La parte en la que dice que una imbécil enamorada quiere dejar de luchar por su amado por que el muy tarado esta negado al amor desde que descubrió que morir es parte de vivir" Replico fastidiada Megumi "Debes hacerle entender que no puede negarse al amor… amar es la parte más deliciosa de la vida… es la que le da sentido… ¿Y tú quieres dejarlo pasar solo por que se niega a ver lo que tiene delante?" Tae alzo sus brazos, apoyando a Megumi.

"OH no, ¿tú también?" Palideció la joven ojiazul. "Definitivamente están mucho tiempo en compañía de Sanosuke"

"¡Vamos, Kaoru!… hazle ver lo idiota que esta siendo y lo imbécil que será si sigue ignorándote… mereces ser feliz, y si de paso lo haces feliz a él, ¡Cuánto mejor!" Kaoru las miro, reticente. Tsubame le sonrió.

"Yahiko dice que si ustedes no se casan pronto, batirán los records mundiales en el cortejo más largo del mundo" Kaoru se sonrojo "Ande, Señorita Kaoru, no pierde nada… juéguese por el señor Himura… harían una pareja hermosa…"

"Además, ten en cuenta que estas en la cúspide de tu ciclo reproductor…" Explico sin pudores Megumi "Si pretendes hacernos tías y madrinas, te recomiendo que comiences ya"

"Ken-san sería un excelente Padre… es dulce, paciente y divino con los niños…" Kaoru dejo a su imaginación volar. Fantaseo con casarse con él y un par de niños pelirrojos e inquietos por todo el dojo. Pero la imagen de una mujer hermosa y bonita junto a Kenshin, lleno su entera imaginación.

"Señorita Kaoru…" Kaoru sintió una punzada dolorosa al respirar. El pasado era algo que perseguía a Kenshin, insistentemente. ¿Cómo esperaba ella poder superar el simple recuerdo de Tomoe? ¿Cómo podría ella siquiera superar las memorias de una mujer que lo había entregado todo por él? "…Kao, ¿estas bien?…"

"¿Qué va a estar bien si anda babeando cada vez que nombramos al pelirrojo?"

"mírala… hasta cara de idiota tiene la pobrecita…" Le siguió Megumi a Tae. Ambas mofándose de Kaoru. Tsubame golpeo ligeramente a una risueña Megumi.

"Tenemos que hacer algo" Kaoru miro extraña y desconfiadamente a Tae.

"Si… si queremos ser tías, debemos ponernos en acción…" Megumi se arremango las mangas. "Tenemos que repárate un poco" Kaoru la miro pasmada.

"¿Repararme?" Tae asintió.

"Por supuesto… y para eso necesitamos toda la ayuda posible" Miro a Tsubame.

"Cuenten conmigo…"Asintió vigorosa la niña "Todo por que el Señor Himura y Kaoru sean felices" Kaoru miro a las tres personas que tenía adelante suyo y trago en seco. La determinación brillaba en sus miradas, debería de haberles dicho que no de entrada.

"Bien… debemos elegir una base de operaciones…" Comento Megumi a Tae y Tsubame, sin prestarle atención a la pelinegra.

"¿Operaciones?, ¿Piensan operarme?…" Se miro mejor "No creo que este tan mal como para necesitar cirugía, ¿no?" Tae la miro raro.

"Tonta… tendrás que dejar de vivir un tiempo sin Ken-san para prepararte…" Miro a las demás "¿Les parece mi casa?" Ofreció la doctora.

"¡Genial!" Chillo Tsubame encantada.

"Si… y también necesitaremos un presupuesto para comprarle maquillaje, accesorios y ropa…" Siguió Tae "…no creo que a Ken-san le agrade esa ropa-saco que usa o esos vestidos masculinos con un olor a…"

"Vale, he captado la indirecta" respondió Kaoru, contrariada. Tsubame rió.

"Y cuando la vea de nuevo, el Señor Himura tiene que quedar deslumbrado" Fantaseo Tsubame, contenta. Tae aplaudió su comentario.

"Para eso, necesitaremos mucha ayuda" Megumi miro a Kaoru, impaciente "¿Podrías llamar a esa comadreja y a su grupo?, las mujeres pueden vivir en mi casa… los hombres se quedaran en la tuya… una visita de viejos conocidos, en estos tiempos de paz, harán que todos nos relajemos un poco" Kaoru asintió.

"Fenómeno, entonces ¡manos a la obra!"

"Sinceramente no creo que funcione…" Aclaro Kaoru con una mirada triste y perdida.

"No pierdes nada intentándolo, ¿no?" Aventuro Tae, contenta.

"Después de Tomoe, no creo que Kenshin quiera involucrarse sentimentalmente con nadie más" Suspiro con pesar "Yo misma… si estuviera en su situación, desearía no volver a amar nunca más"

"Kenshin merece ser feliz, más que nadie que yo conozca… y te puedo asegurar que la mejor persona para llevar a cabo ese papel, eres tú, Kaoru" Aseguro Tae.

"Solo espero que no lo eches a perder…"Rió Megumi. Kaoru suspiro.

"Al parecer esto no va a ser fácil" Murmuró ya cansada de la cantidad de cosas que tendría que hacer. "Son más testarudas que Yahiko y Sanosuke juntos, ¿verdad?"

"¿Quién dijo que ser la mujer de Kenshin Himura era fácil?" Kaoru le sonrió a Megumi, no muy convencida aún.

-.-.-.-

"Ou… ¡tengo hambre!"

"Usted siempre tiene hambre, sano" Replico con gracia un pelirrojo. Otra persona se levanto de donde estaba acostado y miro mal al moreno.

"Si no fuera por que tienes eso" Señalo la cabeza de sanosuke "Sobre el cuello, diría que tiene el cerebro en el estomago" Sanosuke se tiro sobre Yahiko, quien se puso azul de pronto. Kenshin les sonrió. Yahiko forcejeaba contra el moreno, para zafarse.

"Creo que esta ahogándolo, Sanosuke" Comento contrariado.

"Ese es el fin, Kenshin… por bocotas" Sanosuke presiono más el brazo de Yahiko. Kenshin iba a abrir su boca cuando sintió una presencia. Sano levanto la cabeza y soltó rápidamente al enano, quien comenzó a toser.

"¡Dr. Gensai, que alegría verlo!" Saludo efusivo Sano. Kenshin sonriente negó con la cabeza.

"Buenos días, Sanosuke…" miro al pelirrojo y al enano "Kenshin, Yahiko"

"Buenos… ¿Qué lo trae por aquí, Dr.? Kaoru no esta…" Gensai sonrió.

"Lo sé… esta en casa de Megumi, fui a dejar a las niñas allá"

"¿Jou-chan en casa de la zorra?" Sano olfateo el aire "Eso no me huele bien, Kenshin" Advirtió.

"Como siempre trágico, ¿no sano?" Rió el Dr. Gensai.

"Precavido, sería la palabra… Dr." Corroboró Sano, misterioso.

"Vengo a ver tus heridas, Kenshin" El pelirrojo se sentó y el Dr. Gensai lo siguió. Miro el hombro desnudo y herido del espadachín, recientemente sanado. Saco las vendas viejas y las repuso por nuevas. "Esta mejorando, pero aún no te recomiendo volver a tocar la espada… necesitas reposo si quieres volver a luchar alguna otra vez" Kenshin asintió.

"Kenshin es el mejor de todos…" Alabo Yahiko "Ya vera como se recuperara en muy poco tiempo" Animo. Kenshin y el Dr. Gensai sonrieron.

"Eso no lo dudo" Todos suspiraron, mirando uno de los árboles más grande y frondosos cercanos al dojo Kamiya.

"Todo esta muy tranquilo… gracias a Dios que termino" Agrego Sano, pensativo.

"Creí verdaderamente que la habías perdido, Ken-san" Kenshin miro asombrado al Dr. Gensai. "Pensé que habías perdido a Kaoru" aquella revelación lo dejo fuera de juego. Él también, durante un doloroso momento, creía haberla perdido. Y ese sentimiento lo había cegado completamente. Hasta al punto de casi haber resucitado al Battousai que invernaba en su interior. Aquel pensamiento lo había vuelto loco de dolor. Perder por segunda vez. Estaba claro que si realmente la hubiese perdido, él estaría vagando en los confines de la locura y la demencia.

No.

No estaba dispuesto a volver a perder.

Pero tampoco estaba dispuesto a volver a amar.

La ultima persona a la que había amado, estaba muerta. No. No volvería a tomar aquellos riesgos. Kaoru sería una simple amiga. Aquella era su determinación. Una determinación de espadachín.

"Kenshin, ¿estas bien?" El pelirrojo miro a Yahiko y sonrió.

"si, Yahiko… estoy muy bien" murmuro, Sano lo observo de reojo. ¿Cuándo entendería Kenshin que era malísimo para mentir? O por lo menos para él. Era más que evidente que algo estaba atormentándolo. Kenshin estaba afligido por alguna razón y Sano sonrió al saber que lo averiguaría por todos los medios. Si alguien merecía ser feliz ese era Kenshin. El Dr. Gensai le pidió ayuda a Yahiko para ir a buscar a las niñas. Sano aprovecho la oportunidad para hablar con Kenshin.

"No deberías mentir de esa manera…" Sonrió Sano. Kenshin lo miro con gracia.

"¿Mentir?, yo no estaba mintiendo Sano…"

"¿Ah no?… ¿Entonces por que tienes ese brillo de tristeza instalado en tus ojos?" Kenshin sonrió.

"Creo que la falta de comida lo esta afectando…" Sanosuke se levanto de donde estaba sentado y se puso frente al pelirrojo, impaciente.

"Odio cuando haces eso…"

"¿Oro?"

"¡Y quita esa maldita cara de estúpido que se que no lo eres!" Sanosuke frunció su ceño "¿Qué es lo que esperas para estar con Jou-chan?" Kenshin abrió sus ojos, pasmado "¿Una invitación?…se que es torpe, violenta e incluso muy irascible… pero ella es buena y ambos merecen ser felices…" Lo miro extrañado "¿Qué es lo que esperas para demandarle ser tu mujer?"

"¿Demandarle?… Sano, la señorita Kaoru me mataría si hago algo así" Respondió nervioso "Además, No estoy interesado de esa forma… ella es mi amiga"

"¡Y yo estoy enamorado de ti, pequeño pelirrojo!" Farfullo con sarcasmo Sano. Kenshin lo miro raro y se alejo un poco "eres idiota, ¿verdad?… Tú no lo ves, pero pones cara de boludo cada vez que la vez… y si ella se retrasa en llegar a casa, sales a buscarla…"

"Eso es por que me preocupo…" Explico tratando de salir del paso. Sanosuke podía llegar a ser muy insistente y perseverante. "No se imagine cosas, Sano"

"No me imagino cosas… las veo claritas con estos dos ojitos que mi mamá me dio" Se señalo sus castaños. "Tú estas muerto por Jou-chan" Kenshin bufo.

"No insista con el tema Sano… la señorita Kaoru es una amiga y nada más…" Asevero convencido. Se levanto de donde estaba y se sacudió el polvo de la ropa. Sanosuke cansado de la terquedad del pelirrojo, suspiro. "Ahora, excuseme… tengo que terminar esto para poder preparar el almuerzo…" Kenshin siguió lavando ropa tranquilamente. Sanosuke cerró sus ojos y trato de contar hasta diez. Battousai podía ser muy terco. Se acerco hasta él y agarro una prenda al azar.

"¿Y ni siquiera piensas hablar con ella?" Zarandeo la ropa frente a Kenshin. Algo duro golpeo a Sanosuke en la cabeza.

"¿QUÉ PIENSAS QUE ESTAS HACIENDO CON MI ROPA, IDIOTA?" Kaoru respiraba entrecortadamente y con rabia. Kenshin sonrió de nada más verla. Sanosuke furioso se acerco hasta donde estaba la pelinegra, molesta. Megumi se interpuso entre ambos.

"Ya basta, idiota… no estamos aquí para pelear…" Miro al pelirrojo por sobre el hombro del testarudo kendoka "Ken-shan necesitamos una bolsa, por favor…" El pelirrojo partió a buscarla. Yahiko quien estaba junto a Tae y Tsubame, camino hasta el interior de la casa, siguiendo a Kenshin. Kaoru entro a la sala y se sentó cerca de la mesa, tranquila. A pesar de haber estado más pensativa y distante de Kenshin esas ultimas semanas, sabía que lo iba a extrañar horrores. Por algún motivo, desde que supo que Tomoe era su mujer, no lo podía mirar a los ojos, y mantener más de cinco minutos una conversación decente con él. Sabía que lo había notado. Todos lo habían notado. Sin embargo Kenshin había respetado su tiempo, y no la había apresurado para nada. Megumi se sentó junto a Kaoru y Tae a su lado. Tsubame junto a Sanosuke, quien se fijo en la mirada perdida y vacía de su amiga.

"¿Qué sucede?" Pregunto entrecerrando sus ojos, perspicaz. Megumi lo miro mal.

"Nada que sea de tu incumbencia, cabeza de pollo" respondió áspera. Sanosuke bufo.

"A ti no te pregunte, mujer zorro…" Fijo su mirada penetrante en Kaoru "¿Qué pasa, Jou-chan?… ¿No desayunaste hoy, acaso?" Se burlo. Un bonito florero impacto en la cara de Sanosuke. A Kaoru le latió la vena homicida. Tsubame rió. "Ahora entiendo completamente tu frustración… ¡Auch!… si sigues así de violenta, nunca te casaras" Kenshin apareció con lo que Megumi le había pedido, posando su mirada exclusivamente sobre Kaoru, quien lo ignoraba olímpicamente. La doctora le paso la bolsa a la pelinegra que salio de la sala, sin decir una sola palabra.

"Ahora si… me van a decir que es lo que sucede con Jou-chan" Dijo con una fuerte seguridad Sanosuke. Yahiko se sentó y Kenshin miro la mesa entretenido. "Ella no suele ser así de fría e indiferente…"

"Verás… Kaoru anda algo…"

"¿Abatida?" Ayudo Tsubame a Megumi.

"Si, abatida… creo que necesita un poco de espacio y estar más en compañía femenina…" Kenshin levanto su mirada y la clavo en la de Megumi. La doctora trago en seco, rogaba por que Kenshin no se diera cuenta que estaba mintiendo, sus habilidades como espadachín para leer, mediante la mirada el siguiente movimiento de su oponente, no era de mucha ayuda en esos momentos. "Así que con las chicas nos vamos a vivir todas juntas, durante este verano… nos llevamos a Kaoru" Termino. Las reacciones fueron tan diferentes como variadas.

"¿JOU-CHAN SE VA?" Bramo Sanosuke contrariado.

"ELLA ES MI MAESTRO!!! NO PUEDE IRSE!!!" Yahiko golpeo la mesa, frustrado.

"¡¿No pueden dejar de ser egoístas, no es cierto?!" Se enfado Tae "Kaoru necesita hacer las cosas que su temprano y abrupto crecimiento le cortaron… Necesita hacer cosas que las personas de su edad harían… déjenla tener su espacio propio" Sano y Yahiko, callaron. Megumi miro preocupada a Kenshin, quien no había abierto la boca para nada.

"¿Tú que dices Ken-shan?" El pelirrojo sonrió a todos.

"Lo que haga feliz a Kaoru-dono… esta bien para mí" Megumi bufo, para sus adentros. El que Kenshin desplazara sus sentimientos por Kaoru de manera tan abierta, exasperaba mucho a la joven doctora.

"Bien… supongo que iremos a "Kawatari" para divertirnos un poco" Sugirió inocentemente. Kenshin permaneció inmutable, pero el que salto fue Sanosuke. Tae y Tsubame sonrieron al entender la estrategia de la joven, "Kawatari" era un lugar bastante recurrido por hombres samuráis y espadachines siempre dispuestos a buscar una mujer. "Kaoru necesita un poco de acción" Rió.

"¡NI SE TE OCURRA LLEVAR A JOU-CHAN PARA ALLA!" Chillo reticente Sanosuke "NECESITARA SU ESPACIO Y TODO ESO TAN BONITO QUE DIJO TAE… PERO CONTIGO, ¡NO SE VA!" Megumi sonrió.

"Eso es algo que no te toca decidir, afortunadamente" Lanzo una mirada furtiva a Kenshin. Al parecer, ese pelirrojo era un hueso duro de roer. Kaoru entro nuevamente en la sala. El silencio se asentó, tenso.

"Estoy lista" Anuncio escuetamente. Yahiko y Sanosuke miraron acusadoramente a Kaoru. La pelinegra miro a las personas que tenía en frente. Y tragando en seco, se animo. "Siento despedirme de esta manera y tan abruptamente, pero necesito estar sola un poco… Yahiko duplica los ejercicios que te he dado… Sanosuke, cuídalos bien…" Ambos asintieron, frustrados "Kenshin…" El pelirrojo la miro directo a los ojos, Kaoru esquivo su mirada "…cuídate y gracias…" Megumi quiso golpearla. Nunca había oído una despedida tan impersonal. Kenshin le sonrió.

"Igualmente Kaoru-dono… Cuídese y cualquier cosa que necesite… llámenos" Ofreció humilde. Kaoru salio de la sala, como si un fantasma la estuviese siguiendo. Megumi, Tae y Tsubame la siguieron. Cuando se fueron, Sanosuke y Yahiko bufaron.

"¿Por qué no la detuviste Kenshin?" Reclamo Sanosuke. Yahiko asintió. "Tú eras el único capaz de retenerla" Kenshin se quedo mirando la puerta del dojo, fijamente.

"La Señorita Tae tiene razón… Kaoru-dono tiene derecho a vivir y hacer lo que quiera… nosotros no podemos retenerla, Sano…" El kendoka arrugo su ceño.

"¡Tú siempre pensando en lo que los demás desean!, ¿y tú Kenshin? ¿Qué es lo que deseas?… ¿realmente querías que Jou-chan se fuera?" Lo cuestiono duramente. "¿¡Por que de una vez por todas dejas de ser cobarde y enfrentas la situación?!… Ya es hora de que te des cuenta de que Jou-chan no te va a esperar eternamente… y si no la quieres, díselo de una vez por todas para dejar de verla sufrir!!!" Yahiko quedo boquiabierto. Sanosuke nunca antes había sido tan duro con Kenshin. "Considero a Jou-chan como una hermana… y a ti te quiero como a un hermano, también… pero no me pidas que me quede mirando como le destrozas el corazón por que no lo permitiré… más vale que aclares tus sentimientos de una buena vez…"

"No hay nada que aclarar" Intervino Kenshin mirando el anochecer. Yahiko retuvo el aliento en sus pulmones. "Quiero a Kaoru-dono como una amiga… mis únicos sentimientos hacía ella son respeto y fraternidad, pero por sobre todo agradecimiento…" Sanosuke bufo.

"Eres más necio de lo que creí… pero bueno… tu sabrás" Alzo sus hombros. "Me voy a dormir" Y Sanosuke salió de la sala. Yahiko se sentó junto a Kenshin.

"Lo mejor es que se vaya a dormir, Yahiko" Miro el perfil de Kenshin. Quería preguntarle si verdaderamente lo que él había dicho momentos antes, era cierto. Si realmente quería a Kaoru simplemente como una amiga. Pero no pudo. En vez de eso le dio las buenas noches y se retiro. Aún estaba fresco el momento en que el pelirrojo les contó de su pasado.

Kenshin cerró sus ojos, cansado. Entendía perfectamente las razones de Kaoru-dono para marcharse. Necesitaba estar con mujeres y de su edad. Era normal para una joven, la necesidad de hacer cosas femeninas. Estar rodeada de sus amigas, charlar, tomar el te, etc. Debía calmar las inusitadas ganas de ir tras ella y tráela de nuevo al dojo. Tenía que tranquilizarse, aquellas ganas de seguirla eran propios impulsos del Battousai que pretendía dejar enterrado en lo más profundo de su ser. Hecho un ultimo vistazo a la luna y se adentro en la casa, dispuesto a dormir y alejar cada una de las preocupaciones que la partida de Kaoru le había producido.

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Nota de la Autora: No se preocupen... no he dejado a un lado, "Ojos de una Geisha" y aprovecho a agradecer por la aceptación de mi primer historia de Kenshin... A veces creo que no merezco tanto de ustedes!!! Muchas gracias y espero que esta historia también tenga buena aceptación... Creo que necesitaba exteriorizar lo que alguna vez sintió Kaoru al enterarse de que Kenshin era casado... Y todavía necesito dejar entrever los rincones más dolorosos y oscuros de Kenshin... nunca nadie se pregunto si extrañaba a Tomoe?... Hace poco se murió alguien cercano y comencé a entender, de cierto modo, el dolor que conlleva una perdida... antes ya había perdido a gente, solo que esta vez me toco tan cercano que decidí expresarlo mediante este Fics... Con el dolor aún fresco, les ofrezco este fic desde lo más profundo de mi herido corazón. Y por que creo que jamás antes había entendido el luto de Kenshin, como hasta ahora... pero supongo que Kaoru sanará sus heridas, así como mi mamá esta sanando las mías... También es de amor, eh?... que no piensen que todo esta color hormiga!!!... Gracias por leer esta parte también... besos y Gracias!!!!