Hello girls, ehm... esta es una historia corta o viñetas largas, como prefieran decirle, tiene 7 capítulos, porque se me ocurrieron 7 títulos cool y bueno quiero usarlos. Actualizo semanalmente, siempre que la musa este de humor y por musa me refiero a Sirius la verdad. Lo que reconozcan no me pertenece, obviamente.
Re.(Cuerdo)
— ¿Sabes que es muy raro observar a las personas mientras duermen? — dice Remus Lupin sin abrir los ojos. No es necesario, el olor a cigarro está en todas partes ¿Quién más podría ser?
— No estás durmiendo lunático — responde una voz lenta frente a él.
Sirius Black está sentado sobre su baúl, fumando con el ceño fruncido. El cabello negro, cae elegantemente como siempre, los ojos fijos en el pálido y ojeroso Remus Lupin. Él se frota los ojos y se sienta, no tiene franela y ahora que no le cubre la sábana se puede ver su torso, demasiado delgado, surcado de líneas como un mapa, algunas son cicatrices marrones, algunas son heridas a medio curar y otras recientes e inflamadas en diferentes tonos de rojo. Remus es un mapa amarillo, la piel color pergamino antiguo, el cabello es miel oscuro y los ojos como topacios, si no fuera por las líneas que lo atraviesan inclementes, sería demasiado amarillo.
Sirius lo mira molesto y Remus se ríe aunque sabe que eso va a molestarle aún más, pero es que no puede evitarlo. Aun con los ojos inyectados de sangre, el cabello enmarañado, la respiración un tanto entrecortada, y la sangre seca adherida a piel, él sonríe.
— ¿Dónde está James? — pregunta, Sirius levanta una ceja irónicamente y él entiende que obviamente está entrenando, como todos los sábados. — ¿Y Peter?
— En alguna clase remediara, creo que tiene varias hoy — responde un poco despectivo. — ¿Lo hacer apropósito? Reírte como un imbécil.
— No cambias Canuto, arrecho (cabreado) como un niño de 13 años.
— Porque tú sigues siendo un lunático de mierda
— En el sentido más literal ¿no?
Remus puede ver exactamente como el recuerdo mengua un poco la rabia del muchacho, aunque gruñe de frustración. Sirius se acerca y se sienta en el borde de la cama, pero dándole la espalda.
— Eres un pendejo Rem, todavía recuerdas eso.
Remus ser ríe abiertamente, pero Sirius no puede verle. Tienen ahora 17 años, por Merlín son mayores de edad, están cursando su último año en Hogwarts y está terminando, todos ya tienen nuevos lugares donde vivir este verano y planes para el resto de sus vidas. Y sin embargo, a veces tienen 13 años. Claro que Remus lo recuerda, no podría olvidarlo ni aunque quisiera.
Hace ya 4 años de eso, estaban en tercero, James y Sirius estaban sentados en una mesa de la biblioteca, haciendo algo insólito, silencio. Remus que se había sentido un poco mal quedó en alcanzarlos luego y eso hizo, pero en cuanto se sentó Sirius se levantó de su silla de un salto y se fue tras algunas estanterías. James levantó las cejas con desconcierto y Remus suspiró. Sirius había estado actuando muy extraño cerca de él las últimas semanas.
La luna llena pasada había sido especialmente difícil para él, mercurio estaba retrogrado y júpiter demasiado cerca y esas cosas habían intensificado la transformación. Cuando se despertó al día siguiente en la enfermería cubierto con vendajes y realmente adolorido, Sirius estaba frente a él, sosteniendo la baranda de la cama como si quisiera romperla en dos con las manos, con el cabello desordenado y la ropa sucia, cosas muy impropias de él. "¿Puedes recordar? ¿Puedes recordar lo que pasó anoche?" dijo en un susurro gutural. Remus respondió con sinceridad pero sin auto-compadecerse "Cada segundo". Sirius lo miró con tanta rabia que por unos instantes Remus sintió miedo, y se fue dando un portazo fortísimo. Y desde entonces lo había evitado de todas las formas humanamente posibles. Remus se levantó y siguió a Sirius que ni siquiera fingía estar buscando un libro.
— Ya coño, dímelo, dime que te molesta
— Me molesta que seas un hombre lobo — dijo Sirius con una voz que parecía estarse rompiendo del esfuerzo que hacía para no gritar la repuesta. — Realmente me molesta.
Remus lo sabía, y por saberlo creyó tontamente que estaba preparado para escucharlo. Le parecía que iba a ser como un yunque que cae sobre su cabeza, un golpe violento, y él estaba acostumbrado y preparado para los golpes violentos. Pero no fue así, fue como estar en un bote en alta mar y que a este se le abriera un agujero de pronto, y ni siquiera intentas sacar el agua o tapar el hueco, porque sabes que estás en alta mar y no tienes esperanza. Remus podía sentir los zapatos llenándose de agua, mientras veía como todo se hundía. Era cuestión de tiempo.
— Cuando fuimos a Hogsmeade, habían unas mujeres hablando ¿Sabes?, de los horrorosos sonidos que salen de una casa abandonada, le han empezado a decir la casa de los gritos. Creen que está poseído por espíritus realmente violentos y peligrosos. Les pregunté si se escuchaban todo el tiempo y me dijeron que no, pero que cuando sucedía era espantoso, aunque la verdad sucedía más o menos una vez al mes ¿Qué curioso, no Remus? ¿Sabes que hice la luna llena pasada? Fui a Hogsmeade, tenía que escucharlo yo mismo, hay otros pasadizos ¿sabes? Nunca en mi puta vida Remus, nunca en mi puta vida escuché algo más asqueroso, y yo soy un Black, he visto y escuchado cosas que no quiero recordar, pero nada como eso. No podía dejar de temblar, no podía creer que eso, eso que sonaba fueras tú.
Remus siente como el agua no solo empapa sus zapatos, ahora lo envuelve por completo, ya no hay señal del bote que a desaparecido tan rápido, engullido por el mar. Y él está allí, ahogándose en agua salada. No hay salida, esta ola debía llegar. Nadie salva los monstruos del naufragio.
— Sirius yo lo siento…
— ¿Pero de que mierda te disculpas? ¿Sabes que pensaba mientras volvía? Él seguro no puede recordarlo, debe ser como pelearse estando borracho, al otro día estas adolorido pero no recuerdas lo que sucedió. Entonces fui a la enfermería a preguntarte, tenía que saber. "Cada segundo" eso fue lo que respondiste. Puedes recordar cada jodido segundo, mierda deben ser segundos muy largos. ¡Coño, claro que me molesta! ¿Pero por qué tú no estás molesto, ah? Argg… Maldita sea, yo no soporto la rabia de pensarlo ¿Por qué no te molesta que ese maldito hijo de puta te mordiera? ¿Cómo coño no te molesta que tengas que pasar por esa tortura todos los meses en ese cuchitril de mierda? Cuándo lo recuerdas, cuando recuerdas la noche anterior, ¿por qué no odias a todo el mundo?
Remus hace un sonido raro que no se sabe si es risa o llanto, porque es un poco de ambos, aunque es más risa. La marea que lo estaba ahogando lo llevó a la orilla, ahora esta en tierra firme y no puede creerlo. Sirius Black no estaba asqueado, estaba indignado y Remus entendía, porque él lo estuvo por mucho tiempo, indignado y molesto de tener que cargar con algo que no se merecía, que nadie se merecía. Y se ríe, porque existe alguien en el mundo que sabe que se siente. Se ríe porque maldita sea, hace tanto tiempo que esta a la deriva y ahora, aun empapado hasta los huesos de agua salada, esta en tierra firme.
— Porque es solo una noche Sirius, el resto del tiempo soy normal. Y tengo todo lo que las personas normales tienen.
Sirius gruñe de frustración y luego lo besa, con las manos aun temblando de furia, con la piel todavía ardiendo. Lo muerde, como si quisiera provocarle, hacer un último e inútil esfuerzo por molestarle, indignarle. Lo besa colérico, lo asfixia, lo aprieta, lo vuelve a morder, lo chupa y lo lame, hasta que la saliva sabe a sangre. Es un castigo de piel, baba y rabia. Se supone que los niños de 13 años no saben besar así entre los libros y con tanta oscuridad.
— Merlín, deberías tomar clases de control de la ira o algo — dice Remus finalmente limpiándose la sangre que le brota del labio inferior, escondiendo tontamente su risa con la mano.
— Eres un lunático, coño, en el sentido más literal — dice más que acusándolo, elogiándolo — Ya pensaré en algo.
Y Sirius había pensado en algo. Al principio Remus creyó que quería pensar en una forma de molestarlo no de arreglarlo o algo así. Un día James se le acercó diciendo "Estoy algo preocupado por Sirius, lleva un montón tiempo en la biblioteca, creo que le pasa algo", Remus sonrió ante esto y le respondió "El muy tonto fue la luna llena pasada a Hogsmeade para saber por sí mismo porque le dicen la casa de los gritos, y bueno, lo supo; ahora cree que si lee lo suficiente de los hombre lobos puede curarme o algo" y lo dijo como si nada pero podía sentir un cosquilleo extraño en el estómago. James lo escuchó detenidamente y la envidia y la molestia en su cara fue evidente, de que no se le hubiera ocurrido a él, de que él no hubiera ido a Hogsmeade para escuchar con sus propios oídos, Sirius estaba loco si creía que iba a encontrar "una cura o algo" él solo. Sin embargo todo lo que respondió fue "oh, ya veo" y tomo su bolso y se fue a la biblioteca murmurando "ya me va escuchar".
Y que escándalo había armado, obviamente nadie entendió que era lo que le reclamaba. "No puedes dejarme fuera de esto, tú gran imbécil, yo fui él que lo descubrí, hasta ese pasadizo lo descubrí yo" gritaba en plena biblioteca. James nunca ha sido bueno para reprimir sus emociones y Sirius que tenía la rabia de una búsqueda improductiva a flor de piel ni se tomó la molestia de gritar de vuelta y en cambio se abalanzó sobre él y terminaron peleando como muggles con sus dos puños y causaron el desastre más grande que se había visto en la biblioteca desde que pevees encantó los libros para que se comieran los deberes de los estudiantes.
La Srta. Pince estaba furiosa "Parecen animales, animales les digo, deberíamos mandarlos a los corrales cuidado de criaturas mágicas, Merlín sabe que las bestias no deben estar cerca de la personas decentes" les recriminaba, pero los dos muchachos no parecieron entender el insulto porque sonrieron y corrieron a abrazarla y decirle que tenía toda la razón del mundo y a bailar a su alrededor cantando canciones de trovadores. La Srta. Pince enfureció tanto que los echo de la biblioteca por dos meses, pero se le olvido quitarle puntos o dale detenciones.
— Merlín ¿Qué les ha pasado? — pregunto Remus cuando vio a los dos chicos entrando en la habitación muy entrada la noche, llenos de moretones, con el uniforme desordenado y poco equilibrio.
— Lo tenemos Lunático, conseguimos la solución — dijo Sirius que apestaba a alcohol
— ¿Se pelearon con alguien? — pregunta Remus ignorando "la solución"
— Si Rem, nos peleamos entre nosotros, pero ya hicimos las paces — dice James riendo tontamente, estaban borrachos.
— Si y luego fuimos a Hogsmeade a celebrar, hay mucha diversión en la cabeza de puerco ¿sabes Lunático? Te traíamos un poco de whiskey de fuego, pero no los bebimos en el camino, la próxima compraremos más.
— O puedes acompañarnos Rem — dice James — puedes acompañarnos porque nos caes bien ¿Verdad Sirius?
— Por las barbas de Merlín, necesitan un buen baño y meterse en la cama — Dice Remus moviendo la cabeza con desaprobación.
— ¿Ves lunático? Eres como una madre para nosotros — dice Sirius y ambos estallan en carcajadas, pero en pleno ataque de risa a James le invade una arcada y se va corriendo al baño y Sirius ríe aun con más fuerza.
— A los hombres lobo no le gustan la personas, pero…
— Sirius todo el castillo va escucharte.
— A los hombres lobo no le agradan las personas, pero — vuelve a empezar Sirius susurrando con un gesto exagerado — pero le agradan los animales, lunático. ¿Verdad que sí?
— ¿Y han decidido actuar como animales por eso? Porque cuando soy una persona, me agradan más las personas.
— Sí lunático, hemos decidido actuar como animales, de hecho ser animales. — dice Sirius triunfal
— ¿Qué?
— Animagos, vamos a ser animagos, así nunca tendrás de estar solo lunático.
— Oh claro — dijo Remus, con la voz cálida con la que se le contesta a un niño de tres años que dice que va ser primer ministro de magia — Ven compañero, vamos a llevarte a la cama
— Creo que no estoy preparado para eso — dice Sirius riéndose de su propio chiste — me gusta como se siente esto, todo da vueltas Lunático, es divertido.
— No te va a pareces divertido mañana
— Yo voy a ser un grim, un gran perro negro y James algo patético como una cabra creo. ¿No te alegra lunático? Vamos a estar juntos siempre.
— Claro que me alegra, Sirius — responde, aunque sea una tontería de niños irresponsables y alcoholizados, a Remus se le hace un nudo en la garganta — voy a asegurarme que James este bien ¿Ok?
Y ahora tienen 17 años y siguen siendo niños irresponsables que muy a menudo terminan alcoholizados, pero son animagos y lunático nunca está solo. Remus se pregunta cómo logro eso, como paso de ser el más grande de los marginados a ser el dueño del mundo, ya no había reglas ni límites que lo afectaran. De ser el niño que temblaba de miedo de salir de su casa, que vomito todo el trayecto en el expreso Hogwarts en primer año de la ansiedad, y que se encerraba a llorar en el baño, paso a ser un revoltoso sin miedo, que se adentra en el bosque prohibido, que se conoce todos los pasadizos del castillo y que ha roto absolutamente todas las reglas de Hogwarts, al menos dos veces. Y Remus se ríe, porque no ha vuelto a estar solo. Hasta la noche anterior.
— ¿Estuvo muy mal? — Pregunta Sirius, pero no hay necesidad, la evidencia salta a la vista, Remus tiene heridas abiertas en casi todo el cuerpo, algunas se ven muy mal. Esta pálido y las manos le tiemblan levemente. Se ve exhausto.
— Como en los viejos tiempos — dice simplemente, y un escalofrío recorre la espalda de Sirius y luego gruñe porque realmente no quería hacer eso, no frente a él. — ¿Que pasó?
— McGonagall nos atrapó cuando íbamos en camino, la muy maldita es inteligente, porque nos mantuvo toda la noche limpiando trofeos, sabia que íbamos a hacer algo. James está que hecha espuma por la boca, los pobres los del equipo de quiddicht van a tener un entrenamiento intenso.
— Me imagine algo así — dice Remus tranquilamente — Creo que te alegrará saber que yo también estaba muy molesto — completa y Sirius se volteó inmediatamente para mirarlo con el ceño fruncido y una mirada interrogante.
— No al principio, es decir, imagine que algo había sucedido. Pero luego... — dijo Remus y Sirius entendía perfectamente que quería decir con luego — Estaba furioso que no estuvieran ahí, es el pensamiento más humano que haya tenido desde que puedo recordar. Canuto, podía recordarte.
Sorprender a Sirius Black no era fácil, pero cuando estaba sorprendido no tenia forma de disimularlo. Los ojos se abrieron casi fuera de sus órbitas y luego toda su expresión se suavizó hasta sonreír de lado. Se acerca a él y lo besa, pero con cuidado, deja las manos en el aire porque le parece que no hay ningún lugar donde ponerlas sin lastimarlo. "Lo siento" suspira dentro de su boca amarilla, lo acaricia con la lengua que sabe a tabaco y café, que hace ya años que tiene ese sabor. Una disculpa de baba, cigarro y pena. No se supone que los hombre de 17 años se besen así entre las sábanas sin tocarse ni las manos. Algunas cosas sí cambian.
