Bueno, hola de nuevo :) aquí estoy, ahora con esta serie de drabbles para participar en el concurso de "drabbles de emociones", del foro de "El mejor gremio de todos: Fairy Tail".

El personaje que elegí es nada mas y nada menos que Gajeel :) son cinco drabbles en total, todos enfocados en una emoción en específico.

Mis palabras son amor, odio, arrogancia, ternura y frustración; no son en orden específico, pero sin duda daré lo mejor de mi :D

Disclaimer: Fairy Tail no es mío, le pertenece total y completamente a Hiro Mashima-sensei, que ojalá deje de trollearnos tanto :( jajaja

Sin mas que decir, al drabble: :)


Arrogancia

Luego de casi un año de haberse unido a Fairy Tail, conociéndolo, conviviendo con él todos los días, observándolo y todas esas cosas, había algo que era seguro acerca de Gajeel.

Era tan obvio que hacía mucho que ya nadie lo comentaba; habían dejado de ser tema de cotilleo en las mesas del gremio desde varios meses atrás, porque incluso el mas tonto podría darse cuenta de que había una gran diferencia entre el Gajeel de todos los días, (ese que se la pasaba sentado en la barra bebiendo cerveza, refunfuñando, charlando con Lily) y el Gajeel exageradamente confiado que subía al escenario con su traje blanco y la guitarra de forma asimétrica.

Aunque ambos seguían siendo igual de sarcásticos, groseros y burlones, este último (el de traje blanco y guitarra) era profunda y terriblemente arrogante; tenía el ego tan, pero tan inflado, que aun se preguntaban como demonios cambian ellos en el gremio junto con Gajeel y su enorme complejo de cantante divino.

Y, hablando de ese lado de la personalidad de nuestro querido dragon slayer de hierro, cabe mencionar que justo en ese momento estaba haciendo lo que "mejor" se le daba (luego de pelearse con Salamander y ser un cabeza dura, claro), y eso era reventarles los oídos a todos en Fairy Tail con sus malditos alaridos.

Nuevamente, había sido el turno de Mirajane, pero cuando las cortinas se abrieron, los espectadores no se encontraron a la albina de largas piernas que esperaban, sino al dragon slayer del hierro, con su traje que parecía un homenaje a Elvis Presley, los lentos oscuros y llenos de ángulos y la guitarra sobre su regazo.

-¡¿Qué demonios…?! –se escuchó un grito colectivo, pero ya muchos sabían lo que venía a continuación…

-Colorful, colorful… ¡Shooby doo bop! –Gajeel rasgó la guitarra, de esa forma tan dolorosa que parecía que el instrumento estaba llorando, lo cual no era un halago en lo absoluto.

-¡Baja del maldito escenario!

-¡Tienes una voz horrenda!

-¡Que alguien le cierre la grasienta boca!

Probablemente, a otra persona, le hubieran molestado esos insultos; se hubiera levantado y abandonado el escenario para no volver jamás. Tal vez, hubiese tratado de cerrarles la boca a todos a golpes para que aprendieran a respetarlo, o quizás, únicamente se hubiera callado y dedicado a tocar la guitarra. Incluso, habría considerado tomar lecciones de canto.

Claro, esas serían buenas opciones para cualquier persona… al menos cualquiera que tuviera una autoestima de tamaño normal.

En pocas palabras; cualquiera, menos Gajeel.

Porque él, sentado allí, con la guitarra en las manos y Lucy, vestida de conejo, bailando atrás de él (y, por la expresión de la cara de la rubia, podría decirse que claramente bailaba bajo amenaza), se sentía el último vaso de agua sobre la tierra, la creación perfecta, el enviado de las alturas del mundo musical, el mesías que viene a enseñarle a las nuevas generaciones a amar y venerar el rock como era debido… ¡venía a enseñarles el arte del "shooby doo bop"!

¿Qué no les gustaba su voz? No veía a nadie tratando de hacer lo que él hacía. Charlatanes del demonio. Tal vez Mirajane podría intentarlo, pero, pobrecita, no podría hacerlo. Al menos no había escuchado de nadie que cantara aburridas baladas estando encerrado, atado de manos, pies, y amordazado.

¿Qué no les gustaba el "Shooby doo bop"? probablemente porque eran todos unos imbéciles e incultos... y envidiosos. ¿Qué podrían saber esos estúpidos magos de pacotilla lo que era la buena música? ¡Pobres e ingenuos mortales! ojalá un día comprendieran que era rockear con el alma.

Así que podían decir todo lo que quisieran, abuchearlo, incluso criticarlo a sus espaldas (si se atrevían), quejarse todo lo que quisieran sobre su "espantosa voz", su "horrorosa forma de tocar la guitarra" pero en realidad, le importaba muy poco. En efecto, no le importaba en absoluto ¿Por qué habría de importarle? No había ninguna buena razón para que le importara.

Ah, allí estaba Salamander, gritando como un neófito acerca de su horrenda voz. Pobre inútil de estúpido cabello rosado; seguramente sus habilidades en canto eran inversamente proporcionales a la capacidad que tenía para destruir ciudades, meterse en problemas y ser golpeado por Titania. Seguramente era solo para molestarlo. Después de todo, como se dice por allí; si algo no te gusta, ¿Por qué escucharlo? También podría largarse del lugar, así no le estorbaría el verlo allí sentado, creyéndose el mejor dragon slayer del gremio.

¡Pobre imbécil! Podría darle otra paliza como lo había hecho antes de unirse a Fairy Tail, cuando aquella guerra con Phantom Lord. Vamos, solo necesitaba un empujoncito y lo haría pedazos.

Y allí, al fondo, algo azul se movió entre las sombras. El dragon slayer de hierro sonrió maliciosamente y sintió su autoestima aumentar a niveles insospechados, cuando identificó los ojos achocolatados de Levy, clavados en él, mientras sus acosadores personales, únicamente apretaban los puños y parecían indignados por la forma en la que la chica lo miraba, fascinada por el cantante.

¿Lo veía a él? ¡Claro que lo veía a él! Incluso la pregunta era obvia. ¿Cómo no verlo cuando era lo mejor sobre el escenario? Seguramente, luego del show iría corriendo a buscarlo y, sin poder contener su emoción, le confesaría lo mucho que lo admiraba por ser un gran cantante, mientras el flaquito y el gordito reconocían que era la mejor opción para Levy y les daban su bendición.

Hizo un rudo sonido con la guitarra, cuyas cuerdas gimieron de una forma aguda y rasposa; el sonido le supo a gloria a Gajeel, aunque no muchos compartieron esa opinión con él, cosa que el moreno ni siquiera lo notó. Pero no había nada que hacerle; Gajeel era una de las personas más arrogantes en Fairy Tail, por no decir en todo Magnolia.

Y aunque tenía ideas muy erróneas sobre su "grandiosidad", había algo en lo que no estaba equivocado; aquella chica pequeña y de cabello azul, definitivamente lo admiraba.

Con todo y su maldita arrogancia.


¿Que tal? :) Había hecho dos, pero me decidí por este, se me hace mas... mmm no sé, pero me agradó mas este XD el otro era muy... oscuro, por así decirlo.

¿Me dejas un review? :)

¡Nos leemos en la próxima!

PD: Sé uno mas de la familia Fairy Tail, únete al foro y diviertete en grande :D "El mejor gremio de todos: Fairy Tail" ;)

¡Besos, nos estamos leyendo!