Los personajes de esta historia no me pertenecen.
No obtengo ningún beneficio por subir capítulos.
Nota: esto contiene slash, sexo oral y otras porquerías que sé que te encanta leer. ¿Por qué más quieres leer esto?
Disfrútalo~
Este capítulo se desarrolla en la serie Transformers G1
Estaba en medio de una batalla, debía concentrarse, no debía hacerles caso a los estúpidos sentimientos, pero... realmente le necesitaba, lo quería con él, mandaría al Infierno a cualquier Autobot que intentará arruinar sus planes.
Si lo quería con él, debía simular su muerte, necesitaba una distracción. Una batalla. Un disparo. No iba a perder el tiempo, su procesador sólo daba una respuesta. Y si no era ahora, nunca iba a ser el momento.
El cybertroniano de blindaje gris apuntaba hacia su enemigo; Optimus Prime.
El mech azul y escarlata estaba levantándose del suelo, no lo vio venir, otro disparo impacto en su cuerpo, haciendo que el titán volviera a caer.
–¡Optimus! –se escuchó a otro mech gritar.
El Prime giro su cabeza para ver como el explorador amarillo corría entre una lluvia de láser y humo, sonrió al ver al pequeño Autobot; pero no lo hizo por mucho tiempo.
–Prime.
Esa voz, esa voz que es capaz de hacer que Bots veteranos tiemblen de miedo, pero también esa voz hacía que el líder de los Autobots perdiera cordura y quisiera recargar en los fuertes brazos del tiránico Decepticon.
–Por fin Optimus –el Decepticon lo tomo del brazo, levantándolo.
–Me-Megatron -tosió energon–. T-tú... nunca dominarás Cybertron.
–Ya verás, ya verás Optimus –dijo Megatron haciendo una señal al subordinado más grande de sus filas.
Astrotrain llegó en su forma aérea, abriendo la compuerta dejando entrar al mech plateado.
Por su parte Megatron sonrió al ver a Optimus que caía en su modo de apagado de emergencia, el joven Autobot había perdido bastante energon.
Optimus perdió la conciencia después de ver al Decepticon sonreír.
No supo cuánto tiempo estuvo recargando, pero cuando encendió sus ópticos se encontró en lo que parecía una habitación.
–Veo que ya despertaste –escucho la voz del tirano.
Optimus miro al líder Decepticon con odio, iba salir de la litera en donde estaba, pero unas cadenas se lo impidieron-
–Ah-ha... –Megatron rio entre dientes–. Todavía estas lastimado, aún no puedes levantarte.
–Nunca obtendrás la matriz de liderazgo –sentenció el joven Bot.
–¡Oh! Pero yo no deseo eso... no aún –el mech gris se sentó en la orilla de la cama.
–¿Qué? –Optimus se tensó al ver tan cerca de Megatron.
–Sí, yo no busco otra cosa más que tú cuerpo –tomó a Optimus de la máscara de combate.
–S-Suéltame no, déjame -susurro el Bot con miedo–. ¡Aléjate!
–Así me gusta, súplica por piedad Autobot –Megatron rió con fuerza, parecía un demente.
El tirano subió a la cama de recarga, quitándole las cadenas a Optimus.
–N-no –gimió el Autobot al sentir uno de los servos de Megatron en su equipo de interfaz.
–Sigue rogando, Prime –palpo entre la blanca armadura de su contrario–. Quiero escucharte pedir piedad, sabías que Sentinel se negó y, bueno... supongo que ya sabes cómo acabo todo.
Megatron volvió a reír como loco, Prime gimió en respuesta, sentía como la tapa de su válvula empezaba a calentarse.
–¡Ah, Primus! -gimió Optimus al sentir la lengua húmeda del Decepticon sobre los cables de su cuello- ¡Nhg! ¡Aah! Y-ya, suéltame.
–Jamás mi querido, Autobot, apenas empieza el castigo –el mech gris tomó uno de los servos del Prime y los condujo hasta su propio chapado negro–. Puedes divertirte si lo deseas, Prime.
Optimus se sonrojo, había soñado muchas veces con Megatron y él... pero simplemente Optimus no se creía lo que pasaba.
–Abre –susurro el líder Decepticon–. Ahora...
Optimus tomó control de su procesador, dándole un empujón al temible Decepticon.
Una cosa es querer y otra es amar.
Megatron solo quiere interfaz, solo por diversión y placer; para satisfacer sus deseos más bárbaros, para que hacer el orgullo del Autobot caiga hasta los suelos.
Optimus lo ama, la matriz de liderazgo pulsaba con fuerza, reconocía el odio y la furia del Decepticon y deseaba fundirse en los deseos más íntimos de los dos cybertronianos.
–Ámame –susurro Prime–. Hazlo, Primus me da la orden de amar y no asesinarte, lo que haré será en contra de mi facción, tú estás haciendo algo que nos perjudica a los dos.
Optimus se escuchaba seguro de sí mismo, el miedo y el odio habían quedado atrás. Orion Pax, víctima de ataques Decepticon y muerto por mano de Megatron había quedado atrás junto con los temores y la impotencia.
[Aquí solo esta Optimus Prime, Orion Pax no está, el miedoso cargador de barcos. Él se fue. Optimus Prime valiente líder Autobot... sí, eso soy yo.]
Megatron se quedó paralizado, nunca había visto nada como lo que vio en ese momento.
Optimus había retirado su máscara de combate, más de la mitad de su rostro estaba al descubierto, la superficie era de un metal gris, pulido y hermoso, el líder Autobot era toda una maravilla.
–Megatron –continuo el líder Autobot–. Me estoy entregando a ti para dar paz a tu núcleo, Primus me ha dado esa misión, tómame. –pidió Optimus sonriendo.
–Prime... ¿Qué chatarra dices? –el mech gris estaba confundido–. ¡Bah! Yo solo quería tener interfaz, no tus estúpidos discursos de paz y esas cosas de dej...
Un beso silencio los labios del Decepticon, Optimus beso a Megatron con ternura, su primer beso no había sido planeado así, pero debía conformarse.
En cuanto a Megatron, tomó el control del beso, besando con intensidad al Bot, el tirano no era nada cariñoso, introdujo su glosa en la boca del Prime, mientras los dos se fundían en el beso, el Decepticon con sus servos apegaba a Optimus contra él.
–Prime –fue la única palabra que pronuncio cuando rompió el beso, el líder Autobot sentía la el energon subir a su rostro.
Optimus intento hablar, pero Megatron ya se había adelantado, atrapando sus labios en un feroz beso, acariciando la tapa de la zona interfaz.
–Si tanto deseas entregarte Prime –no iba a esperar más–. Abre, y que sea rápido –ordenó el Decepticon.
A regañadientes el Autobot abrió su chapado, dejando al mecanismo gris sorprendido.
–¡Grah! –al momento de abrir sus paneles, Optimus dejó caer lubricantes, manchando la cama de recarga.
El tirano no dijo nada, solamente desvió la mirada al cable azulado con detalles escarlatas fosforescentes –se veía tan deliciosa la forma en la que las gotas de lubricante se deslizaban por el cable del Autobot, al igual que esa válvula que podría apostar que era más que virgen, nadie toca al comandante–, esa mirada hacia que Prime se avergonzara de sí mismo, aun no comprendía de donde salía tanto lubricante ¿de verdad Megatron lo excitaba? Fueron unas caricias y algunos besos, aun no creía que todo eso hubiera salido de su válvula.
–Me parece que tienes un problema ahí abajo –Megatron señaló el cable erecto del Autobot.
–No Megatron ¿Que estás ...?! ¡Ahh! –gimió Prime apagando los ópticos.
Megatron masajeaba el cable de su contrario, mientras que Optimus se arqueaba contra el Decepticon y arañaba el blindaje del tirano.
El mech gris empujó al Prime hacia atrás.
Optimus estaba acostado y se veía de una forma que Megatron jamás admitiría.
–Quédate quieto –ordenó el Decepticon.
Optimus no respondió, en ese momento tenía pánico y placer. Ya no sabía que pensar de él y Megatron.
El cybertroniano mayor tomó con cuidado el cable del Autobot, lo miró por algunos nano-clics para después sonreír y continuar su trabajo.
Para su primer acto de maldad; Megatron le dio una lenta lamida al cable del mech rojo y azul, el Autobot gemía y gritaba, sentía que su cuerpo se calentaba. Mientras que el tirano repetía su acto de maldad.
Tan sólo había durado un mini-ciclo y medio las suaves lamidas del Decepticon contra Optimus, Megatron se había aburrido y en estos momentos tenía el cable de Optimus en su boca, chupándolo, movía rápido su procesador, quería que el Autobot tuviera una sobre carga.
–Ngh Ah~ Megatron ¡Aah! –gimió Optimus antes de venirse en la boca del tirano.
Megatron miró a Optimus a los ópticos, el brillo carmesí de Megatron intimidaba al Autobot, quería saber en qué pensaba el tirano, tal vez se arrepintió y lo iba a asesinar de una vez, ¿Quién podría saber los pensamientos del temible Decepticon?
–Te haré una pregunta –habló Megatron frunciendo el ceño–. ¿Eres virgen?
Optimus se sonrojo, se sentía tan idiota y avergonzado. ¿Qué acaso Megatron no?
Ah, la respuesta era un rotundo "no", obviamente Megatron no era un mech inocente ni mucho menos paciente para tener una relación estable –al menos eso pensaba Prime–, Optimus había recibido cantidad de declaraciones de amor por sus subordinados; pero nunca había interactuado con alguien.
–Por supuesto –Optimus se mordió el labio apagando sus ópticos, oh cuanto deseaba estar en la base Autobot con sus camaradas y los dulces humanos que se metían en problemas.
Megatron rió, mirando al Autobot con lujuria.
–Sabes, tu sí que vales la pena, Optimus Prime.
Optimus iba a replicar ante el comentario del temible Decepticon, pero un beso lo silencio.
Mientras los dos se besaban, Megatron aprovecho el momento y se posicionó entre las piernas del Autobot.
No espero más tiempo y penetró a Optimus con fuerza, a lo que el cybertroniano más joven gimió y grito como nunca.
–N-no... Megatron duele ¡Ah! –gimió el mech azul y rojo al borde del llanto.
El portador de la matriz se removía con dolor, se sentía como el mismo Infierno, hasta que sintió como el pico del señor de la destrucción era retirado.
–Esto no va a funcionar si rompo algo ahí adentro –con un dígito la estrecha válvula del Prime–. Intentemos otra cosa.
Se metió tres dígitos a la boca, llenándolos de fluidos bucales.
Claro que eso no es nada raro, eso no puede excitar a nadie; a menos que Megatron estuviese haciendo ruidos extraños y también lanzando unas miradas que hacían que el Prime deseara con fervor ponerse su máscara de combate.
Y qué decir de la vista, ver a un mech entre sus piernas –y no cualquier mech, estamos hablando de Megatron ¡El señor de la guerra! ¡El líder de los Decepticons! ¡El Bot mas despiadado de todos! Rebajándose a los deseos más primitivos como la interfaz física eso quería decir que de verdad Megatron quería estar dentro de Optimus– y haciendo tales acciones, de verdad el portador de la matriz deseaba que nunca terminara de lamer sus dígitos, en verdad era gratificante ver eso.
Los sacó de su boca, haciendo un leve ademan de que se relajara.
Lo siguiente que vio fue como Megatron lo penetraba con dos dígitos, aulló de dolor, esa no se la había esperado.
Haciendo –de nuevo– un ademan de que se relajara, el tirano movió e intento llegar lo más profundo que pudo con sus dígitos, pero la profundidad no fue mucha, pero estaba claro que fue la suficiente para hacer a Optimus gritar su designación y maldecir en lenguaje de los Primes, –cosa que hizo que Megatron soltara una risa jamás imagino que el Autobot fuera a decir una grosería o maldecir– el mech plateado hacia leves movimientos de tijeras o penetraciones. Antes de que Optimus se diera cuenta, ya había un tercer dígito invadiendo su válvula, moviéndose dentro suyo, no podía aguantar, el fluido bucal caía por la comisura de sus labios, esta mareado y desorientado.
Esa nueva sensación lo dejo así, era extraño, pero a la vez aceptaba gustoso el poder recibir aquellos tratos por parte de su contrario Decepticon.
–Megatron.
–¡Shh! Solo relájate, esto te va a gustar –Megatron tomó al Autobot de las caderas, claro que había intentado hacer que esto no doliera, pero aun así sentía la válvula del Autobot apretando su cable–. Sigues estando tan estrecho... Me gusta.
Optimus estaba sonrojado por las lujuriosas palabras del tirano Decepticon, aun así, Prime no dejo de gemir al sentir el enorme cable de Megatron chocando con sus paredes internas, a veces rápido, a veces lento, pero siempre con una terrible fuera que lo hacía experimentar grandes placeres.
–¡Ngh! ¡Megatron! ¡Ahh! ¡Más rápido! –su propio grito le sorprendió.
El líder Decepticon le obedeció, penetrando lo más rápido y más fuerte, ya no le importa nada más que el placer y la lujuria.
Mientras que el Prime gemía y gritaba por más, quería engañarse, quería sentirse amado por el tiránico mech que tenía enfrente. Quería demasiado a Megatron para detenerse a pensar que lo que estaban haciendo era una traición a ambos bandos.
–¡Nghh! ¡Megatron! –grito Optimus al momento de su sobrecarga.
El Decepticon culmino, llenando la válvula del Prime con sus lubricantes.
Estaba cansado, muy cansado, a decir verdad, el líder Autobot había conducido largas horas, para ser detenido sólo por su mismo cansancio.
–¡Optimus! –era Ratchet que gritaba por el comunicador–. ¿¡Dónde chatarra te metiste?!
–Estoy bien, aunque no se bien dónde estoy –confesó el líder Autobot–. ¿Cuántos ciclos llevo sin localizar?
–Tienes tres ciclos, veinticinco mini-ciclos y diez nano-ciclos fuera del radar, te buscamos casi por todo el mundo –se quejó el médico–. Nos mantuviste preocupados, hasta Ultra Magnus empezó a desesperarse cuando no te vio llegar –dijo el médico por el com-link.
–¿No sabes dónde me encuentro? –pregunto ignorando lo dicho por el médico.
–Déjame ver... –Ratchet se mantuvo unos segundos en silencio- ¡Estas en Europa, Prime! ¡Estas exactamente en la frontera de Alemania! ¿¡Qué haces hasta allá?!
Empezaron a escucharse gritos y voces del otro lado de la línea, casi podía distinguir los gritos de Prowl y de su tercero al mando, junto con los de Cliffjumper e Inferno.
–¡Todos me preguntan por ti! ¡Jazz, Prowl, Ironhide y Bumblebee están gritando y diciendo que irán a buscarte! –Ratchet se escuchaba alterado, seguramente todos se le vinieron encima cuando lo escucharon.
Optimus rió bajo, tratando de que el médico no le escuchara.
–¿Prime? –volvió a preguntar Ratchet–. ¿Qué hiciste?
Optimus recordó las últimas palabras que Megatron le había dicho antes de dejarlo en la Tierra.
[Prime, si llegas a contarle esto a tus amiguitos, juro por Primus y Unicron que te llegará un castigo peor del que te acabo de dar, y esta vez ya no seré tan gentil.]
Optimus soltó unas risas, diciéndole a Ratchet que ya vería como llegar de nuevo a la base.
–No te preocupes –respondió el Bot rojo y azul por su comunicador–. Ya regresare, estoy seguro que lo haré.
–Llamaré a Skyfire, ¿Cómo piensas cruzar el océano? –replicó Ratchet molesto.
Optimus no respondió, realmente estar del otro lado del planeta, enojar a uno de sus subordinados y hacer que Bee y los demás se preocuparán hasta el grado de querer irle a buscar valía la pena de una buena regañada por parte de sus subordinados.
Había valido la pena todo.
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Dva Out
