Un día normal en el santuario en el cual la calma después de la guerra contra Hades había vuelto dejando un gran silencio, todo el mundo estaba durmiendo excepto dos personas las cuales estaban discutiendo acaloradamente en el templo de Géminis.

-Kanon maldita sea por qué no entiendes—dijo el gemelo mayor mirando a su hermano el cual estaba muy molesto.

-Que tengo que entender Saga, eres un traidor todo el mundo lo sabe y aquí apesar de que nadie lo dice nadie te quiere aquí, deberías dejar el santuario—dijo Kanon mirando a su gemelo seriamente sin darse cuenta del daño que había provocado.

-Será mejor que me vaya a ver a Athena me ha llamado antes—dijo el saliendo por la puerta sin escuchar los gritos de su hermano.

El joven Géminis iba caminando atrás vez de los templos sintiendo la mirada de todos los caballeros dorados, sabía que después de a ver matado a Shion y intentar matar a Athena no iba a recuperar tan fácilmente la confianza pero yo creo que ya he recibido demasiado castigo o eso pensaba el. Desde que volvió a la vida las miradas de desconfianza y las peleas on su hermano lo hicieron sentir la peor persona del mundo, no podía evitar a ver fallado como persona, caballero y hermano.

-Hola Saga—dijo la voz suave de Shion aparecer en la puerta y mirarme con una sonrisa.

-Hola patriarca—dijo el arrodillándose para mostrar sus respeto.

-Llámame Shion y ahora mismo Athena está dormida ya que es muy temprano aún—dijo el mirando el templo donde dormía nuestra diosa.

-Mmm gracias Shion me vuelvo a casa— dijo el dándole la espalda y empezar a caminar atraes de los templos, "quizás Kanon tiene razón y no merezco estar aquí y ni siquiera de a ver revivido de nuevo" pensó el dando un largo suspiro de pesadez.

Al llegar vio a su hermano totalmente dormido así que fue a su habitación y se tumbó en la cama para quedarse dormido entre el sueño y el cansancio del dolor que soportaba estar siendo acusado por el pasado.

¿Continuará?