Viviendo como un chico.

¡Hola! Aquí estoy yo con una nueva obra XD bueno esto será un fic de Inu x Kag. Será de humor, o al menos eso trataré espero sea de su agrado, si les gusta déjenme un comentario... ¿No?..Jejeje.

-Diálogos.-

"Pensamientos"

Lo demás es escrito x mi, obviamente...XD

Capitulo 1.

CONFUSION

-Levántate que se te hace tarde, recuerda que hoy te presentarás en el CUT, ¡anda date prisa!-ordenaba la señora Higurashi.

-Ma-má, naa quierooo….-dijo Kagome bostezando envuelta en las cobijas de su lecho.

-Kag, por favor, es la última vez que te lo digo…-dijo la señora pero al ver que su hija no daba señal alguna de levantarse, fue directo a su cama y la destapó bruscamente.

-¡¡Tengo sueño!-exclamó molesta Kagome.- ¿Podrías ser más amable no?

-No tengo tiempo de lidiar con crías, anda párate ya que se me hace tarde para el trabajo. Y tu bendito padre que no llegó a dormir, seguramente estuvo revolcándose con alguna mujerzuela, si como no, si la excusa perfecta la tiene, que yo no le hago caso, que me sumerjo en mi trabajo y no tengo tiempo para él, claro todo yo, todo yo…

Kagome despacio se levantó mientras la señora decía todo eso, y se encerró en el baño de su dormitorio, dando sendo portazo, que hizo que la señora se interrumpiera y le gritara "¡¡No azotes la puerta niña!" Kagome se sentó en la tapa del váter.

-Qué linda familia.-suspiró sarcástica y cansinamente la chica.

Después se bañó y salió a su dormitorio, buscó entre sus ropas, algo ligero y cómodo, más de lo que ya tenía en su armario, pues toda su ropa era, digamos….algo masculina. Cualquiera que entrara ahí podría notarlo, no había faldas por ningún lado, mucho menos vestidos, o ya por lo menos algunos zapatos con tacones, todo era pantalones color negro o mezclilla, playeras blancas, negras, grises y una que otra azul, todas con logos de bandas musicales u otras cosas, pero ninguna prenda, ni pantalones o playera le ajustaba un poco, todo era ropa suelta, cosa rara dirán ustedes, pero a ella le gustaba vestir así, no quería mostrar sus atributos, que para su fortuna no eran demasiado llamativos si los dejaba al natural.

Se colocó un top para cubrir sus pequeños pechos, se miró al espejo y verificó que no se notaran, se puso sus pantalones negros cubriendo sus delgadas y largas piernas, y por ultimo se colocó la playera azul encima, se miró por ultima vez en el espejo, tomó el peine y alisó un poco su cabello negro, no tardó mucho en arreglarlo pues era cortísimo (algo así como Halley Berry en swordfish) se volvió a ver en el espejo, sí ahí estaba ella, que parecía más bien Él, porque tenía la pinta de un chico.

-¡¡Kagome, muévete que se nos hace tarde!-gritó la señora Higurashi desde la planta baja.

-Arghh.-gruño la chica.-Sabe que odio que me llame así. ¡¡VOY!-gritó la chica, asió su backpack y una maleta pequeña.

-No me grites escuincla que no estoy sorda.-dijo la señora Higurashi enfadada, cuando su hija apareció bajando las escaleras.

-¿Podemos irnos ya?-preguntó malhumoradamente la joven.

-¿No piensas desayunar?

-No, se hace tarde y no tengo hambre.-dijo ella caminando hacia la puerta.

-Está bien.

Durante el trayecto la misma discusión se hizo presente, el porqué Kagome no era más femenina, su madre siempre le echaba en cara eso, Kagome siempre le llevaba la contraria. En si la relación con sus padres no era nada buena, esto comenzó tan solo unos años atrás, cuando contaba con 15 años, en plena etapa de rebeldía. Ahora a sus 17 años, la cosa había empeorado, todo empezó un año atrás, cuando su madre tomó el mando de la empresa de sus abuelos, era una gran responsabilidad, Kagome lo sabía, pero el estrés acumulado lo pagaba la familia, es decir, Kagome y su padre, siempre era lo mismo, al principio su padre se portó comprensivo, pero después se hartó y los pleitos entre ellos era cada vez más y más constantes.

Su padre por otro lado, se fue alejando de ellas, siempre en sus juntas de trabajo, de parranda, de viaje, casi nunca permanecía en casa, y desde hace algunos meses había ocasiones en las que no llegaba a dormir.

-¡Es que mírate! Parece hombre, eres muy linda no entiendo porqué te empeñas en vestirte así, nunca vas a conseguir un novio…-la mujer seguía con su perorata, mientras que Kagome ya echaba humo por las orejas, que las tenía rojas como la nariz de Rodolfo el reno, señal inequívoca de que estaba más que furiosa, apretaba sus dientes para no dejar salir alguna palabrota que pudiese hacer que Troya pareciera una fogata al lado de lo que pasaría en ese mismo momento si decía algo inapropiado.

Pero el trayecto era largo, y no soportaría hora y media más junto a ella, pero como si de un milagro se tratara, el celular de su madre sonó y ésta lo contestó, unos minutos después de alegatos con su interlocutor, la señora Higurashi colgó, y le dijo a Kagome que un imprevisto había surgido y que el tiempo no le alcanzaría para cruzar todo Tokio y volver a su centro de trabajo.

Así que su madre le dijo que lo mejor era que Kagome tomara el metro sola, cosa que le pareció infinitamente maravillosa a ésta última.

-Muy bien madre, que tengas un bonito día.-dijo Kagome mientras se bajaba de la camioneta.

-Espera, aquí tienes, una tarjeta de crédito por si necesitas algo.-Kagome se sorprendió por el cambio de actitud de su madre, pero no todo en la vida es bello y la señora metió la pata.-Algún vestido, por si un chico te invita a salir, no quiero que vayas en esas fachas, mi teléfono ya…

-Adiós.-dijo Kagome dejando con la palabra en la boca a la señora, que la miró desaprobatoriamente.

Kagome se sintió realmente aliviada, el tener que viajar sola no le asustaba para nada es más la emocionaba que alguna aventura pudiese aparecerse por ahí, compró su ticket y se dirigió al metro que no tardaría mucho en pasar, y así fue, una vez que tomó su asiento, sacó un arrugado folleto y su ipod, se colocó los audífonos y miró una vez más el folleto de la institución educativa a la que se dirigía:

Colegio Universitario de Tokio

El CUT, una prestigiosa universidad, donde además de la carrera que eligieras estudiar tenía una optativa deportiva, estas iban desde el soccer hasta el box, su deporte favorito, solo por esto la había elegido, y bueno también por el hecho de que estaría bien lejos de su casa, y por ende de sus padres.

Al llegar a la estación del suburbio donde se encontraba la CUT, se desperezó y caminó entre la muchedumbre, iba aún adormilada. Salió y caminó unos metros más, miró nuevamente el folleto y se fijó en la dirección, llamó un taxi y se encaminó hacia su nueva escuela.

El auto se detuvo frente a unos jardines enormes de un verde maravilloso, varios árboles asentados en distintos puntos ondeaban a la par del viento fresco de los días finales del verano. Mas al fondo una antigua edificación de estilo renacentista se hallaba atascada de gente que entraba y salía, caminó hacia ahí, lo primero que haría sería presentarse ante la coordinadora de su carrera para obtener y dar alguna información pendiente.

Pasando entre la multitud, Kagome se abrió paso hasta llegar al interior del lugar, donde un espacioso y repleto pasillo se situaba, un letrero ubicado en una esquina indicaba que ahí se encontraban las oficinas de los coordinadores de las carreras, se dirigió hacía ahí dificultosamente y se detuvo hasta llegar a una puerta en cuyo rótulo decía Ingeniería y Arquitectura, se fijó en que había una corta hilera de chicos en espera de ser atendidos, se formó en la fila y al voltear hacia su derecha, golpeó sin querer al chico de enfrente.

-Disculpa.-dijo Kagome

-Esta bien, ¿tu también vienes a primer semestre?-cuestionó un chico de ojos ambarinos.

-Si.-contestó Kagome mirándolo detenidamente.

-¡Genial! Entonces seremos compañeros.-declaró él sonriendo.

-¿Eso crees?-preguntó Kagome.

-Claro, me he enterado de que somos solamente 25 personas que iniciaremos esta carrera.

-Oh vaya.

-¿Y qué optativa piensas escoger?

-Bueno pues, creo que box.-dijo Kagome tímidamente.

-¡Vaya! Eres un chico rudo ¿no?

-Eh…bueno…-Kagome se quedó por un momento confundida, no alcanzó a responder nada porque el chico la interrumpió.

-Kusano Inuyasha, ¿Y tú?

-Higurashi Kag.-respondió ésta, casi siempre le pasaba, muchos creían que ella era un chico, y bueno con toda razón pues parecía uno, pero no de esos chicos fortachones y con cara de macho man, no, sino de aquellos chicos lindos, de rasgos delicados. No se molestó en corregirlo de su error, lo dejó pasar.

-Entonces quieres entrar en las clases de boxeo ¿ah, me parece bien, tal vez yo también entre, aunque me llama más la atención el soccer…-el chico se interrumpió cuando una despampanante pelirroja se acercó a ellos.

-Disculpen ¿Aquí es la coordinación de Arquitectura?-preguntó mirando alternativamente a Inuyasha y Kagome.

-Si, aquí es. ¿Tu también inicias la carrera?-preguntó Inuyasha.

-Sí así es. Soy Kasukabe Ayame. ¿Ustedes?

-Yo soy Kusano Inuyasha y él es Higurashi Kag.-dijo él chico de ojos ambarinos.

-Hola.-saludó la chica a Kagome dándole una gran sonrisa.

Kagome respondió con un gesto solamente.

-Bueno chicos, es mi turno, los dejo. Nos vemos en clase.-dijo Inuyasha alzando la mano en señal de despedida.

-¡Bye!-exclamó la pelirroja.- ¿Y de dónde eres tú?

-De aquí, bueno no de aquí sino del centro del Tokio.-respondió Kagome.

-¡Oh que bien! Espero que me enseñes algo de esta ciudad algún día de éstos.-dijo la chica guiñándole un ojo a Kagome, que la miró extrañada.

-Oye ¿Cuáles son tus optativas deportivas?-cuestionó Kagome desviando la conversación, ya que tenía la incómoda impresión de que la pelirroja también la estaba confundiendo con un chico.

-Bueno teniendo en cuenta que de los 6 deportes, las chicas solo podemos practicar 3, creo que elegiré tenis.-dijo ella contando con sus dedos.

-¿Cómo que las chicas solo pueden practicar 3 deportes de los 6?

-Si, ¿no sabias?

-No, ¿Cuáles pueden practicar las chicas?

-Bueno solo podemos practicar, tenis, soccer y basketball.-contestó ella.

-No lo sabía.-dijo Kagome más para sí misma.

-¿Tu cuál elegirás?

-No lo sé, yo quería boxeo.-dijo Kagome.

-¡Vaya! Desarrollarás unos músculos fuertes, y muy sexis.-dijo Ayame sonriendo picaramente. Era oficial, ¡¡ la chica estaba coqueteando con ella!

Kagome quería aclarar el asunto pero, otra vez, por azares del destino (o sea yo) no pudo aclararle nada porque en ese preciso momento Inuyasha salió de la oficina y palmeó suavemente la espalda de Kagome diciéndole que ella seguía.

Kagome se despidió de ellos con un gesto y cogió sus pertenencias, entró en la oficina de la coordinadora, que era una mujer de aproximados 39 años, delgada y con un peinado muy elaborado, su nombre grabado en un rótulo colocado en una de las esquinas del escritorio decía: Wings, Kagura.

-Buenos días señorita Wings.-saludó Kagome.

-Buenos días.-contestó secamente la coordinadora mientras revolvía algunos papeles. Kagome, se sentía decepcionada porque ya no podría entrar en las clases de boxeo "¡Y todo por ser una estúpida mujercita!" pensaba la chica amargamente, "Maldita sea debí informarme mejor, no, malditos ellos que son unos machistas disfrazados de igualitarios" sus orejas volvían a estar de un rojo resplandeciente. Pero entonces ocurrió, una idea cruzó su mente. Estaba lejos de casa, nadie la conocía ahí, tenía aspecto de chico, todos pensaban que ella era un chico, y si en las clases de box solo admitían chicos, definitivamente valía la pena hacerse pasar por un chico, total, no le sería tan difícil.

-¿Nombre?-preguntó Kagura.

-Higurashi Kagome.

-¿Semestre?

-Primero.

-Tenemos un pequeño inconveniente… jovencito.-dijo Kagura mirándolo de arriba abajo.

-¿Cuál?-preguntó dubitativa la chica.

-Tus papeles aún no llegan, tal vez se hayan extraviado porque no apareces en la lista oficial de ingresados, así que no estás inscrita en ésta universidad.-dijo la coordinadora.

-Pero si tengo el ticket de pago, eso prueba que en verdad me inscribí aquí.-dijo Kagome que no podía creer su mala suerte.

-Déjame verlo.-exigió Wings. Kagome buscó en su cartera y sacó un papel finamente doblado, se lo extendió.

-Bien, has pagado tu cuota semestral, pero sigues sin aparecer en el registro, la única opción que tenemos es que llenes ésta solicitud de inscripción y para esta semana a más tardar me traigas los papeles faltantes ¿queda entendido?-explico Kagura extendiéndole una hoja y una pluma a la chica.

-Si, perfectamente.-Kagome sorprendida por el giro que tenía la situación, no pudo evitar sonreír abiertamente.

-Veo que te entusiasma sobremanera estar aquí.-dijo Kagura que la veía fijamente.

-Eh… si, mucho.-contestó Kagome, escribiendo todos sus datos en la solicitud, cuando llegó a la parte de sexo la costumbre se hizo presente y a punto estuvo de marcar la letra "M" pero rápidamente desvió la pluma hacia la letra "H", después siguió rellenando los cuadros en blanco.

-Bueno su facultad está en el ala norte, su salón es el numero 205, su dormitorio será en el apartamento 2567 en la sección 6.-dijo la mujer dándole una llave a Kagome.

- Es todo, y solo queda pendiente ese asuntillo.-dijo la coordinadora cuando Kagome le entregaba la hoja ahora llena.

Salió de la oficina, se colocó bien su backpack y cogió con fuerza su valija, más adelante estaba el mismo chico esperando y hablando animadamente con la pelirroja, que al verla, salió disparada hacía el interior de la oficina.

-¿Y bien?-preguntó Inuyasha.

-Salvo por un pequeñisimo incidente, todo bien.-dijo Kagome sonriendo.

-Qué bien, bueno ¿qué sección te tocó?

-La 6 en el departamento 2567.-dijo Kagome.

-¡¡Genial! Somos compañero de depa también, bueno será mejor que vayamos ahí para dejar nuestras cosas, qué más tarde comienzan las clases, anda.-dijo Inuyasha guiándolo por entre las gentes que esperaban su turno.

-¿Sabes donde están esos departamentos?-preguntó Kagome.

-Claro, mi hermano estudió aquí, conozco esta universidad como la palma de mi mano.-dijo el chico confiado.

-Qué bien porque yo no.-dijo Kagome.

-Bueno Higurashi, pronto conocerás toda la universidad, yo me encargo.-dijo él sonriendo.

-Llámame Kag.-dijo ésta.

Salieron de la estancia principal de la universidad, cruzaron los amplios jardines y se dirigieron a un auto rojo parqueado frente a los mismos, Inuyasha se ofreció a llevarla hasta las edificaciones, localizadas una cuadra después, todo era como una pequeña ciudad, una ciudad universitaria. La cuadra que recorrieron era solamente de altos edificios, llegaron al sexto edificio, entraron y después de pedir información al conserje que limpiaba los ventanales, subieron al ascensor, finalmente lograron llegar al piso deseado, buscaron el número de la habitación y lo encontraron al final del pasillo, Kagome sacó la llave que la coordinadora le había otorgado y se dio cuenta de que Inuyasha tenía una igual.

-¿A ti también te dieron una?-preguntó Kagome.

-Por supuesto todos los inquilinos tendremos nuestra propia llave.-dijo él en un tono de: ¿No es obvio?

-Creo que tengo muchas cosas que aprender de aquí.-dijo Kagome reprendiéndose en voz alta.

-Bueno, este será nuestro hogar durante estos 6 meses Kag.-dijo Inuyasha mirando el apartamento, que al frente tenía una salita y al fondo una cocina integral pequeña, dos dormitorios en cada lado de la estancia, y un pequeña puerta al fondo a la derecha.

-Ese debe ser el baño.-dijo Kagome apuntando hacia ahí.

-Es demasiado pequeño, son 4 dormitorios, una cocina del cuento de blanca nieves y los siente enanos, y un solo baño para 4 personas…bueno, es típico de una película universitaria estadounidense, deberían de invertir el dineral que pagamos, en hacer departamentos amplios y con más baños, ¿no te parece?-decía Inuyasha escrutando el lugar.

-A mi me gusta, me encanta.-dijo Kagome, que feliz miraba y recorría el lugar como si de un gran y deslumbrante castillo se tratara, después de todo iba a ser toda una nueva aventura.

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Sí lo sé he cambiado la personalidad de Inuyasha, ahora es un chico amable y Kagome tmbn ha cambiado...pero bueno, no creo ke les afecte tanto…jejeje.

¿Qué les parece?