Ya había pasado aproximadamente una hora desde que eso había pasado y aunque el aparentara gran calma no podía negar que le causaba un sentimiento lo que estaba pasando. Cerro los ojos mientras olfateaba en el aire, agua y sal….lagrimas humanas de las personas que estaban en aquel funeral. El no soportaba ver como las personas hacían demasiado "drama" hacia algunas cosas, aunque en el fondo también le dolía su perdida, el sabría llorarle a su manera.

Llorar…el era demasiado orgulloso, inclusive en este momento como para hacerlo.

Abrió los ojos para observar el cielo que estaba despejado, la vista le era tapada naturalmente por las copas de los árboles del bosque en el cual estaba descansando de todo. Estaba seguro que si fuera por ella, aurita estaría tal vez en la misma posición en el mismo lugar pero al menos estaría su sonrisa para el.

-Amo bonito!-escucho que se acercaba la voz de su sirviente, un pequeño demonio verde con una gran vara y un sombrero negro vestido de colores oscuros- amo bonito ¿Dónde está?

El Yōkai de cabellos plateados que estaba descansando soltó un pequeño suspiro porque su sirviente había interrumpido aquel momento en el que quería estar solo.

-Amo bonito-vio que su sirviente lo había visto e iba corriendo hacia el, cuando estuvo enfrente le dio una reverencia al ser de ojos dorados- El funeral de Rin ha acabado-dijo el pequeño mientras sus grandes ojos saltones retenían las lágrimas que no podían ser derramadas ante su señor.

"El funeral de Rin ha acabado"- Eso fue lo que dijo Jaken, su sirviente.

Rin…esa pequeña humana…

El Lord de las tierras del Oeste: Sesshōmaru sin mirar a Jaken, se levantó con esa elegancia que le caracterizaba ante la mirada confusa y llorosa del demonio verde.

-Prepara a Ah-Un para iniciar el viaje-Dijo con una voz fría mientras lentamente empezaba a levitar ante su acompañante.

-¿Seguro señor?-pregunto Jaken mientras veía que su amo flotaba más rápido- ¡Amo bonito! ¿A dónde va?-pregunto para ser ignorado por el.

Sesshōmaru se empezó a dirigir hacia el pueblo que estaba cerca, donde habitaba su medio hermano.

Era una pequeña aldea llena de vida, las personas que vivían ahí eran amables y muy trabajadoras, pero cerca de hace 5 años, el había dejado ahí a su protegida, una niña humana de nombre Rin a la cual le había revivido después de encontrar su cuerpo cuando poco antes esa niña le había cuidado dando alimento humano. Después de derrocar a Naraku, el la había dejado en ese pueblo para que después ella decidiera si quería continuar con el viajando o si quería vivir como una humana normal…

El hace unos días tenia que ir a sus tierras, había el rumor de que un antiguo clan (que al parecer hace mucho tiempo había querido esas tierras de su padre) quería acabar con el y adueñarse de su territorio, el…unas horas antes había ido a visitar a la humana….

Recuerdo….

Estaba atardeciendo en aquel lugar y en una pequeña cabaña que estaba cerca del bosque se encontraba una niña de trece años vestida con un kimono azul con florecillas blancas donde quier, ella era de pie clara un cabello negro largo…tenia todavía facciones un poco infantiles pero se veía como iba a ser dentro de unos años. Ella estaba sentada en un escalón de la cabaña mientras tenia en sus manos un ramo de florecillas amarillas que acaba de hacer….ella miro al suelo mientras suspiraba para mover su pierna que estaba un poco herida, hizo una mueca al sentir dolor….

-Estas flore serán perfectas-dijo mientras trataba de ponerlas aparentemente en orden, pero no se dio cuenta que el Yōkai de cabello blanco la observaba, a pesar de una niña el creía que ella era hermosa, y le gustaba verla mientras traía flores en sus manos-…ya se….creo que… las deje dentro…-susurro mientras se levantaba corriendo para ir dentro de la cabaña.

EL Yōkai conto los segundos hasta que volvió a aparecer la niña quien traía una rosa roja que puso en el centro de ese ramo, ella sonrió.

-Rin- decidió hacer aparición diciendo su nombre a lo cual ella se sobresalto pero le sonrió llena de alegría, aunque no se lo demostraba, el estaba feliz de que ella estuviera bien.

-Sesshomaru-sama!-dijo ella mientras le miraba con una gran sonrisa, a el, no le molestaba que hiciera eso si no que le alegraba que ella estuviera feliz de verlo pero el no mostraba eso.

-…-no dijo nada como siempre y saco de un lugar de su ropa una pequeña cajita que le pensaba dar, ella lo miro mientras tomaba el regalo- Rin es tuyo-dijo con la voz aparentemente fría pero quería verle la exprecion cuando pudiera ver el regalo.

Ella abrió la cajita y lo tomo delicadamente, era un collar con una piedra de color dorado, del justo que su señor, Rin lo miro sonriendo y lo abrazo.

-Gracias amo- dijo mientras se lo trataba de poner pero al ver que no podía, el Yōkai la ayudo, pero al hacerlo sus dedos rozaron con el cuello de ella y el sintió algo que le produjo como…

¡Ella es una niña!- se reprendió mentalmente ante la inocente que no se había imaginado nunca aquel pensamiento del demonio.

-Amo se que esto no es lo mismo que su regalo pero…tenga, lo hice para usted- tomo el ramo de flores que había echo y se lo entrego a su amo con una gran sonrisa y un leve sonrojo que no paso inadvertido a los ojos de el. No hico ningún ruido o cambio de expresión pero bien ella sabia que le había gustado. Entonces se puso a hablar de lo que había echo mientras el se sentaba debajo de un árbol con ella enfrente, el le oia como siempre a pesar de que nombraba mucho a su "Hermano" Inuyasha, pero aunque no lo quiera el admitir sabía que el era fuerte y si era un hijo de Inu No Tashio, que lo había demostrado durante el proceso de derrotar a Naraku.

Sabia que su hermano y su esposa, la Miko, defendían el pueblo e incluso iban a tener un hijo, que la exterminadora y el monje tenían tres de los cuales las niñas ya estaban siendo entrenadas para ser como su madre. Del joven zorro que el ya casi nunca estaba, para supuestamente mejorar y que Kohaku, iba mejorando y que ocasionalmente iba al pueblo a visitar a su familia y "contaba todo lo que había echo y traía regalos! Le había dicho Rin "inclusive a mi " decía con una sonrisa en la cara su protegida pero el sintió un poco de molestia al saber que otro le regalaba cosas. Kaede, le estaba enseñando con ayuda de Kagome a rin sobre hierbas e inclusive tiro a arco.

-Kagome-sama dice que soy buena con el arco-dijo la niña mientras jugaba con el pasto- espero ser buena tiradora señor…¿puedo preguntar algo?-lo miro pero al ver que no respondia tomo eso como un si- ¿y el abuelo Jaken?

-está en un encargo-dijo el.

-Oh, me alegro por el-dijo Rin- y le ha ido bien señor?

-…-

-me alegro tanto que sus planes vayan como quiere…-

-…-

-…-

-….-

-…-

-Am…

-Rin me voy-dijo el.

-¿Ya? Bueno, entonces lo espero señor-

-Sera por unos meses-

-Meses?

-Jaken vendrá-

-….-

-¿Sucede algo Rin?-le pregunto al ver que la expresión de ella cambiaba.

-Tenga cuidado señor-

-Rin-

-no sucede nada Sseshomaru-sama-dijo con una sonrisa ante la mirada del Lord.

-…-

-Podria prometerme algo señor?

-…-

-Que vendrá cuando cumpla catorce? Es dentro de poco y me gustaría tanto que viniera!

-….-

-no?-sus ojos se llenaron de lagrimas.

¡Maldicion!

-Te vere en tu cumpleaños Rin-dijo y ella lo abrazo.

-Si…!-grito ella feliz de alegría-

FIN FLASH BACK

¿Por qué?

Sin haberse dado cuenta, inconsciente mente llego a la cueva de un Bruja humana que según era muy poderosa, el iba a ir un día para probar la mística magia de aquella mujer que se decía era tan pura como la energía de un Yōkai como él.

-Lord de la tierras del Oeste, Sesshomaru hijo de Inu no Tashio -oyó mientras se adentraba mas a aquella cueva la voz de una mujer- ¡Puedo preguntar que le ha traído a mi más humilde morada mi lord?-Cuando llego el con la portadora de la voz pudo observar que era una mujer con mas de cincuenta años humanos, de ojos rojos y cabello color miel que le sonreía mostrando unos dientes afilados mientras revolvía algo en un caldero.

Miro distraídamente a su alrededor, rocas, algunos muebles hechos de madera o inclusive piedra, repisas con ingredientes que creía reconocer y otros que no lograba recordarles.

-Se dice que ha muerto su protegida…una niña humana de nombre Rin-ella murmuro mientras evitaba el contacto visual con el albino-Que su espada no se puede revivir…eso se dice.

-Y que dices tu vieja anciana-dijo con la voz fría viéndola.

-Los muertos son muertos y ya…aunque se dice que el Lord Sesshomaru carga con una espada especial capaz de devolver la vida a los muertos-

-…-

-Esa niña no volverá-ella suspiro mientras echaba una rata muerta en su caldero ¿le faltaría algún ingrediente? Ella lo miro, había oído decir que el demonio era un ser frio y despiadado que no mostraba compasión alguna ante sus enemigos o clemencia para los traidores que le pedían el perdón. Pero también había oído que cargaba a una humana ¡Una humana! El demonio odiaba a los humanos pero con esa pequeña rompía eso. Se decía que el le cuidaba y protegia…cualquiera que le intente hacer algo pagaría con su vida al osado que lo intentara.

Y ahora el estaba ahí, frente a ella que no quisiera admitir sus deseo ella lo comprendía pero no podía hacer nada por el…o tal vez…Busco en la mesita que tenía a lado, necesitaba algo…

-Se dice que la joven esposa del Haynou Inuyasha es una miko, una miko especial que llego de un futuro lejano ¿eso es cierto joven Lord?-le pregunto ella.

-Eso no tiene nada que ver-

-Claro que si!-contesto fingiendo indignación- no puedo revivir a los muertos…pero puedo averiguar si ella es lo mismo que aquella Miko, si es posible que su joven protegida reencarne como la sacerdotisa Kikyo

El la miro.

-Oh…ya le atraje la atención con eso verdad?-

-…-

-Necesito sangre de la niña…o algo suyo…-sugirió, entonces aprecio como el buscaba entre sus bolsillos y se acercó a ella mostrando una pulsera de cuencas amarillas –Perfecto-sonrió y lo iba a tomar cuando el, con su otra mano la detenía.-No confía en mi?...No quiere ver a su adorada protegida…?-le pregunto y el la dejo, lo echo al caldero el cual soltó un humo rosa para sorpresa de la bruja- Rosa…eso significa que ella tenía un alama muy pura-sonrió con un poco de ternura-pobre criatura muerta. Agarro una cuchara enorme y le empezó a mover.

-Espero que le haya gustado la respuesta –

El salió de ahí volando mientras pensaba en lo que se le había dicho sobre Rin…Pero para eso tenia que hablar a regañientes con Kagome. La esposa de su medio hermano.

-Amo bonito!-escucho la voz estridente de Jaken cuando llego a la aldea, apareció el junto con su hermano, el monje y etc, y entonces vio a Kagome que estaba platicando con una aldeana, el se acerco a ella quien le miro sorprendía al notar que quería hablar con ella.

-¿Sesshomaru?-

-¿En que año naciste?

-¿Qué?-Ella sabia que Inuyasha le había dicho a el sobre su precedencia pero creía que le daba igual o que no le creía.

-…-

-¿Sessh…

-¡Para que quieres saber eso?-exigio su hermano haciendo acto de presencia.

-Inuyasha…

-Para que?

-Inuyasha no me hagas usar la palabra-le dijo su mujer mientras cerraba los ojos esperando, el Inu la miro espantado mientras se alejaba.

-Palabra no…-susurro este.

-Naci en…¿Para que quieres saber?-le pregunto confundida a su cuñado.

-¡Si el señor Sesshomaru le pregunta algo debe contestarle humana!-grito Jaken moviendo su báculo.

-Feh…Cállate tu-le contesto Inuyasha viendo sus garras.

-Dilo-

-Nací..o naceré…-sonrió ella- en 1882

-…- La bruja había dicho que Rin iba a….

-Puedo preguntar porque Sesshomaru?-Kagome lo miraba.

-Déjale no te va a…

-Ella reencarnara en 1996-contesto volviendo a ver a su sirviente-vámonos.

-¡"Ella"? ¿Rin-chan reencarnara?-escucho la voz confundida de la miko mientras el empezaba a levitar- me alegro…espero que ahora sean felices-sonrió.

-¿Cómo sabes que….?-

El ya no escucho nada, pero si alcanzo a ver que la mujer lo decía con sinceridad, porque ella se había dado cuenta del cariño que la niña le había dado y de que el a su manera le había correspondido. El se sorprendió que sabía la verdad y le agradecía esas palabras, con esos pensamientos se alejo de la aldea seguido de su sirviente Jaken montado en el demonio Ah-Un .

…...

-Hey…Rin?-

-Oh…lo siento Mitsuki me distraje con la vista-contesto la castaña sonriendo señalando distraídamente con un movimiento a dos chicos que acaban de pasar a su lado. Ella rio.

-Hay hermanita…-negó con la cabeza-pero tienes buen gusto…que tal…si…espera.-le levanto guiñándole un ojo mientras se dirigía hacia ellos.

Rin y su hermana mayor habían ido a visitar a sus abuelos en Tokyo, ella y su hermana eran americanas con raíces japonesas de las cuales estaban muy orgullosas. Hacia un tiempo que no visitaban a sus mayores pero al ver que tenían vacaciones y que sus padres pensaban tomarse una segunda luna de miel decidieron ir con sus abuelos.

Mitsuki era una joven de diesiocho años de edad, con el cabello negro liso, era de piel palida, con facciones finas de parte de su madre y unos ojos verdes brillantes, ella era hermosa con una bonita y envidiable figura la cual no le avergonzaba mostrar.

Rin…era una jovencita de diecisiete años de edad con el cabello negro también pero un pco rebelde, poco ondulado, era de piel también un poco pálida, unos enormes ojos color chocolate y su cara tenia forma de corazón, era delgada y también tenía buen cuerpo que ocultaba con largas playeras o chaquetas, ambas hermanas eran hermosas y se llevaban bien.

Llego Mitsuki sonriendo mientras se volvía a sentar frente a ella.

-¿Sucedió algo?-le pregunto Rin bebiendo una soda mientras miraba el reloj.

-Solo…conocerás dentro de poco a dos lindos californianos-dijo coqueta mientras le mostraba una tarjeta con dos nombres junto con dos números. Rin la tomo para leerla.

-"Joseph Banner" y "James Thompson"?- murmuro.

-Si…Joseph es el rubio y James el castaño-dijo Mitsuki con emoción.

-Okey…-

"-Pasajeros con el vuelo 098, vuelo con destino a Tokyo favor de reportarse, Pasajeros con vuelo 098"- se oyo por el altavoz. Rin suspiro mientras su hermana le quito su refresco y la levantaba.

-Oh vamos rin ¿no te alegra ver a nana?-le pregunto su hermana mientras buscaba en su bolsa sus pasajes.

-Claro que si!-respondió ella sonriendo pero después le cambio el rostro- es solo que…Onee-san –le llamo de esa forma cariñosa a Mitsuki la cual la miro con ternura- Son esos sueños…

-Crei que…tu…ya no los tenias-le pregunto su hermana visiblemente preocupada. Rin le sonrio con tristeza.

-Ya se que nunca se iran pero aparecen con mas frecuencia….-

-Mira…-la abrazo, a Rin se le llenaron los ojos de lagrimas-yo estoy aquí…mientras yo este contigo nadie y nada se atreverá a hacerte daño.

-No me puedes proteger de mis pesadillas-le contesto ella mientras su hermana se separaba.

-¿Y son pesadillas?-

-Algunas si…otras…-le vino una imagen a la cabeza y se sonrojo- algunas son…lindas..

-Oh…jojojo-su hermana se empezó a reir mientras le revolvía el cabello- hay un chico…?

-Mas que un chico…digo…el es…-

-"-Pasajeros con el vuelo 098, vuelo con destino a Tokyo favor de reportarse, Pasajeros con vuelo 098

-Mejor vayamos Rin-chan-

-Bueno…me muero por ver a Nana…

-Jajaja-la tomo del brazo- ya verás…y algo me dice que pronto encontraras la respuesta a tus pesadillas.

Y con esas palabras de consuelo para la menor, ambas tomaron sus maletas para abordar el avión sin imaginarse que algo sucedería y podría cambiar sus vidas…