Habían pasado ya diez años, todos crecieron y empezaron la vida que tanto habían anhelado, es decir una muy tranquila y lejos de todos aquellos horrores que por años los habían atormentado, a pesar de ser hijos de diferentes madres, se habían convertido en hermanos porque pelearon juntos en nombre de una causa...la paz.

Todos habían escogido seguir con sus vidas de una manera algo peculiar, Seiya había decidido seguir como guardián del Santuario y entrenando a los futuros caballeros que querían formarse allí para resguardar la paz, la consigna principal; el caballero de Pegaso era admirado por muchos y siempre ejemplo de superación y valentía, aunque no dejaba de ser algo despistado, conservaba el temple del héroe que un día había sido.

Shiryu decidió seguir sus estudios y a pesar de que ya no practicaba en la Cascada de Rozán era todo un eminente científico que se había hecho notable por sus investigaciones siempre relacionadas con el área de la salud y el bienestar humano. Cumplió su sueño cuando contrajo nupcias con Shunrei y vivía de una manera holgada y suficientemente cómoda en Alemania.

De otro lado, Hyoga decidió buscar fortuna por los lados de Liberia y allí emprendió proyectos relacionados con la industria pesquera y de conservación del Medio. Este trabajo que fue auspiciado por las empresas Kido, le trajo enormes beneficios económicos y de paso la tranquilidad de disfrutar al lado de Fhler quien correspondía a su amor y había accedido comprometerse con él en el vínculo matrimonial.

Ikki había dejado su vida de rebelde y había centrado sus fuerzas en convertirse en un hombre exitoso. Después de terminar sus estudios siguió la carrera de Administrador y apoyado continuamente por Saouri emprendió negocios en el emporio Kido y llevó una carrera exitosa a lo largo del mundo, conoció muchos lugares y de paso muchas mujeres pues se había convertido un conquistador empedernido, por razones de trabajo se encontraba en la ciudad de Madrid, pero su estancia ya estaba llegando a su fin y quería volver a Japón para pasar un tiempo de vacaciones.

Por su parte Shun estaba terminando sus estudios de Letras en la Universidad de la Sorbona, se encontraba realizando su trabajo de grado y vivía en una de las casas que Saouri había rentado para él en la ciudad. Se encontraba saliendo con una mujer que le llevaba un año de edad y cuyo nombre era Sara, pensaba formalizar su relación tan pronto acabara con su carrera y así completar lo que pensaba lo haría muy feliz.

Todos ellos recibieron la tarjeta de invitación de Saouri quien ya los extrañaba y deseaba pasar con ellos una temporada de vacaciones en Japón. Para todos y cada uno era una especie de manera de recordar sus lazos y aceptaron con agrado la idea, no sólo por el deseo de verse nuevamente, sino porque sentían que debían a su amiga el hecho de que sus vidas siguieran esos rumbos ahora.

Sin embargo y a pesar de estos buenos propósitos..la realidad iba a ser muy diferente….